¡Atrapado como la maestra!
“Especial
dĂa del maestro”
Y ya que la comunidad esta muy exigente, me gustarĂa que esta historia llegara a 10 comentarios uwu
Ăngel
estaba harto de pasar siendo molestado todo el tiempo por el imbécil brabucón
de Sergio, el dĂa de hoy le habĂa robado su dinero del almuerzo y le habĂa
tirado sus cosas en el bote de basura, sin contar cuĂĄntas cosas mĂĄs le habĂa
hecho desde mucho tiempo atrĂĄs.
Ăngel
ya no podĂa mĂĄs, tenĂa que hacer algo contra ese sujeto, lamentablemente, si lo
acusaba con los maestros tendrĂa una peor suerte, fue entonces que a Ăngel se
le ocurriĂł la gran idea de ser un profesor para darle una lecciĂłn.
Ăngel
tenĂa que tomar el cuerpo de alguno de sus profesores, uno que fuera totalmente
invulnerable a los caprichos de Sergio, la pregunta era, ¿QuiĂ©n?, pero para su
sorpresa, un dĂa Ăngel notĂł como la maestra Karina le ordenaba a Sergio traerle
su desayuno del comedor, Sergio de inmediato se puso en marcha y entonces,
Ăngel entendiĂł bien que ella debĂa de ser el recipiente de su malĂ©fico plan.
Durante
la noche, Ăngel recitĂł un hechizo simple pero inquebrantable, uno de esos que
se encontraban en la red profunda, tan solo tenĂa que hacer un pentagrama con
sal, un par de velas negras encendidas en cada punta y recitar las palabras en
latĂn que habĂa conseguido.
El
hechizo era intercambiar su cuerpo con el de la maestra Karina, ella estarĂa en
su cuerpo actuando automĂĄticamente como si fuera el mismo mientras que el
controlaba su cuerpo y su vida, a Ăngel le pareciĂł una maravilla y sin dudarlo
termino el experimento.
A
la mañana siguiente, Ăngel despertĂł confundido, rĂĄpidamente, soltĂł un grito de
alegrĂa al ver que su hechizo habĂa funcionado, ahora estaba en el cuerpo de la
maestra Karina, palpĂł sus nuevas tetas notando lo suaves y sensibles que eran,
de haber sabido que esto funcionaba lo habrĂa hecho desde hace mucho tiempo atrĂĄs,
ahora simplemente estaba excitado.
- ¡Wow
no puedo creerlo!, en verdad el hechizo funcionĂł, estoy en el cuerpo de la
maestra, que sexy es esta mujer, siempre me imagine verla desnuda, pero esto es
mil veces mejor –
Ăngel
miraba el cuerpo de la maestra, sintiéndose tan extraño de tener el cuerpo de una
mujer madura, sentĂa toda su piel caliente y su cuerpo hormigueando de diversas
sensaciones que no pudo contener, de un momento a otro, Ăngel estaba aprovechando
esta gran oportunidad para ver el cuerpo de la maestra desnudo.
- ¡Ah!,
en verdad que tiene buenas tetas, que rico se siente cuando pongo mis manos en
ellas, aunque me hace sentir cosas extrañas en la entre pierna, si tuviera mi
pene estarĂa erecto en segundos, pero esto es mucho mejor –
Afortunadamente,
Karina era soltera y disfrutaba de una buena vida dando clases, luego de
explorar su cuerpo, se apresurĂł a arreglarse para ir a la escuela, como pudo, Ăngel
se colocĂł la lencerĂa de la mujer, acomodando sus tetas en el brasier, cosa que
le incomodaba, pero hacĂa sentir mejor su espalda, ademĂĄs de que le excitaba
mucho la sensaciĂłn que tenĂan al verse reflejadas en el espejo por la sexy
prenda que tenĂa en sus senos, luego, se acomodĂł su panti en su culo remarcando mucho mejor su redonda figura, ademĂĄs
de tapar por completo su nueva vagina, excitado de sentir su piel rozando esa deliciosa
tela suavecita; luego eligiĂł un bonito conjunto, acomodĂĄndose una blusa blanca
con algo de escote, sumado a una falda corta de cuadritos rosada que de alguna
manera le excitĂł ponerse, pues estĂĄ apenas llegaba a unos centĂmetros debajo de
sus rodillas, cerrando con unas zapatillas rosadas y una chaqueta del mismo color
para terminar de combinar su outfit, de alguna manera, Ăngel se sentĂa paranoico
al elegir con tanta precisión y feminidad su vestimenta, sintiéndose aterrado
cuando notĂł que comenzaba a comportarse como toda una mujercita.
Ăngel
termino de colocarse algo de maquillaje, pues recordĂł que la maestra siempre
lucia hermosa y bien arreglada, si llegaba con el cuerpo de la maestra Karina
descuidado, podrĂan descubrir sus planes y arruinarlo todo, se apresurĂł
conduciendo su nuevo auto temporal, estaba entusiasmado de ver la cara de
Sergio cuando lo tratarĂĄ mal y le diera un castigo ejemplar.
Sergio
estaba molestando a los chicos como de costumbre, cuando entonces, Ăngel llegĂł
como siempre a la escuela cuando Sergio estaba amenazando a todos.
- ¡Oye
tĂș!, que bueno que llegaste, dame el dinero que me debes -el imbĂ©cil de Sergio
le decĂa -
- ¡Alto
ahĂ jovencito! -Ăngel llegaba tomando autoridad, le impresionaba ver cĂłmo el
hechizo habĂa funcionado y su cuerpo o la maestra en su cuerpo actuaba como si
nada –
- ¡Karina...!,
profesora Karina quĂ© le pasa, solo estĂĄbamos jugando ¡jeje! -Sergio le decĂa
nervioso y enojado de que la mujer interrumpiera su fechorĂa –
- ¡Ya
estoy cansada de tus estupideces!, ahora mismo te vas a la direcciĂłn castigado –Ăngel
sentĂa un gran poder con la autoridad de la mujer –
- ¡Pero
maestra, porque no mejor hablamos en privado en el salĂłn...! –Sergio le giñaba
el ojo y de repente Ăngel comenzĂł a sentirse extraño –
- ¡SĂ...,
bueno, podrĂa ser...!, te veo en el salĂłn en unos momentos para decirte lo que
vamos a hacer con esa actitud tuya jovencito –Ăngel le decĂa sin entender
porque habĂa concedido esa reacciĂłn sin pensarlo –
Ambos
fueron al salĂłn y justo cuando Ăngel habĂa entrado primero, sintiĂł como Sergio introdujo
su mano dentro de su corta falda y acariciĂł su culo provocĂĄndole un cosquilleo
extraño.
- ¿QuĂ©
pasĂł maestra, porque tan efusiva hoy?, ¿Acaso ya quiere jugar a la maestra y al
castigado tan temprano? –Sergio le decĂa mientras que Ăngel se quedaba callado
sorprendido sin saber que hacer –
- ¡Eh...,
no!, ¡Tenemos que castigarte de verdad!, eres un chico muy inmaduro y tus
compañeros..., sobre todo Ăngel estĂĄn muy enojados contigo –Ăngel le respondĂa
tratando de sonar como un adulto, pero apenas y podĂa pronunciar palabras con su
boca –
- ¡Si
bueno...!, ¿Porque no?, estoy listo para castigarte Karina ¡Jeje! –Sergio se
acercaba y la sostenĂa de la cintura –
- ¿Pero
quĂ© crees que estĂĄs haciendo? –Ăngel trataba de resistirse –
El
chico posĂł su mano sobre sus senos mientes que con la otra sujetaba su culo
estrujĂĄndolo con fuerza.
- ¿QuĂ©
pasa Karina, ya se te paso el coraje? –Sergio le susurraba mientras veĂa como
la mujer se quebraba excitada por sus apretones –
- ¿QuĂ©?,
¡No, no es esto a lo que me referĂa!, (¿QuĂ© me estĂĄ pasando, porque dejĂł que
este imbĂ©cil me toque y me excitĂ©?) –Ăngel se sentĂa muy confundido y el cuerpo
de la mujer no le respondĂa –¡SĂ amo, quiero que me metas tu verga en mi
boquita de perra!, (¡Espera, no puede ser que yo haya dicho eso!) –Ăngel
chillaba mientras le bajaba los pantalones al chico liberando su enorme polla
lista para complacer a su amo –
- ¡Muy
bien Kary!, se una buena perra con tu amo, ¿Quieres que tĂș amo te penetre,
maestra Kary? –Sergio la sometĂa –
- ¡SĂ
amo, quiero me penetres como la puta que soy!, (¡Nooo, yo no quiero hacer esto,
no sĂ© porque lo digo Nooo!) –Ăngel se quitaba la ropa y se ponĂa frente a su
amo lista para que el chico lo penetrara con su pene –
- ¡Muy
bien amor!, mira que bien estĂĄs jadeando, te debe de gustar mucho ser una puta
con tu amo –Sergio penetraba fuertemente a Ăngel quien era la maestra sin
saberlo –
- ¡Shi
amo!, soy tu puta, hazme tu puta, me excita ser tu puta, (¡Nooo!, ¿Que estĂĄ
pasĂĄndome?, ¿Porque todo este cuerpo se siente tan caliente y sometido?, no
puedo contenerme, ¡Necesito sentir esa enorme polla dentro de mĂ!) –Ăngel era
golosamente penetrado por Sergio a quien le gustaba someter a su maestra
preferida –
Ăngel
abrĂa sus piernas y miraba con miedo y vergĂŒenza como Sergio introducĂa
lentamente su enorme pene dentro de su hĂșmeda vagina, su cuerpo comenzĂł a temblar
mientras sentĂa como ese trozo de carne se deslizaba por su sensible Ăłrgano, de
repente, Ăngel comenzĂł a gemir, sus nervios estaban desorientados, su cuerpo no
reaccionaba y todo parecĂa indicar que estaba bajo el control de sĂ mismo aceptando
de alguna manera ser la puta personal de Sergio.
- ¡Muy
bien mi amor!, ya terminĂ©, me encanta cuando te prendes asĂ –Sergio deslizaba
su miembro fuera de la vagina de Karina –
-
¡Ummm, ahhhh que rico!, (¿QuĂ©?, ¡No puede ser que se haya venido dentro de mĂ!,
lo peor es que este cuerpo siente que quiere mĂĄs) –Ăngel jadeaba complacido –
- ¡Bien
amor!, espero hayas aprendido la lecciĂłn y no me vuelvas a quitar autoridad con
esos niños mediocres, ¿Me escuchaste zorra? –Sergio se burlaba –
- ¡SĂ
amo! –Ăngel actuaba hipnotizado –
Sergio
se acomodĂł los pantalones y saliĂł del salĂłn de la maestra, mientras que Ăngel
seguĂa retorciĂ©ndose por el placer que sentĂa, al parecer su cuerpo era
demasiado sensible y lascivo, pero lo mås extraño era que la maestra se dejarå
violentar por un alumno, a menos que el supiera que realmente no era ella, pero
¿cĂłmo?, pensaba Ăngel mientras trataba de mantener la calma de su propio cuerpo.
Ăngel
trato de recuperarse y se alistĂł de nuevo, se esforzĂł para dar las clases de la
mujer, aunque por ocasiones, recibĂa miradas pervertidas y coquetas de Sergio
desde el fondo del salĂłn, Ăngel se sentĂa humillado, pues sus planes de querer humillar
y vengarse finalmente de su Bully habĂan sido todo un fracaso; esperando con
muchas ansias que las clases terminaran para regresar a casa y poder despertar
el dĂa siguiente de regreso en su cuerpo.
Al salir,
Ăngel notĂł a lo lejos como Sergio y su banda de bullys rodeaban su propio cuerpo,
de alguna manera se sintiĂł aliviado de no ser el quien estuviera envuelto dentro
de ese circulo de matones, pero también estaba preocupado de despertar en un
cuerpo lastimado.
- ¡Pobre
Karina!, lo que le esperaba con esos imbĂ©ciles –
Ăngel
pensaba lamentado, mientras que Ă©l se metĂa rĂĄpidamente a su auto para escapar lo
antes posible, antes de que Sergio volviera a encontrarlo y tratar de abusar de
su vagina.
Al
llegar a casa, Ăngel provechĂł los Ășltimos momentos que le quedaban con el sexy
cuerpo de la maestra y se dio una buena ducha acariciando su lascivo cuerpo,
Ăngel no paraba de gozarlo, ahora solo pensaba en su prĂłxima vĂctima pensando
en los grandiosos cuerpos que tendrĂa, como en la chica mĂĄs popular y sexy del
colegio o algĂșn famoso con dinero, las ideas no dejaban de fluir en su imaginaciĂłn,
aunque de repente, el jugoso pene de Sergio apareciĂł en su mente.
-
¡Ahhh!, porque me esta pasando esto de nuevo, ¿serĂĄ que me esta dominando cada
vez mĂĄs este cuerpo?, debo de salir pronto o podrĂa pasarme algo peor –
Ăngel
comenzaba a temer por su tranquilidad, ya no querĂa seguir pensando en penes ni
en su peor enemigo como amante principal, se sentĂa agobiado y solamente querĂa
dormir, aunque su mente divagaba entre recuerdos borrosos de ex amantes que no
eran suyos; luego se fue a dormir no sin antes recitar el hechizo que se suponĂa
lo regresarĂa a su cuerpo.
A
la mañana siguiente, Ăngel despertĂł emocionado, cuando de repente, mirĂł que aĂșn
seguĂa en el cuerpo de la maestra, Ăngel comenzĂł a sentirse agitado, su corazĂłn
palpitaba y sus manos temblaban de miedo.
- ¡Pero
quĂ© pasĂł!, ¿porque aĂșn sigo en el cuerpo de la maestra Karina? –Ăngel gritaba
estrujando sus senos tratando de saber si no era un sueño, pero todo en su
cuerpo se sentĂa bastante real –
Luego,
se lanzĂł en busca del hechizo que tirĂł a la basura y lo leyĂł varias veces
tratando de ver si algo pasaba, pero los intentos fueron inĂștiles, tratĂł de
buscar el primer hechizo y juntando a ambos los intento traducir en el
traductor de Google.
Cuando
Ăngel termino de leerlos, sus manos no paraban de temblar, su cuerpo se sentĂa
frĂo y muy nervioso.
- ¿Pero
quĂ© fue lo que hice? –Ăngel se lamentaba – ¡Ahora serĂ© una mujer el resto de mi
vida!, tendré estå vagina, estås tetas, seré la maestra Karina para siempre,
¡No puede ser!, todo por culpa de ese imbĂ©cil, no debĂ dejarme penetrar y que
el maldito dejara su semen dentro de mĂ, mejor dicho, la culpa es mĂa por no
leer las instrucciones como debĂa, ¿Ahora que voy a hacer?, ¿CĂłmo le dirĂ© a mis
padres?, jamĂĄs me creerĂĄn si Karina actĂșa como yo jamĂĄs me creerĂĄn, ¡No puede
ser que serĂ© una mujer para siempre! –
Ăngel
gritaba chillando luego de mirar con terror lo mal que habĂa hecho todo, el
solo pensar que estaba atrapado en el cuerpo de la puta de su maestra y que no
podrĂa recuperar el suyo nunca mĂĄs, el hecho de que ahora tenĂa un cuerpo de
mujer y tendrĂa que comportarse como una, el saber que ese cuerpo en el que se
habĂa quedado atrapado era muy sumiso y al parecer Sergio lo dominaba y le
excitaba, eso era la peor forma de ser humillado por su peor enemigo.
Ăngel
no querĂa que las cosas se quedarĂĄn asĂ, pensĂł mucho tiempo mientras que el dĂa
y las horas pasaban, ya que era la maestra, recibiĂł una llamada del director,
preocupado por su inasistencia, Ăngel decidiĂł que debĂa de aparentar sino querĂa
perder su actual trabajo, ya que no sabĂa de quĂ© mĂĄs podrĂa vivir, al menos
tenia algunos recuerdos de Karina y podrĂa continuar dando sus clases.
El director
no se quedó muy gusto con la respuesta de la mujer, quién se escuchaba bastante
bien para un problema del estĂłmago, pero al final de cuentas, le recordĂł que
pasara a su oficina un dĂa de estos para reponerlo, algo que dejĂł a Ăngel
bastante preocupado, pues lograba entender a lo que se referĂa con eso.
- ¡La
maestra Karina es toda juna zorra! –Ăngel pensaba luego de sentir lo que pasaba
- ¡No, yo soy una puta ahora, necesito terminar esto cuanto antes! –
Ăngel
pensaba de todas las formas posibles, temĂa por continuar con el cuerpo de su
maestra, quien al parecer era ninfĂłmana y bastante sumisa, al dĂa siguiente, Ăngel
despertĂł angustiado, pues ya llevaba en el cuerpo de Karina tres dĂas, se apresuro
a arreglarse, aunque esta vez por alguna razĂłn, decidiĂł utilizar un conjunto de
ropa mas atrevido, colgĂĄndose una lencerĂa mas apretada y con encajes, una
falda pegada que resultaba sus caderas, asĂ como una blusa pegada a su cuerpo,
de satĂn, la cual dejaba marcar demasiado sus tetas, incluso, abriendo un poco
su escote para dejar ver algo mĂĄs sus tremendas tetas.
-
¡Ummm, asĂ estoy mucho mejor! –Ăngel pensĂł en un momento de trance –¡No, mierda,
estoy cayendo otra vez, tengo que llegar rĂĄpido a la escuela! –
Ăngel
terminĂł de arreglar su cuerpo, mientras que caminar con unos tacones altos era
todo un problema, sus senos se sentĂan apretados y su culo dando golpes de lado
a lado, pero se sentĂa como toda una diva.
Al
llegar a la escuela, notĂł como todos los chicos se quedaban viendo su escultural
cuerpo, los chicos babeaban por ella y como siempre estaban idiotizados por la
sensualidad de la maestra Karina.
-
¡Ăngel, necesito que vengas un momento al salĂłn! –Ăngel le decĂa a su otro yo –
- ¡Esta
bien..., maestra! –el falso Ăngel respondĂa –
Ambos
entraron al salĂłn, mientras que el falso Ăngel no dejaba de ver sus senos
totalmente excitado, el verdadero Ă©l se sentĂa muy incĂłmodo por ver como su
otro yo, quien aun pensaba era el mismo, gozaba de verse a si mismo como toda
una zorra.
- ¡Ay,
solo a mi se me ocurre venir vestido asĂ a la escuela! –Ăngel pensaba mientras
trataba de desviar la mirada del otro –
- ¿QuĂ©
pasa maestra, porque me trajo a solas? –el falso Ăngel, o, mejor dicho, la
verdadera Karina le preguntaba –
-¡Mira
pendejo, tu no eres Ăngel, eres Karina, Ăłsea yo!, bueno tĂș, tĂș eres Karina, la verdadera
maestra Karina y yo soy Ăngel, por alguna razĂłn hice un hechizo para cambiar nuestras
mentes, pero algo saliĂł mal y volvĂ el hechizo permanente, si sigues mis
instrucciones, podrĂĄs realizar el hechizo contra ti misma y regresar a tu
cuerpo, pero debes de leerlo con el cambio de mentes sin posesiĂłn de recuerdos,
para que vuelvas a poseer tus recuerdos
de Karina, es confuso lo sé, pero tienes que creerme, no pensé que fueras una maldita
puta y tengo miedo de volver a ser violado por otro hombre –
Ăngel
le contaba toda una explicaciĂłn confusa, pero el pobre chico estaba aterrado escuchĂĄndola,
no sabĂa cĂłmo procesar eso, ¿el era esa mujer quien le hablaba sensualmente?, ¿era
la mujer que pensaba poseer para ventarse de su rival?, ¿cuĂĄntas veces habĂa
cambiado de cuerpos una y otra vez entre si mismos?
La situaciĂłn
habĂa generado todo un bucle, ni Ăngel era el mismo Ăngel, ni Karina era Karina,
pues si bien, ya habĂan pasado hasta 50 veces desde que el verdadero Ăngel habĂa
realizado por primera vez el hechizo, perdiéndose y combinando sus mentes con
cada cambio, al final, logrando el mismo resultado, ser la victima y la zorra
de Sergio innumerables veces.
- ¡Esta
bien, esta bien!, ¿si tu eres yo y yo soy tu?, entonces estamos cambiando entre
nosotros mismos, creo recordar esto mismo antes, debemos de parar, no podemos
seguir con estos cambios –Ăngel, Karina o el mismo se respondĂa –
- ¿De
quĂ© estas halando?, ¡yo soy Ăngel, tu eres Karina, por favor, tienes que hacerlo
para que regrese a mi cuerpo! –
- ¡Lo
siento, pero no puedo! –el mismo Ăngel o la verdadera Karina se habĂan dado
cuenta del bucle, decidiendo dejar de realizar cambios entre sĂ mismo, sin
saber si era la verdadera Karina o el verdadero Ăngel –
- ¡Por
favor, no puedes dejarme asĂ, yo soy Ăngel, no soy Karina, no soy una puta! –
Todos
los chicos comenzaron a entrar al salĂłn, mirando como los dos alumno y maestra discutĂan,
siendo la maestra la que parecĂa toda una prostituta con sus senos bastante
expuestos.
Ăngel
decido parar el pleito, sin poder lograr que Karina o el mismo aceptara
realizar el intercambio, quizĂĄs la mente de Karina estaba tan sumergida en su
rol como Ăngel que ya ni siquiera recordaba que ese fuera su propio cuerpo.
Ăngel
estaba frustrado, mientras que a lo lejos notaba como su nuevo amante del
terror lo miraba furioso y perverso.
-
¿AdĂłnde crees que vas putita?, ¡Ahora mismo te voy a castigar! –
Las
clases habĂa terminado y todos los alumnos salieron a excepciĂłn de Sergio,
quien esperaba obtener respuestas del porque su puta preferida se habĂa
encerrado con el mediocre de Ăngel.
- ¡No
tengo porque darte explicaciones, no soy de tu propiedad! –
- ¿Estas
segura de eso? –
Sergio
se acercaba poniendo las manos en su enorme trasero, Ăngel querĂa impedirlo,
pero Sergio llevĂł la mano hasta su cuello para comenzar a ahorcarla.
- ¡A
mĂ me obedeces maldita zorra! –Sergio se imponĂa –
- ¡Esta
bien, estĂĄ bien, ahhhh, te obedecerĂ© amo!, (¡Ahhh, porque mierda no puedo dejar
de sentirme tan excitado!, me esta volviendo a controlar, no puedo dejar que me
viole de nuevo) –
Sergio
soltĂł a la maestra mientras que trataba de mantener la calma, pero Sergio
arranco su blusa dejando un poco mĂĄs libre sus senos.
-
¡Comienza a desnudarte zorra! –
Sergio
le ordenaba, Ăngel no querĂa obedecerlo, pero de un momento a otro comenzĂł a
sentirse muy caliente y por misma orden de su cerebro, comenzĂł a desvestirse
con una mirada muy sexy para su amo.
- ¡Como
desee amo!, (¡Ahhh, estoy por hacerlo de nuevo, no quiero que me viole, pero
este cuerpo no obedece mis ordenes, aquĂ voy de nuevo, a mostrarle ms tetas a
este imbĂ©cil) –
Ăngel
comenzaba a ponerse muy sensual, empezando a desvestirse frente a Sergio quien
gozaba ver a su maestra convertida en su puta personal, Ăngel continuĂł posando
sexy para Sergio, quiĂ©n ya habĂa alistado su rica verga para penetrarlo,
mientras que el jugaba con sus senos y vagina, Sergio se acercaba apuntando con
su miembro a su coño, introduciéndolo fuerte para que Karina gritara complacida
entre el dolor y el placer de ser fuerte y cruelmente sometida.
- ¿Verdad
que te gusta perra? –
- ¡Ahhh,
sĂ amor, me encanta, me encanta que seas rudo conmigo!, (¡Como te odio maldito,
te odio, saca tu maldita verga de mi cuerpo!) –
Por
mas que Ăngel lloraba, era imposible poder detener su cuerpo, estaba tan
caliente y poseĂdo que habĂa dejado que el miembro de Sergio volviera a penetrarlo.
-
¡AsĂ me gusta, bien obediente!, esto es para que aprendas a no meterte con esos
mocosos mediocres, cuidadito te vuelva a ver hablando con ellos, o ya sabes como
te ira, ¿A menos que te guste?, ¡y no lo dudo!, porque eres una zorra en busca
de placer sucio –
Sergio
terminĂł dentro de ella y luego saco su pene para terminar de castigar a Karina
por sus extrañas acciones, Ăngel ya no habĂa que hacer, estaba completamente
sometido a su nuevo cuerpo y a el poder de sumisión de Sergio, a quién trataba
como su amo.
- ¡Como
extraño ser yo! –
Ăngel
caminaba deprimido, mientras su vagina escurrĂa aĂșn fluidos de amos, se acercĂł
a la ventana y abriendo las persianas miro su cuerpo a lo lejos, irse
apresurado luego de tremendas revelaciones que no pensaba continuar, dejando a Ăngel
o a quiĂ©n sea de ambos atrapado para siempre como castigo por todo lo que habĂa
estado haciendo.
- ¡Te
espero en tu casa puta! –Sergio le enviaba un mensaje a su telĂ©fono –¡Quiero que
te pongas el vestido negro que te regale! –
Ăngel
veĂa los mensajes con asco, ahora incluso tenia que recibirlo en su nuevo
hogar, donde era el Ășnico lugar en el que se sentĂa seguro, al parecer, Karina habĂa
estado recibiendo a Sergio en contantes ocasiones.
- ¡Si
amor! –
Ăngel
le respondiĂł con asco, sabiendo lo que este intentaba hacer, se apresuro a
vestirse, pues su corazĂłn se agitaba de adrenalina, ordenĂĄndole que se apresurara
para que su amo no lo castigara.
Llego
a su casa y råpido se dio un baño para limpiarse la vagina, buscó el vestido
que este le habĂa pedido y con vergĂŒenza se lo puso y se dio un retoque para
esperar a su fiel amo.
- ¡Ya
lleguĂ© mi amor! –
Sergio
abrĂa la puerta con su propia llave, la cual Karina le habĂa regalado para
ocasiones especiales, en las que incluso, Sergio entraba como un ladrĂłn tan solo
para cumplir sus fantasĂas de violarla.
- ¡Me
encanta como te vez con ese vestido!, te vez como toda una zorra, ¿entonces,
empezamos? –
Sergio
se acercaba a Karina, quien rĂĄpido abriĂł escote dejando salir sus tetas para chuparlas, Ăngel se sentĂa excitado dejĂĄndose
dominar lentamente por Sergio, de quien aun sentĂa asco y odio, pero su cuerpo sentĂa
amor y placer al verlo.
- ¡Ahhh,
si continĂșa, me encanta! –Ăngel habĂa perdido su batalla, convertido en la completa
zorra de Sergio –
- ¡AsĂ
me gusta maldita perra!, ahora ven a mi verga y dame una buena mamada como la zorra
que eres –
Ăngel
miraba el miembro de Sergio con mucho asco, pero su cuerpo no podĂa resistirse,
solo querĂatomar la verga de su amo y darle la mejor mamada de su vida para complacerlo,
entregĂĄndole su jugosa leche dentro de su boca, la cual se trago con odio y
place al mismo tiempo.
- ¡Esto
no me puede estar pasando, que horror!, al menos este imbĂ©cil no sabe que soy Ăngel
atrapado en este maldito cuerpo –
Ăngel
pensaba mientras que acomodaba su cuerpo para la siguiente fase, mirando a su
amo con amor en lugar de expresarle el odio que realmente sentĂa, Ăngel abriĂł sus
piernas, mostrĂĄndole el camino a Sergio, quien no suso ni un segundo en su siguiente
maniobra, penetrando con poder a su esclava.
- ¡Ahhhh!
–
Ăngel
solo podĂa conocer la palabra gemir en esta situaciĂłn, estaba sumergido entre
el placer y la dominaciĂłn absoluta de su propio cuerpo, tan solo deseaba que
esto terminara para poder descansar y replantarse muchas cosas en su vida, ya
no pensaba continuar como la maestra y lo mejor seria dedicarse a otra cosa muy
lejos de Sergio y de su pobre vida arruinada, pero al menos le sacarĂa algo de
provecho a sus pequeños deseos de perra sumisa.
-Kary-