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miércoles, 30 de noviembre de 2022

đ‘Œđ’”đ’‚đ’đ’…đ’ 𝒂 𝒔𝒖 𝒔𝒆𝒙𝒚 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒂


-¡RĂĄpido HĂ©ctor, haya que coger antes de que Camila lleguĂ© y nos descubra usando su cuerpo!-

-¡Ya voy solo dĂ©jame tomar unas fotos!-

-¡Su cuerpo es increĂ­ble, no sabes lo que se siente tener unas chichotas tan grandes!-

-¡Me imagino, ya quiero apretartelas y hacerte gemir!-

HĂ©ctor y Luis habĂ­an encontrado un medallĂłn ZulĂș en un mercado de artesanĂ­as, cuando investigaron sobre tu utilidad rĂĄpidamente decidieron aprovechar la situaciĂłn y Luis se transformĂł en una copia de su hermana Camila, luego de mirar con asombro que efectivamente el medallĂłn tenĂ­a ese poder, Luis se tocaba con asombro y lujuria sus grandes nuevas amigas, las sensaciĂłn era increĂ­ble y pronto necesitaba algo dentro para terminar de saciar sus necesidades, HĂ©ctor siempre deseo cogerse a la hermana de Luis y cuando habĂ­an tenido estĂĄ gran oportunidad, Luis dejĂł que su amigo la desvirgara apasionadamente, lo que no sabĂ­an era que no debĂ­an de tener relaciones sin condĂłn a menos quisieran que el efecto de la transformaciĂłn fuera permanente.

-Kary-



martes, 29 de noviembre de 2022

𝑯𝒂𝒄𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒂𝒑𝒓𝒐𝒃𝒂𝒓


Holita, El Jueves 1 de Diciembre es mi cumpleaños, si quieren regalarme algo mĂĄndenme mensajito a mi correo jimenafanyshimiloli@gmail.com uwu  

 




Estaba enojado, el profesor me había puesto un 7 aunque yo me había esforzado demasiado, luego de las clases, intenté alcanzar al profe en su oficina cuando de repente vi como la puta de Regina salía de ella acomodåndose sus tetas, parecía algo agotada y bastante calurosa, ella me miro algo nerviosa y luego me mostro una cara de enojo por verla.

- ¡Que me vez pendejo! –luego de eso, ella se largĂł, abrĂ­ la puerta queriendo ver lo que estaba seguro que habĂ­a pasado, en efecto, el profe estaba acomodĂĄndose los pantalones, mientras trataba de esconder su desarreglado cinturĂłn detrĂĄs del escritorio.

-¡Joven…!, ¿En quĂ© puedo ayudarlo? –el muy cĂ­nico me decĂ­a, –¡Pues vengo para hablar sobre mi calificaciĂłn, aunque veo que necesito de otro tipo de ventajas para hacerlo!, -¿De quĂ© estĂĄ hablando jovencito?, ¡Respete a sus compañeras…! –el tipo claramente estaba nervioso, pero yo me hacia el ignorante, estaba molesto porque todas las chicas tenĂ­an mĂĄs ventajas sobre los profesores, solo les bastaba con darles un gran premio a cambio de subir sus calificaciones, como odiaba tanto a la escuela y a las mujeres.

Regresé a mi casa muy molesto, azoté mi mochila en la cama y me puse a ver la computadora, fue entonces que un anuncio publicitario apareció emergentemente de manera conveniente en mi pantalla, se trataba de un par de píldoras de cambio de sexo, por supuesto que pensé desde un principio que eso serviría para cambiar mi calificación, solo me bastaba hacerle unas mejoras a mi cuerpo y de esa manera tener la ventaja que las chicas tenían con el maestro.

-¡Hola profe! –le enviaba mensaje al susodicho, luego de tomarme aquellas pĂ­ldoras y de que mi cuerpo se transformara en el de una mujercita, me sentĂ­a bastante incomodo, no me  gustaba mucho la idea de tener unos senos tan grandes, todo gracias a la genĂ©tica de mi familia, tambiĂ©n odiaba ver que mi pene se perdiera, afortunadamente eso no serĂ­a por siempre, espero…, -¡Hola señorita…!, ¿QuiĂ©n es usted? –el profe preguntaba nervioso y obvio algo interesado, -¡Soy una de sus interesadas alumnas, creo que me reconocerĂĄ por mi rostro, ya que aĂșn lo conservo aunque algo femenino, -¡Usted, pero no puede ser!, ¿En quĂ© momento se convirtiĂł en una mujer?, -¡Pues cosas de la vida!, tampoco es que me estĂ© agradando mucho esto, ¡AsĂ­ que dĂ­game!, ¿Estoy lo suficientemente buena para sus exigentes gustos?, ¿AdĂłnde quiere nos reunamos para ver si podemos cambiar esa calificaciĂłn?

2

Había sido bastante directo con el profe, basto de unos segundos para que me enviara una foto de su pene, maldito imbécil pervertido asqueroso, pensaba mientras que me sentía por alguna razón algo caliente al ver su enorme pene en aquella foto, me estaba sintiendo algo angustiado, así que cerré el chat, de repente, me envió una dirección, era la de un motel.

TratĂ© de arreglarme lo mejor que pude, tomĂ© un vestido de mi hermana que aparentemente me quedaba perfecto, me puse con trabajos unas zapatillas y terminĂ© por maquillarme y hacerme un peinado que encontrĂ© en YouTube, al verme, me quede perplejo al admirar que aquella chica tan bonita era yo, de pronto me sentĂ­ con un gran orgullo, me quede como tonto mirĂĄndome al espejo, ¡Es verdad!, jadee al recordar mi cita con el profe, no cabĂ­a duda de que era todo un maldito.

Me vi con Ă©l en aquella habitaciĂłn, el comenzĂł a acariciarme y me robo un beso tan pronto como entre, me toco el culo apretĂĄndome con fuerza, era un maldito degenerado, pero mi cuerpo comenzaba a sentirse muy caliente, caminĂ© para sentarme en  la cama, crucĂ© mis piernas aun sintiendo algo de miedo, no querĂ­a que un hombre me penetrara, pero mi cabeza me decĂ­a otra cosa, comencĂ© a desnudarme hasta que el tipo empezĂł a besar todo mi cuerpo, mi vagina comenzĂł a mojarse y tomando su pene, lo deslizĂł delicadamente, pues sabĂ­a que yo aĂșn era virgen, me habĂ­a dolido mucho al principio, pero poco a poco comenzaba a gustarme, jadee de lo delicioso que sentĂ­a su pene, habĂ­a recordado que habĂ­a olvidado decirle que se pusiera un condĂłn, por lo que luego de unos minutos de penetrarme tan rico, se vino dentro de mĂ­, ms sentĂ­a tan caliente en ese momento que no pensĂ© en las consecuencias.

- ¡Muy bien jovencita, ya tiene su calificaciĂłn, lo veo mañana en la escuela…! –el sujeto se marchaba mientras que me quedaba aun tratando de respirar, habĂ­a perdido mi virginidad por una puta calificaciĂłn, pero sin duda que me habĂ­a encantado, regrese a mi casa tan pronto como pude y, me tome una pastilla de las azules para recuperar mi genero de hombre.

Al despertar, me di cuenta de que aĂșn seguĂ­a siendo una chica, tome el frasco de pastillas asustado, trate de tomarme otras dos pĂ­ldoras azules y nada pasaba, gire el frasco en busca de respuestas encontrĂĄndome con una nota en letras muy pequeñas que decĂ­an que no tuviera relaciones sin condĂłn como advertencia, arrojĂ© el frasco totalmente enojado, hasta el momento, le habĂ­a ocultado de mis padres y de mi hermana, pero cuando escucharon aquel estruendo no dudaron en ir a verme, encontrĂĄndose con que su hijo ya no era un hombre mĂĄs, si no una linda señorita.


domingo, 27 de noviembre de 2022

𝑬𝒙𝒑𝒆𝒓𝒊𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂 𝒏𝒐𝒓𝒎𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅

 


Sergio aun no podĂ­a acostumbrarse a esta nueva identidad, caminaba clicleando con sus tacones de aguja, intentando mantener la tĂ©cnica asiĂĄtica que sus nuevas raĂ­ces le indicaban, sentĂ­a su culo contonearse al compĂĄs de los tacones, su nueva figura era todo un boom para los ojos del pĂșblico que lo observaban, sentĂ­a sus senos moverse mientras eran sostenidos por un lindo conjunto de seda, ocultos debajo de su elegante y muy sexy vestido que resaltaba mejor su figura, con delicadeza, esturo su abanico artesanal y se dio un pequeño descanso, afuera hacia algo de calor, por lo que se metiĂł a una tienda a observar el panorama, querĂ­a comprar algo de ropa pero esta vez no quiso malgastar su dinero en tonterĂ­as de mujeres, ahora lo Ășnico que querĂ­a era regresar a su nueva casa y volver a tomar el control de su consola y jugar el resto de la tarde, no especĂ­ficamente con sus senos.

- ¡Si que tengo una sexy figura! –Sergio exclamaba con una sonrisa pervertida al verse en el espejo, luego, paso sus manos por sus sensuales caderas y apretĂł un poco sus tetas sin darse cuenta de que una trabajadora lo observaba, se disculpĂł y se fue luego del alboroto avergonzado, alguien podrĂ­a pensar que no era una mujer normal, debĂ­a de tener mĂĄs cuidado, Sergio continuĂł su caminata como cada dĂ­a y logro llegar hasta su casa, se desnudĂł completamente y se introdujo un consolador en su nueva vagina mientras gemĂ­a jugando sus videojuegos.

Meses antes, Sergio había sido uno de los afectados por el caos universal, el tan solo era un estudiante de secundaria de 14 años, le gustaba la cultura asiåtica, aunque nunca esperaba que aquel día terminaría en el cuerpo de una chica japonesa en el otro lado del mundo, sus primeras impresiones no fueron tan buenas, pasar de ser un joven chico a tener el cuerpo de una mujerzuela en un lugar desconocido no era para nada bueno, su nuevo hogar esta influenciado por el estilo de vida de aquella dueña que se había ido y en su lugar estaba la mente del adolescente masculino en su cuerpo, Sergio tenía mucha dificultad para comprender como funcionaba su nuevo cuerpo femenino, pero a medida que practicaba pudo solventar sus nuevas necesidades como mujercita, afortunadamente logro comprender su nuevo idioma y sobre salir con respecto a su nueva vida, cambio por completo su trabajo y ahora incluso tenía mucho dinero para divertirse a solas con su cuerpo.


sĂĄbado, 26 de noviembre de 2022

đ‘č𝒆𝒄𝒐𝒓𝒅𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒄𝒂𝒍𝒍𝒆𝒋𝒆𝒓𝒂

 


Caminaba por el lugar en el que alguna vez vivĂ­ una buena infancia, recordando grandes momentos con mis amigos, jugando bajo la  lluvia, buscando que comer cuando no habĂ­a, manchando mi uniforme de la suciedad del parque y de la cera, grandes recuerdos veĂ­an a mi mente al pasar por estos callejones donde una niña tan delicada como yo podrĂ­a ser rĂĄpidamente violada o secuestrada para malos fines, pero aun, ante mi apariencia de una niña frĂĄgil, habĂ­a decidido venir a sentir y recordar cĂłmo era mi vida antes del Caos Universal.

Antes, cuando era un simple våndalo de 39 años, robando y matando por dinero, buscando que comer en la basura y apenas mendigando luego de tantos años de haber estado en la basura, bebiendo y fumando con mis compas y cayendo en la desgracia ajena, pero todo cambio aquel día en el que el Caos Universal me puso en el cuerpo de esta chica, ahora, me llamaba Alejandra, tenía una familia de bien, mis nuevos padres me apoyaron asustados cuando se enteraron de que dentro de su hija se encontraba un våndalo sin oficio, un pervertido que manoseaba a su hija a toda costa, ellos intentaron de todo por hacerme ver que no podía pasar mi nueva vida masturbåndome ni siento todo un asco de persona, me hicieron entender que ahora me había convertido en su hija, que ahora era una chica de 17 años invente por todo lo que había pasado y que yo debía de mantener su reputación intachable, debía de ser una niña de bien y todas esas cosas, vaya que flojera tener un cuerpecito como este y no poder divertirme, para no hacerles el cuento largo, accedí a comportarme como toda una muñequita, pues la verdad me gustaba estar de mantenida, aunque me hicieron estudiar una carrera la cual aproveché, odiaba y envidiaba con recelo no haber tenido estas oportunidades cuando era un chico joven, pero a fin de cuentas aquí estaba yo ahora, con este golpe de suerte y no lo iba a desaprovechar, logré graduarme y ahora que tengo un buen trabajo aprovecho en ms ratos libres para pasearme por estos callejones y esperar a que mis viejos amigos salgan para conocer mi nuevo cuerpo y me hagan sentir la mujercita tan puta que soy ahora.


viernes, 25 de noviembre de 2022

𝑬𝒓𝒓𝒐𝒓 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅

 


Sergio era un hombre de 27 años, Ă©l era un tipo gordo y muy antisocial, le tenĂ­a envidia a su hermano por ser mucho mejor que el en muchas cosas, ambos eran de una familia pobre y solamente Ă©l habĂ­a demostrado ser el hombre de la casa, incluso, convirtiĂ©ndose en un gran ingeniero, pero el en cambio, era la vergĂŒenza de la familia, siendo apenas un simple barrendero de oficio, todo un vago y sin ambiciones de salir adelante, opacado por su hermano y por la vida misma.

Sergio aĂșn vivĂ­a con sus padres, trataba de mantenerse alejado de su familia pero no podĂ­a mantenerse por sĂ­ mismo, Ă©l tenĂ­a rabia de que solamente fuera considerado un estorbo, Ă©l querĂ­a ser algo mĂĄs en la vida que un simple gordo sin excito alguno, pero un dĂ­a, mientras comĂ­an, la familia se habĂ­a reunido para celebrar un excito mĂĄs de su hijo prodigio, todos estaban celebrando felices y contentos a excepciĂłn de Sergio quien se sentĂ­a abrumado por no ser nada, de repente, Sergio comenzĂł a sentirse extraño, su cuerpo comenzĂł a vibrar, todos voltearon a ver como Sergio parecĂ­a ser alterado como si un avatar de videojuego se tratara, de repente, su imagen dejo de existir y ante los ojos de todos se encontraba una hermosa chica en lugar del antiguo Sergio.

Sergio miraba a todos confundido, se sentía algo diferente, entonces, miró hacia abajo notando que ahora tenía un par de senos en su pecho, eran pequeños pero muy firmes y suaves, se quedó atónito luego de unos minutos y el al igual que toda su familia, empezaron a elaborar mås preguntas que respuestas.

Luego de unos días, ni Sergio ni su familia habían encontrado una respuesta lógica a lo que le había sucedido, pues tan solo estaban comiendo en familia cuando ante sus ojos este había cambiado de identidad completamente, su madre tuvo que ayudarle a adaptarse durante esos días a aprender a ser una mujercita, aunque lo mås extraño es que en sus identificaciones, Sergio parecía haber sido siempre, Laura, una joven estudiante de medicina de 24 años.

Esto llevo a Sergio a pensar que habĂ­a adquirido una mejor vida, luego de lo que le habĂ­a sucedido gracias a un error en la Matrix, en donde su identidad habĂ­a pasado a ser el de Laura, una chica muy sexy la cual dentro de pocos años se habĂ­a convertido en una muy buena cirujana, cambiando completamente para su familia, como una gran doctora y asĂ­ habrĂ­a dejado de ser la burla y vergĂŒenza de su familia, quien ahora hablaba maravillas de lo excelente que era su nueva hija Laura.


jueves, 24 de noviembre de 2022

𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒏𝒐 𝒆𝒓𝒂 𝒎𝒊 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐



 

Unos amigos me enviaron lo que parecĂ­a ser un gran espejo antiguo, ellos me habĂ­an contado de su aparente poder, el cual era el reflejar mis mayores deseos y perversiones, lo tuve en mi pared por algunos cuĂĄndos dĂ­as, sin creer realmente que un dĂ­a terminarĂ­a convertido en la mujer que soy ahora.

Pues luego de llegar del trabajo, aquella mafia misteriosa se habĂ­a apoderado de mis fuerzas, absorbiendo mi energĂ­a y mis ganas de masturbarme, me acerquĂ© para tomar el cristal con mis propias manos, el sudor y la adrenalina me consumĂ­an, pose mis ojos astutamente a los del mi reflejo, pensando con fervor el poder deslumbrar mi mayor deseo con lujuria, fue entonces que, ante mi presencia, el reflejo de aquella mujer con la que fantaseaba dĂ­a con dĂ­a se hacĂ­a presente, sonreĂ­ luego de notar como aquella prostituta que miraba siempre al pasar luego del trabajo me miraba con lujuria, acto seguido, toquĂ© el espejo con mis manos deseando poder tocar a aquella mujer callejera y poder sacarla para disfrutarla con mis propias manos, pero de un momento a otro, el espejo emitiĂł una extraña corriente en mi interior, cegĂĄndome por completo la falsa ilusiĂłn de poder gozar de ella en persona, pero cuando pude darme cuenta, aquel reflejo de perversiĂłn  que solĂ­a ser ya no lo era mĂĄs, si no que aquella magia oscura o demoniaca me habĂ­a convertido en realidad todo lo que yo deseaba ser.

Mire con pĂĄnico aquel reflejo que no solĂ­a ser mĂ­o en el espejo, sentĂ­a pĂĄnico y terror al saber que ya no era solo un reflejo si no todo mi cuerpo en absoluto, incrĂ©dulo, baje mis manos a mi entre pierna, sintiendo apenas la tanga de hilo que cubrĂ­a mi hendedura tan sensible y con un bochornoso gemido pude experimentar la cosa mĂĄs perversa de mi vida, la cual era saber que yo ahora tenĂ­a aquella vagina que deseaba penetrar, pues yo me habĂ­a convertido en aquella puta que tan solo era un deseo que me habĂ­a consumido con fuerza hasta lograr vencer mi cordura y volverme una vĂ­ctima mĂĄs de su macabro juego; pero la verdadera pregunta era, ¿QuĂ© hare ahora que esto me habĂ­a convertido en una gran puta?



miércoles, 23 de noviembre de 2022

đ‘Ș𝒂𝒔𝒕𝒊𝒈𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒃𝒖𝒓𝒍𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒈𝒐𝒓𝒅𝒂𝒔


Al principio, yo era quien me burlaba de las gordas que se ponĂ­an a hacer zumba en el parque, siempre fui el que les gritaba gordas, no sirve de nada hacer esas maromas si siguen tragando.

Yo era el chico atlĂ©tico y musculoso en buena forma que siempre salĂ­a por las mañanas a correr y seguir en forma, obsesionado con la idea de llevar mi cuerpo hasta el mĂĄximo, pero siempre era impedimento visual ver como esas tipas se la pasaban intentando hacer algo que no eran ni serĂ­an jamĂĄs.

Hasta que un dĂ­a, mientras estaba a la mitad de mi rutina, pase por un paso un poco solitario entre el bosque del parque, cuando de repente, un tipo saliĂł de la nada sorprendiĂ©ndome, me tomo como abrazĂĄndome con fuerza y yo sin poder moverme, incluso parecĂ­a que este tenĂ­a una fuerza sobrehumana, ni con mis fuertes mĂșsculos podĂ­a sacarme de esa presiĂłn que me apretaba, no lograba distinguir el rostro ni la apariencia del hombre, parecĂ­a un hombre sombra, sin identidad, un mounstros de la naturaleza o de otra dimensiĂłn, cuando entonces, una corriente se apoderĂł de mĂ­ y comencĂ© a sentir como todo mi cuerpo vibraba, estremeciĂ©ndose mientras experimentaba todos los cambios que sufrĂ­a mi cuerpo.

No podĂ­a detener lo que pasaba, hasta que finalmente, el sujeto pareciĂł haber terminado y yo acabe inconsciente sobre el suelo, mismo donde me dejĂł ahĂ­ abandonado.

Cuando desperté, un par de personas estaban a mi alrededor miråndome como si estuviera enfermo o algo.

-¡Ya despertĂł! -

-¿Señora estĂĄ bien? -

-¿QuĂ© te pasĂł, quien te hizo esto? -

No entendĂ­a porque las personas estaban tan preocupadas, pero mĂĄs que nada no entendĂ­a porque me decĂ­an chica o se referĂ­an a mi en femenino, trate de levantarme aturdido aĂșn por lo que me habĂ­a pasado, cuando sentĂ­ como mi cuerpo parecĂ­a reaccionar de manera diferente, notando como un par de masas rebotaban en mi pecho sintiĂ©ndome bastante incĂłmodo.

-¿Porque tengo tetas? -

Fue mi primera reacciĂłn al notar que cosas colgaban de mi pecho, moviĂ©ndose involuntariamente, las toque con mis manos sintiĂ©ndome algo excitado, mi cuerpo reaccionaba de esa forma, note el cabello largo y por Ășltimo el como mi cuerpo se veĂ­a diferente, incluso mi vestimenta habĂ­a cambiado totalmente para encajar con mi cuerpo.

-¿Señora que le pasa, cĂłmo se llama? -

-¿De dĂłnde viene, dĂłnde vive?, Nunca la habĂ­a visto por aquĂ­ -

-¡No, no lo sĂ©, yo no sĂ© que me pasĂł, yo no soy una mujer! -

ContestĂ© tratando de que alguien me ayudara pero veĂ­a que era inĂștil, la gente comenzĂł a hacerse mĂĄs en el montĂłn de personas que acudĂ­an a mi apariciĂłn, nadie sabĂ­a quiĂ©n era cuando todos antes me conocĂ­an por ser el joven mĂșsculo del barrio, me sentĂ­ muy mal de todo lo que me estaba pasando, pero si habĂ­a una causa era por ese tipo o cosa que me sujeto provocando todo esto, en quĂ© se supone que me habĂ­a convertido.

Mire a todas las personas en busca de respuestas que claramente no encontrarĂ­a, nadie sabĂ­a que me pasĂł, ni siquiera sabĂ­an quiĂ©n era yo, cuando entonces, pude percatarme como el grupo de obesas señoras estaban en el fondo observĂĄndome y riĂ©ndose de lo que me pasĂł, mirĂĄndome con burla y objeto, algo me decĂ­a que ellas tenĂ­an que ver con lo que me estaba sucediendo, trate de ponerme de pie aĂșn aturdido con los cambios en mi cuerpo, los mĂĄs drĂĄsticos mis grandes y pesados senos, claramente mi barriga aumento considerablemente, la grasa en mi cuerpo apropĂłsito y sentĂ­a en culo regordete de igual forma.

Caminé desorientado pidiéndole a todos que me dejarån en paz, que ya iría a mi casa, con dificultad, sintiendo como todo en mi cuerpo rebotaba, logré llegar hasta mi casa, dónde ya vivía solo independientemente de mis padres, parecía que por dentro las cosas también habían cambiado, parecía que todo se había acomodado a mi nueva identidad, aunque ahora era Claudia, una mujer de 37 años con sobrepeso, secretaria de una empresa de cosméticos, cuando yo era un joven de 23 años egresado como licenciado en leyes.

Mi vida se habĂ­a ido por el caño, mi futuro, mi metas y mis planes, pero aĂșn peor, mi cuerpo, al mirarme por primer vez en el espejo no podĂ­a aguantar el asco y las ganas de vomitar al verme como un ser que tanto repudiaba, una mujer con sobrepeso y vida de mala gana, estaba arruinado, pero sabĂ­a quiĂ©n me habĂ­a hecho esto, al menos, las autoras intelectuales del suceso, no solo mi vida habĂ­a cambiado con mi cuerpo, tambiĂ©n mis cosas y mi ropa, todo de señora y una obesa, llore el resto del dĂ­a aĂșn incomprendido, no sabĂ­a que hacer ni siquiera si llamar a mis padres, no sabĂ­a si me creerĂ­an.

Trate de levantarme, no pensaba caerme y rendirme fĂĄcilmente, tenĂ­a que saber cĂłmo pasĂł todo esto, saber si mis padres estaban bien y si aĂșn podrĂ­a convencerlos de que aĂșn era su hijo, con odio me bañe descubriendo cada maldita puerca parte de mi cuerpo, tuve que tragarme mi orgullo y ponerme la ropa que tenĂ­a, el sujetador y esas cosas de mujer madura, tome un taxi hasta casa de mis padres y con valor toque la puerta.

-¡Hija, eres tĂș, pasa! -

Un vacío profundo me golpeó el estómago, ella me había llamado hija y no solo eso, parecía estar mås envejecida, una lågrima corrió por mi mejilla, mi padre ahora viejo apareció también tratåndome como su niña, estaba desesperado, simplemente trate de pasar el día con ellos descubriendo mås cosas de mi supuesta nueva vida, algo que solamente me trajo mås lagunas mentales y odio hacia lo que me habían hecho a mi y a mi familia.

VolvĂ­ a casa muy triste, deseando estar muerto o muerta, me tumbe sobre la cama y sin darme cuenta me habĂ­a llevado un bote de helado y algo de galletas, cuando termine de devorarlo, un miedo tremendo se apoderĂł de mĂ­, no podĂ­a dejar que esto me consumiera, no podĂ­a quedarme asĂ­ sin hacer nada, no podĂ­a dejarme vencer y ser una gorda para siempre.

Me levanté muy temprano y me preparé para salir a iniciar de nuevo, comencé a dar mis primeros pasos de lucha femenina, si este era mi destino, trataría de devolver el golpe que la vida me había dado, trote poco a poco hasta que había llegado al parque, me sentía todo cansado y algo ahogado, pero entonces.

-¡Chicas miren quien estĂĄ ahĂ­! -

-¡Es Claudia nuestra nueva amiga! -

-¡Jajajaja jajajaja jajajaja! -

-¿CĂłmo estĂĄs gordita? -

-¿Ya vienes a hacer zumba con tus amigas las vacas? -

-¡Jajaja jajajaja jajajaja jajajaja! -

-¡Malditas viejas hijas de puta! Ustedes hicieron esto -

-¡En primera, a nosotras no nos vienes a insultar! -

-¡En segunda!, TĂ©cnicamente no fuimos nosotras, pero si contactamos al que te hizo esto y le pagamos muy bien por ello -

-¡Malditas miserables, porquĂ©! -

-¡Jajaja jajajaja jajajaja! -

-¿Miserable, todavĂ­a tienes el descaro de decir eso? -

-EstĂĄbamos cansadas de tus insultos, de que nos vieras como vacas y unas viejas obesas, palabras segĂșn salidas de tu boca -

-AsĂ­ que lo primero que hicimos, fue contactar con el Switcher y hacer que te transformara en lo que tanto odiabas -

-¡Ahora mĂ­rate, eres toda una gordita! -

-¡Jajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja! -

Fue entonces que mi alma pareció partirse en mil pedazos, mi vida estaba destruida gracias a ese montón de gordas miserables, regrese a casa con el cuerpo adolorido y con el alma destrozada, llore sin hacer mås y desperté hasta el día siguiente, me sentía horrible, pero tenía que trabajar para vivir, me sentí bastante faltal, me puse la ropa de una secretaria con sobre peso y me dirigí hasta la que era mi nueva oficina.

-¡Claudia ya tienes listo mi cafĂ©! -un sujeto que ni siquiera conocĂ­a me ordenaba -

-¡Ah, sĂ­, si joven, ahorita se lo llevĂł! -

Pase el dĂ­a mĂĄs horrible de toda mi vida, aĂșn mĂĄs que el anterior y el anterior, no sabĂ­a cĂłmo ser una mujer y menos una idiota secretaria a la que veĂ­an como una vaca, volvĂ­ a casa bastante deprimida, no sabĂ­a que hacer con mi vida, fue entonces que mire a un par de chicas correr y mantenerse en forma juntas, volvĂ­ a sentir ese deseo de fortaleza y superaciĂłn, nada ni nadie me dejarĂ­a caer desde ahora, ni siquiera ese montĂłn de vacas y mi cuerpo convertido en una de ellas.

Me levantĂ© muy temprano y comencĂ© de nuevo, trote lo suficiente y asĂ­ durante los siguientes dĂ­as, trate de cambiar mi nueva alimentaciĂłn, hice todo por lograr llegar a mi nueva meta y finalmente lo habĂ­a logrado, aĂșn faltaba mucho por recorrer, pero al menos ya no era una gorda como las demĂĄs, me habĂ­a superado y ahora era una mujer bastante sexy.

-¡Ay maldito infeliz! -

-¡Ese bastardo lo logrĂł! -

-¡MĂ­renla como se ve, es un maldito! -

-¿QuĂ© paso vacas, pensaron que esto me iba a detener? -

Luego de decirles eso y restregarles en su cara devolviéndoles el golpe, me sentí completamente plena y libre, desde ahora nada ni nadie me detendría nunca mås.

-Kary-



martes, 15 de noviembre de 2022

"đ‘č𝒂𝒕𝒆𝒓𝒐𝒔 đ‘©đ’đ’…đ’š đ‘ș𝒘𝒂𝒑"


-¡No mames Alfredo, mĂ­ra que cuerpazo nos robamos! 


-¡SĂ­ wey!, no pensĂ© que este aparato funcionarĂĄ de verdad, ¿Te imaginas lo que podrĂ­amos hacer si robamos cuerpos mejores que el de esta chica en vez de vender pndjs celulares?


-¡SĂ­ wey nmms pero...!, ¿Ahora como recuperarĂ© mi cuerpo? 


-¡Si cierto!, dejamos a esa pendeja con tu cuerpo al robarselo, pero no importa, ahora que ya lo hicimos podrĂ­as pasar de cuerpo en cuerpo al robarlos.


-¿Ă“sea que tuve que sacrificar mi cuerpo para siempre? 


-¡Pues si wey!, ni modo que busquemos a esta pndja y le quitemos tu cuerpo.


-PodrĂ­amos chantajearla con dinero para devolverselo asĂ­ como la banda famosa de los Body Swappers.


-¡No creo se sea una buena idea!, ya sabe tu identidad, lo mejor es dejarlo asĂ­, pero, ¡MĂ­rate!, No estĂĄs nada mal, podrĂ­amos hacer cosas con ese cuerpo antes de venderlo a algĂșn viejo pervertido.


-¡SĂ­!, La verdad es que esta chava no estĂĄ nada mal, aunque esto de tener el cuerpo de una chica se estĂĄ poniendo raro...

Alfredo y JosĂ© eran dos chicos que se dedicaban a robar en el transporte pĂșblico, ya tenĂ­an un largo rato de hacerlo y de tener tambiĂ©n fama en toda la ciudad por sus crĂ­menes, pero nadie como siempre hacĂ­a nada para detenerlos.


Un dĂ­a, un hombre transportaba un experimento importante para venderlo a una empresa secreta, la cual aĂșn no le habĂ­a pagado por su artĂ­culo.


El pobre hombre habĂ­a trabajado toda su vida en la ciencia, si bien, no obteniendo mucha remuneraciĂłn por ello, un dĂ­a, una organizaciĂłn llamada, "La Comunidad", lo contacto al saber de sus investigaciones.


Pues estaban al tanto de su conocimiento en neurologĂ­a, en la que compartĂ­a la idea de intercambiar mentes entre cuerpos, "La Comunidad" necesitaba nuevas armas y por lo tanto decidiĂł invertir en los conocimientos de este sugeto, quiĂ©n llevaba una nueva mĂĄquina aĂșn no patentada ni probada por nadie mĂĄs que por, Fabricio, el cientĂ­fico, en su casa y utilizando a su hija de 11 años con una rata como prueba oficial de su propio invento.


Para su mala suerte, Alfredo y JosĂ© habĂ­an decidido subirse al camiĂłn que le transportaba hacĂ­a la organizaciĂłn secreta, para lo cual, segĂșn el, no tenĂ­a ningĂșn tipo de seguridad ni protecciĂłn para transportar el artefacto.


Fabricio notĂł rĂĄpidamente como unos tipos subieron con armas amenazando a todos los pasajeros, arrebatando sus pertenencias entre otras cosas.


Cuando Fabricio intentó o ocultar su invento, estos lo miraron råpidamente queriendo sacarle lo que tenía escondido, ya que parecía lujoso, en eso, dos tipos llegaron de la nada para protegerlo, pues eran escoltas secretos de la misma Comunidad, quienes los habían enviado a proteger al individuo sin que esté supiera.


Pero al momento de intentar ayudarle, el chófer dió un frenon descuidando a todos, cuado obtuvieron la oportunidad, Alfredo y José dispararon a ambos hombres logrando la victoria, aunque Fabricio aprovechó la distracción para escaparse.


Aunque no durĂł mucho, pues rĂĄpidamente, estos ladrones lo persiguieron hasta un callejĂłn, dĂłnde lograron quitarle el dispositivo.


Al mirar su anatomía, estos preguntaron de que servía, a lo que el científico temiendo por su vida se los enseñó, cambiando de cuerpo con un perro que andaba por ahí, pero al hacerlo.


Este intentĂł escapar con el cuerpo de Fabricio, mirĂĄndolo sorprendidos y asustados, Alfredo le disparĂł a Fabricio que parecĂ­a como un loco corriendo como un Animal.


Así mismo, al ver la desgarradora escena, Fabricio ademås de tener ahora instintos de perro que no podía controlar, decidió con coraje atacar a ambos chicos, quien salió mal herido por un disparo de José, al intentar detener al perro loco que se iba sobre de ellos, dejando una hemorragia muy grande, la cual terminó por ma tar a Fabricio.


Los dos chicos permanecieron confundidos por un rato, sin saber aĂșn para que servĂ­a dicho objetĂł, llegando a la conclusiĂłn de que el tipo habĂ­a cambiado de cuerpo con el perro debido a sus actitudes.


La policĂ­a comenzĂł a sonar y ambos escaparon pensando y planeando que hacer con el invento.


Luego de unos dĂ­as, los dos rateros ya sabĂ­an que hacer, pues, al escuchar de la fama de los Body Swappers, pensaron que podrĂ­an hacer lo mismo para ganar dinero de manera mĂĄs efectiva.


-¡Esto es un asalto! 


-¡Denos todo su dinero sino quieren que les robemos el cuerpo!


-¿QuĂ©, quĂ© pasa, quĂ© quieren?


-¡Ayuda!


Gritaban los pasajeros, quienes ya algo traumados al escuchar las historia sobre los Body Swappers, (quienes poseían cuerpos con un extraño poder natural) comenzaron a temer por ello.


Råpidamente, todos comenzaron a entregar sus cosas, pero al ver que estos no traían mås que armas y un aparato extraño, comenzaron a confrontarlos, pues los Swappers originales ni siquiera se presentaban ni lucían con armas.


-¡QuĂ©dese quieto vrga! - Alfredo confrontaba a los sugetos quienes enojados atacaban a los ladrones sinvergĂŒenzas.


-¡No, dame mi mochila! - Fernanda, una chica estudiante gritaba nerviosa intentando proteger su mochila del otro tipo que solo llevaba un extraño aparato en sus manos.


-¡QuĂ­tate a la vrga pndja!, ¡No me obligues a usar esta madre eh! - JosĂ© forcejeaba mientras que de alguna forma trataba de activar el aparato.


José apretó unos botones y cuando se dió cuenta, recibió una descarga eléctrica por unos cuantos microsegundos hasta que notó como su cuerpo ahora yacia frente a él, con el mismo rostro sorprendido que él tenía ahora.


-¿QuĂ©, quĂ© pasĂł, quĂ© es esto?, ¡Haaaaa! - Fernanda gritaba confundida y alterada desde el cuerpo del ladrĂłn.


-¡No mms, no mms funcionĂł! - JosĂ© gritaba nervioso y alegrĂ© de ver quĂ© el aparato habĂ­a funcionado.


-¡Haaaaa ayuda, este tipo me robĂł mi cuerpo! - Fernanda gritaba de pĂĄnico, tocando su cuerpo consternada.


-¡No MMS wey cĂłrrele! - JosĂ© gritaba mientras tomaba todo lo que podĂ­a y aseguraba mĂĄquina en la mochila.


Råpidamente, la gente desistió al ver con miedo la escena, pensando que también se robarían sus cuerpos, dejando a los rateros tranquilos mirando con coraje como estos se robaban sus cosas y se llevaban ademås el cuerpo de una pobre chica.


Ambos corrieron lejos del camiĂłn en dĂłnde habĂ­an dejado muchos disturbios y logrado llevarse varias cosas.


"Si quieres saber que pasĂł con el cuerpo de Fernanda, apĂłyame en los comentarios uwu"


-Kary-

viernes, 11 de noviembre de 2022

đ‘Ș𝒖𝒎𝒑𝒍𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒔𝒆𝒙𝒚 𝒂𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂

 


Carlos llegaba a su trabajo en la construcción, caminando con sus tacones de aguja, acompañado con un bonito y extravagante conjunto de lencería, casi semi desnudo, con el físico de una mujer de al menos 43 años, quien, como era de esperarse, estaba siendo la burla de todos sus compañeros, así como la total denigración para muchas de las mujeres que lo miraban al pasar por la calle vestido de esa forma, sin saber que realmente dentro de ese cuerpo estaba un hombre de 27 años.

¿La razĂłn?, Carlos habĂ­a perdido una apuesta con sus compañeros de la construcciĂłn, luego de que su equipo perdiera por la mĂĄxima cantidad de goles, indiscutiblemente, Caros tuvo que visitar una clĂ­nica de intercambio para que su cuerpo fuera convertido en el de una mujer bastante sexy y femenina, con la segunda condiciĂłn de que debĂ­a de llegar al trabajo vestido con lencerĂ­a completamente sexy que lo hiciera ver como toda una putita.

Carlos, como casi todos los días que llevaba trabajando con el cuerpo de una mujer, estaba harto de seguir trabajando en la construcción al menos vestido de esa forma, debía de usar esos tacones tan molestos durante la larga jornada de trabajo, lo que ademås de tener que lidiar con sentirse muy extraño teniendo un par de senos mediano que lo distraían ya bastante, así como el sentir que miraban con morbo su vagina casi expuesta, cargando baldes de cemento, de tierra y en diferentes situaciones laborales que legalmente no deberían de estar permitidas en cuanto a la seguridad de su trabajo, pero Carlos debía de pagar una condena de al menos 3 meses, trabajando de la manera mås albañil y femenina posible.


martes, 8 de noviembre de 2022

"đ‘«đ’Šđ’‚ 𝒅𝒆 𝑮𝒖𝒆𝒓𝒕𝒐𝒔"

 đŸ–€đŸ’€đŸ§ĄđŸ’€đŸ–€đŸ’€đŸ§Ą"đ‘«đ’Šđ’‚ 𝒅𝒆 𝑮𝒖𝒆𝒓𝒕𝒐𝒔"đŸ§ĄđŸ’€đŸ–€đŸ’€đŸ§ĄđŸ’€đŸ–€


La hermosa tradiciĂłn de mi paĂ­s, donde todos celebran y veneran a sus muertos, recordandolos para que no desaparezcan como en coco...


Cada año, miles de personas salían a celebrar la gran tradición que toda familia mexicana debía de cumplir como una misión ancestral que va de generación en generación.


¿QuĂ© mĂĄs podrĂ­a pasar en un dĂ­a cualquiera como Halloween o DĂ­a de Muertos? 


-¡Oh, estoy vivo otra vez, y ahora soy una mujer, soy una linda jovencita! -


Mariana despertaba luego de una noche muy confusa y extraña, aunque ciertamente aquella linda chica que se miraba contemplando su hermoso cuerpo en el espejo no era la verdadera Marina.


Días antes, Mariana había recibido un mensaje extraño y completamente anónimo en una carta tal cuål como en los viejos tiempos dónde todo era mås arcaico y natural que un mensaje de texto digital.


”Te esperamos en nuestra gran fiesta de muertos, solo pocos podrĂĄn asistir, no dudes en faltar, ya que fuiste de las pocas personas en ser especialmente elegidas"


Mariana no cabĂ­a de la felicidad, pero por razones desconocidas la misma persona o el mismo remitente de la carta pedĂ­a no revelar dicho acontecimiento a nadie.


Mariana solo era a una chica de 23 años, quien hasta ahora solo pensaba en que el modelaje y los streaming como influencer le ayudarían para valerse en una sociedad actual basada en lo pt que podría verse con su cuerpo.


Ella termino de arreglarse para ir a su fiesta secreta, dĂłnde habĂ­a sido especialmente invitada y sin mĂĄs avisĂł llegĂł a la direcciĂłn que le decĂ­an, notando que se trataba de una simple casa en un barrio no tan agradable, pero ya estaba ahĂ­ y no habĂ­a de otra mĂĄs que acercarse y preguntar.


Al llegar, un par de personas cuidadosamente seleccionadas y de muy variadas categorĂ­as yacĂ­an presentes en la puerta de aquella curiosa casa que decĂ­a albergar una fiesta grandiosa y secreta.


-¡Hola, asĂ­ que tĂș tambiĂ©n fuiste especialmente invitada! -


Juan, un chico de unos 15 años, venido de una familia de pocos recursos, se acercaba algo penoso y curiosamente excitado al ver que una chica hermosa llegaba a la misma fiesta secreta a la que el había sido invitado.


-¡Eh, oh, si!, supongo que tĂș tambiĂ©n asĂ­ como el resto de estĂĄs personas...-Mariana le decĂ­a algo despectiva -


-¡SĂ­, asĂ­ es!, no entendemos porque niña, pero si no te gusta o vivir con gente especial como nosotros pues eres libre de irte preciosa -


Fernando, un hombre de 57 años de mal aspecto, casado y con varios hijos que mantener así como a su huevona esposa, con un trabajo humillante que apenas le daba para mantenerse le decía.


-¡Hola!, persona a estĂĄs personas, creo que todos estamos muy nerviosos -


Claudia, una señora de unos 45 años le decía tratando de hacer comunicación y que la chica no se sintiera desprotegida, ella era una madre soltera, no tenía esposo, pues el hombre la abandonó apenas se enteró de su embarazo a los 22, trabajaba como secretaria para un hombre machista en un despacho de contadores.


-¡Y entonces porque siguen aquĂ­, que no ven que este lugar da asco, parece un mugrero! -ella respondĂ­a -


-¡Bueno, no es como que tengamos mucha expectativa, solo sabemos que somos personas con necesidades quienes fuimos misteriosamente invitados para mejorar nuestras vidas -


Karla, una chica estudiante de 17, fastidiada de su vida de pobre y con ganas de estudiar en una grande y cara universidad, donde pudiera volverse rica como la gente poderosa le decĂ­a.


-¡Y que todos aquĂ­ con pobres, porque yo soy una chica de bien y sin preocupaciones! -


-¡Pues no wey!, que no vez que yo tengo clase no como estos nacos osea...-


Ernesto, un chico de unos 24 años, con buen porte y estilo clasista le decía, el había venido con una declaración al parecer falsa de una elegante y exótica fiesta qué, al igual que Mariana, habían sido traídos con engaños de ser especialmente invitados a una grande e importante fiesta.


-¡Pues yo tambiĂ©n vine aquĂ­!, Invitada como una exclusiva, no sĂ© porque tambiĂ©n invitaron a esta gentuza -


Silvia, una mujer de 37 años, quien lucía como una elegante y refinada mujer también reprochaba por aquellas personas marginales.


-¡Yo me escape de casa de mami, no debĂ­ hacerlo, pero querĂ­a venir a una fiesta de adultos! -


Liz, una niña de 11 años también se acercaba apenada, ella era hija de una familia tranquila pero no pobre.


-¿Que hace una niña aquĂ­, que es una broma? -Mariana le decĂ­a algo enojada y con ganas de irse -


-¡Pues no solo ellas mira, esta chica dice que tiene 14, pero tiene pena! -


Luis de 29 le decĂ­a mientras se acercaba con Laura otra chica joven quien aparentemente habĂ­an sido invitados.


-¿Ustedes tambiĂ©n fueron invitados? -Diana una chica de 19 se acercaba -


-¡Hola, disculpen...!, ¿AquĂ­ es la fiesta? -Sergio de 16 llegaba esperando ver chicas sexys y cerveza -


-¡Creo que aquĂ­ es la fiesta Valeria ya vente! -Gabriela, una chica de 17 que llegaba le decĂ­a a Valeria de su misma edad quien tambiĂ©n habĂ­a sido invitada y aĂșn no encontraba el lugar -


-¡Ash, puro niño estĂșpido, mejor me voy! -Dario, un importante abogado de 34 años reprochaba mientras caminaba erguido y decepcionado a su auto -


-¡Esperen, porque tan tristes amigos, la fiesta estĂĄ por empezar...! -


Un hombre encapuchado con una sotana salĂ­a de aquella casa misteriosa sorprendiendolos al salir de entre las sombras.


-¡DĂ­ganos para que nos trajeron a este lugar! -Silvia renegaba -


-¡Ustedes son los invitados especiales de esta noche, por favor, sĂ­ganme!, les prometo que no se van a arrepentir...-


Las personas desconfiaban, sobre todo Mariana, Silviaa, Ernesto y DarĂ­o quienes eran los de la alta clase aparentemente.


Pero aĂșn asĂ­, la excitaciĂłn y curiosidad los amarro directo a la casa de mal gusto, junto con el resto de personas y niños que habĂ­an llegado finalmente al sitio.


Al entrar, notaron que todo estaba oscuro, parecĂ­a que habĂ­a cortinas por todas partes y apenas se podĂ­a uno mover de un lado a otro, era como una especie de pasillos formados por un tendedero de cortinas que funcionaban como paredes.


Entonces, llegaron a un cuarto igual de oscuro, pero en aquel sitio se encontraba un altar lleno de velas negras, una enorme estatua de la Santa Muerte y varias fotos de desconocidos en su haber, con adornado de flores de CempasĂșchil y algunos que otros claveles y rosas negras.


-¡Hay que horror!, ¿Porque nos trae a este lugar? -Silvia le decĂ­a -


-¡Ya vĂĄmonos de aquĂ­, esto estĂĄ mal! -Juan aprovechaba para tomar del brazo a Mariana quien seguĂ­a siendo la chica mĂĄs sexy del grupo, intentando alcanzar su redondo culo con una de sus manos -


-¡Ă“yeme pendejo dĂ©jame, solo eres un niño! -ella arrojaba lo arrojaba lejos de su cuerpo -


-¡Si, este lugar se ve feo y da miedo! -Liz les decĂ­a con miedo, pues solo era una niña -


Las personas comenzaron a alterarse, pues no era para nada normal, entonces, miraron como todos se encontraban encima de una enorme figura de pentagrama hecha con sal.


-¡EstĂĄ no es una fiesta, es un culto! -el señor Fernando gritaba conmocionado -


-¡VĂĄmonos de aquĂ­! -Claudia gritaba con miedo -


-¡Ahhh! -las chicas gritaban -


De repente un par de espectros o mejor dicho, de sugetos extraños y psicópatas se aparecían frente a ellos, las personas intentaron enfrentarlos y escapar pero estos parecían estar protegidos por una especie de muro de cristal que de la nada había aparecido a su alrededor, encerrando los como unas viles presas.


-¡La pt madre, nos van a matar! -Ernesto gritaba -


Las personas golpeaban el duro muro que hacĂ­a frente a ellos, mirando con miedo como aquellos sugetos los miraban como presas ante ellos.


-¡Queridos invitados!, por favor, tranquilos, estĂĄ es una ceremonia espiritual, no pueden interferir con los planes del señor, esta noche sus vidas serĂĄn mejoradas, para bien o para mal...-


Un hombre encapuchado y con mĂĄscara parecĂ­a decirles, se notaba que era el sagrado lĂ­der, nadie parecĂ­a querer responder, hasta que uno de un disparo se escuchĂł eliminando a Fernando, quien era el hombre mĂĄs desdichado del grupo.


Todos se quedaron callados y con miedo empezaron a obedecer, el cadĂĄver del hombre yacĂ­a en el suelo, su sangre se derramaba con rapidez en el suelo, aunque parecĂ­a un rĂ­o de sangre la cual escurria en aquel pentagrama formado en el suelo, manchando la sal esparcida en el pentagrama con su sangre.


-¡El estĂĄ muerto! -Karla lloraba mientras todos se hacĂ­an un grupo unido - 


-¡Bien, la sangre del desdichado ya impregnĂł nuestro cĂ­rculo vital para esta ceremonia! -


-¡Son unos hsdpt! - Luis les gritaba -


-¡Solo falta que se derrame la sangre del inocente! -


-¿QuĂ©, quĂ© quiere decir idiota? -Claudia gritaba estremecida por sus emociones -


Un hombre salió de la nada y tomando a la pequeña Liz por sorpresa, le rebanó el cuello frente a todos, quienes intentaron defenderla råpidamente, pero había sido demasíado tarde, el hombre se escabullo dentro de las sombras y lamentados, miraban como la sangre de la niña inocente había sido esparcida por el pentagrama al igual que la del hombre.


-¡Bien, ya casi terminamos, los sacrificios han sido la ofrenda de la ceremonia! -


-¡Malditos, mataron a una niña! -Ernesto gritaba enojado -


Pero los encapuchados ni siquiera se inmutaban, de la nada, un gas comenzĂł a cubrirlos, surgiendo efecto con rapidez, pues luego de unos segundos, todos terminaron inconscientes en el suelo.


-¡Muy bien, ahora ya podremos comenzar! -


El supremo líder anunciaba a sus secuaces quienes entraron en el sitio acomodando los cuerpos de las personas en una especie de circulo que rodeaba el pentagrama, recogieron los cuerpos del hombre y de la niña y los incineraron en otro cuarto alejado.


Cuando finalmente habĂ­a llegado la hora, el lĂ­der comenzĂł a recitar sus oraciones.


-¡Oh querida Santa!, acepta estĂĄ sangre derramada como tributo y concede a los muertos estos cuerpos como una nueva oportunidad de vida -


 -¡Oh!, queridos muertos que nos visitan año con año del mĂĄs haya, espero que acepten estos cuerpos como ofrenda y acepten esta nueva vida con la esperanza de resurgir de las tinieblas, espero que cada cuerpo que serĂĄ su nuevo recipiente sea de su agrado y lo disfruten aprovechando su nuevo vida al mĂĄximo -


El pentagrama comenzaba a quemarse como si el fuego ardiente lo incendiara, pero la escencia de un humo basto y oscuro energĂ­a de aquella forma como si la puerta de un tenebroso portal se abriera de manera bidimensional.


De repente, las almas de aquellos seres de los que sus retratos yacĂ­an en el altar comenzaron a emerger desde el plano astral hasta el real.


-¡Ahhhhh, vida, nueva vida, queremos nueva vida! -


Los espĂ­ritus de aquellas personas rodeaban el lugar girando como rueda sobre los cuerpos de los vivos, de repente, cada uno comenzĂł a caer sobre un cuerpo en el suelo al azahar y como si se tratara de una pelĂ­cula, las almas de los inocentes eran arrancados de sus cuerpos siendo devorados por una sombra espectral que tenĂ­a forma de la Santa vigilando que los deseos de sus seguidores fueran cumplidos con forme a la ley divina.


Los cuerpos de las personas poseĂ­das y despojadas de sus cuerpos temblaban en el suelo, estremecidos por el intercambio de vidas por los que habĂ­an sido ofrendados, sufriendo cambios y un proceso de adaptaciĂłn que drĂĄsticamente provocaba en sus cuerpos una transiciĂłn sobre natural y poco convencional.


Luego de unas horas, cada persona renacida fue entregada en su nuevo hogar listos para contemplar su nueva vida.


Víctor despertaba, sintiéndose vivo luego de pasar años en el otro mundo, como un alma separada de los vivos en la eternidad.


El había muerto hace muchos años a causa de un disparo, luego de intentar robar un banco, sus tiempos de adicciones y malas acciones se habían terminado una vez que aquel policía le había arrancado la vida.


AĂșn se sentĂ­a extraño, si bien tenĂ­a tiempo sin sentir la cĂĄlida sensaciĂłn de carne humana y de su sangre recorriendo sus venas, la experiencia era completamente distinta de como lo recordaba, su pecho pesaba mĂĄs que cuando recordaba haber vivido, el cabello caĂ­a sobre su rostro y de alguna manera sabĂ­a que su cuerpo era muy distinto a lo que recordaba en su antigua vida como hombre.


Con sus mano tratando de alivianar el duro golpe de realidad que estremecĂ­a su cuerpo y mente, Victor miraba como se encontraba en el acomodado y limpio cuarto de una persona con preocupaciones, sin duda sabĂ­a que nada en aquel sitio era suyo hasta ahora.


De repente, su cuerpo sintiĂł un leve cosquilleo y recapacitando, dirigiĂł su mirada hacia su pecho dĂłnde se encontrĂł dos bultos bien formados colgando de el, cubiertos por una linda blusita muy suave que lo hacĂ­a sentir fresco.


-¡Oh, que tenemos aquĂ­, ahhhh, son senos, son senos de mujer...!, Eso quiere decir quĂ©..., ¡Reencarne en una mujercita! -


Victor miraba su cuerpo estremecido, nunca habĂ­a visto a una mujer tan sexy de esa manera, teniendola tan cerca y con la posibilidad de tocarla a su antojo.


AĂșn su cabeza le dolĂ­a y le daba vueltas, aĂșn no procesaba estaba vivo nuevamente y en el cuerpo de una mujer.


Con calma, caminó hasta el baño, mirando asombrado y excitado su reflejo, observando como tenía un nuevo cuerpo perfecto y sexy, poniendose paradita con sus piernas similando apretar el culo para ver cómo sus ricas piernas formaban una muy sexy silueta.





Entonces, comenzó a sentir varios espasmos en todo su cuerpo, se sentía agotado y algo adolorido, parecía que sus piernas y su abomen le dolían extrañamente, como su un agonizante y agudo sentido estremeciera todo su cuerpo en un solo punto.


Víctor cayó al suelo adolorido, sentía como su cuerpo estremecía de dolor, su mente se esforzaba por entender que sucedía, entonces, miro como su entrepierna se sentía con un fuerte cosquilleo y de la nada, sus pantalones se mancharon de un fluido extraño que parecía ser sangre.


-¡Maldita sea, apenas vengo reviviendo y ya me estoy muriendo! -


Victor se quitaba los pantalones, observando como ahora tenĂ­a una vaginita de mujer entre sus piernas, con asombro y miedo deslizo su tanga de las piernas, encontrando un mar de sangre escurriendo por su vagina.


-¡Mierda, me desangrĂł...! -


Trato de levantarse asustado, hasta que un duro golpe de realidad cruzĂł su mente.


-¡Carajo, en verdad ahora soy una mujercita! -


Victor se sentĂł sobre la taza examinado aquella parte femenina que ahora tenĂ­a, la sangre evacuaba de ella paulatinamente y frotando de ella suavemente pensando que aliviarĂ­a de esa manera el dolor, sintiĂł como en lugar de eso una fuerte sensaciĂłn embargaba su cuerpo haciendo que otro malestar se aliviarĂĄ dentro de si mismo.


Sus pechos me ardían y sentía como se apretaban aumentando su pecho y volviéndose mås sensibles de sus nuevos pezones.


-¡Ahhh, que rico!, sin duda es un gran placer ser una mujer, pero tendrĂ© que aprender mucho si no quiero quedarme embarazada, lo que menos quiero es un pendejo chamaco dentro de mi para cuidarlo el resto de mi nueva vida, la cual no pienso desaprovechar en lo absoluto -


Victor trato de limpiar aquella parte y luego busco algo que ponerse entre las piernas como las mujercitas lo hacĂ­an cuando les pasaba este tipo de cosas.


Pero no encontrĂł nada que pudiera servirle y tan solo acomodĂł su calzĂłn y su pantalĂłn nuevamente como estaba, tenĂ­a que hacer algo pronto si no querĂ­a que la sangre siguiera siendo un gran problema.


Si no darse cuenta, Victor estaba pensando como chica, saliĂł de su nuevo departamento, dirigiendose hasta una farmacia.


No era para menos escuchar silbidos y ver cĂłmo los hombres lo miraban y se referĂ­an a el con morbo.


-¡Que me vez pendejo! -


Le gritaba a un chico quien se habĂ­a quedado mirando muy excitado su cuerpo, pero no era lo que el pensaba.


-¡Eh, amiga, tus pantalones nena...! -una chica se acercaba con pena intentando ayudarla -


-¡QuĂ©, oh, no puede ser, estĂĄ cosa sigue sangrando! -


La chica la observó extrañada y quitåndose su suéter se lo amarro alrededor de su cintura para tapar el imprevisto.


-¡Ay, muchas gracias nena, eres muy preciosa y amable enserio! -Victor se acercaba a darle un beso en agradecimiento -


-¿QuĂ© te pasa estĂșpida? -la chica se alejo enojada dejando a VĂ­ctor con las ganas -


-¡Carajo, creo que debo de tener mĂĄs cuidado! -


Luego del imprevisto, Victor continĂșo su camino, llegando a una farmacia que afortunadamente estaba cerca, al llegar, no tenĂ­a ni idea de cuĂĄl paquete de toallas tomar, se sentĂ­a como un idiota buscando cosas de mujercita para la que era su vagina.


-¿QuĂ© tipo de toallita buscas amiga?, ¿Con alas o sin alas?, ¿Flujo abundante o regular?, ¿De dĂ­a o de noche? -una trabajadora le decĂ­a -


-¿Eh, no, no lo sĂ©, supongo que la que sea? -


-¿QuĂ© no sabes cuĂĄnto sale de ahĂ­ querida?, Pareces nueva, mira que noto que su pantalĂłn parece que tendrĂĄ un nuevo color...-


-¡Ay, si!, es que llevo un rato escurriendo y no se que hacer -


-¡Eres flujo abundante amiga!, te recomiendo que pases a la tienda de aquĂ­ alado a comprarte unos nuevos pantalones porque no creo que quieras regresar de esa forma a tu casa y que los hombres pervertidos se la pasen mirĂĄndote con asco -la chica trataba de tapar su nariz ante el fuerte olor dela sangre vaginal de Victor -


-¡Oh, bueno, estĂĄ bien...! -


Victor se acercaba a pagar luego de que la chica le diera un paquete de toallitas de flujo abundante y otro nocturno de flujo abundante, ambos de alas y con olor a rosas.


-¿En tus dĂ­as...? -un tipo preguntaba alardeando con burla a su lado -


-¿QuĂ©...?, ¡Ahhh!, ¿QuĂ© te pasa pendejo? -Victor le gritaba luego de entender el porque el chico le miraba tanto el culo y se burlaba -


-¡Son 250 amiga! -la cajera le decĂ­a -


-¿QuĂ©, tanto fue? -


Victor cuestionaba, rĂĄpido comenzĂł a buscar entre sus bolsas de pantalĂłn su cartera, pero se diĂł cuenta de que habĂ­a olvidado que ahora era una mujer y no habĂ­a traĂ­do sus cosas en una bolsa femenina como debĂ­a de ser.


-¡Eh..., OlvidĂ© mi dinero! -


-¡Lo siento señorita, no puedo hacer nada, tiene que pagar! -


-¡Oye por favor ayĂșdame, no se supone que las mujeres se apoyan en todo, es una emergencia...! -


-¡Lo siento amiga, pero es mi trabajo! -


-¡Tenga señorita, yo pago las toallitas de la chica! -


-¿CĂłmo? -


-¡Listo jĂłven! -la cajera coqueteaba -


-¡Se dice gracias...! -


-¡Eh..., Ash, gracias pero no puedo pagarte...! -


-¡No te dije que lo hicieras, nos vemos! -


En chico se fue y VĂ­ctor se quedaba pensando, el habĂ­a sido amable, ademĂĄs era lindo, serĂ­a bueno agradecer de alguna forma, pero al salir el chico ya no estaba.


Victor cuestionaba su manera de ser, algo estĂĄn cambiando dentro de si mismo, pero no estaba acostumbrado a ser tratado como una mujercita, 


Recordando lo que la chica le habĂ­a dicho, Victor camino a la tienda de a lado esperando comprar un pantalĂłn, como era de esperarse, no sabĂ­a que talla era, lo que si sabĂ­a era que tenĂ­a un enorme culo y no sabĂ­a cuĂĄl le quedarĂ­a perfecto, una chica noto su preocupaciĂłn y se acercĂł a ayudarle, entregandole un par de pantalones que comenzĂł a probarse.


-¡Listo, creo que este me queda perfecto, es que tengo un culote y...., Ah, lo siento no debĂ­ decir eso...! -


-¡EstĂĄ bien amiga, no te preocupes, pero apĂșrate a pagar antes de que te vuelva a ocurrir otro accidente...! -


-¡Oh carajo, olvide que no traje mi dinero! -Victor recordaba asustado -


-¡Ey que tal, asĂ­ que comprando pantalones...! -


El chico de antes apareciĂł caminando de regreso por la calle y encontrĂł a la bella chica haciendo otra comprar sin dinero.


-¡Agg, tu otra vez!, Pues si, rayos, este..., podrĂ­as prestarme, la verdad olvide que no traĂ­a dinero, otra vez.... -


-¡SerĂĄ un placer nena! -


El chico pago nuevamente, entendĂ­a que la chica se sintiera presionada, Victor no veĂ­a claramente las intenciones del chico, aunque estaba distraĂ­do pensando en las tetas de la chica de la tienda, asĂ­ mismo, su mente se apaciguaba al ver al chico apuesto frente a el.


-¿Y en dĂłnde vives? -el preguntaba -


-¡Eh, este yo...!, ¿Porque quieres saber eso, me vas a violar? -


-¡Jaja, que buena bromista eres!, Ya que te pague tus toallitas y tu pantalĂłn creo que me debes de pagar, es lo justo, ¿No? -


Victor cuestionaba su manera de cobrarle, el no tenĂ­a dinero ahora, pero seguro que con ese cuerpo serĂ­a fĂĄcil tenerlo dentro de poco, aĂșn no pretendĂ­a acostarse con hombres por dinero pero ya que el habĂ­a sido tan amable tratarĂ­a de experimentar cosas nuevas aprovechando la oportunidad.


-¡EstĂĄ bien, sĂ­gueme...! -Victor le decĂ­a tomando su mano mientras se alejaban de la tienda y de la chica que lo miraba en el mostrador -


Ambos caminaron hacia su departamento, al llegar, Victor abriĂł fĂĄcilmente pues habĂ­a olvidado cerrar con llave, una vez dentro, Victor se quitĂł los pantalones con la tanga aĂșn manchada y se abriĂł de piernas sentado en el sofĂĄ mostrando su vagina expuesta aĂșn manchada de sangre.


-¿Pero que estĂĄs haciendo...?, ¡Jajaja! -


-¡Pues que no vez, te voy a pagar lindo! -


-¡Enserio eres de esas chicas...! -


-¿QuĂ©?, pensĂ© que querĂ­as cogerme, o quĂ©, ¿Eres pt0? -


-¡Jajaja, no nada de eso!, Y quĂ©, ¿Tu eres pt@? -


Victor se quedĂł pasmado, rĂĄpidamente se subiĂł el calzon y los pantalones apenado.


-¡Ay no jeje, yo apenas despertĂ© con este cuer....!, DespertĂ© y me pasĂł esto de la sangre y eso, aveces mi mente se desvĂ­a, lo siento mucho, ¡Estoy loca jeje...! -


Victor trataba de no parecer una zorr@, busco entre sus cosas algo de dinero y afortunadamente tenía bastante en su cartera, unas cuantas targetas de crédito y unos cupones de tiendas caras de ropa.


Luego de pagarle, el chico se acercĂł dĂĄndole un beso en la mejilla y luego se marchĂł.


-¡Gracias por ayudarme! -


-¡De nada linda! -


Luego de que el chico se fuera, Victor comenzó a sentir dolor de nuevo, se fue al baño tratando de terminar con ese asunto y luego se dió un baño descubriendo nuevas sensaciones con su cuerpo, cuando se quitó la sangre de encima, finalmente miro su vaginita tierna y fresca, un hueco de miedo embargo su estómago, ahora tenía una vagina, debía de comportarse y tratar de ser una mujercita, ya no era aquel hombre adicto y empedernido, tenía una nueva vida y debía de aprovechar la ofrenda de la Santa, al final de cuentas ahora tenía dinero y un buen cuerpo para comenzar una nueva vida, aunque siendo una mujercita que tendría que aprender a adaptarse para no terminar arruinado todo como en si vida pasada.


El cuerpo de Claudia despertaba luego de que un chico le gritara, la supuesta mujer no entendĂ­a que sucedĂ­a ni porque un hombre le gritaba de esa forma.


CONTINUARÁ......


(Si usted quieren y apoyan estĂĄ historia, ya que luego dicen que es puro sexo y que es muy fĂĄcil como los hombres ahora solo lindas mujeres, estoy intentando cambiar un poco la trama, asĂ­ que espero que les guste)


-Kary-