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martes, 7 de mayo de 2019

¿Donde quieres que te los eche?



Don Emanuel, un padre de familia de 49 años, se encontraba en la sala de su casa  viendo la televisión mientras tomaba una taza de café, de la nada el empeza a sentir como le estaba ganando el sueño, toma un sorbo de su cafe, pero de un parpadeo a otro ve que ya no esta su taza, sino que enfrente de su cara tiene un pene, el no sabia que habia pasado, sin tiempo para pensar, mira y siente que se lo metieron a la boca. Emanuel no sabía qué el había sido otra víctima del caos universal, fenómeno causante de que la mayoría de la población mundial intercambiara cuerpos al azar; Don Emanuel y Montserrat habían intercambiado cuerpos entre si, Monserrat, era la mejor amiga de su hija, Mitzi, ella en ese momento le estaba chupando el pene a su novio. 

Antes de que se diera cuenta Emanuel, el hombre que se la estaba mamando, agarra su cabeza y con ambas manos avienta la cabeza de Emanuel hasta el frente para que se la comiera completa, Emanuel siente que el pene del hombre lo estaba ahogando y hace un ruido como si fuera a vomitar, el hombre le dice riendo: 
-Cómetela sin quejarte, si bien que te gusta.

En eso el novio de Monserrat, le saca el pene de la boca y comienza a pegarle con el en la cara; Emanuel no sabe como reaccionar, ahora esta sientiendo sensaciones que nunca había sentido y solo responde con una risita, él no sabía por qué no se podía ir, había algo que lo detenía, pero no sabia que era. Emanuel le siguió chupando el pene, pero ahora lo estaba  disfrutando, sentía como su fría saliva, pasab por su cuello caía sus nuevos pechos y terminaban en su abdomen, el siguió chupandosela hasta que el hombre empezo a gritar:
Ya voy a venir!
-¡Donde quieres que te los eche!
. Inconcientemente Emanuel abrio completamente su boca, para que se corriera en su boca    

El semen le lleno todo su boca y salpico alrededor de su cara, pechos y abdomen  Emanuel se pasó la lengua alrededor de su boca para no dejar ni una sola gota. Emanuel se quedó en de rodillas otro rato, con una mano apretó su pecho aun lleno de la mezcla de saliva y semen, con la otra mano se empezo a masturbase. El novio de Monserrat lo vio y le dijo: 
-Todavía no estas satisfecha. 
-Ya llevamos cogiendo 2 horas.
 Lo que Emanuel contesto riendo:
 -No, yo pense que esto apenas empezaba.

3 comentarios:

  1. Nunca leo las historias, solo las caps, pero esta es PERFECTA si hicieran más cómo esta con gusto las leería, es por mucho la mejor que he visto

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