Al
llegar a la casa me asombre de lo linda que era, tenía un jardín muy bonito
lleno de flores de las cuales me decían que yo cuidaba mucho y que provocaba tremendos
corajes si alguno las dañaba, lo decían con algo de sarcasmo pero yo añadí
exclamando una leve sonrisa de emoción, la casa era tan grandiosa como los
recuerdos de mi mente me decían, entramos a la casa encontrándome con una
hermosa estancia, ni se diga de la sala entre otras cosas que habían dentro de
la casa como la cocina y los cuartos, si bien no eran de lujo se puede decir
que vivía bien, pasamos al comedor donde ya tenían puesta la mesa para cenar,
me habían dado un plato con un filete de pescado al vapor y unas verduras igual
de cocidas, poco a poco fui comiendo aunque pronto comenzaron a surgirme ganas
de comer algo más con grasa, le pedí a Jorge que me cocinara unas papas fritas,
él se miró con mi madre y ambos mostraron una sonrisa de gracia, el cocino
rápido las papas para comerlas aunque espere porque estaban calientes, el resto
de la noche fue amena, yo comenzaba a sentirme algo más familiarizada y tranquila,
aunque mi madre me decía en constantes ocasiones que cuidara mis modales al
comer o como me estaba sentando ya que no mostraba una forma educada de
portarme, algo que sabía que con los recuerdos de este cuerpo me ayudarían a
cambiar, la cena había terminado aunque al final en el momento de comerme las papas
sentí algo de malestar en el estómago, poco después al levantarme, pareció
haberme dado algo de vértigo el movimiento que hacia ocasionándome algunas
nauseas, rápidamente corrí lo más que pude hasta el baño donde entre apresuradamente
sin fijarme, levante la tapa de la taza y expulse todo lo que había comido en
la cena, el mareo persistía pero mis nauseas ya habían sido saciadas, me sentía
mal por haber hecho un acto tan repugnante, limpie la taza, seguido de eso, me
comencé a enjuagar la boca y las manos, realice un leve movimiento mostrándome
frente al espejo, una vez más admire mi bello rostro ya sin la venda con lo que
pude apreciar mejor mi cabello, este era rubio aunque no natural, pero me
gustaba como se sentía y resaltaba mejor mi tono de piel, sin detenerme a meterle
mano a mi cuerpo regrese de nuevo a la sala, el me mostró una carta donde decía
que esta diagnosticada con tres semanas de embarazo, unas lágrimas recorrieron
mi rostro mientras que por dentro me sentía feliz y culpable, fue cuando pensé.
-¡Embarazada, estoy embarazada, no puede ser! –decía entre lamentos y emociones
encontradas-
Jorge me abrazo alzándome
con felicidad, me sentí algo mareada pero me contuve esta vez, los vómitos y
los mareos eran la razón por la que estaba embarazada, el saber que estaba
casada con Jorge me hizo sentir algo sensible, pero había recordado algo muy
importante que había olvidado por recordar ambas vidas en un minuto en ese
momento a solas en el hospital, pues era el hecho de que estaba embarazada, no sabía
cómo reaccionar ante ello, apenas estaba familiarizándome con mi nueva posición
de género como para tener que imaginarme como seria estar todo ese tiempo
sufriendo por el embarazo, lo más ideal era decir la verdad y ver la manera de
que me ayudaran a dejar este cuerpo embarazado, pero sabía que me tomarían de a
loco o de a loca, no obstante el sentirme en familia estas últimas horas además
de ver todo lo que ahora tenía me hacían dejar de imaginarme planes para
abandonar mi nueva vida, solo me aterraba por dentro el saber que estaba en esa
situación tan comprometedora con mi vida, ahora tengo una vida dentro de mí, yo
quien antes no era ni siquiera responsable de mi misma vida ahora sería la responsable
de dos o de tres y quizás de más vidas, lleve mis manos a mi abdomen como lo
había hecho extrañamente en el hospital, comencé a acariciarme sin darme cuenta
dejando salir unas lágrimas mientras mostraba una leve sonrisa en el rostro, me
había quedado hipnotizada ante la sorpresa de mi bebe, ellos parecían notar que
no lo recordaba del todo, pero me explicaron que el doctor lo había
diagnosticado luego del fuerte accidente que tuve, quizás provocaría que
tuviera algo de amnesia, aunque lo más sorprendente es que haya sobrevivido de milagro pues para todos los diagnósticos
yo ya estaba en el umbral de la muerte, aun así fingí sentirme mejor, luego le
pedí una paleta de chocolate fría pues por alguna razón me había surgido el antojo.
Poco
después, llego la hora de bañarme, mi madre me dijo que me ayudaría, me sentí
algo apenada pero a final de cuentas acepte pues no sabía muy bien que
diferencia había en bañarme como mujer a cuando era un hombre, más
bien, tenía días o quizás meses posiblemente años que no me tomaba un baño al estar en las calles robando, la mujer escogió un par de prendas para mí y prosiguió adentrándonos en el baño donde las primeras impresiones fueron bastante gratas, volví a ver mi nuevo cuerpo desnudo, sentía que tenía un cuerpo muy bonito a comparación, había tenido suerte quizás de que el destino me hubiera elegido un cuerpo así para pagar mis errores, salvo al niño que tenía dentro de mí, mi madre también se desvistió, pues se daría de una vez el baño junto conmigo, eso me dejo algo incomoda, pero a la vez excitante pues ahora estaba con otra mujer en el baño, la madre de Laura no tenía un mal cuerpo, a pesar de la edad los años no le pasaban encima, así que intente verme lo menos excitada posible, aunque el agua y el jabón no me ayudaron de mucho, pues con la esponja me tallaba mi madre algunas partes suaves donde tenía sensibilidad, solo me indico como hacerlo tratándome con cariño, para luego seguir yo con mi baño, comencé a pasar mis manos con el jabón por todo mi cuerpo con la ayuda dela esponja, al llegar a la zona de mis pechos comencé a pasar la esponja por mis pezones lo cual me produjo algo de excitación al tallarlos pues al ser una pare muy sensible me encanto la sensación que me produjo en ellos, empecé a manipular mis pechos con mis manos acariciándolos como si estuviera jugando con ellos, baje con una mano la esponja hasta mi sexo, experimentaba grandes olas de placer que sucedían al momento de tallarme mi vagina, sin darme cuenta tenía una mano en mi seno izquierdo y la otra en mi vagina, pronto estaba jadeando, parecía estarme masturbando cuando mi mama me detuvo, yo actué algo asustada al verla pues parecía un poco molesta conmigo, sin embargo solo una pequeña risita.
bien, tenía días o quizás meses posiblemente años que no me tomaba un baño al estar en las calles robando, la mujer escogió un par de prendas para mí y prosiguió adentrándonos en el baño donde las primeras impresiones fueron bastante gratas, volví a ver mi nuevo cuerpo desnudo, sentía que tenía un cuerpo muy bonito a comparación, había tenido suerte quizás de que el destino me hubiera elegido un cuerpo así para pagar mis errores, salvo al niño que tenía dentro de mí, mi madre también se desvistió, pues se daría de una vez el baño junto conmigo, eso me dejo algo incomoda, pero a la vez excitante pues ahora estaba con otra mujer en el baño, la madre de Laura no tenía un mal cuerpo, a pesar de la edad los años no le pasaban encima, así que intente verme lo menos excitada posible, aunque el agua y el jabón no me ayudaron de mucho, pues con la esponja me tallaba mi madre algunas partes suaves donde tenía sensibilidad, solo me indico como hacerlo tratándome con cariño, para luego seguir yo con mi baño, comencé a pasar mis manos con el jabón por todo mi cuerpo con la ayuda dela esponja, al llegar a la zona de mis pechos comencé a pasar la esponja por mis pezones lo cual me produjo algo de excitación al tallarlos pues al ser una pare muy sensible me encanto la sensación que me produjo en ellos, empecé a manipular mis pechos con mis manos acariciándolos como si estuviera jugando con ellos, baje con una mano la esponja hasta mi sexo, experimentaba grandes olas de placer que sucedían al momento de tallarme mi vagina, sin darme cuenta tenía una mano en mi seno izquierdo y la otra en mi vagina, pronto estaba jadeando, parecía estarme masturbando cuando mi mama me detuvo, yo actué algo asustada al verla pues parecía un poco molesta conmigo, sin embargo solo una pequeña risita.
-¿Qué
pasa mama?, -¡Nada nada, jaja!, es solo que noto que después de este tiempo en
el hospital, parece que estas reconociendo de nuevo tú cuerpo, se nota que
traes ganas luego de mucho tiempo de no hacerlo con Jorge, ¿verdad?, además,
debes de usar este líquido especial para esa partecita mi amor-
La mujer me
dejo atónita, sentía pena por haber hecho tal cosa con el cuerpo de la chica,
pensaba que al ser yo no debía de importarme hacer cosas con el cuerpo que tenía,
debía de aprovecharlo, pero simplemente ante este estado me sentía vulnerable,
sin ganas de ser aquella persona maleducada y con las malas intenciones del
pasado, estar en este cuerpo me hacía sentir responsable, con instintos
femeninos y quizás maternales que provocaban en mi un flujo de emociones
aleatorias donde mi yo maligno padecía ante el encanto de la feminidad de esta
mujer, luego mi madre comenzó a tallarme el cabello con dos distintos shampoos
y cremas especiales para mantener con fuerza mi cabello, esto se estaba convirtiendo
en una serie de procedimientos muy extensos y aburridos que tenía que hacer
para cuidar mi nuevo cuerpo.
Terminamos
el baño y me ayudo a secarme, al igual que la vez anterior, paso con suavidad
la toalla mientras me secaba, algunas partes de mi cuerpo se sentían de nuevo sensibles
al pasar la toalla por la fricción de esta, trate de no caer ante mis propios estímulos
sexuales, tome la toalla y poco a poco aun experimentando las nuevas zonas de
mi cuerpo, acariciaba con la fina tela mi delicada piel, luego de eso, me
entrego una crema especial para untármela en la piel, pensaba “Otra cosa más
que ponerme en el cuerpo”, cuando podre dejar de ponerme cosas que no me hagan
caer de la excitación, aun así debía de comportarme si no quería que me
descubrieran, algo de provecho que tenía era el que pensaban que había perdido
la memoria, aunque más bien, era otra persona la que residía en el cuerpo de su
niña, lo único que aprovechaba era que algunos recuerdos que tenía en la
mente de Laura, seguían vivos, pero yo he
encargaría de formar nuevos en base a los pocos que ya tengo en base a esta
vida, así como de los nuevos que están por venir, mi mama me ayudo a colocarme
una panti de color blanca, luego me puse un short corto de color rosa y una
blusa de tirantes corta del mismo color, me sentía algo incómoda vistiendo unas
prendas algo reveladoras, pero sin embargo hacían lucir muy bien mi figura en la
noche, notaba como mis pezones se impregnaban en la tela notándose remarcados,
mi madre no dijo nada pues era normal, aun así me sentía algo avergonzada, los
colores eran lindos y la tela me hacían sentir más cómoda, luego de eso comenzó
a ayudar con el peinado, el cual fue pasando con el cepillo poco a poco dejándolo
realmente lindo.
Poco
después nos retiramos a dormir, yo estaba exhausta, tenía que dormir pues él
bebe debía de crecer bien dentro de mí, me enviaron a la cama donde antes dormía
Laura con Jorge, pronto me imagine una serie de ideas que tendría que hacer
ahora que dormiría con Jorge, eso comenzaba a parecerme algo incómodo, siendo
una mujer tendría que dormir con un hombre, tener sexo con el además de
compartir mi vida pues estaba casada con Jorge, me mire en el espejo tratando
de eliminar esos pensamientos pues de cualquier forma no tenía salida de esto,
era la mujer, mi reflejo demostraba una mujer con caderas y curvas perfectas,
unas medidas de pecho bien proporcionadas y un rostro hermoso que envidiaría
cualquier mujer así como desearía cualquier hombre, si esta muer fuera mía
siendo yo el hombre, no dudaría en casarme con ella y formar una vida juntos,
pero el hecho era que esta bella mujer era yo, soltó un ligero suspiro cuando
mi madre salió del cuarto y mi nuevo esposo entro para darse un baño, salió
unos cuanto minutos después, me tomo en la cama abrazándome pues ya estaba
recostada, me comenzó a darme besos en la espalda de cariño los cuales no
rechace pero aun trataba de lidiar con sentirme bien pues dentro de mi sentía
algo de amor por él, me gire frente a él, este me sonrió mirándome fijamente,
yo sonreí, comenzó a acercarse lentamente encima de mi impregnando sus labios
con los míos, ya habíamos tenido este acercamiento antes pero esta vez era en
un lugar más íntimo, pensé que no tardaría en pedirme sexo o algo parecido,
pero solamente me acaricio los labios con un beso y regreso a su lado de la
cama para acomodarnos y dormir, le pregunte por qué se detenía a hacerlo, lo
cual el me respondió que quizás yo estaría muy cansada luego de todo este
tiempo, así que me dejaría descansar un poco para sentirme mejor, la verdad era
que no lo notaba, pero luego de un rato mis ojos comenzaron a sentirse cansados
bajo la oscuridad mientras veía la luna que se reflejaba en la ventana pues esa
noche estaba muy brillante, poco después me quede dormida.
De repente
desperté confundida, pero estaba en un lugar distinto, como su fuera sonámbula,
me encontraba en mi escondite de siempre, parecía que todo había sido un sueño
y en realidad yo aún seguía vivo antes de haber pasado por todo eso, pero la
realidad era otra, estaba lloviendo, me encontraba en la alcantarilla de mi
antigua ciudad, mire mi cuerpo para saber si todo esto era un sueño, pero mi
cuerpo ahora era el de la chica, sin embargo estaba tirada en el suelo
encharcado, tenía puesta mi ropa de
calle sucia y maltratada, mi cabello colgaba maltratado en mis hombros, pero
sobre todo, sentía algo muy pesado en mi abdomen, como si tuviera una panza grande,
pensé que estaba gordo o gorda, levante un poco mis aposentos descubriendo con
algo de locura una barriga de embarazada, miraba a mi alrededor sin poder
creerlo, estaba asustada, no miraba a Jorge o a mi madre por ningún lado, pensé
que mi mente me jugaba una mala pasada
de la cual quería despertar de repente una voz muy familiar resonó entre las
tuberías, se escuchaba aproximarse hacia mí, cuando note entre las pocas luces
y la oscuridad sobresalía una silueta de un hombre conocido, veía que era yo
quien se a parecía entre toda esa maraña, pero no era yo sino más bien mi
cuerpo, si vida y desmembrado por el accidente que se notaba arrastrándose en
el charco intentando alcanzarme para tomar mi alma y llevarme consigo hasta el
infierno, estaba asustada, quería corres para protegerme a mí y a mi bebe, pero
la barriga no me dejaba, sentía también las patadas de bebe en mi vientre, sin
duda se notaba con una gran avance de crecimiento, intentaba alejarme de mi ex
cuerpo que no dejaba de seguirme, un dolor muy fuerte me pego en el vientre,
comencé a percatarme de que mi entrepierna escurría como fuente, pues sin
dudarlo la fuente se había desprendido liberándose hacia la carga, mi bebe
estaba por nacer, en medo de todo ese lugar putrefacto, caí rendida sin poder
hacer nada más que patalear y gemir de dolor, sin pensarlo estaba teniendo unas
contracciones cada vez más fuertes las cuales me ayudaron a tratar de pujar,
paso un poco en el que no me percaté de que mi ex cuerpo seguía arrastrándose
hasta llegar hasta mí, me tomo por los hombros acercando su rostro destruido y
ensangrentado frente el mío, abrió su
boca como si estuviera tratando de succionarme, comencé a gritar aún más
despavorida y de repente abrí los ojos encontrándome con Jorge, este me abrazo pues
enseguida me lance sobre de él intentándome sentirme segura.
-Todo fue una
pesadilla amor, -¡Él bebe, Jorge él bebe, donde esta!, mi barriga, ¿qué pasó?, -¡Amor tranquila todo
fue una pesadilla!, que bebe, de que hablar, aun no nace, apenas tienes poco de
embarazo-
Intentaba reaccionar luego de todo el sueño tan fuerte que había
tenido, jamás había sentido tanto miedo
en mi vida, dirigí mi vista hacia mi vientre, comencé a acariciarme desconsolada
intentando sentir a mi bebe, pero este aun no tenía ni un mes de gestación,
luego de eso, regrese a la cama, aun eran las 3:33 am, faltaba mucho para la
mañana así que intente despejar mi mente para seguir durmiendo, Jorge hizo lo
mismo cuidándome unos minutos más hasta que yo me quedara dormida.
A la
mañana, me desperté algo desorientada, me di cuenta de que aún seguía siendo
una chica, estaba por acercar mis manos de nuevo a mis pechos cuando me di
cuenta de que alguien pudiera observarme, el cielo parecía ya estar iluminado,
mire el reloj y ya eran las 8 am, gire
mi vista hacia alrededor intentando corroborar si había alguien dentro
de la habitación, solo estaba yo aun en la cama, no había señales de Jorge hacia
que supuse que este se habría ido a trabajar, me levante caminando aun con algo
de desequilibro, mis tetas se movían de lado a lado al igual que mis caderas se
abalanzaban con forme caminaba, todo esto parecía algo inusual en mí, llegue
hasta el espejo donde me vi con el cabello desarreglado, parecía que había
salido de un concierto de full metal, tome el cepillo que estaba en la cómoda,
lo lleve a mi cabello intentando peinarme como mi madre lo había hecho la noche
anterior, sentía muchos cabellos enredador lo cual me dolía cada vez que jalaba
alguno, finalmente mire el cabello enredado en el cepillo que se había
desprendido al peinarme, me sentí mal pues pensé que había arruinado mi hermoso
cabello, pero luego recordé que mi madre en mi otra vida también decía que se
le caía el cabello, tomaba una raja de
su sábila para sacarle la pulpa y untársela en el cabello, siempre le
funcionaba y le resultaba un cabello más abundante, fuerte y sedoso, pero
pensaba hacerlo luego ya con más calma, además de que hasta ahora no sabía si tenía
en la casa, pero poco recuerdo que en mi nuevo jardín, el que cuidaba antes
Laura tenía una pequeña penca de sábila apenas creciendo, retome la mirada a
mis pechos los cuales se notaban con una gran presencia debajo de mi blusa,
acerque mis manos a ellas acariciándome poco a poco, sentía una gran presión al
hacerlo, mis nervios aumentaban y las emociones se elevaban por la sensibilidad
de estos, acerque las yemas de mis dedos pellizcando mis pezones por debajo de
la blusa lo cual me provoco soltar un gemido nada discreto, luego de jugar un
rato con mis tetas me di cuenta de que mi entrepierna estaba mojada, sin querer
había hecho que me viniera, rápido busqué una par de prendas nuevas para cambiarme,
encontré el armario de Laura el cual tenía unas cuantas pantis en juego
combinadas con sujetadores, un par de blusas y vestidos muy hermosos así como
faldas, medias y tacones así como de zapatillas de distintos diseños y colores,
mi mente se llenaba de alegría al ver tantos estímulos distintos con los que me
imaginaba podría lucir mi cuerpo, rápido comencé a revisar todo mi guardarropa
probándome una infinidad de ropa, hasta que termine por decidirme entre un conjunto
rojo de sujetador y panti que me quedaban perfectos, elegí un vestido igual de
color rojo que hacia resaltar mis curvas junto con un escote no tan pronunciado
pero que dejaba apreciar muy bien mis nuevas gemelas, por último y quizá lo peor
que pude haber hecho, me coloque unas zapatillas de color rojo igual de tacón
alto, poco apoco comencé a caminar
torpemente intentando no caerme lo cual fue un gran fracaso, termine dándome un
golpe en el suelo que hizo que mi madre aun sin subir a verme llegara como su de una carrera olímpica
se tratara, o estaba intentando levantarme cuando ella llego asustada, me tomo
de la cintura y de los brazos para ayudarme a levantarme, me miro algo extrañada
examinando mi cuerpo de arriba abajo.
-¿Qué, saldrás a estas horas, con quién?, -He, no yo no pensaba salir, -¿Entonces, porque tan arreglada señorita?, -No,
es que vi toda mi ropa y quise probármela toda, pensé en vestirme bonita hoy,
no es solo eso, -Vaya, parce que no te acuerdas el estado en el que estas, da
gracias a que Jorge ya se fue a trabajar hace una hora si no se habría enojado
mucho contigo-
Las palabras de mi madre fueron duras pero certeras, no sabía lo
que estaba haciendo, tener un cuerpo de mujer era demasiado sexy pero difícil
para mí, me dijo que debía de cuidarme de no usar tacones altos pues podría
caerme como ahora y arruinar mi embarazo, seguido de eso, comenzó a
ayudarme a elegir una buena vestimenta más
cómoda para hoy, me quité el vestido ya
si pena delante de ella, tome unas zapatillas más cómodas de piso, me dio una
blusa roja no tan escotada y un pantalón de mujer de talla mediana color carmesí,
los esta vez me sentía más cómoda conmigo misma, no me mostraba muy exhibicionista
pero me veía con un cuerpo en buena forma, me volvió a cepillar el cabello
mientras nos veíamos por el espejo, comenzó a preguntarme cosas muy íntimas
entre madre e hija, me hablaba sobre mi infancia cuando Laura era una niña
hasta sus etapas de la pubertad, cuando tuve mi primer periodo lo cual me
incomodo un poco, pero al menos por ahora no lo sufriría en unos meses, aunque
pensándolo bien sería mejor que estar en un estado de embarazo como el mío,
también me platicó de algunos de los amores de Laura en el pasado, algunos que habían
hecho a Laura sentir muy mal, lo cual dentro de mi me hizo ponerme sentimental
al recordarlo entre los pensamientos borrosos de ello que aún se encontraban en
mí, después arreglamos la cama para bajar a desayunar pues ya eran las 10 am,
preparamos algo ligero, un huevo de puras claras con jamón integral, acompañado
de un jugo de naranja y unas galletas integrales, todo eso era apenas un festín
para mí, pues no recordaba cómo era comer en mi vida anterior, en esos tiempos jamás
procuraba de comer algo, ni mucho menos saludable, siempre era vencido por las
drogas hasta gastarlo todo en otros vicios como el alcohol, rara vez me
compraba algo indispensable como agua o comida, así que no tenía mucho que reprochar,
mi cuerpo ahora estaba sano así que esas ideas adictivas no se encontraban abrumándome
la mente al no necesitarlas, comí como si jamás lo hubiera hecho devorando
todo, mi madre ni se inmuto pues eso reflejaba mi buen apetito respecto a mi
estado, luego de eso nos sentamos a platicar de donde nos habíamos quedado el
resto del día, también viendo unas cuantas fotos de sus álbumes y por supuesto
sin perdernos nuestro programa de chismes de la televisión ni de nuestras
novelas en la ultima parte del día, hasta que Jorge llego por es de las 7 pm
del trabajo, el tiempo se me había ido volando pero me sentía feliz de volver a
ver a Jorge, por otro lado los vómitos
no se olvidaron durante el día, dos veces tuve la necesidad de ir a evacuar
todo, seguido de eso, los antojos me envolvieron casi como mis adicciones pero
esta vez por nieve de chocolate o fresa que eran mis nuevos gustos, Jorge llego
con unas flores por su fuera poco, al verlo me sentí feliz, sonreí mientras él
se acercaba a mí con un beso cálido al recibirlo, tome las flores sin meditar
micho sonriendo por lo alegre que me hacía, también eran las flores favoritas
de Laura, los girasoles, los cuales
también lo fueron de mi madre en paz descanse, eso me hacía recordarla también,
pues en aquel entonces yo le llevaba una cuantas veces de sus flores preferida,
gire a la cocina para poner mis flores en un jarrón con agua y Jorge me soltó
una nalgada cuidando que su suegra no le viera intentando ser juguetón conmigo,
yo me quedé estupefacta con la boca abierta de sorpresa, más sin embargo me sentí
excitada, voltee a verlo con una mirada seductora esperando que más tarde
siguiera con lo que se había quedado pendiente ayer.
Entre
los tres preparamos la cena y nos sentamos a comer mientras Jorge nos platicaba
de su día en el trabajo, casi siempre mencionaba a una tal Karina, la cual me hacía
sentir algo extraña, como si me diera celos o un instinto femenino me dijera
que debían de darme celos por es tipa, sin embargo Karina solo era su jefa, una
mujer de 45 años que era felizmente casada y con un hijo y sobrino llamado John
que parecía quererlo como si fuera un hijo, la mujer había pasado por una gran
depresión de la que salió gracias a la ayuda de su sobrino y luego con su
dinero inicio un bufete de abogados, ella aparte tenía un negocio de gimnasios
los cuales le ayudaron a tener una vida muy estable al igual que hasta ahora, su sobrino John y
su esposo le ayudan con todos esos negocios, de hecho gracias a su esposo es
que iniciaron el bufete, él es amigo de Jorge pues también gracias a él es que tiene ese grandioso trabajo como
abogado en su bufete.
Terminamos
de cenar y Jorge levanto la mesa para lavar todos los trastes, mi madre se
despidió de nosotros pues ya estaba cansada
se quería ir a dormir, me dijo que ya había aprendido lo suficiente como
para darme yo sola un baño y se fugó directo a su nuevo cuarto en el cuarto de
visitas que Jorge le había dado, él me dijo que iniciara yo con el baño pues él
era más rápido y quería que ya estuviera lista para algo de amor esta noche,
pensé ente mi misma, “Ya, es el momento, por fin ha llegado, Jorge me hará la
mujer que soy finalmente”, bueno, ya lo era
siendo una chica pero hasta ahora nunca había tenido ni siquiera sexo con una mujer
y mucho menos con un hombre, “Un hombre
me penetraría esta noche, me haría su mujer” –concluí-, me dirigí rápido al
baño intentando no correr pues sentí que mi madre saldría de nuevo a regañarme
o que Jorge lo haría, me apresure a elegir una nueva pijama, pero encontré
entre mis prendas una buena lencería, un babi doll color rosa transparente, me
quite la ropa raídamente entrando al baño, prepare el agua en la tina y todos
los productos femeninos que tenía que ponerme, intente no distraerme esta vez
con los grandiosos detalles que poseía y sin demora salí del baño, Jorge ya se encontraba
afuera esperándome, yo aún estaba en toalla así que se apresuró a bañarse en lo
que yo terminaba de arreglarme, como era viernes no trabajaría el sábado ni el
domingo, así que la noche sería larga.
Me había
puesto con algo de dificultad mis aposentos provocativos, al ponérmelo lo hice con
naturalidad, coloque bien mis pechos entre las copas del babi doll, mis atributos
resaltaba y como si esta fuera una de las últimas ocasiones donde podríamos intimar
hasta que terminara el embarazo me senté en la cama esperando tener una noche
tranquila ero satisfactoria, Jorge salió del baño, estaba con una toalla cubriendo
su cintura mientras que me miraba algo deseoso, notaba como sus ojos recorrían
mi cuerpo, me levante para estirarme y pudiera apreciarme mejor, miraba mis
encantadoras curvas y mis senos bien puestos formándose en mi escote, Jorge
rodeo el cuarto, abrió la puerta como si fuera a buscar algo, cuando se aseguró
que todo estuviera en orden cerró la puerta y apago la luz dejando una pequeña
luz como de vela para iluminar un poco nuestros cuerpos bajo la oscuridad tenue
del cuarto, se quitó la toalla dejando ver su cuerpo, Jorge no era de los típicos
chicos con grandes músculos en todo el cuerpo, pero sí que se cuidaba y mantenía
su cuerpo en buena forma, en mi mente presentía el porvenir de una noche de pasión,
estaba lista para convertirme en toda una mujer, era difícil aceptarlo pero fácil
empezarlo, sentía dentro de mi como el calor que fluía por ese hombre me
llenaba de felicidad, quizás los recuerdos y sensaciones de este cuerpo me hacían
más difícil el negarme a mi destino, no pensaba en negarme, de verdad quería experimentar
lo que sucedería.
Jorge
me rodeo, me miraba como a una presa, parecía que así jugaban, vanamente lo
imaginaba, miraba a mi alrededor ignorando a mi asechador, cuando de repente sentí
sus fuertes manos acercándose por detrás en mi espalda acariciándome, subió hasta
mis hombros los cuales masajeó unos minutos, luego bajo sus manos hasta mis
nalgas donde empezó a darles caricias en forma de círculos, las apretaba y poco
a poco me nalgueaba, acerco sus labios respirando tentadoramente en mi oído donde
podía escuchar con más profundidad sus respiros y los latidos de su corazón que
me indicaban que estaba excitado y deseoso de mí, me sentía como un hombre
avergonzado sufriendo por estas humillaciones, yo un hombre siendo ahora una
sexy mujer a punto de tener sexo con
otro hombre, parecía que había perdido por completo mi masculinidad, que dirían
mis amigos aquellos vagos machistas de la calle, estoy segura que no dudarían
en valerles madre y violarme asquerosa y salvajemente con el cuerpo que ahora
tengo, pronto, Jorge subió sus manos dentro de mi babi doll, recorría mi abdomen acariciándome frotando mi vientre asimilando
al bebe que esperábamos, me sentía tan bien con esos frotes suaves que me
llenaban por dentro con estímulos mas placenteros, poco a poco me hacían sentir
caliente, Jorge sabía cómo alimentar a este cuerpo de placer, lamio mi oreja
chupando lentamente mi lóbulo donde sabía que tenía un intenso foco de placer,
escuchaba sus lengüetazos lamiendo lentamente, los chirridos de su lengua y
las caricias de sus labios me hacían estremecer
doblando mis rodillas, me tenía como una presa bien hecha, poco a poco dejo mi
oreja para bajar por mi cuello, moví mi cabeza de costado para dejar un mejor
espacio y pudiera entrar en mi cuello para que lo besara de mejor forma, sentía
como mis pezones se endurecían, hinchándose como dos chupones junto con mis
senos, poco a poco el calor estaba llenando nuestros cuerpos, a pesar del aire
acondicionado lo sentíamos liberándose desde dentro de nuestros cuerpos, movió
sus manos desnudando mis nalgas y mi abdomen, subía lentamente hasta llegar a
mis pechos los cuales comenzó a redondear acariciándolos suavemente y pellizcando
lentamente con sus dedos mis pezones provocándome un estremecimiento reciproco,
luego de un poco de estimulación en mis pechos, subió todo mi babi doll hasta quitármelo,
me quede completamente desnuda ante él, me giré viéndolo de frente, sus ojos
eran hermosos como de un color claro y
miel, me tomo de los hombros acercándome nuevamente con suavidad pegando sus finos
labios con los míos dándonos un apasionado beso que duro unos minutos, me
separe de él aun sintiéndome algo
repulsiva, sostuve la respiración un minuto pensando otra vez en lo ya
ilustrado, solté un suspiro, mire a Jorge de nuevo a sus lindos ojos color miel
mientras que él se preguntaba si me sucedía algo malo, le respondía que no, que
solo estaba confundida y aun me sentía indiferente con todo esto, sentí un
llamado de cariño y le pregunté si aún me amaba, si le parecía hermosa al estar
así desnuda frente a él, a lo que respondió que era la mujer de sus sueños, mi cuerpo
era un gran tesoro que amaba al ser su mujer, y lo que tenía dentro de mi
vientre era el mejor regalo que a un hombre se le pudiera conceder, más allá de
ser una mujer perfecta ante sus ojos, la mujer a la que más ha amado en su
vida, sus palabras me hicieron retroceder en mi mente, comencé a aceptar todo
lo bueno que como mi aun espíritu de hombre negaba, abrace a Jorge sintiendo
sus fuertes brazos, comenzó a darme caricias en mi cabello, me separo de sí
mismo robándome otro beso que seguí sin distinciones, recorrió de nuevo mi
cuerpo con una mano mientras que con la otra sostenía mi nuca, subió con ella
hasta uno de mis pechos el cual comenzó a acariciar y a darle pequeños pero
suaves apretones ocasionándome mayor placer, note como su miembro estaba
erecto, bajo lentamente colocándome en cuclillas frente a él, lo mire desde
abajo con unos ojos bien abiertos e inocentes, mi mente machista de nuevo me decía
que no pero mi nuevo yo femenino lo deseaba, tome sus miembro con mis finas
manos, comencé a masajearlo estimulado a
Jorge con una leve masturbación, espere el momento indicado y acerque su miembro
introduciéndolo lentamente dentro de mi boca, cerré los ojos sin detenerme imaginándome
una gran experiencia sexual, poco a poco con mi lengua le daba caricias a la cabecilla de su miembro, lo cual le
ocasionaba pequeños estímulos con los cuales saltaba estremeciéndose por el placer
de mis caricias en su ser, con mis labios saque su miembro una y otra vez
hasta excitarlo aún más, rosando con mis
labios su pene mientras que dejaba que se divirtiera un poco con ello, antes de
venirse, saque su miembro de mi boca dejando que se viniera en mi cara lo cual
me produjo algo de asco, aun así, retome su dirección hasta mi boca para probar
un poco de su semen, al principio me desagrado pero después sentía como me
llenaba con su ácido sabor, me tomo levantándome colocándome en la cama, subiéndose
en ella sobre de mi para tenerme en una posición neutral pero dominante, tome
un poco de papel en un costado para limpiarme mientras que el besaba mi
vientre, las estimulaciones en ella eran placenteras dejándome incluso con
ganas de más, pronto dejo mi vientre para bajar hasta mi vagina donde con algo de
sexo oral me devolvía el favor de hace un momento, comenzó a impregnar su labios y su lengua dándome unos
besos y lengüetazos que me provocaban un éxtasis como ningún otro, el sexo como
mujer estaba siendo mejor de lo que pensaba, mi clítoris estaba expuesto siendo
regocijado por Jorge, sentía el rose de su lengua con mis labios vaginales provocándome
un pacer incalculable, pronto sentí como mi vagina comenzó a derramar unos fluidos
poco familiares, sentía como si estuviera orinando pero solo estaba teniendo más
y mejores orgasmos, me estaba viniendo, mi vagina estaba siendo lubricada por
ese extraño y espeso fluido femenino que me llenaba por dentro con una descarga de emociones, dejo de lamerme
un poco para subir y darme besos por el cuello y en mi boca, mostraba sus respiraciones más profundas y rápidas de lo bien
que se sentía al hacerme su mujer, al
escucharme a mí misma exhalar respiraciones más profundas y sobresalientes
mientras que chillaba por el placer obtenido ante sus estímulos, Jorge sabia
como llenarme, poco después, tomó su miembro, comenzó a frotarme con su
cabecilla mi vagina y yo sentía como eso era un llamado a que estaba por
adentrarse en mí, poco a poco Jorge introdujo su pene dentro de mí, sentía como
su gran trozo de carne me inyectaba unas fuertes descargas de placer, ¡Me
estaba penetrando!, sentía he imaginaba, ahora era su mujer, era su perra
pensaba en forma más vulgar, sin embargo, como si leyera mi mente, se acercó a
mi oído susurrándome.
-Eres
mi perra, te hare mía, toda mi puta-
Esas
palabras me encendieron mas hasta que llegaba a puntos más intensos dentro de mis orgasmos, Jorge bajo
besando con sus labios hasta mis pechos,
los cuales comenzó a besar y a chupar más
suavemente impregnando sus labios en mis pezones besándolos con ligeros frotes
y pellizcos los cuales me llenaban más y me estremecían por toda la cama,
pronto comencé a gritar dejando salir de
mi misma.
-¡Si,
si, más, por favor, soy tu perra, lléname más! –le decía determinante-
Mientras que el seguía acariciando mis pechos con sus labios, luego bajo un poco hasta llegar a mi
vientre, el cual comenzó a besar mientras que con ambas manos tomo mis pechos acariciándome
y apretándome suavemente, Jorge empezó a moverse determinantemente, uso su miembro
para excitarme aún más liberando más tención en mi vagina provocándome mayores
orgasmos, mientras que tocaba mis pechos y besaba mi vientre, hacia un par de
cosas con su pene sacando y metiendo primero suave y lentamente hasta convertirse
en llamaradas más rápidas de acción donde introducía su miembro más rápido lo cual
me aumentaba el éxtasis, pronto quería que siguiera más, para finalizar con un
buen toque liberando su descarga de fluidos dentro de mí, sentía como mi vagina
chorreaba de fluidos vaginales por el placer que sentía dentro, mientras más
orgasmos me llenaban la mente de profundas emociones, Jorge llego al clímax llevándome
a mí al extremo donde también toque fondo con un final de pasión mutua, su miembro
eyaculo viniéndose dentro de mi dejando escapar un gran fluido seminal dentro
de mí, el calor de sus jugos se sentía intenso, por fortuna o des fortunio ya
estaba embarazada, el tener sus fluidos seminales dentro no afectaría en nada a
mi nuevo ser, más que para hacerme gozar más de lo rico y caliente que
provocaban sus fluidos dentro de mí, me sentía intensa, caliente y deseada, me movía
a todos lados como una mujer revolcándose en la cama, aun sentía esas apasionadas
llamas de pacer en mi interior provocándome gozar del sexo que acababa de
concretarse, poco a poco disminuyeron hasta que pude quedarme algo más
tranquila, Jorge terminó con unos lindos y suaves besos en mi cuello en el último
umbral de mi impuso orgásmico, finalmente terminamos agotados y dormimos juntos
abrazados debajo de las sábanas el resto
de la noche hasta despertar.
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Me encanto
ResponderBorrarMuy buena historia sige asii
1
Sería buen giro que el alma original del cuerpo estuviera dentro del bebé
ResponderBorrarGenial sigue así. Me encantó lo bien que describes todo, hace que u o se meta más en la historia
ResponderBorrarEstaria genial que hicieras un tipo crossover con la novia compresiva o harás segunda parte de esa?
ResponderBorrarLa historia ya esta terminada, si hay un crosssover pero no con esa historia a ver si adivinan cuál 🤗🤗
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