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sábado, 8 de junio de 2019

“De Ladrón a Madre en 9 pasos” pt 2 -Conociendo mi cuerpo-





“De Ladrón a Madre en 9 pasos”

Pt-2

-Conociendo mi cuerpo-


Al llegar a la casa me asombre de lo linda que era, tenía un jardín muy bonito lleno de flores de las cuales me decían que yo cuidaba mucho y que provocaba tremendos corajes si alguno las dañaba, lo decían con algo de sarcasmo pero yo añadí exclamando una leve sonrisa de emoción, la casa era tan grandiosa como los recuerdos de mi mente me decían, entramos a la casa encontrándome con una hermosa estancia, ni se diga de la sala entre otras cosas que habían dentro de la casa como la cocina y los cuartos, si bien no eran de lujo se puede decir que vivía bien, pasamos al comedor donde ya tenían puesta la mesa para cenar, me habían dado un plato con un filete de pescado al vapor y unas verduras igual de cocidas, poco a poco fui comiendo aunque pronto comenzaron a surgirme ganas de comer algo más con grasa, le pedí a Jorge que me cocinara unas papas fritas, él se miró con mi madre y ambos mostraron una sonrisa de gracia, el cocino rápido las papas para comerlas aunque espere porque estaban calientes, el resto de la noche fue amena, yo comenzaba a sentirme algo más familiarizada y tranquila, aunque mi madre me decía en constantes ocasiones que cuidara mis modales al comer o como me estaba sentando ya que no mostraba una forma educada de portarme, algo que sabía que con los recuerdos de este cuerpo me ayudarían a cambiar, la cena había terminado aunque al final en el momento de comerme las papas sentí algo de malestar en el estómago, poco después al levantarme, pareció haberme dado algo de vértigo el movimiento que hacia ocasionándome algunas nauseas, rápidamente corrí lo más que pude hasta el baño donde entre apresuradamente sin fijarme, levante la tapa de la taza y expulse todo lo que había comido en la cena, el mareo persistía pero mis nauseas ya habían sido saciadas, me sentía mal por haber hecho un acto tan repugnante, limpie la taza, seguido de eso, me comencé a enjuagar la boca y las manos, realice un leve movimiento mostrándome frente al espejo, una vez más admire mi bello rostro ya sin la venda con lo que pude apreciar mejor mi cabello, este era rubio aunque no natural, pero me gustaba como se sentía y resaltaba mejor mi tono de piel, sin detenerme a meterle mano a mi cuerpo regrese de nuevo a la sala, el me mostró una carta donde decía que esta diagnosticada con tres semanas de embarazo, unas lágrimas recorrieron mi rostro mientras que por dentro me sentía feliz y culpable, fue cuando pensé.

-¡Embarazada, estoy embarazada, no puede ser! –decía entre lamentos y emociones encontradas-

Jorge me abrazo alzándome con felicidad, me sentí algo mareada pero me contuve esta vez, los vómitos y los mareos eran la razón por la que estaba embarazada, el saber que estaba casada con Jorge me hizo sentir algo sensible, pero había recordado algo muy importante que había olvidado por recordar ambas vidas en un minuto en ese momento a solas en el hospital, pues era el hecho de que estaba embarazada, no sabía cómo reaccionar ante ello, apenas estaba familiarizándome con mi nueva posición de género como para tener que imaginarme como seria estar todo ese tiempo sufriendo por el embarazo, lo más ideal era decir la verdad y ver la manera de que me ayudaran a dejar este cuerpo embarazado, pero sabía que me tomarían de a loco o de a loca, no obstante el sentirme en familia estas últimas horas además de ver todo lo que ahora tenía me hacían dejar de imaginarme planes para abandonar mi nueva vida, solo me aterraba por dentro el saber que estaba en esa situación tan comprometedora con mi vida, ahora tengo una vida dentro de mí, yo quien antes no era ni siquiera responsable de mi misma vida ahora sería la responsable de dos o de tres y quizás de más vidas, lleve mis manos a mi abdomen como lo había hecho extrañamente en el hospital, comencé a acariciarme sin darme cuenta dejando salir unas lágrimas mientras mostraba una leve sonrisa en el rostro, me había quedado hipnotizada ante la sorpresa de mi bebe, ellos parecían notar que no lo recordaba del todo, pero me explicaron que el doctor lo había diagnosticado luego del fuerte accidente que tuve, quizás provocaría que tuviera algo de amnesia, aunque lo más sorprendente es que haya  sobrevivido de milagro pues para todos los diagnósticos yo ya estaba en el umbral de la muerte, aun así fingí sentirme mejor, luego le pedí una paleta de chocolate fría pues por alguna razón me había surgido el antojo.


Poco después, llego la hora de bañarme, mi madre me dijo que me ayudaría, me sentí algo apenada pero a final de cuentas acepte pues no sabía muy bien que diferencia había en bañarme como mujer a cuando era un hombre, más
bien, tenía días o quizás meses posiblemente años que no me tomaba un baño al estar en las calles robando, la mujer escogió un par de prendas para mí y prosiguió adentrándonos en el baño donde las primeras impresiones fueron bastante gratas, volví a ver mi nuevo cuerpo desnudo, sentía que tenía un cuerpo muy bonito a comparación, había tenido suerte quizás de que el destino me hubiera elegido un cuerpo así para pagar mis errores, salvo al niño que tenía dentro de mí, mi madre también se desvistió, pues se daría de una vez el baño junto conmigo, eso me dejo algo incomoda, pero a la vez excitante pues ahora estaba con otra mujer en el baño, la madre de Laura no tenía un mal cuerpo, a pesar de la edad los años no le pasaban encima, así que intente verme lo menos excitada posible, aunque el agua y el jabón no me ayudaron de mucho, pues con la esponja me tallaba mi madre algunas partes suaves donde tenía sensibilidad, solo me indico como hacerlo tratándome con cariño, para luego seguir yo con mi baño, comencé a pasar mis manos con el jabón por todo mi cuerpo con la ayuda dela esponja, al llegar a la zona de mis pechos comencé a pasar la esponja por mis pezones lo cual me produjo algo de excitación al tallarlos pues al ser una pare muy sensible me encanto la sensación que me produjo en ellos, empecé a manipular mis pechos con mis manos acariciándolos como si estuviera jugando con ellos, baje con una mano la esponja hasta mi sexo, experimentaba grandes olas de placer que sucedían al momento de tallarme mi vagina, sin darme cuenta tenía una mano en mi seno izquierdo y la otra en mi vagina, pronto estaba jadeando, parecía estarme masturbando cuando mi mama me detuvo, yo actué algo asustada al verla pues parecía un poco molesta conmigo, sin embargo solo una pequeña risita.

 -¿Qué pasa mama?, -¡Nada nada, jaja!, es solo que noto que después de este tiempo en el hospital, parece que estas reconociendo de nuevo tú cuerpo, se nota que traes ganas luego de mucho tiempo de no hacerlo con Jorge, ¿verdad?, además, debes de usar este líquido especial para esa partecita mi amor-

La mujer me dejo atónita, sentía pena por haber hecho tal cosa con el cuerpo de la chica, pensaba que al ser yo no debía de importarme hacer cosas con el cuerpo que tenía, debía de aprovecharlo, pero simplemente ante este estado me sentía vulnerable, sin ganas de ser aquella persona maleducada y con las malas intenciones del pasado, estar en este cuerpo me hacía sentir responsable, con instintos femeninos y quizás maternales que provocaban en mi un flujo de emociones aleatorias donde mi yo maligno padecía ante el encanto de la feminidad de esta mujer, luego mi madre comenzó a tallarme el cabello con dos distintos shampoos y cremas especiales para mantener con fuerza mi cabello, esto se estaba convirtiendo en una serie de procedimientos muy extensos y aburridos que tenía que hacer para cuidar mi nuevo cuerpo.


Terminamos el baño y me ayudo a secarme, al igual que la vez anterior, paso con suavidad la toalla mientras me secaba, algunas partes de mi cuerpo se sentían de nuevo sensibles al pasar la toalla por la fricción de esta, trate de no caer ante mis propios estímulos sexuales, tome la toalla y poco a poco aun experimentando las nuevas zonas de mi cuerpo, acariciaba con la fina tela mi delicada piel, luego de eso, me entrego una crema especial para untármela en la piel, pensaba “Otra cosa más que ponerme en el cuerpo”, cuando podre dejar de ponerme cosas que no me hagan caer de la excitación, aun así debía de comportarme si no quería que me descubrieran, algo de provecho que tenía era el que pensaban que había perdido la memoria, aunque más bien, era otra persona la que residía en el cuerpo de su niña, lo único que aprovechaba era que algunos recuerdos que tenía en la mente  de Laura, seguían vivos, pero yo he encargaría de formar nuevos en base a los pocos que ya tengo en base a esta vida, así como de los nuevos que están por venir, mi mama me ayudo a colocarme una panti de color blanca, luego me puse un short corto de color rosa y una blusa de tirantes corta del mismo color, me sentía algo incómoda vistiendo unas prendas algo reveladoras, pero sin embargo hacían lucir muy bien mi figura en la noche, notaba como mis pezones se impregnaban en la tela notándose remarcados, mi madre no dijo nada pues era normal, aun así me sentía algo avergonzada, los colores eran lindos y la tela me hacían sentir más cómoda, luego de eso comenzó a ayudar con el peinado, el cual fue pasando con el cepillo poco a poco dejándolo realmente lindo.


Poco después nos retiramos a dormir, yo estaba exhausta, tenía que dormir pues él bebe debía de crecer bien dentro de mí, me enviaron a la cama donde antes dormía Laura con Jorge, pronto me imagine una serie de ideas que tendría que hacer ahora que dormiría con Jorge, eso comenzaba a parecerme algo incómodo, siendo una mujer tendría que dormir con un hombre, tener sexo con el además de compartir mi vida pues estaba casada con Jorge, me mire en el espejo tratando de eliminar esos pensamientos pues de cualquier forma no tenía salida de esto, era la mujer, mi reflejo demostraba una mujer con caderas y curvas perfectas, unas medidas de pecho bien proporcionadas y un rostro hermoso que envidiaría cualquier mujer así como desearía cualquier hombre, si esta muer fuera mía siendo yo el hombre, no dudaría en casarme con ella y formar una vida juntos, pero el hecho era que esta bella mujer era yo, soltó un ligero suspiro cuando mi madre salió del cuarto y mi nuevo esposo entro para darse un baño, salió unos cuanto minutos después, me tomo en la cama abrazándome pues ya estaba recostada, me comenzó a darme besos en la espalda de cariño los cuales no rechace pero aun trataba de lidiar con sentirme bien pues dentro de mi sentía algo de amor por él, me gire frente a él, este me sonrió mirándome fijamente, yo sonreí, comenzó a acercarse lentamente encima de mi impregnando sus labios con los míos, ya habíamos tenido este acercamiento antes pero esta vez era en un lugar más íntimo, pensé que no tardaría en pedirme sexo o algo parecido, pero solamente me acaricio los labios con un beso y regreso a su lado de la cama para acomodarnos y dormir, le pregunte por qué se detenía a hacerlo, lo cual el me respondió que quizás yo estaría muy cansada luego de todo este tiempo, así que me dejaría descansar un poco para sentirme mejor, la verdad era que no lo notaba, pero luego de un rato mis ojos comenzaron a sentirse cansados bajo la oscuridad mientras veía la luna que se reflejaba en la ventana pues esa noche estaba muy brillante, poco después me quede dormida.


De repente desperté confundida, pero estaba en un lugar distinto, como su fuera sonámbula, me encontraba en mi escondite de siempre, parecía que todo había sido un sueño y en realidad yo aún seguía vivo antes de haber pasado por todo eso, pero la realidad era otra, estaba lloviendo, me encontraba en la alcantarilla de mi antigua ciudad, mire mi cuerpo para saber si todo esto era un sueño, pero mi cuerpo ahora era el de la chica, sin embargo estaba tirada en el suelo encharcado, tenía puesta  mi ropa de calle sucia y maltratada, mi cabello colgaba maltratado en mis hombros, pero sobre todo, sentía algo muy pesado en mi abdomen, como si tuviera una panza grande, pensé que estaba gordo o gorda, levante un poco mis aposentos descubriendo con algo de locura una barriga de embarazada, miraba a mi alrededor sin poder creerlo, estaba asustada, no miraba a Jorge o a mi madre por ningún lado, pensé que mi mente me jugaba una  mala pasada de la cual quería despertar de repente una voz muy familiar resonó entre las tuberías, se escuchaba aproximarse hacia mí, cuando note entre las pocas luces y la oscuridad sobresalía una silueta de un hombre conocido, veía que era yo quien se a parecía entre toda esa maraña, pero no era yo sino más bien mi cuerpo, si vida y desmembrado por el accidente que se notaba arrastrándose en el charco intentando alcanzarme para tomar mi alma y llevarme consigo hasta el infierno, estaba asustada, quería corres para protegerme a mí y a mi bebe, pero la barriga no me dejaba, sentía también las patadas de bebe en mi vientre, sin duda se notaba con una gran avance de crecimiento, intentaba alejarme de mi ex cuerpo que no dejaba de seguirme, un dolor muy fuerte me pego en el vientre, comencé a percatarme de que mi entrepierna escurría como fuente, pues sin dudarlo la fuente se había desprendido liberándose hacia la carga, mi bebe estaba por nacer, en medo de todo ese lugar putrefacto, caí rendida sin poder hacer nada más que patalear y gemir de dolor, sin pensarlo estaba teniendo unas contracciones cada vez más fuertes las cuales me ayudaron a tratar de pujar, paso un poco en el que no me percaté de que mi ex cuerpo seguía arrastrándose hasta llegar hasta mí, me tomo por los hombros acercando su rostro destruido y ensangrentado frente el mío, abrió  su boca como si estuviera tratando de succionarme, comencé a gritar aún más despavorida y de repente abrí los ojos encontrándome con Jorge, este me abrazo pues enseguida me lance sobre de él intentándome sentirme segura.

-Todo fue una pesadilla amor, -¡Él bebe, Jorge él bebe, donde esta!,  mi barriga, ¿qué pasó?, -¡Amor tranquila todo fue una pesadilla!, que bebe, de que hablar, aun no nace, apenas tienes poco de embarazo-

Intentaba reaccionar luego de todo el sueño tan fuerte que había tenido, jamás había  sentido tanto miedo en mi vida, dirigí mi vista hacia mi vientre, comencé a acariciarme desconsolada intentando sentir a mi bebe, pero este aun no tenía ni un mes de gestación, luego de eso, regrese a la cama, aun eran las 3:33 am, faltaba mucho para la mañana así que intente despejar mi mente para seguir durmiendo, Jorge hizo lo mismo cuidándome unos minutos más hasta que yo me quedara dormida.


A la mañana, me desperté algo desorientada, me di cuenta de que aún seguía siendo una chica, estaba por acercar mis manos de nuevo a mis pechos cuando me di cuenta de que alguien pudiera observarme, el cielo parecía ya estar iluminado, mire el reloj y ya eran las 8 am, gire  mi vista hacia alrededor intentando corroborar si había alguien dentro de la habitación, solo estaba yo aun en la cama, no había señales de Jorge hacia que supuse que este se habría ido a trabajar, me levante caminando aun con algo de desequilibro, mis tetas se movían de lado a lado al igual que mis caderas se abalanzaban con forme caminaba, todo esto parecía algo inusual en mí, llegue hasta el espejo donde me vi con el cabello desarreglado, parecía que había salido de un concierto de full metal, tome el cepillo que estaba en la cómoda, lo lleve a mi cabello intentando peinarme como mi madre lo había hecho la noche anterior, sentía muchos cabellos enredador lo cual me dolía cada vez que jalaba alguno, finalmente mire el cabello enredado en el cepillo que se había desprendido al peinarme, me sentí mal pues pensé que había arruinado mi hermoso cabello, pero luego recordé que mi madre en mi otra vida también decía que se le caía  el cabello, tomaba una raja de su sábila para sacarle la pulpa y untársela en el cabello, siempre le funcionaba y le resultaba un cabello más abundante, fuerte y sedoso, pero pensaba hacerlo luego ya con más calma, además de que hasta ahora no sabía si tenía en la casa, pero poco recuerdo que en mi nuevo jardín, el que cuidaba antes Laura tenía una pequeña penca de sábila apenas creciendo, retome la mirada a mis pechos los cuales se notaban con una gran presencia debajo de mi blusa, acerque mis manos a ellas acariciándome poco a poco, sentía una gran presión al hacerlo, mis nervios aumentaban y las emociones se elevaban por la sensibilidad de estos, acerque las yemas de mis dedos pellizcando mis pezones por debajo de la blusa lo cual me provoco soltar un gemido nada discreto, luego de jugar un rato con mis tetas me di cuenta de que mi entrepierna estaba mojada, sin querer había hecho que me viniera, rápido busqué una par de prendas nuevas para cambiarme, encontré el armario de Laura el cual tenía unas cuantas pantis en juego combinadas con sujetadores, un par de blusas y vestidos muy hermosos así como faldas, medias y tacones así como de zapatillas de distintos diseños y colores, mi mente se llenaba de alegría al ver tantos estímulos distintos con los que me imaginaba podría lucir mi cuerpo, rápido comencé a revisar todo mi guardarropa probándome una infinidad de ropa, hasta que termine por decidirme entre un conjunto rojo de sujetador y panti que me quedaban perfectos, elegí un vestido igual de color rojo que hacia resaltar mis curvas junto con un escote no tan pronunciado pero que dejaba apreciar muy bien mis nuevas gemelas, por último y quizá lo peor que pude haber hecho, me coloque unas zapatillas de color rojo igual de tacón alto, poco  apoco comencé a caminar torpemente intentando no caerme lo cual fue un gran fracaso, termine dándome un golpe en el suelo que hizo que mi madre aun sin subir  a verme llegara como su de una carrera olímpica se tratara, o estaba intentando levantarme cuando ella llego asustada, me tomo de la cintura y de los brazos para ayudarme a levantarme, me miro algo extrañada examinando mi cuerpo de arriba abajo.

-¿Qué, saldrás a estas horas, con quién?, -He, no yo no pensaba salir, -¿Entonces, porque tan arreglada señorita?, -No, es que vi toda mi ropa y quise probármela toda, pensé en vestirme bonita hoy, no es solo eso, -Vaya, parce que no te acuerdas el estado en el que estas, da gracias a que Jorge ya se fue a trabajar hace una hora si no se habría enojado mucho contigo-

Las palabras de mi madre fueron duras pero certeras, no sabía lo que estaba haciendo, tener un cuerpo de mujer era demasiado sexy pero difícil para mí, me dijo que debía de cuidarme de no usar tacones altos pues podría caerme como ahora y arruinar mi embarazo, seguido de eso, comenzó a ayudarme  a elegir una buena vestimenta más cómoda para  hoy, me quité el vestido ya si pena delante de ella, tome unas zapatillas más cómodas de piso, me dio una blusa roja no tan escotada y un pantalón de mujer de talla mediana color carmesí, los esta vez me sentía más cómoda conmigo misma, no me mostraba muy exhibicionista pero me veía con un cuerpo en buena forma, me volvió a cepillar el cabello mientras nos veíamos por el espejo, comenzó a preguntarme cosas muy íntimas entre madre e hija, me hablaba sobre mi infancia cuando Laura era una niña hasta sus etapas de la pubertad, cuando tuve mi primer periodo lo cual me incomodo un poco, pero al menos por ahora no lo sufriría en unos meses, aunque pensándolo bien sería mejor que estar en un estado de embarazo como el mío, también me platicó de algunos de los amores de Laura en el pasado, algunos que habían hecho a Laura sentir muy mal, lo cual dentro de mi me hizo ponerme sentimental al recordarlo entre los pensamientos borrosos de ello que aún se encontraban en mí, después arreglamos la cama para bajar a desayunar pues ya eran las 10 am, preparamos algo ligero, un huevo de puras claras con jamón integral, acompañado de un jugo de naranja y unas galletas integrales, todo eso era apenas un festín para mí, pues no recordaba cómo era comer en mi vida anterior, en esos tiempos jamás procuraba de comer algo, ni mucho menos saludable, siempre era vencido por las drogas hasta gastarlo todo en otros vicios como el alcohol, rara vez me compraba algo indispensable como agua o comida, así que no tenía mucho que reprochar, mi cuerpo ahora estaba sano así que esas ideas adictivas no se encontraban abrumándome la mente al no necesitarlas, comí como si jamás lo hubiera hecho devorando todo, mi madre ni se inmuto pues eso reflejaba mi buen apetito respecto a mi estado, luego de eso nos sentamos a platicar de donde nos habíamos quedado el resto del día, también viendo unas cuantas fotos de sus álbumes y por supuesto sin perdernos nuestro programa de chismes de la televisión ni de nuestras novelas en la ultima parte del día, hasta que Jorge llego por es de las 7 pm del trabajo, el tiempo se me había ido volando pero me sentía feliz de volver a ver a Jorge, por otro  lado los vómitos no se olvidaron durante el día, dos veces tuve la necesidad de ir a evacuar todo, seguido de eso, los antojos me envolvieron casi como mis adicciones pero esta vez por nieve de chocolate o fresa que eran mis nuevos gustos, Jorge llego con unas flores por su fuera poco, al verlo me sentí feliz, sonreí mientras él se acercaba a mí con un beso cálido al recibirlo, tome las flores sin meditar micho sonriendo por lo alegre que me hacía, también eran las flores favoritas de Laura, los  girasoles, los cuales también lo fueron de mi madre en paz descanse, eso me hacía recordarla también, pues en aquel entonces yo le llevaba una cuantas veces de sus flores preferida, gire a la cocina para poner mis flores en un jarrón con agua y Jorge me soltó una nalgada cuidando que su suegra no le viera intentando ser juguetón conmigo, yo me quedé estupefacta con la boca abierta de sorpresa, más sin embargo me sentí excitada, voltee a verlo con una mirada seductora esperando que más tarde siguiera con lo que se había quedado pendiente ayer.


Entre los tres preparamos la cena y nos sentamos a comer mientras Jorge nos platicaba de su día en el trabajo, casi siempre mencionaba a una tal Karina, la cual me hacía sentir algo extraña, como si me diera celos o un instinto femenino me dijera que debían de darme celos por es tipa, sin embargo Karina solo era su jefa, una mujer de 45 años que era felizmente casada y con un hijo y sobrino llamado John que parecía quererlo como si fuera un hijo, la mujer había pasado por una gran depresión de la  que salió gracias  a la ayuda de su sobrino y luego con su dinero inicio un bufete de abogados, ella aparte tenía un negocio de gimnasios los cuales le ayudaron a tener una vida muy estable  al igual que hasta ahora, su sobrino John y su esposo le ayudan con todos esos negocios, de hecho gracias a su esposo es que iniciaron el bufete, él es amigo de Jorge pues también gracias  a él es que tiene ese grandioso trabajo como abogado en su bufete.


Terminamos de cenar y Jorge levanto la mesa para lavar todos los trastes, mi madre se despidió de nosotros pues ya estaba cansada  se quería ir a dormir, me dijo que ya había aprendido lo suficiente como para darme yo sola un baño y se fugó directo a su nuevo cuarto en el cuarto de visitas que Jorge le había dado, él me dijo que iniciara yo con el baño pues él era más rápido y quería que ya estuviera lista para algo de amor esta noche, pensé ente mi misma, “Ya, es el momento, por fin ha llegado, Jorge me hará la mujer que  soy finalmente”, bueno, ya lo era siendo una chica pero hasta ahora nunca había tenido ni siquiera sexo con una mujer y  mucho menos con un hombre, “Un hombre me penetraría esta noche, me haría su mujer” –concluí-, me dirigí rápido al baño intentando no correr pues sentí que mi madre saldría de nuevo a regañarme o que Jorge lo haría, me apresure a elegir una nueva pijama, pero encontré entre mis prendas una buena lencería, un babi doll color rosa transparente, me quite la ropa raídamente entrando al baño, prepare el agua en la tina y todos los productos femeninos que tenía que ponerme, intente no distraerme esta vez con los grandiosos detalles que poseía y sin demora salí del baño, Jorge ya se encontraba afuera esperándome, yo aún estaba en toalla así que se apresuró a bañarse en lo que yo terminaba de arreglarme, como era viernes no trabajaría el sábado ni el domingo, así que la noche sería larga.


Me había puesto con algo de dificultad mis aposentos provocativos, al ponérmelo lo hice con naturalidad, coloque bien mis pechos entre las copas del babi doll, mis atributos resaltaba y como si esta fuera una de las últimas ocasiones donde podríamos intimar hasta que terminara el embarazo me senté en la cama esperando tener una noche tranquila ero satisfactoria, Jorge salió del baño, estaba con una toalla cubriendo su cintura mientras que me miraba algo deseoso, notaba como sus ojos recorrían mi cuerpo, me levante para estirarme y pudiera apreciarme mejor, miraba mis encantadoras curvas y mis senos bien puestos formándose en mi escote, Jorge rodeo el cuarto, abrió la puerta como si fuera a buscar algo, cuando se aseguró que todo estuviera en orden cerró la puerta y apago la luz dejando una pequeña luz como de vela para iluminar un poco nuestros cuerpos bajo la oscuridad tenue del cuarto, se quitó la toalla dejando ver su cuerpo, Jorge no era de los típicos chicos con grandes músculos en todo el cuerpo, pero sí que se cuidaba y mantenía su cuerpo en buena forma, en mi mente presentía el porvenir de una noche de pasión, estaba lista para convertirme en toda una mujer, era difícil aceptarlo pero fácil empezarlo, sentía dentro de mi como el calor que fluía por ese hombre me llenaba de felicidad, quizás los recuerdos y sensaciones de este cuerpo me hacían más difícil el negarme a mi destino, no pensaba en negarme, de verdad quería experimentar lo que sucedería.


Jorge me rodeo, me miraba como a una presa, parecía que así jugaban, vanamente lo imaginaba, miraba a mi alrededor ignorando a mi asechador, cuando de repente sentí sus fuertes manos acercándose por detrás en mi espalda acariciándome, subió hasta mis hombros los cuales masajeó unos minutos, luego bajo sus manos hasta mis nalgas donde empezó a darles caricias en forma de círculos, las apretaba y poco a poco me nalgueaba, acerco sus labios respirando tentadoramente en mi oído donde podía escuchar con más profundidad sus respiros y los latidos de su corazón que me indicaban que estaba excitado y deseoso de mí, me sentía como un hombre avergonzado sufriendo por estas humillaciones, yo un hombre siendo ahora una sexy mujer a punto de tener  sexo con otro hombre, parecía que había perdido por completo mi masculinidad, que dirían mis amigos aquellos vagos machistas de la calle, estoy segura que no dudarían en valerles madre y violarme asquerosa y salvajemente con el cuerpo que ahora tengo, pronto, Jorge subió sus manos dentro de mi babi doll, recorría  mi abdomen acariciándome frotando mi vientre asimilando al bebe que esperábamos, me sentía tan bien con esos frotes suaves que me llenaban por dentro con estímulos mas placenteros, poco a poco me hacían sentir caliente, Jorge sabía cómo alimentar a este cuerpo de placer, lamio mi oreja chupando lentamente mi lóbulo donde sabía que tenía un intenso foco de placer, escuchaba sus lengüetazos lamiendo lentamente, los chirridos de su lengua y las  caricias de sus labios me hacían estremecer doblando mis rodillas, me tenía como una presa bien hecha, poco a poco dejo mi oreja para bajar por mi cuello, moví mi cabeza de costado para dejar un mejor espacio y pudiera entrar en mi cuello para que lo besara de mejor forma, sentía como mis pezones se endurecían, hinchándose como dos chupones junto con mis senos, poco a poco el calor estaba llenando nuestros cuerpos, a pesar del aire acondicionado lo sentíamos liberándose desde dentro de nuestros cuerpos, movió sus manos desnudando mis nalgas y mi abdomen, subía lentamente hasta llegar a mis pechos los cuales comenzó a redondear acariciándolos suavemente y pellizcando lentamente con sus dedos mis pezones provocándome un estremecimiento reciproco, luego de un poco de estimulación en mis pechos, subió todo mi babi doll hasta quitármelo, me quede completamente desnuda ante él, me giré viéndolo de frente, sus ojos eran hermosos como de un  color claro y miel, me tomo de los hombros acercándome nuevamente con suavidad pegando sus finos labios con los míos dándonos un apasionado beso que duro unos minutos, me separe  de él aun sintiéndome algo repulsiva, sostuve la respiración un minuto pensando otra vez en lo ya ilustrado, solté un suspiro, mire a Jorge de nuevo a sus lindos ojos color miel mientras que él se preguntaba si me sucedía algo malo, le respondía que no, que solo estaba confundida y aun me sentía indiferente con todo esto, sentí un llamado de cariño y le pregunté si aún me amaba, si le parecía hermosa al estar así desnuda frente a él, a lo que respondió que era la mujer de sus sueños, mi cuerpo era un gran tesoro que amaba al ser su mujer, y lo que tenía dentro de mi vientre era el mejor regalo que a un hombre se le pudiera conceder, más allá de ser una mujer perfecta ante sus ojos, la mujer a la que más ha amado en su vida, sus palabras me hicieron retroceder en mi mente, comencé a aceptar todo lo bueno que como mi aun espíritu de hombre negaba, abrace a Jorge sintiendo sus fuertes brazos, comenzó a darme caricias en mi cabello, me separo de sí mismo robándome otro beso que seguí sin distinciones, recorrió de nuevo mi cuerpo con una mano mientras que con la otra sostenía mi nuca, subió con ella hasta uno de mis pechos el cual comenzó a acariciar y a darle pequeños pero suaves apretones ocasionándome mayor placer, note como su miembro estaba erecto, bajo lentamente colocándome en cuclillas frente a él, lo mire desde abajo con unos ojos bien abiertos e inocentes, mi mente machista de nuevo me decía que no pero mi nuevo yo femenino lo deseaba, tome sus miembro con mis finas manos, comencé a masajearlo estimulado  a Jorge con una leve masturbación, espere el momento indicado y acerque su miembro introduciéndolo lentamente dentro de mi boca, cerré los ojos sin detenerme imaginándome una gran experiencia sexual, poco a poco con mi lengua le daba caricias a  la cabecilla de su miembro, lo cual le ocasionaba pequeños estímulos con los cuales saltaba estremeciéndose por el placer de mis caricias en su ser, con mis labios saque su miembro una y otra vez hasta  excitarlo aún más, rosando con mis labios su pene mientras que dejaba que se divirtiera un poco con ello, antes de venirse, saque su miembro de mi boca dejando que se viniera en mi cara lo cual me produjo algo de asco, aun así, retome su dirección hasta mi boca para probar un poco de su semen, al principio me desagrado pero después sentía como me llenaba con su ácido sabor, me tomo levantándome colocándome en la cama, subiéndose en ella sobre de mi para tenerme en una posición neutral pero dominante, tome un poco de papel en un costado para limpiarme mientras que el besaba mi vientre, las estimulaciones en ella eran placenteras dejándome incluso con ganas de más, pronto dejo mi vientre para bajar hasta mi vagina donde con algo de sexo oral me devolvía el favor de hace un momento, comenzó a  impregnar su labios y su lengua dándome unos besos y lengüetazos que me provocaban un éxtasis como ningún otro, el sexo como mujer estaba siendo mejor de lo que pensaba, mi clítoris estaba expuesto siendo regocijado por Jorge, sentía el rose de su lengua con mis labios vaginales provocándome un pacer incalculable, pronto sentí como mi vagina comenzó a derramar unos fluidos poco familiares, sentía como si estuviera orinando pero solo estaba teniendo más y mejores orgasmos, me estaba viniendo, mi vagina estaba siendo lubricada por ese extraño y espeso fluido femenino que me llenaba por dentro  con una descarga de emociones, dejo de lamerme un poco para subir y darme besos por el cuello y en mi boca, mostraba sus  respiraciones más profundas y rápidas de lo bien que se sentía al hacerme su  mujer, al escucharme a mí misma exhalar respiraciones más profundas y sobresalientes mientras que chillaba por el placer obtenido ante sus estímulos, Jorge sabia como llenarme, poco después, tomó su miembro, comenzó a frotarme con su cabecilla mi vagina y yo sentía como eso era un llamado a que estaba por adentrarse en mí, poco a poco Jorge introdujo su pene dentro de mí, sentía como su gran trozo de carne me inyectaba unas fuertes descargas de placer, ¡Me estaba penetrando!, sentía he imaginaba, ahora era su mujer, era su perra pensaba en forma más vulgar, sin embargo, como si leyera mi mente, se acercó a mi oído susurrándome.

-Eres mi perra, te hare mía, toda mi puta-

Esas palabras me encendieron mas hasta que llegaba a puntos   más intensos dentro de mis orgasmos, Jorge bajo besando con sus labios hasta  mis pechos, los cuales comenzó a besar y  a chupar más suavemente impregnando sus labios en mis pezones besándolos con ligeros frotes y pellizcos los cuales me llenaban más y me estremecían por toda la cama, pronto comencé a  gritar dejando salir de mi misma.

-¡Si, si, más, por favor, soy tu perra, lléname más! –le decía determinante-


Mientras que el seguía acariciando mis pechos con sus  labios, luego bajo un poco hasta llegar a mi vientre, el cual comenzó a besar mientras que con ambas manos tomo mis pechos acariciándome y apretándome suavemente, Jorge empezó a moverse determinantemente, uso su miembro para excitarme aún más liberando más tención en mi vagina provocándome mayores orgasmos, mientras que tocaba mis pechos y besaba mi vientre, hacia un par de cosas con su pene sacando y metiendo primero suave y lentamente hasta convertirse en llamaradas más rápidas de acción donde introducía su miembro más rápido lo cual me aumentaba el éxtasis, pronto quería que siguiera más, para finalizar con un buen toque liberando su descarga de fluidos dentro de mí, sentía como mi vagina chorreaba de fluidos vaginales por el placer que sentía dentro, mientras más orgasmos me llenaban la mente de profundas emociones, Jorge llego al clímax llevándome a mí al extremo donde también toque fondo con un final de pasión mutua, su miembro eyaculo viniéndose dentro de mi dejando escapar un gran fluido seminal dentro de mí, el calor de sus jugos se sentía intenso, por fortuna o des fortunio ya estaba embarazada, el tener sus fluidos seminales dentro no afectaría en nada a mi nuevo ser, más que para hacerme gozar más de lo rico y caliente que provocaban sus fluidos dentro de mí, me sentía intensa, caliente y deseada, me movía a todos lados como una mujer revolcándose en la cama, aun sentía esas apasionadas llamas de pacer en mi interior provocándome gozar del sexo que acababa de concretarse, poco a poco disminuyeron hasta que pude quedarme algo más tranquila, Jorge terminó con unos lindos y suaves besos en mi cuello en el último umbral de mi impuso orgásmico, finalmente terminamos agotados y dormimos juntos abrazados debajo de las  sábanas el resto de la noche hasta despertar. 



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5 comentarios:

  1. Sería buen giro que el alma original del cuerpo estuviera dentro del bebé

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  2. Genial sigue así. Me encantó lo bien que describes todo, hace que u o se meta más en la historia

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  3. Estaria genial que hicieras un tipo crossover con la novia compresiva o harás segunda parte de esa?

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    Respuestas
    1. La historia ya esta terminada, si hay un crosssover pero no con esa historia a ver si adivinan cuál 🤗🤗

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