Los
meses habían pasado, algunos cambios en mi si fueron algo significativos, mis
pezones se agrandaron más por parte de las aureolas, su color se tornó de claro
a un poco oscuro, sin olvidar que mis pechos se hincharon mas estos últimos
meses, también me sentía rara respecto a mis cambios de humor, pensaba que
estaba loca o algo por el estilo, pues a veces
le provocaba algunas escenas de celos incongruentes a Jorge, pero luego lo resolvíamos, también me sentía triste en algunas ocasiones pero siempre terminaba por ser consolada por alguno de los dos o por Karen pero no dé es amanera como piensan, pes ya habíamos dejado a tras eso por un tiempo, las náuseas pararon a lo largo de los meses, ya me sentía algo mejor en ese aspecto pues no podía estar ni un momento tranquila, sin duda eran los peores meses pues entre mas pasaba el tiempo más cambios sufría, mi cuerpo se hinchaba deformándose en algunos lugares, sentía como perdía la figura femenina tan sexy que antes tenía y me gustaba, ahora solo me veía como una mujer promedio, con gorditos en todo el cuerpo, sumado a una panza grande, sin embargo también tenía cosas buenas como el ser más atendida o simplemente pensar en lo hermoso que sería él bebe, ya estaba por el sexto mes de gestación, mis piernas me mataban, se hinchaban a cada rato a lo que me explicaban que era por la retención de líquidos para que mmi bebe tomara nutrientes, mi espalda me mataba ahora con el crecimiento de mi vientre, sumado a los pechos aún más grandes que no paraban de aumentar su tamaño y sensibilidad, a veces cuando no había nadie me tocaba los pechos dejando salir sin querer unas gotas de leche lo cual hacia que me ardieran los pezones pero me excitaba después lo sensible que se hacían, tenía más apetito de todo que antes, inclusive cuando no tenía hambre simplemente veía una cosa que se me antojaba, afortunadamente nada que tuviera que vomitar después.
le provocaba algunas escenas de celos incongruentes a Jorge, pero luego lo resolvíamos, también me sentía triste en algunas ocasiones pero siempre terminaba por ser consolada por alguno de los dos o por Karen pero no dé es amanera como piensan, pes ya habíamos dejado a tras eso por un tiempo, las náuseas pararon a lo largo de los meses, ya me sentía algo mejor en ese aspecto pues no podía estar ni un momento tranquila, sin duda eran los peores meses pues entre mas pasaba el tiempo más cambios sufría, mi cuerpo se hinchaba deformándose en algunos lugares, sentía como perdía la figura femenina tan sexy que antes tenía y me gustaba, ahora solo me veía como una mujer promedio, con gorditos en todo el cuerpo, sumado a una panza grande, sin embargo también tenía cosas buenas como el ser más atendida o simplemente pensar en lo hermoso que sería él bebe, ya estaba por el sexto mes de gestación, mis piernas me mataban, se hinchaban a cada rato a lo que me explicaban que era por la retención de líquidos para que mmi bebe tomara nutrientes, mi espalda me mataba ahora con el crecimiento de mi vientre, sumado a los pechos aún más grandes que no paraban de aumentar su tamaño y sensibilidad, a veces cuando no había nadie me tocaba los pechos dejando salir sin querer unas gotas de leche lo cual hacia que me ardieran los pezones pero me excitaba después lo sensible que se hacían, tenía más apetito de todo que antes, inclusive cuando no tenía hambre simplemente veía una cosa que se me antojaba, afortunadamente nada que tuviera que vomitar después.
Karen
me recomendó ya comenzar a hacer una dieta balanceada, no quería tener que
pasar por dietas donde no comiera como quería pero era lo contrario, me
aumentaban más cosas para poder comerlas, inclusive antojos como dulce o
chocolate, también me ordenaron una cita para todos los días en un gimnasio especial donde haría
ejercicios para mantenerme en forma luego del embarazo, tenía que hacer ejercicios
para poder llevar de buena forma el parto cuando llegara el momento, durante
esos meses me provocaba una serie de malestares que ya quería que parar, aún
estaba por el sexto mes y me faltaban
tres meses más, casi no salía de casa más que cuando tenía que ir a hacerme
exámenes o algunos ejercicios como los que mencionaba.
Tenía
cada semana cita con Karen quien llevaba el control de mi embarazo, por lo regular
iba sola, Jorge nada más me dejaba al cuidado de Karen quine se aseguraba de
masajear mis pechos un rato para relajarme pues veía lo disfrutaba, Jorge y yo
ya no intimábamos desde que paso el tercer mes, inclusive desde que regresamos de aquel viaje diría yo, pro algo quizá es
que estaba molesta en ocasiones, veía mi figura menos atractiva y no quería que
Jorge me dejara por otra o ya no le gustara como antes, todas esas ideas me revolvían
la mente pues aunque ya hubiera aceptado mi nueva vida aun me sentía como el
hombre que alguna vez fui dentro de este cuerpo embarazado.
Luego
de un tiempo tenía que dormir de costado izquierdo, pues tenía que mantener en
buena forma mi circulación, sentía también como mi bebe se movía dentro de mí
con algunos movimientos leves, fue entonces que yo sentía una vida dentro de mí,
no podía calcular cuánto feliz e sentía pues estaba creando algo de verdad sin
tener que ser una mala persona, mi cuerpo era distinto ahora, yo sería una madre,
quería ser una buena madre a la que sus
hijos quisieran tanto como yo he querido a las mías, eso es lo que precisamente
me preocupaba, últimamente en estos meses había notado como mi madre salía cada
mañana, regresaba a medio día casi agotada pero con un aspecto distinto, luego
dejaba de hacerlo un tiempo hasta regresar a la rutina durante una semana, aunque
yo tratara de pedirle una explicación
para sus cambios repentinos ella no me decía nada, inclusive podría jurar que
sus ojos se veían más decaídos, su piel algo manchada y por si fuera poco su
figura se había perdido pues su piel se veía colgada con algunas arrugas en su
lugar, también estaba más delgada de lo normal y en una que otra ocasión vomitaba
lo que comía porque le daban ascos, yo tontamente pensaba que estaría
embarazada igual que yo, pero no se veía igual a mi estado, inclusive era lo
contrario, parecía que su cuerpo entraba en una decadencia abrumante, poco después
había traído consigo unas pelucas que se había comprado, invento estar
sintiéndose vieja y que solo volverse a ver más joven tomando decisiones
extrañas así como rebeldes, usaba lentes oscuros la mayor parte del tiempo y su
cabello parecía ser más la peluca que nada, aun así no podía toarla por sorpresa
pues no podía moverme y si lo hacía me regañarían, el accidente de aquella
ocasión puso en riesgo mi vida así que él bebe podría afectarse si me suceda
algo fuera de lo normal, era lo que más me fastidiaba de todo esto, el tener
que solo estar en determinado lugar o posición sin poder hacer nada.
Dos
meses más pasaron, mi madre se veía más compleja, se notaba nuevamente feliz, su
piel se había vuelto a poner bella, aunque seguía con algunas manchas en todo
su cuerpo, no era una mujer tan vieja para aparentar esas malas condiciones en
su cuerpo, pero ahora solo se veía disfrutar de su vida junto a mí, me abrazaba
y me daba consejos como si fuera la última vez que me veía, yo no quería
asegurar nada malo pero cada vez más me convencía de que algo no estaba bien
con ella.
Siendo
este el octavo mes, era cuando más me ordenaban estar en casa o en reposo,
ahora Jorge me acompañaba a mis clases de yoga para poder estar en pareja
preparados para el embarazo, poco a poco fuimos a algunas tiendas para comprar
cosas para él bebe, Karen y mi madre me acompañaba en ocasiones mientras que solo iba con Jorge
en otras, ese hombre era un sueño cumplido para cualquier mujer, me había
ayudado bastante estos últimos meses reponiendo nuestra situación, la relación iba
mejorando de nuevo, las peleas tontas habían cesado, pues entendía que era por
mi tonto complejo de embarazada que me ponían neurótica por todo, ahora solo
estaba feliz, comprábamos un innumerable cantidad de cosas para él bebe
levándolo a casa armando el cuarto entre otras cosas para él.
Las
noches eran lo peor pues casi no podía dormir y estaba desvelada en el día,
Jorge me ayudaba o me consentía calientemente
masajeando mis pechos provocando una senilidad inmediata en ellos lo cual me
excitaba, era lo poco o mucho que podíamos hacer para complacernos mutuamente, también
acariciaba mi vientre hinchado para suavizar los dolores el cansancio, algunas veces sentía las
pataditas del bebe las cuales me hacían sonreír aunque algunas otras me sacaban
gritos por lo fuere que eran, yo prefería que fuer aun secreto el sexo del
bebe, quería que todo fuera sorpresa para todos así que Karen nunca revelo la
identidad de género del bebe, en ese momento me ponía a pensar que mi hijo sería un futbolista, nunca lo había
pensado pero quería que fuera un hombre, educarlo de la manera que mi madre me educo a mí pero esta vez
vigilando que cumpla con ser un buen hombre, aunque claro con una vida como
esta es muy difícil que una persona caiga en la delincuencia, también imaginaba
que de haber tenido una vida mejor en
aquel entonces como hombre hubiera querido ser un padre tan bueno como lo será Jorge con nuestro hijo o hija.
Pasado
unos meses mi embarazo tenía un gran avance, me sentía lista para que llegara
el hermoso momento de ver a mi nuevo
hijo tenía bastantes inquietudes al respecto pues me daba miedo que le pudiera
pasar algo al nacer o que padeciera de alguna enfermedad, también me aterraba
el hecho de todo lo que iba a sufrir al momento del parto, los dolores para mi ahora ya eran un gran problema con
las pocas contracciones además de los dolores que sentía por dentro ya que él
bebe se movía, a pesar de todo sentía que mi bebe era tranquilo, poco apoco Karen me ayudó a organizar una fiesta,
ella le llamo babi shower, era algo que no sabía que las mujeres hacían cuando
estaban por nacer sus hijos, pero la idea de tener una fiesta mara mi misma y
mi bebe me llenaba de alegría, al evento acudieron algunas de nuestras amigas a
las que ya recordaba gracias a todo lo que logre aprender en este tiempo,
algunas las trataba con mediana intensidad que otras pues para mí era nuevo conocerlas,
cada vez me llenaban con mas, mejores y más bonitos regalos, todas me abrazaban
y me llenaban de cariño, jugamos a algunas cosas ligeras para que no me agotara
o pasara algo, más haya de divertirme sentía
que me agotaba más, todas me habían felicitado esperando a conocer a mi
bebe, me regalaron diferentes cosas entre varios colores a elegir y tamaños
pues no había dado veredicto final del sexo de mi bebe, aunque no dudo que
Karen les haya mencionado tan solo para no ser su gasto en balde, mi madre había
asistido a la fiesta, se había divertido tanto como nosotras pero al poco
tiempo decidió retirarse a descansar, dejó el jardín regresado a su cuarto,
Karen me miraba al notarme triste por mi madre, pero no quería decir nada para
no afectarme aún más a mí y al bebe, así no la perdonara en mucho tiempo pase
lo que pase.
Unos
días después, estaba sentada en la sala, mi madre estaba conmigo platicando de
algunas cosas, Jorge estaba en el trabajo, me dolía mucho la cabeza, me sentía algo mareada, sentía una
presión extraña dentro de mi e inclusive llegue a pensar que el be e estaba por
nacer, sin embargo aún no presentaba los síntomas y mi madre solo dijo que
debíamos estar a alertas, paso la tarde algo extraña, esta vez algo extraño
pasaba, me sentía muy sentimental, recordaba todo lo que había pasado durante
estos últimos meses, el amor que ahora le tenía a esta bebe y a esta familia,
el gran camino que todo esto ha sido para mí desde que desperté en el cuerpo de
Laura entre otras cosas, recordé el rostro de mi madre imaginando como ella
estaría frente de mii con lágrimas en los ojos viendo como me he convertido en una gran mujer y futura
madre, eso me causaba más tristeza aun pues peculiarmente como sabría que ahora
soy una mujer, cómo lo tomaría y si estaría feliz con ello, quizás siempre quiso
una mujer para que no le causa tantos
problemas como yo, aunque igual la chica en un estilo de vida así se hubiera
ido por las malas andadas como salir violada, salirse a fiestas sin control
donde fuese abusada o en malos pasos como las drogas, si no es que terminara
por negarla como familia en busca de alguien millonario, muchas veces pasaba así
al menos en las novelas fijaba yo.
Jorge
regreso, estaba feliz, aunque algo cansado, entro saludándome con un beso y
unas caricias en mi cabello y mi vientre, mostraba su gran sonrisa de siempre,
nos incorporamos a la mesa donde disfrutamos de una rica cena, estaba feliz
pues ya no vomitaba ni me sentía mal por nada de lo que comía, él nos platicaba
algo que me dejo pensando en todo de nuevo, esta vez el pánico invado todos mis
sentidos.
Karina
la jefa de Jorge, había invitado a dos de sus compañeros a un curso algo
peculiar decía el, los llevo con un psicólogo de su confianza, la mujer llamada
Vanesa y el chico de dos años casi mayor que ella llamado Carlos, paso el fin
de semana hasta que ellos regresaron al trabajo, ambos se veían realmente
extraños, cada uno se portaba de distinta manera, casi asegurando que no eran
ellos mismos, inclusive que habían intercambiado personalidades, esto
finalmente fue resuelto al escuchar como cada uno peleaba por el cuerpo del
otro, mas haya de escuchar a Karina para dejar sus diferencias a un lado, Jorge
presenció la discusión poco después Karina le explicó todo a Jorge, pues ya sabía
de su situación con su sobrino, lo verdaderamente revelador fue que aseguraba
ser su sobrino en el cuerpo de su tía y que sus compañeros también habían cambiado
de cuerpo por así decirlo, Jorge comenzó a cuestionarse mucho eso pues le
parecía raro que un hombre ocupara el cuerpo de una mujer y viceversa, eso me
dejo pensando que si el supiera la verdad de mi inmediatamente me botaría
despreciándome, pero también nunca lo había pensado hasta esto punto, decir la
verdad, ¿me creería?, ¿me despreciarían?, ¿me seguirían queriendo igual o menos
que antes?, igual no me sentía muy satisfecha ocultando mi verdadera identidad,
siempre he querido tener a alguien en
quien confiarle mi secreto, pero como nunca sospecharon de mi dado a la supuesta pérdida temporal de
memoria todo siguió en orden, Jorge decía
culmino con que incluso, Karina le propuso cambiar de cuerpo con ella o
que lo hiciera conmigo para saber que sentía o dejarme descansar un poco del
embarazo, lo cual él se negó rápidamente teorizando todo como una tontería
aunque con algo de respeto por su jefa quien ya sabría diría eso, solo le quedo
más que aceptarlo y seguir ambos con sus tareas del día.
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