Para que no te quedes con el antojo

Alberto se agacha y toma unas galletas del mostrador, las agarra, pone una cara de tristesa y dice: 

-Tengo tantas ganas de unas galletas, lastima que no tenga nada de dinero.

En eso se ve llegar una niña al pasillo y le dice:

-¿Si quieres yo te las compro?

-Disculpa te escuche

-Para que no te quedes con el antojo.

Alberto le contesta sonriendo:

-¨¡Enserio!

-¡Muchas gracias!

La niña le responde:

-No es nada, me llamo Felipe, pero gracias al caos universal termine en el cuerpo de mi vecina de 7 años.

-¿Y tu como te llamas preciosa?

Alberto le contesta:

-Me llamo Alberto.

Felipe confundido dice:

-¿Alberto?

Se ve a los lejos una mujer llegar al pasillo gritando:

-Por eso nunca me gusta traerte al super, siempre se te antoja todo y si no te lo compro le pides a las personas a que te lo compre.

Alberto deja las galletas del lugar de donde las había agarrado y le dice a la mujer:

-Perdón mamá.

La mujer le dice a Felipe.

-Perdón nena, mi hijo es muy goloso y travieso.

La mujer se acerca a Alberto y lo agarra de su mano y se lo lleva del pasillo arrastando, mientra Alberto refunfuñaba; Felipe tan solo vio como se iban después de haber hecho una escena tan extraña; estas escenas se volvieron muy comunes gracias al caos universal.

Gracias al caos universal Alberto de 10 años termino en el cuerpo de Ruby, una maestra de zumba de 32 años; Martha mamá de Alberto término en el cuerpo de Lily una chica de 25 años que iba a las clases de Ruby. El caos universal sucedió cuando Ruby estaba dando una clase de zumba y Lily atendia a la clase Ruby; mientras que Martha alistaba a Alberto para ir a la escuela.