Asesino

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La pobre chica temía asustada, esa tarde se encontraba sola en casa, sus padres habían salido a una fiesta de negocios en la ciudad y  no llegarían hasta tarde, ella había pasado días temiendo lo peor gracias a su modesto vecino, quien cada vez que pasaba y le veía le mostraba un cuchillo pasándolo por su garganta ilustrando con tono macabro el cabo de su muerte, esto no lo tomaron con tanto interés sus padres quienes solo decían que era un pobre viejo abandonado por su familia y seguramente quería asustarle, pero algo sentía ella que no estaba bien, sabía que ese día vendría por ella justo cuando sus padres no estaban, tenía el celular en la mano esperando lo peor para llamar a la policía de inmediato, de repente tocaron “Tin, Ton”, sonaba el timbre, la chica entro en pánico, miro por la ventana de su cuarto esperando a ver a otra persona que no fuera el señor de enfrente, pero no fue así, justo en la puerta se encontraba el, ella no quería salir a recibirlo pero este insistía y esperando a que trajera un cuchillo escondido llamo a la policía, luego de ello regreso a revisar por la ventana y este no estaba, quizás lo había ahuyentado con llamar a la policía, se sintió algo más tranquila.

Bajo a la sala a ver algo de televisión un rato a la espera de la policía, pues ahora había armado un gran alboroto para nada, estaba tan augusto cambiando de canal cuando unos brazos la tomaron  por detrás, en una de las manos tenía el famoso cuchillo que tanto temía y reconoció al instante, -¡No, no déjeme, no me mate por favor, nooo! -gritaba la chica asustada-, el hombre con  un gran silencio y sigilo tomo el cuchillo clavándolo en la garganta de la bella chica, esta pronto comenzó a expulsar una especie de humo con lo que se desplomaba en el suelo, miraba al hombre frente a él, su enemigo había actuado rápido pero lo raro es que no sentía que estuviera muriendo, solo un pequeño piquete en la garganta mientas que notaba como sus sentidos desaparecían y su vista se nublaba hasta perderse por completo en la nada, tocaron a la puerta “Tin Ton”, -¡Somos la policía señorita Hernández, se encuentra usted bien!, la bella chica abrió la puerta, si señores estoy muy bien perdón la molestia sufro algo de esquizofrenia perdón por llamar soy tan estúpida, -No se preocupe señorita, bueno que pase linda tarde, la policía se había ido y la chica sonrió, se fugó al baño se despojó por fin de su ropa y con aspecto siniestro frente al espejo empezó a tomarse lindas fotos.