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"¡UNETE A MI PATREON!"
¡Viernes de Saga Caps!
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1-
Diana se preparaba para el trabajo, se había
levantado muy emocionada por disfrutar este día, se levando estirándose y
acariciando su cuerpo con cada roce suave y sensible de su piel, descubrió su
cuerpo de su pijama color rosa quedándose al desnudo, abrió la llave de la
ducha para que esta comenzara a calentarse mientras que ella preparaba su vestimenta
y su desayunó así sin pensar en el fresco del aire que recorría con
sensibilidad todo su cuerpo, pues más allá de eso parecía disfrutarlo, una
llamada al teléfono sonó molestándola, -Oh, de nuevo esa mujer –contestaba-,
-Hola, hija, escucha sé que estas bien, pero algo ha cambiado en ti últimamente
–decía la mujer con una voz temblorosa-, -Mama, ya basta, me tienes harta tengo
que ir a trabajar –gritaba Diana colgando, la chica se dio la vuelta desconectando
el cable del teléfono, regreso a su habitación y se metió a bañar, paso un
tiempo de calidad consigo misma y luego se salió directo a su trabajo, en la
calle se sentía algo temerosa, miraba por todos lados notando a la gente mirarla
y a algunos hombres que presentía sospechas, esa era la paranoia que día a día
embargaba su mente y cuerpo por miedos que había sufrido durante su vida, el señor
Ramírez le saludaba como cada mañana cuando la vea irse al trabajo, sabía que
la chica era perseverante y le encantaba el estudio, para él era un ejemplo de
lo que debían de ser los jóvenes ahora, su trabajo apenas le ayudaba a
mantenerse, le hablo dándole la mano pero la chica que antes le sonreía se fue
directo ignorando su mano, el hombre quedo algo confundido pues su joven amiga
siempre le saludaba con afecto, Diana se quedó parada un momento y luego se dio
la vuelta mirando al hombre algo triste, -Lo siento Don Ramírez, estoy algo
estresada por el trabajo, pero regresando en la tarde le preparare un rico café
como le gusta, el hombre sonrió algo confundido, a él le gustaba el helado de
chocolate y ella siempre le traía de su nevera uno para comer con ella y
discutir sobre economía y política, la chica siguió hasta el trabajo pasando el
día en oficina, todos sus compañeros la
notaban rara pues parecía ver todos con sus ojos una y otra vez a analizando el
lugar como si fuera nueva en ello, también notaba como los miraba uno a uno
analizándolos de pies a cabeza, Paola su mejor amiga la sentía extraña pues
ella siempre la iba a saludar primero que a todos, era un trabajo modesto sin
mucha paga pero algo de lo que ella decía disfrutar hacer, las notas eran escasas y poco publicadas, pero
ahí estaba ella, salieron hasta tarde terminando algunos apuntes y la acompaño
hasta la parada del camión, no le mostro mucho interés a Paola cuando ella le
explicaba su tristeza por el rompimiento con su novio, Diana solo le sonrió y
le dio un abrazo de lamento, pero ella en verdad solo veía sus tetas y Paola lo
notaba con algo de intención de su parte, Paola la dejo irse pero entendía que
las cosas no estaban del todo bien con ella, Diana estaba por tomar otra ruta
cuando recordó su cita con el hombre de la mañana, miro su reloj, saco un
pequeño papel del bolsillo de su falda y exclamo con estrés, -Bueno un rato más,
mañana tengo una la siguiente tengo una cena importante, Diana regreso a su
hogar, el hombre la saludo pero ahora ella lo abrazo con mucha intención, ella jamás
mostraba tanto afecto al menos no de buenas a primeras, el hombre pensó que
quizás estaría en uno de esos días así que mejor guardo la discreción, bebió él
te que le había dado, aunque ella le prometió una taza de café, comenzaron a
hablar de algunas cosas aunque nada del que recordaba hablar siempre con ella, parecía
hablar más de cosas de mujeres como si ella le tuviera toda la confianza para saberlo,
la chica se despidió, entro a su casa y salió una hora después con un maletín
en mano y cerrando fuertemente con llave, el hombre la miro desde la ventana de
su casa tratando de no ser visto, la joven miro a todos lados y simplemente siguió
su camino con una extraña uy perturbadora sonrisa en su rostro, ya estaba
oscuro, ella le tenía miedo a salir tarde de noche pero el hombre solo lo dejo
pasar.
2-
Fernanda llegaba al consultorio, la
mujer de 32 años lucia provocativa con su vestuario de enfermera, aunque lucia más
como una especie de sexo servidora, entro contoneándose una y otra vez
mostrándose seductora para dos de los hombres pacientes de su jefe, estos se quedaron mirando a la mujer con buenas
caderas, esta entro con el doctor quien rápidamente le daba indicaciones,
la mujer solo se giró iniciando la
entrada de uno de ellos, cuando se giró el doctor noto una leve marca de arrúas
en su cuello, como su piel estuviera mal acomodada o colgando, -Señorita
Fernanda, ¿le sucede algo? –preguntaba el doctor ciscado-, -No doc., para nada
todo perfecto, me encanta mi trabajo, ¿no es otro día lindo acaso? –le respondía
tratando de no ser descubierta -, -E, si lo es y cómo te fue estos días, tu
mama se encuentra bien?, -¿Mi mama?, ¡ha, sí, mi mama!, si está bien doctor, solo
fue un mareo, se calló pero ya está mejor gracias por preguntar –le decía
aventándole un beso, de pronto un paciente entro, el señor Pablo, un hombre de
45 años con obesidad, estaba punto de cruzar la puerta cuando Fernanda se topó
en su camino, la mujer estampo sus pechos contra el hombre quien se quedó algo
excitado con la hermosa jugada que el destino le había dado, la mujer pareció
no importarle siguió su con su labor cerró
la puerta y comenzó a catalizar al hombre mientras el doctor lo atendía, el
docto la miraba extraña, Fernanda siempre armaba un escándalo si alguien le
miraba siquiera las tetas, además parecía vestir un una lencería provocativa,
pero lo dejo pasar pues le encantaba la vista, al terminar el día la mujer salió
sin despedirse, el doctor se quedó pensativo, pero lo dejo pasar, la mujer
caminaba de regreso a su casa, aunque era
distinta a la que Fernanda acostumbraba, comenzó a tararear una canción
algo extraña, se metió a la casa y cerro fuertemente con llave, poco después
una mujer muy bien vestida salía de la casa, camino hasta un auto del otro lado
de la calle y se fue directo al centro donde se encontró con un hombre en uno
de los restaurantes más finos de la ciudad,
se dieron un beso y poco después el hombre la subió a su auto llevándola
a su departamento, ambos pasaron una noche seductora llena de sexo, donde el
mas afectado por la calentura de la noche
fue el hombre, Max, un chico de 27 años líder y empresario juvenil exitoso
había invitado a su nueva novia a una cena peculiar luego de conocerla, le
había encantado pues siempre lucia muy hermosa y femenina, como un sueño y un
encanto de mujer que nadie tenía, por fortuna él la había ganado, pero los últimos
meses parecía no ser igual como al principio, se desaparecía cierto tiempo y
cuando la invitaba a cenar regresaba como si nada, excusándose de muchos
deberes en su trabajo, le hombre se quedó mirándola un rato más y se quedó
dormido mientras que ella descansaba en sus brazos, al día siguiente, Max se
encontró de nuevo solo en su habitación, la mujer había recogido sus cosas
para irse de nuevo, no era una relación
tan normal, pero entendía que debían dejar su vida amorosa en secreto para las
malas lenguas de la sociedad.
3-
Alejandra, había faltado al trabajo la última
semana, su jefe estaba desconcertado, pero por ser una buena empleada y sobre todo una muy bonita la dejaba hacer lo
que quería aunque eso le afectaba a todos los demás, aunque esta vez sí era de preocuparse, la mujer asesora
de ventas llego empoderada, camino hasta la oficina de su jefe sorprendiéndolo,
se giró alrededor de él inclinándose
sobre su escritorio dejando su escote abierto para que el hombre la viera, se acercó
un poco más y le dio un beso, el hombre se quedó inmóvil pero suspiro, se alejó
un poco de ella pues se sentía algo tímido, Alejandra nunca se había insinuado así
para con él, inclusive parecía ser una
mujer recta a pesar de su belleza, tenía miedo de que ella reaccionara mal si
le insinuara algo indebido, no quería problemas con su mujer, -Oh, Ale, no tenías
que hacerlo, si tienes problemas solo dilo, yo no quería que tengas mas por mi
culpa y de igual forma no quiero engañar a
mi mujer, -Pero John, esa mujer desaprovecha mucho su cuerpo, sé que te
encanta pero no te complace, no sería mejor me dejes a mi ayudarte a darme un
ascenso, la dirección de la compañía podría ser mía si me dejaras arte lo que
quieres –le decía la sensual mujer, para John ese comportamiento no era el de
su empleada del mes de siempre, pero solo trataba de tranquilizarse, no quería
problemas con su esposa, mucho menos un divorcio ahora que estaba tan bien la compañía, -Lo
siento hermosa, pero amo a mi esposa sería incapaz de engañarla, ella podría arruinarnos,
dejaría mal parada la compañía, la mujer
se sentó abrió las piernas, algo furiosa, -Seguro que no quieres esto,
bueno, podría hacer algo mejor, pero deberás esperar hasta esta noche, quizás
te guste –la mujer se despedía con firmeza, caminaba sensualmente contoneando
sus caderas, lucia como una mujer más dura y más segura de poder, en su oficina
llamo a la asistente de su jefe y le pidió que le dierá la agenda de su esposa, ella si problema le
dio los datos, -Así que la partida de póker con tus amigas es, bueno, gracias
Jess, -la mujer le agradecía, termino unas cuantas ventas y salió temprano, tomo un maletín extraño, se dirigió a un
centro nocturno de la ciudad, la mujer entro y comenzó su cacería, noto a la
gran mujer en una de las mesas cayendo entre risas con algunas de sus amigas,
casi a lo lejos escuchaba como se reía de su marido, derrochando su dinero,
ella sabía que le tenía miedo, simplemente miren como se mostraba esa mujer,
quien lo tenía todo sin problema, se metió al baño con su maletín, de pronto Mónica
entro al baño, la mujer estaba algo mareada de tanto alcohol, se arregló un
poco para llegar a su casa pues su marido ya la esperaba, de pronto, una chica
joven con sonrisa angelical sabio de una de las cabinas del baño, le sonrió
asegurando la puerta de la entrada del baño y la rodeo por detrás, aprovechó un
descuido de ella por lo mareada que estaba, la sostuvo por la espalda
intentando no ser vencida por su peso y agilidad se aseguró de marcar una línea
firme con su daga, la mujer no pudo decir
nada, pues si bien apenas la cortada era profunda sus cuerdas vocales dejaron
de funcionar, pronto la mujer cayó al suelo mirando a la dulce chica, sentía su
garganta ardes y poco a poco con pánico miraba sus extremidades fundirse en el
suelo como una especie de masa, la mujer sintió la muerte y pronto su cuerpo
estaba tirado como un simple saco de piel sin huesos, sin carne, sin órganos ni
viseras algunas, la chica sonrió, saboreo con su lengua la daga quitándole la
sangre derramada y se preparó para el resto de la noche.
4-
Mónica regresaba a la mansión, su esposo
la estaba esperando como siempre a altas horas de la noche, sus hijos estaban
dormidos, los menores dormían para la escuela mientras que John la esperaba
para atenderla, -Mónica, en donde estabas, siempre es lo mismo, la mujer se acercó
y con ternura le impregno un beso en su
mejilla, le sonrió gentilmente tomándolo de la mano y lo llevo hasta su cuarto,
cerro la puerta con seguro, le comenzó a
ver cálidamente mientras que el solo se dejaba llevar, extrañamente su esposa
hacia eso, tenía muchos años sin provocarle como antes cuando todo era juventud
y amor entre ellos, la mujer sintió su erección y pronto bajo los pantalones
liberando su miembro comenzando a lamer y a besar, le miro desde abajo y subió
para terminar de desnudarlo, sentía lo caliente que su él estaba por el placer
del momento, se giró hacia la cama, lo miro de frente tomando las orillas de su
gran saco abriéndolo y dejándolo caer mostrándose sexy para él, con una
lencería ajustada sin ropa ni escusas, -Ven amor, no me deseas, no quieres todo
esto para ti –decía la exuberante mujer, el hombre la tomo despojándola de sus intimidades,
pronto quedo expuesta y sintió la carga de placer en su entrepierna, era una
gran mujer para dejar todo eso en la nada, fue embestida por su esposo y pronto
obtendría más que eso por recompensa, se giró montándolo ahora a él desde
arriba, se impulsó unas cuantas veces más para ayudarlo usando su vagina y se recostó
sobre de el para dejarlo terminar dentro de ella, se acercó a su oído y exclamó,
-No te olvides de darle ese ascenso a Alejandra mañana, el hombre abrió los
ojos del miedo, esta seguía pujando mientras que su miembro eyaculaba en ella,
lo tomó como una muestra de su afecto y sabía que no habría problema si pasaba
algo con ella, la mujer le sonrió y le dijo que se fuera con ella un fin de
semana entero, el hombre la dejo echándose a dormir, al día siguiente su mujer
parecía como si nada, se lento telliz de la cama y corrió a darse un baño para darle
un desayuno a su familia, una vez que todos se fueron a sus deberes, ella se quedó
sola, se arregló muy sexy como la noche anterior y salió de su casa, condujo
hasta el trabajo de su esposo y se metió al edifico cambiando de piel una vez más,
Alejandra salo del baño con su maletín en mano, se dirigió a la oficina donde
sus compañeros la esperaban de nuevo con su retraso de horas y con una fiesta
sorpresa que su jefe ahora socio le daba de bienvenida por ser su nueva socia
directora de la empresa, Alejandra sonrió y felizmente le entrego más tarde un
regalo por agradecimientos a su nuevo
socio, salió de la oficina, regreso a su propio auto y le mando un mensaje a su
nuevo marido y socio, “No me esperes que me fui de viaje unos días”, John miro
el mensaje sintiéndose algo molesto, pensaba que lo del engaño en realidad
había sido para él, sabría todo sobre su
pequeño trato y relación con
Alejandra y le iría muy mal los siguientes días si no es que meses,
regreso a la casa confundido encontrándose el auto de su esposa pero ordeno se
lo llevaran, pensó que quizás ella no querría
nada del pues por algo se puso tan feliz la otra noche.
5-
Alejandra se estacionó una vez más en
frente de la casa en la nada, salió del auto entrando a la casa, pronto un
hombre en traje con una capa y un sobrero negro salía de ella, llevaba un
maletín en mano, se subió al auto y condujo hasta el centro a altas horas de la
noche, se encontró con una de la sexo servidoras de la calle, una de ellas casi
le ofrece subirse a cambio de su miembro y unos cuantos pesos, pero este se
negó, siguió hasta que encontró a una pobre chica un poco más joven, parecía preocupada,
pero su inocencia le aturdió, la subió a su auto llevándose la lejos, la miraba
de pies a cabeza, parecía ser solo una de las piezas que faltaban en su
colección, la levo hasta su casa donde nadie sospechaba, ella entro
invitándola a comer algo de aprecio, la
chica suspiró miraba todo con encanto pensando que quizás sería el hombre que
la salvaría del infierno, comió con delicia hasta que dejo el plato limpio, el
hombre le ofreció una copa de vino, al cual ella dedujo que sería el momento en
que la violaría, bebió de la copa sin sentir nada aun, se quedó tranquila un rato mientras que el hombre leía un libro,
hasta que ella naturalmente se quedó
dormida, al día siguiente Karen salía de la extraña casa, parecía no
notar nada diferente al día anterior, siguió su camino contoneándose por la
calle cuidándose de no ser muy expuesta en la avenida, subió a un camión donde
varios hombres la acosaron y le silbaban mientras que las mujeres la miraba
como vulgar e indecente, comenzó a mascar chicle y dejo su goma en el cabello
de una mujer que parecía mirarle con desprecio, quizás ahora se quede calva
pensaba riendo, salió del bus no sin antes ser manoseada por las manos de algún
hombre, caminó unas cuadras hasta legar a un edifico algo sucio, subió las
escaleras llegando a su nuevo departamento, se encontró con un cuarto sucio y
mal oliente, con pestes así como de algunas cuantas ropas en desorden, intento
ordenar todo como una verdadera señorita y se preparó para una nueva aventura esta noche, un estruendo
resonaba en la puerta, -¡Maldita puta donde estas!, -gritaba en casero y dueño
de la tipa, pronto entro impresionándola mientras se vestía, la tomo por el
cuello y la embestía, la penetro fuerte y la dejo desvalida, pero algo parecía
que le excitaba más haya de perturbarla, el hombre se indignó, le encantaba
verlas sollozar pero no disfrutar, la chica levantó la cara con algo de lágrimas
por el dolor y le sonrió, saco un fajo de billetes de su bolso y lo entrego al
hombre, este sonrió, le había sacado una fortuna a sus últimos clientes pensó
al menos, la levanto dejándola arreglarse, había obtenido un nuevo asenso, le
dio una cita con sus mejores clientes y la mano al trabajo por las calles más
finas del centro, Karen caminaba algo entusiasmada, su nueva vida le parecía una
desgracia, pero una muy excitante, un auto de lujo se estaciono en la parada,
pronto lo reconoció al instante, este abrió su ventana, la chica miro dulce y gentilmente,
el hombre era su novio o al menos el novio de Alejandra, sonrió y subió a su
auto, el chico la beso en el cuello y
después condujo mientras que ponía su mano en su entrepierna acariciando
suavemente, la intensión le excitaba y la presión le seducía, llegaron hasta lo
que era su conocido apartamento, se fugó
a la cocina como en automático sacando dos cervezas Heineken de la nevera, el
chico parecía asombrado, como es que lo sabía, pero la chica no respondió, abro
las botellas con agilidad y ambos bebieron hasta terminar ente besos y
caricias, la penetro dulcemente recordando como penetraba con dulzura a
Alejandra, pensaba por dentro que esto era un engaño muy cruel de su parte,
pero ahora no podría juzgar pues tenía que hacer su papel de la ramera.
6-
Termino dentro de ella y sorbió el final
de su botella, el chico se recostó respirando con presión, le había fascinado
el sexo con la chica, parecía que le entendía como si tuvieran tiempo de
hacerlo, la miro sonriéndole analizando aun su fisonomía, la chica se levantó
yendo a la cocina por otra cerveza y le obligo a tomar de ella, el chico
fascinado pensaba que ella misma se amarraría, pronto sin control quedo inconsciente,
la chica llamo a una de sus colegas quien llego al lugar de inmediato, una
chica inexperta pero segura para el trabajo, era joven y nueva recién raptada
de la escuela, entro sin demora tratando de no llorar, la chica le sonrió, camino
hacia ella, le coloco su dedo en su mejilla acariciándola, -Oh, tu eres más
niña de lo que creía, le tomo de la mano llevándola hasta el cuarto, miro al
hombre inconsciente y con duda intento girar hacia su amiga quien rápido la
tomo por la espalda clavando su daga en el cuello de la chica, esta no logro
analizar la situación y pronto se quedó sin vida en el cálido suelo de alfombra
del cuarto, miro por última vez al chico, -Ay, Max, yo pensé que eme amabas,
quizás es mi culpa, por dejarte tanto tiempo a solas, pero bueno que quiero
hacer, esto será divertido no lo crees, la chica levanto su cuerpo con trabajo,
comenzó a colocarle la piel de la chica transformándolo de inmediato en ella
misma, -Luces tan sexy y tierno Max, o quiero decir, Dani, o dulce Dani, la
chica la levanto con algo de trabajo, la llevo aun dormida hasta el auto del
chico, mientras conducía hasta el edificio de su jefe, -Mi amo, aquí le traigo
a esta, se quedó borracha por culpa del cliente e esta noche, le pago una
miseria, pero creo que es justo es que
mañana pague con los hombres más cochinos y perversos por su mal servicio, -Es
cierto, que listilla me saliste mi princesa y eso que hace dos semanas ni querías
ganarte unos pesitos por dejar que
jugaran contigo, le hombre le acaricio su babilla le produjo algo de cosquillas
pero se mantuvo, pensaba en si hacer lo mismo con el hombre tan perverso y
asqueroso pero sería mejor darle por su lado a la venganza del ahora ex novio
de Alejandra, la chica se fugó de regreso a su departamento, se desvistió de
piel completa, el hombre tomo su maletín y regresó a las andadas, se aseguró de
no ser visto y salió saludando a su nuevo jefe callejero, -Buena mañana señor,
que pase lindo día, -Si buen día señor, espero haya disfrutado a una de mis
putas, el hombre sonrió mientras regresaba la vista a la calle, caminó hasta la
parada y tomo el bus más rápido a su casa, llego y dejo su maletín en la mesa
de la sala, colgó su saco y su sombrero,
camino hasta la cocina se preparó un café, colocó música clásica de la que
tanto degustaba, tomo su maletín bajando hasta el sótano, encendió la luz de
este y pronto abrió una gran puerta congelada, la extendió como un armario
mirando sus varios trajes colgados, encontró un par de espacios y coloco sus
nuevas piezas de colección en ella, la berrinchuda de Dianita que conoció esta
semana, la grosera de Fernanda los pacientes de su jefe la odiaban, creo que ahora
estarán encantados de visitar al doctor cada semana, pero creo que esta no se
podrá, Mónica, buen te largaste sin nada no creo que te busquen por un buen
tiempo, tu Alejandrita contigo siempre activos en la noche y tu mi nueva niña,
Karencita quizás tu patrón no te busque
por un tiempo, creo que le dejamos una nueva chica que tendrá que domar antes
de que quiera ir a buscarte, aunque no sé, quizás estés mejor aquí conmigo que con
el, en este frio y refrescante congelador hasta que me den ganas de usarte,
analizo sus agendas y tomo las que necesitaba para esta nueva semana, Gabriela
la maestra, tus vacaciones acabaron, que mal, Jimena la madre de Carlos y
Pamela tus hijos regresan de estar con su padre, Valeria ya entras de nuevo a
la escuela, bien, creo que con ellas tengo por ahora, ha Karina tú padres te
buscan, será mejor que vuelvas a casa por unos tiempo, el hombre sonreía, tomo
las pieles de las mujeres que necesitaba guardándolas en su maletín, cerro su guardería
especial y se giró caminando de regreso a las calles, Gabriela tomaba el primer
camión a la escuela, sus alumnos la esperaban pues se le había hecho algo tarde.
Yeahh por fin saga capa ;)
ResponderBorrarEsas sagas me encantan
ResponderBorrarinteresantes historias
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