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¡No, maldito mugroso! –decía Valeria mientras un chico limpiaba su parabrisas-,
otra vez, siempre es lo mismo, porque no se buscan un trabajo, me choca que
siempre se avienten a bañarme el carro con esa agua sucia y ni siquiera limpian
bien, -Calma hermana, solo está trabajando tranquilamente, al menos no roba y
no mata como otros chicos –decía su hermana menor al fondo del auto.
La
chica comenzó a buscar entre su bolso un par de monedas a regañadientes, apenas
había encontrado una moneda albo curiosa y otro par más sin mucho que llamar la
atención, espero a que el chico terminara de limpiar cuando el semáforo
apuntaba el verde para que todos los autos arrancaran, - ¡Muévete, ya! –decía
la chica apresurada por todos los carros de atrás.
El
chico se acerca a la ventana asomando su mano, miraba a la bella chica de
grandes atributos que parecían ser de una niña mimada a la cual le cumplieron
el capricho de obsequiarle sus implantes de senos, la chica le lanzo el dinero
casi cayéndose de las manos del pobre muchacho mientras que este casi es atropellado por múltiples
carros avanzando rápidamente, la chica le mira enfurecida, -¡Estúpido, te van a
matar, todo por mugroso limpia para brisas, mejor ponte a trabajar –le gritaba
la chica.
El
joven lograba recoger las monedas del suelo
cuando tomo justo la que estaba brillando muy intensamente, al tocarla,
una luz ilumino toda la calle, el chico
logro tirarse al suelo de concreto de la banqueta antes de que un auto
terminará por atropellarlo, cuando el mismo comenzó a notar todo extraño, miro
sus manos de las cuales traía una botella llena de jabón mientras que en la
otra traía las monedas y un trapo sucio, rápidamente soltó todo lo que llevaba
mirando sus manos ahora sucias recorriendo todo sus brazos los cuales ahora
estaban de un tono moreno y por si fuera poco regordetes, bajo la mirada para
notar un pecho plano cubierto por una playera extremadamente sucia y maloliente
así como el resto de su cuerpo, pronto el chico se levantó asustado mirando a
todos lados, cuando sus compañeros lo acechaban extrañados por su
comportamiento, pronto este se llevó una golpiza arrebatándole todo el dinero
que traía en sus bolsillos.
-Hermana,
¿estás bien? –le preguntaba la niña detrás del coche a su hermana, la chica
miraba extrañada el frente de su auto recién lavado por el chico mugroso,
pronto noto un par de cabellos cayendo en su frente y en sus hombros, sintió
una pesadez extraña en su pecho y algo asustado pero encantado comenzó a
tocarlos uno con unas manos finas con uñas decoradas, expreso una sonrisa
mirando a todos lados encontrándose con su ex cuerpo aturdido en el suelo,
escucho los pitazos de los demás autos mientras que algunos conductores le
aventaban de groserías por su torpeza, rápido sin entender cómo, arranco el
auto y se fugó lo más rápido posible dejando su ex cuerpo sucio, -Todo está bien
hermanita –decía la chica sonriendo mientras ahuecaba uno de sus ahora grandes
pechos y conducía con agilidad con la otra mano- pronto estaremos con nuestros
padres –exclamaba algo siniestra
Buena historia
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