Swapped at Birth un caso extraño en familia

Siempre envidie a la perra de mi vecina, tenía todo lo que yo nunca pude, ambos vivíamos en la misma calle parecía  un buen lugar para vivir pero no era así, sin duda sus padres tenían mucho dinero, mi familia apenas tenía lo suficiente para vivir y yo me sentía como una completa basura a lado de ella, aun así su familia era humilde y no dejaba sobre llevarse por las apariencias, aunque su hija era una perra con todos en la escuela creyéndose la millonaria, Ashley iba en mi salón sorprendentemente podía deleitarme mirándola, con un cuerpo de perra que tenía y el dinero suficiente para no preocuparse por nada, yo era un simple chico obeso que jugaba videojuegos arrumbado en mi cuarto toda la tarde y noche, lo más extraño aun es que ella cumplía años el mismo día que yo, aunque claramente mi cumpleaños pasaba desapercibido para todos siendo la perra de Ashley la que más llamaba la atención para todos los hombres y mujeres quienes se decían ser sus amigas solo por interés, algunas otras por envidia etc., eso solo me dejaba con mucho coraje pues siempre fui excluido de muchas cosas por su culpa, la veía llegar a su casa  traída por su chofer y guarda espaldas personal saliendo de su auto Lincoln con su vestimenta de colegiala bien cuidada como si fuera una perra perfecta, yo simplemente deseaba que esa vida  fuera mía, si tan solo las cosas fueran diferentes yo sería el chico con cuerpo y vida perfecta, siendo la atención de las chicas y la envidia de los chicos pobretones del salón, aunque no lo pareciera fue como un deseo hecho realidad, meses antes de mi cumpleaños, un llamado del gobierno nos citó a mí y a Ashley ante un juez que determino que ambos habíamos sufrido los efectos del Swapped at Birth, una extraña coincidencia al nacer que había hecho que ambos naciéramos en el cuerpo del otro, fue algo difícil de comprender pero me llene de ilusión, aunque parecía desagradarme por fuera, por dentro pensaba en muchísimas cosas inimaginables  que deseaba hacer con su cuerpo, pensaba en lo increíble que era que todo lo que soñé fiera real  y el cuerpo de la perra de Ashley me pertenecía en verdad, su cuerpo sus tetas, si linda cara, sus hermoso ojos, y bonito cabello castaño y largo, además de su culo y piernas con abdomen y cintura perfectas, Ashley comenzó a llorar desesperadamente mientras que yo parecía desinteresado aguantándome las ganas de reírme, ella suplicando y chillando que no la cambiaran con ese gordo asqueroso ósea yo, un perdedor sin vida como me llamaba, mientras que ella una perra empoderada lo perdía todo en un instante, sonreía dentro de mi burlándome notando que sus burlas no servían para nada, pero las contras eran altas.

La madre de Ashley quería hacer un trato con mi familia, apostando mucho dinero entre nosotros y el gobierno para no perder a su linda hija, aunque dentro de ella y su esposo sabían que eso serviría para que Ashley aprendiera la lección y fuera más humilde ahora, tenía miedo por dentro de que el dinero convenciera a mis padres y a los jueces, pero el juez declino la oferta sentenciando inclusive a sus padres a cambiar por simple condena del soborno con mis padres, quienes sorprendidos aceitaron como un mejor trato obteniendo todo su poder y dinero en lugar del impedir el cambio por apenas 1 modesto millón de pesos, Ashley comenzó a chillar aún más, ahora no solo perdería su perfecto cuerpo y vida si no que toda su familia tendría que hacer igual, sus padres intentaron declinar aumentando su oferta pero el juez les dijo que si no querían más problemas se callaran, entonces los seis fuimos a un salón de intercambio donde se hallaba la máquina para cambiarnos de cuerpo a todos, al salir mi madre tenía un cuerpo bonito, dejando a tras ese cuerpo con gorditos  y descuidado que tenía además de ser unos 7 años más joven que antes, mi padre además de ser 10 años más joven tenía un mejor cuerpo de lo que alguna vea tuvo, además ya no se sentía tan cansado y sobre todo preocupado al igual que mi madre por la cuentas de cada mes, yo pues salí más que bendecido, me sentía increíble con mi nuevo cuerpo,  era ahora una linda chica que todos amaban en la escuela, ya sea por envidia o cariño verdadero, aunque a decir verdad la odiaban por ser como era, yo la odiaba me había convertido en lo que juraba destruir aunque ahora podría destruirlo para convertir a la perra que soy ahora en una chica buena de verdad, miraba mi cuerpo empoderado, tenía un lindo cabello y las tetas con el cuerpo sexy de Ashley, me sentía tan genial poseyendo un cuerpo tan sexy como el que ahora tenía, mientras que el nuevo yo salía llorando tocando su barriga llena de grasa corporal así como el resto de su cuerpo descuidado así como los cuerpos de quienes antes fueron mis padres, todos se encontraban en un verdadero shock, mientras que yo solo disfrutaba y quería comenzar mi nueva vida de niña rica, ambas familias  acordamos en apoyarnos mutuamente, sobre todo mi padre quien ahora ascendería de puesto al señor quien antes fue dueño de toda su empresa para que no sufra más en el trabajo como antes él lo hacía, mi madre ahora se sentía más descansada y con un cuerpo bonito mientras que la señora con el cuerpo de mi madre sollozaba por los achaques que  sufría en su nuevo cuerpo, nada que decir de Ashley quien se veía decayendo en una verdadera depresión de la que no saldría en mucho tiempo, quizás deba de ayudarle ahora que me corresponde ser la que tiene un cuerpo de perra sexy como el mío y visitarlo en su cuarto para animarlo de vez en cuando.