Las perversiones de mi vecina

Había visitado a mi vecina, la mujer me había pedido que fuera para ganarme algo de dinero por ayudarla con su casa, cuando llegue ella me abrió muy feliz y al entrar me pidió que fuera con ella hasta su cuarto, yo estaba algo inquieto imaginándome cosas pervertidas con ella a solas en su casa, nada que no se imaginara un chico de mi edad morboso mirando a una mujer tan madura y sexi como ella, cuando entramos a su cuarto lo primero que  me imagine sería que quería tener sexo conmigo, poco después me llego por la espalda desnuda con un extraño collar mientras me alejaba algo nervioso, luego me dijo que se lo pusiera en el cuello a lo que accedí experimentando un extraño giro de las cosas, de repente me miraba a mí mismo desde otro ángulo justo cuando sentí como mi cuerpo había cambiado, mire mis nuevas tetas colgando de mi pecho seguido de voltear a ver hacia un espejo y notar mi nueva apariencia, luego regrese a mirar como ella se entretenía con la escena mirándome en mi cuerpo y rápido hice fuerza para intentar quitarme el collar del cuello  para regresar a mi cuerpo, -¡Porque no me lo puedo quitar, ya devuélveme mi cuerpo maldita! –gritaba desesperado tratando de regresar a mi cuerpo, la mujer en el me sonrió y solo se rio tomando mi viejo miembro mientras se masturbaba con gozo y perversión, luego se paró frente a mi empujándome contra la cama cayendo y rebotando con todo lo que tenía mi nuevo cuerpo por todos lados, ella se rio y me sometió abriendo mis piernas frotando mi vagina y luego penetrándome fuertemente provocándome chillar y brincar a la vez de un fuerte placer, luego de venirse dentro, ella se alejó y se escondió en el armario mientras trataba de limpiarme la vagina de sus deshechos seminales, justo cuando trate de irme sobre ella su esposo llego mirándome en la puerta del cuarto, tenía los ojos grandes y vistosos sobre mí, pronto tenía miedo, sabia porque me miraba de esa forma, baje la mirada a mis grandes tetas y las sostuve  por unos segundos antes de que el hombre comenzara a desnudarse y a tirarse sobre mi hasta la cama, -¡No, no espera, yo no soy…! –fue entonces que me calle pues si le decía capaz que ni me creía y asesinaba mi cuerpo antes de volver, Camila la vecina se encontraba en el  armario con mi cuerpo desnudo y si la encontraba sería la primera en sufrir las graves consecuencias del coraje de su esposo, el comenzó a besarme por todas partes  y luego con sus manos sujeto con fuerza mis grandes senos hasta hacerlos sacar leche, sentía todo tan terrorífico y delicioso que no pude contenerme, estaba echando un orgasmo tras otro mientras sentía como su miembro grueso me penetraba, me tomo del cuello y comenzó a apretarme sintiendo que me ahogaba pero en vez de asustarme me excitaba, pronto él se vino dentro de mí y me giro para darme unas nalgadas mientras me penetraba como perra por la espalda, después de hacerle su sumisa, se metió al baño y Camila salió con su cámara grabando, -¡Ya devuélveme mi cuerpo! –decía tratando de no gritar jadeando mientras ella me grababa, luego terminó de grabar y me quito el collar regresándome a mi cuerpo, me vestí rápidamente y me aleje lo más que pude hasta salir y regresar a mi casa, luego de pensarlo un poco creo que no estaría tan mal visitar a la vecina de vez en cuando.