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jueves, 7 de mayo de 2020

La hija del jefe








Yo trabajaba mucho para obtener un buen ascenso en la empresa, hasta que mi jefe por fin se fijó en mi trabajo y en mi empeño con el gran trabajo que hacia dándome el puesto de su asistente sabía que no era un gran puesto, pero  aún estaba estudiando la carrera de administración y él me quería de su mano derecha para que aprendiera del mundo de los negocios tanto como pudiera, eso simplemente me hizo obtener completamente su confianza e inclusive me invitaba a comer con su familia en su casa, mientras  que convivíamos juntos más de cerca  podía  ver como su única hija, Allison de 21 años le causaba grandes problemas y dolores de  cabeza, la chica simplemente era una despilfarradora e inconsciente del esfuerzo que hacia su padre, mientras que el estaba cansado de lo que pasaba siempre charlaba conmigo diciéndome que me veía como al hijo que nunca tuvo, un chico responsable dedicado y trabajador que siempre sabía lo que quería y trabajaba por ello, luego de un tiempo, el señor Palacios me llamo a su oficina, el me invitó a cenar a un lugar privado en la noche, yo acepte  con gusto imaginándome que por fin me daría el aumento que necesitaba, pues vivía solo lejos de la casa de  mis padres y simplemente los gastos en la ciudad las rentas etc. no me ayudaban mucho con  mi bajo sueldo, al principio todo iba muy ben en la cena, halando de negocios y otras cosas, cuando por fin inicio  un tema de  conversación algo extraña, él decía que simplemente ya  no aguantaba a su  hija, era una chica intolerante para todo el mundo y nada  la podría cambiar de parecer, luego de hablar degradantemente de su  hija comenzó a alabarme y a decirme las cosas buenas que siempre decía sobre mí, que era un chico trabajador, humilde y responsable, que desearía que fuera su  hijo en vez de la malcriada de Allison, fue entonces  que me propuso el trato de mi vida, un tanto algo extraño y sorprendente que jamás hubiera pensado que existiera, me entregó una extraña daga muy antigua y me envió la ubicación de su hija al celular, ella se encontraba en una fiesta en uno de los penhouse más caros de la ciudad, decía que ella lo había rentado apenas para hacer una fiesta con sus amigos los refinados y más ricos de su clase, le desagradaba tanto como hablaba inclusive de su propia  hija que prefirió ya no hablar de ella y me pidió que hiciera o correcto, yo  pensé que él me esa pidiendo que la asesinara, como yo podría hacer algo así, pero sabía que mi trabajo y mi vida corrían riesgo, llegue al lugar que me había dicho notando como ya era tarde y todo el mundo se iba mientras que otros se quedaban tirados de  borrachos, me escabullí entre los invitados hasta que me encontré a la chica aun tomada tirada en la cama con una amiga y otro chico desnudo con buen cuerpo dormido, los cargue hasta la salida mientras que me quedaba a solas con Allison, mi corazón se acareaba, la veía tan cansada y borracha que ni siquiera  sabría lo que le paso, inclusive pensaba que si o hacia debía de aprovechar y volarla antes que nada, pero mi miedo fue más fuerte que las ganas de cogerla y con un movimiento rápido le clave la daga en su pecho, cerré  los ojos para no ver la escena tan sangrienta cuando notaba como su cuerpo se deshacía como un saco de piel arrugándose en la  cama, grite con mucho miedo ante la desagradable escena mientras que tapaba mi boca con miedo a  que alguien me escuchara estaba perdido no tenía escapatoria, sabrían quien la había matado, pero luego intente analizar la situación toándola notando que parecía como si todas sus huesos y órganos se hubieran destruido y quedad como un simple traje de piel arrugado, le quite la daga arrojándola lejos tomando la piel de la chica con mis manos examinándola, cuando note que en su pecho aun yacía la abertura de la daga con la que la había asesinado, entonces comencé a abrirla para ver que había dentro de esa extraña masa de piel vacía cuando pronto esta me comenzó a absorber, un gran dolor comenzó a sentirse en todo mi cuerpo mientras que me tiraba al suelo rodando por todos lados  intentando recuperarme pero fue en vano, el dolor fue  muy fuerte  hasta dejarme inconsciente.


Al día siguiente, me desperté consternado aun por lo sucedido, aunque notaba algo extraño, me quite un par de cabellos castaños de la cara justo cuando note que mi piel  y mis manos estaban diferente, me moví agitando todo mi cuerpo de manera  extraña empujándome a mí mismo de lado a lado, hasta que mire el peso de mi pecho encontrándome con dos grandes tetas en él, rápidamente las sujete probando su excitante elasticidad sintiendo unas tetas grandes y suaves en mis manos, decía excitado escuchando mi voz de chica, -¡Soy una mujer, tengo tetas! –luego reconocí la  voz de inmediato, mire por todos lados encontrándome con u espejo  acercándome rápidamente para  ver m rostro reflejad en él, lleve mis manos hacia mi cara sorprendido dándome de topes al  mirarme en el espejo, -¡No puede ser, soy Allison! –luego miraba mi cuerpo poniéndome en diferentes posiciones para recorrer cada parte del cuerpo de Allison con mis manos, era sumamente excitante y sensible mientras que recordaba lo sucedido, rápidamente palpe mis tetas intentando abrir el paso entre ellas para ver la tremente rajada de la cuchillada que le había dado anoche, pero no encontraba nada, luego busque por toda la habitación sin encontrar ni  un rastro de la daga que había usado, me sentí un rato para analizar las cosas recordando como la piel de Allison me había absorbido  justo antes de haber convertido en ella, el celular de Allison comenzó a sonar notando en el la llamada de mi  jefe el padre de Allison y ahora mi padre, -¡Bueno! –contaba nervioso, -¡Hola!, ¿hija…, eres tu cierto? –respondía el hombre nervioso, -¡Sí, sí señor soy yo!, pero cómo paso esto, porque me hizo hacer algo como esto –le pedía explicaciones al hombre mientras  que solo me decía que fuera a la oficina bien vestida y arreglada, sus palabras resonaron en mi cabeza, -¡Vestida  y arreglada! –rápidamente me vestí con lo que podía notar era la ropa de la chica, me coloque sus  altos tacones de  plataforma y me fui a mi nueva casa caminando con problemas por los tacones, al llegar mi nueva madre me sonreía sin saber lo que pasaba, me trato como a su hija y simplemente me escape de ella para poder arreglarme y llegar  con mi jefe o mi padre, -¡Señor, ya  estoy aquí, bueno padre! –le decía con mucha confusión y nerviosismo, -¡Ahora si hija, serás la duela de la empresa, no hay nadie más digna que tú para tener todo lo mío, no preguntes mas, es  tuyo, lo ganaste, nuca creí que tuvieras el valor, pero te doy gracias por haber tomado la valiosa decisión –luego de decirme eso, sabía que este cuerpo no sería lo único que ganaría por esa daga.



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