Alejandra
estaba desconsolada, se acercó a su ventana de su cuarto y suspirando miro a
las estrellas, ella pensaba frustrada en que no se sentía más cómoda consigo misma, necesitaba
algo para sentirse verdaderamente viva,
se miraba a sí misma, miraba esas grandes tetas que se mostraban como u bulto
en su pecho y en un arranque de furia las apretó fuertemente jalándolas y
aplastándolas con sus manos, -¡Putas tetas, puta vagina, odio ser una niña!
–gritaba la chica de 17 años quien luego de ese arranqué de frustración regreso
a la cama poniéndose sus audífonos para escuchar su música favorita, música rap
como la que tanto le gustaba pero sus padres la criticaban por ser música de
vagos, de hombres drogadictos y sin camino de la vida, la obligaban a
vestir como una chica de su edad pero a ella simplemente le incomodaba que sus
estúpidos compañeros de clase la miraran todo el tiempo por esas dos grandes
razones, además de su culo redondo el cual se marcaba perfectamente en su falda
escolar cada día de la semana, Ale ya estaba fastidiada de todo eso, solamente
quería una vida tranquila, donde
pudiera ser como ella quería ser, sin presiones ni prejuicios de sus
padres o de las personas que la
rodeaban, la chica termino dormida escuchando su música de trabalenguas, a la
mañana siguiente, decidió vestirse a su
manera, con una chamarra grande que tapara todo su cuerpo, un pantalón,
un par de tenis y despeinada sin importarle nada, rápidamente sus padres la embargaron de críticas sobre su
aspecto pero ella simplemente salió a dar la vuelta, caminando por el barrio
donde vivía mientras que escuchaba en algunos grupitos como los chicos que se
juntaban a fumar y beber escuchaban la música que le gustaba, se tapó con la
capucha de la chamarra para taparse ante las malas vistas, tampoco esperaba ser
una drogadicta con tal de entrar en su verdadero mundo, luego de pensar en
todo, Alejandra se topó con una extraña capsula flotante que rápidamente la
abdujo desintegrando su cuerpo para transportarla a otro lugar, Alejandra se
encontraba atada de pies y manos a una extraña máquina que contenía sujeta su
cabeza, así mismo, el frío del lugar la hacía estremecerse mientras notaba que
su cuerpo estaba completamente
desnudo lo cual le aterró en un instante, a su lado otro chico estaba igual que
ella ambos desnudos en el frio intenso
de un lugar extraño, todo estaba lleno
de una luz cegadora frete a ellos hasta que unas sobras gigantes con forma
humanoide se acercaron frente a ellos.
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Saúl se encontraba a solas en su cuarto, había cerrado con seguro la chapa de su puerta y de un momento a otro saco rápidamente un par de prendas de un cajón especial con llave de su armario, de pronto, el chico de 19 años saco un vestido floreado, al poco rato, Saúl remiraba reflejado frente al espejo entretenido con su vestido, deslizaba sus manos suavemente sintiendo la tela sedosa de su vestido recorriendo por todo su cuerpo, tocando su culo y simulando tener un par de tetas que poder apretar, pronto, el chico entro en conflicto con su verdadera identidad y comenzó a darse de topes contra el espejo usando sus manos casi rompiendo con gravedad el espejo, sus llantos y coraje eran por la crida dad a la que se enfrentaba día con día, él no era una mujer, era un simple chico con ganas de vestir tan bonito y femenino como una chica y solamente parecía inútil la forma en la que intentaba lucir de la manera que no era, tan solo el miedo de confesarle la verdad a sus padres lo mantenía en un estrés muy fuerte en el que su obsesión podía más que su razón, Saúl se quitó en un arrebato el vestido que tanto le encantaba y después de asegurarse haber guardo todo bien a salvo de la mirada de sus padres, se fue a dormir entre llantos desesperados que necesitaba liberar por la tristeza que embargaba la cruda realidad, al día siguiente, Saúl salió como normalmente lo hacía, camino hacia los centros comerciales a dar vueltas pasando por algunos establecimientos donde vendían ropa de chica y zapatos, algo que hacia usualmente para sentirse mejor y disfrutar de ver todo lo que quisiera ponerse, al regresar a su casa, Saúl se sintió impactado,, una extraña fuerza lo arrastraba hasta que sintió como su mente se agitaba hasta quedar inconsciente, al despertar, sus nervios se vieron aturdidos por un frio inquietante que agudizo todos sus nervios despertando con miedo, al intentar mirar a todos lados solamente se encontró con una luz blanca muy fuerte que no lo dejaba ver nada a más de 3 metros, tan pronto como se dio cuenta, Saúl estaba atado de pies y manos sobre una extra maquina la cual haciendo aun peor el parecido a un castigo se miró desnudo mientras que a su lado un par de gemidos dulces comenzaron a escucharse a su lado, Saúl dirigió su mirada hacia los quejidos encontrándose cerca de el a una chica desnuda en la misma posición que él, Saúl se quedó mirando fijamente sus grandes tetas por un buen rato hasta que la chica logro mantener la calma y notar como el chico miraba pervertidamente sus tetas, luego de notar su molestia Saúl intentó ser más cortes con la chica, ambos querían salir y salvarse de lo que estaba pasando, pero fue cuando las grandes sombras humanoides se acercaron a ellos abrumándolos con su aspecto aterrador, -Hola humanos, venimos en paz, no pretendemos hacerles nada malo, solo queremos experimentar con ustedes, hemos venido desde varios años y hasta ahora podemos utilizar a nuestras creaciones para fines más efectivos, los hemos estudiado durante un año y luego de varios análisis determinamos que ambos son compatibles para nuestro experimento –los Alienígenas demostraron su presentación a ambos chicos quienes no podían dejar de sentirse extremadamente asustados, luego los extraterrestres revelaron cierta información de cada uno haciéndolos sentir desesperados por haber cómo se veía cada uno de sí mismo al no poder tener lo que querían, fue entonces que los seres les ofrecieron un trato que cambiaría sus vidas para siempre.
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Ambos
chicos habían escuchado las palabras de los alienígenas justo antes de que la
luz blanca se volviera más fuerte y sus mentes se quedaran en shock, cuando
Alejandra despertó, se sentía algo diferente, el peso en su pecho se había ido
y el cabello que le estorbaba como siempre en la mañana había sido recortado,
Alejandra recordó todo de un momento a otro y comenzó a tocar su cuerpo sintiéndose
rebanada de todas partes, pensaba que los alienígenas habían experimentado con
su cuerpo y le habían arrancado sus grandes carnosidades, poco después,
Alejandra analizo la situación, estaba en un lugar distinto al de su cuarto
original y su vestimenta no lucia muy distinta a la que usualmente le gustaba
vestir salvo el pequeño o gran detalle de que faltaban sus grandes tetas en su
pecho, la chica acaricio su pecho sintiendo casi un alivio extraño y traumático
al no sentir nada en su pecho, sintiendo su espalda libre del peso que la
fastidiaba día con día, pero, fue cuando se sorprendió al sentir una cosa
extraña en su entrepierna, movió sus manos hacia ella y pego un grito de macho
feminizado al sentir la cosa que estaba tocando, ella abrió sus pantaloncillos
descubriendo que tenía un paquete masculino ahí dentro, su nuevo miembro
comenzaba a palpitar, acariciaba su nuevo órgano sexual notando que tenía un
par de bolas junto con un pene, Alejandra estaba asustada y extrañada, luego se
levantó a verse en el espejo del baño encontrándose con su rostro cambiado,
claramente, su cuerpo había sido cambiado por el de un hombre, muy poco
recordaba que era el chico con el que se había encontrado esa perturbadora
noche de ayer antes de su cambio, pero la
chica no se sintió mal de mirarse en el espejo ni de mirar todo lo que
había perdido teniendo ese nuevo cuerpo.
A
las pocas semanas, Alejandra o el nuevo Saúl era un chico mejor, sus
calificaciones habían mejorado para la felicidad de sus padres, Saúl se sentía
más feliz y menos presionado, comenzó a tener más amigos e inclusive había
formado un grupo con ellos con quienes tocaba y cantaba rimas que formaban mientras fumaban algo de mota
para ayudarles a volar su mente, todos
notaban el grandioso cambio que el chico había tenido de la noche a la mañana
en unos cuantos días, parecía un nuevo chico, un chico energético y con ganas
de salir adelante, al contrario del antiguo Saúl quien parecía esconderse entre
la gente y no le gustaba convivir más
que pasarla encerrado en su cuarto, además de que ya no parecía el chico
homosexual que todos pensaban que era en la escuela por lo cual lo molestaban a
menudo, ahora lucia como un hombre machista con el que no podían meterse solo cuando se le subían
los humos.
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Saúl
despertaba algo mareado, estaba sumamente incomodo cuando sentía que su pecho
se agitaba de un lado a otro, cuando tomo más conciencia de sí mismo, comenzó a
sujetar un par de cabellos que caían sobre su frente algo confundida al ver que
tenía el cabello largo, luego miro hacia el frente notando todo totalmente
cambiado como si su cuarto fuera el de una chica, intentó levantarse notando
aunque su pecho rebotaba como si tuviera dos grandes masas colgando de sí misma
mientras que no parecía notar nada raro debajo de una gran chamarra que parecía
tener puesta normalmente, Saúl sentía como su espalda y su pecho le molestaban
dirigiendo sus manos directamente descubriendo la sensibilidad de dos grandes
masas que estaban pegadas a su pecho, el chico comenzó a amasarlas sobre la
prenda y en u arranque de emociones descubrió la mitad de su cuerpo al desnudo
encontrándose con dos grandes tetas de mujer colgando de su pecho, Saúl estaba
realmente asustado, comenzó a frotar el resto de su cuerpo sintiendo toda su piel más sensible además de juguetear
bastante con sus nuevas tetas, lo cual le hacía sentir verdaderamente
placentero, Saúl se levantó intentando caminar pes sentía el cambio drástico
afectando su equilibrio, cuando encontró el baño se miró a sí mismo sorprendido al encontrarse con una chica
linda en lo normal, sujetó su rostro con sus manos intentando corroborar que no
era un sueño, luego miro hacia su nuevo cuerpo sorprendido de notar que ahora
era una chica, bajo la mirada hacia sus grandes tetas y comenzó a frotarlas
saltando para ver cómo estas rebotaban, luego desvistió el resto de su cuerpo
con morbosidad, estaba realmente excitado sitiando muchas emociones rápidas que
recorrían por todo su cuerpo, cuando hayo el hueco y frio vacío en su
entrepierna, Saúl se sintió algo extraño de notar la falta de su paquete
masculino donde ahora estaba una linda y tierna vagina, Saúl paso el resto del
día experimentando con su nuevo cuerpo descubriendo un nuevo mundo de
sensaciones, comenzó a explicar su cuarto descubriendo sus nuevas prendas
femeninas, comenzando a divertirse encontrándose como en un sueño toda clase de
lencería femenina que se probaba con gran felicidad, después de un tiempo, los
padres de la nueva Alejandra estaban
impactados, su hija quien antes se despreciaba a si misma por ser una mujer
ahora era toda una señorita, Alejandra
había insistido a su madre en ir al salón a arreglarse y tomar un nuevo look,
la nueva chica también le había pedido ir de compras para tener una mejor ropa
que ponerse para lucir su cuerpo como se merecía, poco a poco comenzó a formar
nuevos amigos descubriendo que estaba
tan feliz como nunca pues ahora recibía la atención que tanto deseaba en un
cuerpo que sabía ahora le pertenecía, los alienígenas estaban fascinados con su
experimento, los seres humanos eran una raza
adaptable que no se conformaba
con poco y que buscaba la manera de encontrarse consigo mismo, ellos
necesitaban una zona de confort que les hiciera ser quien de verdad debían de
ser, peor esto solo era comprobando con la mentalidad de seres quienes
compartían gustos distintos dentro de otras perspectivas, pero los alienígenas
comenzaron a pensar en otras alternativas, quizás más adelante no estaría mal
conocer como actuaria un empresario multimillonario tomando la vida de una
sirvienta.
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Saúl había tenido un gran excito con su proyecto musical, era el mejor momento de su vida convertido totalmente en una estrella de rap, se encontraba justamente tocando en un festival privado, cuando a lo lejos noto llegar un grupo de chicos que se veían adinerados con una chica muy sexy a la que reconoció al instante, sus ojos se hicieron grandes de un momento a otro y soltando el micrófono con el que estaba cantando dejo al público estupefacto mientras que corría hacia la grandeza de sus recuerdos, Alejandra llegaba al antro con sus nuevos amigos, ahora era una perra de perras luciendo su lindo cuerpo como se merece, sentía tan rico el vestirse así para los hombres por fin en el cuerpo que tanto deseaba luego de esa extraña noche, por fin sentía que estaba donde debía estar, ahora obteniendo todo lo que quería con ese cuerpo luciendo sus perfectas grandes tetas que hacían que los chicos se fijaran mucho en ella, justo cuando Saúl llego junto a ella, ambos se quedaron perplejos mirándose el uno al otro, ambos estaban realmente asombrados suspirando mientras sus corazones latían a mil por segundo, luego de un rato de pánico y nerviosismo, Saúl tomo a la sex chica del abrazó y lo llevo a un lugar más tranquilo, ambos estaban solos acomodando sus mentes para asimilar lo que estaba sucediendo, -¡Tu, eres yo! –se decían el uno al otro, luego miraron sus ex cuerpos notando lo bien que se veían y como habían tomado sus nuevas vidas después del cambio el cual pensaban que había sido un sueño, Saúl no pudo resistir la tentación de abrazar su ex cuerpo, pero estaba tan confiado que comenzó a tomar a Alejandra de una forma más que cariñosa acariciando sus intimidades desde su grande y redondo culo hasta sus tetas las cuales extrañaba poder estrujar solo para masturbase, pero ahora todo era distinto, el nuevo Saúl no tenía que estar fastidiado por tener esas grandes tetas en su pecho ni ser llamada como una mujer que no podía hacer lo que quería, mientras que Alejandra estaba excitada al igual que Saúl por el momento tan caluroso que estaba viviendo, miraba su cuerpo con cambios y el gran excito que estaba teniendo y no podía dejar de pensar lo bien que le había asentado a la ex duela de su cuerpo su propio cuerpo, con ello sabía que no reclamaría su cuerpo por lo que se autoproclamaba como duda del mismo, Alejandra estaba sintiendo las perversas intenciones de Saúl dejándose llevar por la emoción y la euforia del momento, Saúl cerro su camerino con llave y pusieron en marcha sus juego sexuales arduamente durante toda la noche disfrutando de sus nuevas sexualidades las cuales aún no habían descargado esperando este momento indicado en el que liberaron todas sus energías reservadas para el día en el que sus nuevos sexos se encontraran, Alejandra disfruto como nunca, sus grandes tetas rebotaban con placer mientras que Saúl experimentaba el poder de sentir como su gran polla penetraba la fragilidad de su antigua vagina y hacia que la nueva Alejandra gimiera como la puta que ahora era, terminaron rendidos hasta el amanecer donde emocionados al despertar juntos decidieron pasar el resto de sus vidas disfrutando nuevos momentos totalmente cómodos con sus nuevos cuerpos.
Me encanto la historia
ResponderBorrarEstupenda historia :) muy buena!!
ResponderBorrarExcelente!
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