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martes, 27 de octubre de 2020

“El deseo de mi mejor amiga”

 

“El deseo de mi mejor amiga”

 


Era el cumpleaños de María, la mejor amiga de Jay, la chica estaba muy emocionada pues pensaba que ese día la pasaría muy bien, tal fue el caso que una pelea entre sus padres y otras tantas circunstancias como haber terminado con su novio por una infidelidad justo el día de su cumpleaños la habían llevado a tener uno de los cumpleaños más tristes y peores de su vida.


María estaba deprimida e incluso muchos de sus invitados no habían asistido a la fiesta, para la cual, ella se había arreglado aun estando muy triste por la pérdida de su novio.


Luego de que la fiesta resultara un fracaso, Jay se quedó consolando a su amiga, quien estaba llorando y sufriendo luego de haber tenido un mal día, después de hablar un rato, María estaba delirando entre sus pensamientos, estaba agobiada con la escuela, con los problemas en su casa y necesitaba un respiro, necesitaba un ambiente diferente y desestrezarse, María tomó el pastel que aún le quedaba sin partir pues ni si quiera había llegado a celebrar junto a todos sus amigos con su pastel de cumpleaños, coloco una velita extraña que según ella había conseguido para un día especial y mientras pensaba en todo lo que había pasado, deseo en lo más profundo de su corazón poder tener un respiro de su propia vida.

Cuando María dijo eso, las luces se apagaron y el humo de la vela comenzó a esparcirse por toda la habitación rodeando a María y a Jay quienes eran los únicos dentro, el humo era tan fuerte y espeso que comenzaron a ahogarse, pero el humo parecía que se introducía a propósito dentro de sus pulmones y era expulsado llevando consigo sus propias almas transfiriéndolos al cuerpo del otro, luego de un rato María y Jay terminaron desmayados sobre la cama.


- ¿Qué pasó, en dónde estoy? –María sollozaba tratando de levantarse –

- ¿María? –Jay preguntaba mirando hacia el chico que se parecía mucho a el –

- ¡Si!, ¿Jay? –preguntaba la chica quien comenzaba a ver más claramente –

- ¡No puede ser! –Jay gritaba escuchando su nueva voz de chica –

- ¿Por qué tienes mi cuerpo? –María gritaba escuchando su voz de hombre –

- ¡No lo sé!, no puedo creer que haya pasado esto, tengo tu cuerpo, soy tu –Jay deslizaba sus manos a sus nuevos senos, pero de repente era interrumpido por María –

- ¡Oye no hagas eso! –María quitaba sus manos que ahora eran de Jay de sus senos –

- ¡Perdón jeje! –

- ¿Cómo fue que paso esto?, ¿Qué le vamos a decir a nuestros padres? –María comenzaba a sentirse mal –

- ¡Tranquila, seguro que esto tiene una muy buena explicación! –Jay le decía, pero no podía dejar de apartar la mirada de sus nuevos senos –

- ¡No puede ser, todo esto es mi culpa! –María recordaba sus palabras y luego la vela –

- ¡No lo es tranquila! –Jay ponía su mano en el hombro de María que antes era su cuerpo, pero luego se sintió que eso era demasiado femenino –

- ¡Fue culpa de mi deseo!, ¿No recuerdas?, ¡Pero que tonta soy! –María se daba de topes –

- ¡Todo fue culpa de esa vela, creo que es mágica! –Jay le decía –

-No pensé que fuera verdad lo que esa señora me había dicho, ¡Ahora que vamos a hacer!, tan solo pedí tener un descanso de mi propia vida, y terminamos intercambiando nuestros cuerpos –María se comportaba algo desesperada –

- ¡Exactamente! –Jay le respondía –Tu deseo fue descansar de tú propia vida, yo era el único a tu lado y prácticamente te robaste mi vida para descansar de la tuya –

- ¡Lo siento mucho!, nunca pensé que esta cosa fuera real y que se tomara las cosas tan enserio, mucho menos pensaba robarte tu cuerpo –María de disculpaba –

Luego de conversar sobre lo que tenían que hacer, María salió de su propia casa para ahora ir a la de Jay, ambos  eran mejores amigos, así que no habría mucho problema en identificar las cosas y vidas de cada uno,  siempre se contaban todo y ahora más después de lo que había pasado, María estaba algo asustada al principio, pero a decir verdad, ella salió con algo de confianza de su casa, sentía que había un nuevo mundo por descubrir y que todos sus problemas se habían ido, realmente ya no era María y ya no tenía porque seguir estresada por una vida que ya no era la suya desde este  momento.

Mientras tanto, Jay estaba fantaseado con la idea de ser una chica, y quien mejor que su mejor amiga María, inmediatamente después de que ella se fue, Jay desnudo su nuevo cuerpo, necesitaba explorar y mirar ese sexy cuerpo que tanto deseaba, era imposible haber imaginado antes que sucedería esto, todo gracias a la ingenua de María quien nunca imagino que esto podría pasar al pedir un deseo tan fuerte como ese, ahora Jay tenía todo su cuerpo.


Luego de mirarse al espejo, Jay estrujo delicadamente sus nuevas tetas jugueteando con ellas haciéndolas rebotar con el peso de la gravedad, provocando cosquillas lascivas en su interior, experimentando esas tiernas masas suaves y carnosas pero sensibles que comenzaban a poner su cuerpo de manera extraña mientras más lo hacía.

- ¡Umm, que rica estas María!, jamás pensé que tuvieras un cuerpo tan rico y tan lascivo, me encanta la idea de tener esas deliciosas tetas en mis manos –Jay frotaba sus pezones erectos –¿Qué tenemos por aquí?, ¡Una vagina!, con que esto se siente tener una rica y tierna vagina entre las piernas, que suave y raro se siente, me da muchas cosquillas, lástima que no tengo mi pene para penetrarte ¡Jejeje! –Jay le daba unas palmaditas a su vagina la cual estaba despidiendo fluidos a causa de su jugueteo –Y pensar que María realmente tenía un cuerpo tan lascivo, tocar cada parte de su cuerpo me produce un cosquilleo intenso, quizás María sea una chica ninfómana, ahora yo soy una chica ninfómana que disfruta del sexo, ¿Pero que estoy diciendo?, ¡No, realmente no quiero ser una chica!, no quiero ser una chica adicta al sexo, me gusta tener mi pene y ser yo quien penetre a las chicas –Jay comenzaba a sentirse extraño, como si su nuevo cuerpo o la mente de María comenzará a jugar con sus sentimientos -¡No sé qué hacer!, solo quiero seguir tocando mis senos y penetrar mi vagina con mis dedos –Jay introducía su dedos dentro de su vagina mientras que con la otra mano estrujaba uno de sus senos con fuerza provocando que su cuerpo se retorciera como el de una puta adicta al sexo -¡Ahhh, que rico, esto es muy delicioso! –Jay jadeaba como una zorra –

Después de masturbarse intensamente, Jay se preparó para la ducha, sentía su cuerpo adolorido y muy cosquillado por la intensa sesión de adrenalina que le había dado a su cuerpo, contoneaba su redondo culito hacia el baño mientras que veía la tina que ahora tenía llena de agua y de espuma, algo que a Jay siempre le excitaba ver a las chicas cubiertas por la espuma de latina, introdujo su nuevo cuerpo dentro de la cálida agua y pronto su piel comenzó a ponerse bastante caliente, Jay paso el rato dentro del agua frotando y masajeando su nuevo cuerpo, frotando el jabón redondamente sobre sus tetas y pasando el jabón por su vagina experimentando un nuevo mundo de sensaciones.

Después de salir del baño, Jay se tardó unos minutos arreglándose, quiera vestirse sexy en el cuerpo de su amiga, se puso un conjunto con un par  de medias muy sexys que hacían ver a sus piernas muy tiernas y sensuales poniéndose por  encima una minifalda de terciopelo que hacía juego con sus medias, también se colocó un sujetador que hacía  que sus nuevas tetas se ajustaran más a su pecho notándose más firmes y redonditas cargando con el peso que sentía ahora liberado en su espalda, también apoyando a que sus tetas no se jugarán tanto provocándole el cosquilleo que no lo dejaba tranquilo, por encima  se puso una blusa corta de tirantes que solo hacía que sus senos relucieron aún más, luego de eso, Jay se sentía bastante sexy y coqueto con el cuerpo de la chica, le encantaba mirarse en el espejo luego de  haber elegido el conjunto perfecto para su nuevo cuerpo, Jay estaba disfrutando mucho de ser María, pero poco después, sus padres llamaron a la puerta.

- ¡Hola hija, queremos hablar contigo! –sus nuevos padres le decían al mismo tiempo –

- ¡Si mama pasen! –Jay les respondía sintiéndose extraño al hablarle así a otros padres que no eran los suyos –

-Tu padre y yo hemos hablado y, lamentamos mucho el cómo nos comportamos últimamente, sabemos que la regamos el día de ayer que era tu cumpleaños, lo lamentamos en verdad –la mujer le decía a la chica –

- ¡No hay problema mamá!, es algo a lo que ya estoy acostumbrada, simplemente siento mal que sea en el único día especial que necesito que todo salga bien en el año –Jay no entendía cómo habían salido esas palabras naturalmente de su boca, era como si su mente estuviera conectada con la de María y ahora él sentía lo que ella sentía –

- ¡Esta bien hija!, lo sentimos mucho, de cualquier manera, te damos este dinero para que te compres todo lo que quieras en el centro –el padre de María le decía y le entregaba un fajo de billetes –

- ¡Claro, como siempre resolviendo todo con dinero!, pero está bien, no hay problema, gracias de cualquier manera –Jay les decía –

Los padres de la chica salieron y Jay estaba sorprendido de la gran cantidad de dinero que estos le habían dado, guardó el dinero en su bolso de chica y salió al centro a hacer compras, sesenta como toda  una señorita, de repente entro a una tienda de juegos sin pensarlo, pronto, noto como todos los chicos la miraban sedientos de poder charlar con una chica tan sexy a la que de igual manera pensaban que era una tonta por simplemente buscar videojuegos de hombres, Jay se  sintió acosado y decidió salir del lugar, paso un rato caminando sin aun pensar en algo bueno para gastar el dinero en lo que le habían dado sus nuevos padres, de repente, noto una tienda de ropa de chicas, Jay sintió interés por un vestido que había notado y entonces se sintió como un tonto, ahora le gustaban las cocas de chicas, Jay no comprendía, pero en verdad ahora solo deseaba poder comprar ese vestido y probárselo.

Jay pasó la tarde buscando y comprando ropa linda y se la probaba en los vestidores, también era agradable pues miraba a algunas mujeres probándose ropa y eso le gustaba ya que podía mirarlas sin que nadie sospechara que era un hombre mirando a las mujeres.

Después de compra mucha ropa y zapatos, Jay regreso a casa, de repente recordó porque había visitado la tienda de videojuegos, pues quería usar el dinero para comprarse la nueva consola de PS y gracias a el acoso de los hombres se le había olvidado y ahora se había gastado todo el dinero en ropa de chica que para colmo le gustaba y ya quería ponerse para salir en la próxima reunión con sus amigas.

Jay regreso a casa de María, metió todas sus nuevas cosas y luego ceno algo ligero pues, aunque quería no le apetecía comer tanto, Jay lo único que quería era regresar a la ducha y enjabonarse el cuerpo tan rico como lo había hecho esta mañana, se terminó de arreglar y luego se tiró a la cama, de repente, el celular de María comenzó a sonar desesperadamente, era el novio o el ex novio de María, Jay no quería contestar, pero algo dentro de ello obligó a hacerlo.

- ¡Hola! –Jay respondía tímida y tiernamente como si quisiera hablar cortadamente tratando de no llorar –

- ¡Hola bebe!, ¿Estas bien? –el chico le decía –

- ¡No!, realmente no, me siento triste, todo es tu culpa, pase uno de los peores cumpleaños de mi vida y tu solo me usaste y me engañaste –Jay lloraba luego de hablar compulsivamente –

- ¡No bebe, no es lo que crees, en serio déjame explicarte!, Karina solo es una amiga, solo eso –el chico respondía cínicamente –

- ¡Cállate, no quiero saber nada de ti! –Jay colgaba desesperadamente y luego se hecho a la cama a llorar, se sentía muy triste de repente –

Pero el celular de María volvía sonar.

- ¿Qué quieres? –Jay le gritaba –

- ¡Hola, soy yo María!, ¿Qué pasa? –Jay escuchaba su vieja voz de nuevo –

- ¡Jay!, digo, ¡María!, (No sé porqué dije eso…), ¿Qué has hecho?, ¿Porque no has venido a verme?, necesito que regresemos a nuestros cuerpos, ¡Ya no quiero seguir siendo una chica!, ¿Porque no me dijiste que tu cuerpo era una ninfómana? –Jay lloraba –

- ¡Tranquilo Jay, veo que no te sientes muy bien, creo que el efecto de la magia que tenía esa vela también afecta un poco nuestros verdaderos sentimientos, quizás ahora pases por una mala etapa de mi vida y mi cuerpo reacciona a todo eso –María le explicaba, aunque ella escuchaba muy bien –

- ¡Pro ya no quiero seguir siendo una chica, por favor, devuélveme mi cuerpo! –Jay le suplicaba –

- ¡Lo siento Jay!; pero no puedo hacerlo, no tengo otra vela como esa, además eres mi mejor amigo, pensé que tomarías esto parabién y me ayudarías, pensé que serias un buen amigo y tomarías mi cuerpo por mí unos días para qué yo pudiera descansar –María le decía algo molesta –

- ¡Claro que soy tu mejor amiga!, pero no puedes simplemente robarme mi cuerpo, toda mi vida me está agobiando y ahora hasta mi ex acaba de llamarme –Jay le decía sin escucharse a sí mismo –

- ¿Tu, ex…? –María le preguntaba extrañada –

- ¡Si, no, tu ex, no mi ex, Ahhh!, no sé porque no puedo concentrarme, parece que tu cuerpo quiere seguir siendo María, mi esencia se pierde cada vez más, debes de ayudarte, quiero mi vida de regreso –Jay lloraba –

- ¡Ya veo!, pues al parecer sol te está afectando a ti, supongo que es como un medio para proteger mi deseo y descansar de quien antes era y te estas convirtiendo en la verdadera María –María le decía sin importarle mucho ahora –

- ¿Cómo que me estoy convirtiendo en ti?, ¡Rumpelstiltskin, eso no era parte del traro! –Jay le decía –

-Pues supongo que es parte del efecto del proceso, al menos serás yo, tendrá dinero, un cuerpo de chica el cual tocar todo lo que tu desees –

-Pero si no puedo gozarlo no tiene mucho valor después de todo –Jay lloraba –

- ¡Tranquila Mary!, recuerda que soy tu mejor amigo y puedes contar conmigo cuando tú quieras –María solo empeoraba el efecto a propósito –

- ¡Gracias Jay, eres el mejor, te quiero! –Jay le decía sin darse cuenta –

Luego de que ambos terminaran de hablar, el teléfono volvió a sonar unas cuantas ocasiones más, pero ahora solo eran mensajes.

- ¡Mary, princesa por favor, arreglemos las cosas, que dices si mañana nos vemos, te llevo a la playa y luego vamos a comer algo rico, también podemos…, ya sabes, sabes cómo te gusta que te haga…-el chico no dejaba de insistir –

- ¡Hola amor, claro que sí, vamos quiero me lleves a ese lugar muy rico que me gusta tanto! –Jay le respondía ingenuamente, había caído en la trampa del chico y en los sentimientos femeninos de María quien aún pensaban que podían darle otra oportunidad al imbécil de su novio –

Al día siguiente, Jay se levantó muy entusiasmado, comenzó a buscar entre la ropa y sin mucha demora eligió un bonito conjunto de lencería que había comprado recientemente ayer, junto con una blusa holgada color blanca y fresca, que hacía combinación con un par de pantalones pegados color rojo que simplemente le daban una mejor forma a su figura, Jay se metió a la ducha y entonces froto sus senos placenteramente deseando hacerlo por alguna razón, la nueva María salió de la ducha y por fin se arregló, se plancho el cabello y se puso un par de tenis cómodos para combinar con el resto de su outfit.

- ¡Amor! –el chico le decía a lo lejos llegando en su auto –

- ¡Bebe, ya llegaste mi amor! –María corría gritando de felicidad y luego de dieron un beso - ¡Ay! –María se separa algo extrañada, de repente le pareció indiferente besarse con su novio –

- ¿Qué pasa amor, lista para una rica comida? –el chico la tomaba de la mano y la llevaba hasta el restaurante frente al mar –

Pasaron la tarde comiendo rico, platicando de cosas que Jay ni siquiera recordaba que sabía y de repente comenzaron a pelear, parecía que María se había acordado de su último pleito y la razón de que rompieran en primer lugar, pero luego de que su novio la abrazaba a la fuerza y con ternura, la nueva María volvió a desistir y se besó con su novio, aunque realmente no sabía si quería besarlo como su cuerpo le pedía insistentemente hacerlo.

Los dos novios decidieron seguir su tarde romántica  y de reconciliación, el chico llevo a María  hasta un camino oculto donde había una cabaña, María pronto reconoció el lugar y de inmediato ambos entraron, el chico comenzó a besar a María  quien al sentir las caricias  de su  novio sobre  su piel está comenzaba a jadear excitada dado su ninfomanía, el chico la  cargo de brazos y la tiró sobre la cama, apenas y tocaba sus senos con sus manos como él sabía que a ella le gustaba y le prendía causando que María gimiera fuertemente, pronto la desnudo dejando su cuerpo expuesto y totalmente listo para comenzar a  manipular, el  tipo la ató de brazos y piernas mientras que María sentía algo extraño, pronto, una presión muy grande  comenzó a crecer en su interior, como si quisiera impedir que lo hiciera.

- ¡Espera, detente, no lo hagas! –María jadeaba, pero ya era demasiado tarde –

- ¿Qué pasa muñeca?, ya estamos calientes, sé que te gusta, solo estas entrando en el papel –el chico la terminaba de atar –

- ¡No por favor, no eso no, no quiero que me violes, no soy una…, no soy quien tú crees, por favor, esto es solo un malentendido –a Jay le costaba decir su verdadero nombre y temía por su dignidad al ver expuesta su vagina –

Jay lograba reaccionar, parecía que tanta adrenalina había recuperado su cordura como Jay y hora que despertaba de su aparente hipnosis miraba como el chico lo había desnudado con el cuerpo de María y estaba listo para penetrarla, aunque Jay sabía que era imposible lograr escapar de ese martirio ahora que estaba con el cuerpo atado y que el sujeto la tenía a su merced, su cuerpo simplemente no le respondía quería que su hombre le penetrara.

- ¡Espera, Ahhh, Ahhh, sigue, no pares, así que rico! –Jay comenzaba a gemir y olvidarse poco a poco el resistirse, su cuerpo estaba siendo embargado por el placer –

- ¡Eso muñeca!, eres mi perra, eres una puta y ahora te tengo para mí solo –el chico le decía mientras estrujaba sus senos -

- ¡Ahhh! –Jay no dejaba de gemir ante tantos estímulos provocados por la maldición del cuerpo de María –

Luego de pasar el rato siendo penetrado con malicia y perversión por el novio de María, Jay simplemente se quedó retorciéndose del placer sobre la cama, el chico comenzaba a desatarla y le aventó la ropa encima, le mostró cómo había grabado desde una cámara oculta y ahora simplemente la botaba como una basura, Jay estaba llorando luego de escuchar  eso, los sentimientos  de María  volvían a controlarlo, ahora  estaba devastada luego de escuchar la maldad  de el imbécil de  su novio, Jay quiso arrojársele encima al sujeto, pero este era más fuerte que su frágil cuerpo y terminó siendo arrojado sobre la cama, el tipo la golpeó y Jay se quedó totalmente indefenso.

- ¡Y cuidado y me vuelvas a buscar, porque mira lo que tengo ahora en mi poder y con esto te puedo acabar como la puta barata que eres! –el chico le gritaba mientras que Jay no podía hacer ya nada para detenerlo –

El tipo se dio a la fuga dejando a Jay totalmente desorientado y con la fragilidad de los sentimientos de María, camino durante algunas horas hasta que encontró el camino de la carretera y una persona lo apoyo a llevarlo de regreso hasta su casa, Jay estaba demasiado deprimido, su vagina le dolía luego de la brutalidad con la que el hombre lo había penetrado y también la  espalda, por si fuera poco, el imbécil no había utilizado condón, algo que a Jay se le había olvidado irresponsablemente, pero entre los sentimientos de María y los suyos lo había olvidado por completo, su cuerpo estaba a total merced de sus hormonas, las cuales no podían controlarse cuando veían el enorme miembro de su macho, aunque mientras más lo recordaba como un fuerte trauma, más su cuerpo reaccionaba a que su novio aparentemente la  había engañado y se había deshecho de ella una vez más.

Ya habían pasado varios días y Jay seguía luchando por mantener el control de su nueva vida, a veces simplemente se comportaba como María hasta que de repente recordaba que Jay estaba en su interior y que quería salir para recuperar su vida, lo único que Jay podía hacer, era aprovechar el tiempo en el que recordaba que tenía el sexy cuerpo de  María para divertirse y tratar de  aliviar el estrés un poco, María quien se había robado su cuerpo, ahora estaba totalmente feliz con su nueva  vida y como veía que Jay también parecía estar feliz no pensaba renunciar a el mejor de  sus deseos.


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