Cuerpo de Chocolate

 

- ¿A quién le decías negra? –Yamileth le decía a Juan mientras tomaba una barra de chocolate oscuro mágica de su bolso y la embarraba por su espalda desnuda –

- ¿Qué, de que hablas perra? –Juan miraba a todos lados mientras sentía la espesa mezcla de chocolate comenzar a cubrir todo su cuerpo -

- ¡Jajaja, ahora verás amor! –

Juan comenzó a sentirse extraño, todo su cuerpo había adquirido un color oscuro y su cabeza se sentía mareada, poco a poco Juan empezó a sentir como todo su cuerpo comenzaba a cambiar, sentía cosquillas y hormigueo por todo el cuerpo y de la nada, unas grandes tetas con pezones muy grandes y negros comenzaron a crecerle en su pecho, Juan tomaba sus tetas intentando presionarlas sin saber que pasaba, pero solo sentía mucha sensibilidad en ellas, de repente, su órgano sexual fue borrado en su interior y de ello apareció una vagina color chocolate, sus piernas crecieron volviéndose más frondosas así como su culo y su cintura se volvió más delgada mostrando unas prominentes curvas, su rostro se deformo al de una mujer con grandes y carnosos labios y su cabello creció enchinándose mientras se formaban unas largas trenzas.

- ¡Jajajaja, mírate, que rica te vez amor!, ahora eres toda una puta negra que espera por su primer cliente –

- ¿Qué, de qué hablas?, ¿Qué es lo que me hiciste?, porque todo mi cuerpo se transformó en esto, soy una puta negra, no puedo tener tetas y vagina, yo no soy una mujer –

- ¿Estás seguro bebe? –

- ¡Si!, yo soy Juanita, una perrita muy pervertida y sexy que quiere que le destrocen el culo negro que tengo, ¡Espera, porque dije eso!, no puede ser, eres una maldita enferma, devuélveme mi cuerpo –

- ¡Jajaja, pase señor, su perrita esperaba por usted! –

- ¡Buenas tardes!, así que esta es mi negrita, muchas gracias, vera que no la voy a defraudar, aquí está el dinero –

- ¡Gracias amor, ahora disfrútala! –

- ¡Espera! maldita, no me hagas esto, no me toques maldito viejo, bueno si, tócame, chupa mis chichotas bien ricas, hazme tú puta no te dejare con las ganas de comerme el negro culo que tengo, ¡No, no maldita sea no! –

Juan había tenido sexo con una scord a la que solo se cogió por ser negra tenía fetiches de insultar a las mujeres de color y luego de cogérselas decirles cosas despectivas, pero se topó con Madame Pisanov cuando esta adopto la forma de una sexy negra prostituta que, al saber de la denuncia de sus chicas, se aprovechó de Juan para convertirlo en una negrita caliente adicta al sexo.