"Entregando un pedido"

 

Marco estaba muy asustado, el ingenuo repartidor de pizzas estaba entregando su pedido cuando la señora de 54 años le recibió desnuda y no solo eso, sino también lo tomo de la sudadera y lo arrastro con el adentro de la casa, Marco apenas siendo un debilucho no tuvo tiempo de resistirse y cuando fue llevado por la hembra rápidamente esta le dio un beso y Marco recibió un espasmo astral.

De repente, Marco sentía como una fuerza extraña empujaba hacia su cuerpo, pero de repente, se dio cuenta de que ya no estaba en su propio cuerpo si no en el de la mujer madura a la que estaba atendiendo hace un rato, recostado en la cama en una posición bastante incomoda mientras miraba frente a él como sus nuevas y flácidas tetas de mujer madura rebotaban, así como miraba como su propio cuerpo le sonreía desde arriba y sujetando su antigua verga apunto hacia su nueva vagina con fuerza.

Marco solo pudo sostener un gran gemido y expulsarlo tal cual, sentía algo de calor e su entrepierna y luego sintió como el pedazo de carne entraba y salía pujando en su nueva vagina, Marco gemía extasiado ante la situación, tenía su propio pene dentro mientras la mujer controlaba su cuerpo del otro lado, luego la tipa le sonrió usando su rostro y Marco sintió como su semen era inyectado por dentro, -¡Gracias por el cuerpo! –el ahora  chico se reía y alejaba su pene fuera de la hembra mientras esta agonizaba del placer que sentía dentro, pero cuando Marco pudo recuperar sus energías, ella se había dado a la fuga con su cuerpo, su vagina chorreaba grandes cantidades de su propio semen mezclado con fluidos de su ahora  vagina y eso no era  lo peor que vendría ahora que estaba atrapado en ese  cuerpo.