Esposa celosa

 

- ¡Vamos!, qué esperas, es tu oportunidad, no hice todo esto para nada, sé que deseabas a esta negra y ahora la eh conseguido para ti, deberías a apresurarte antes de que el hechizo de posesión pierda su efecto y regrese a mi culo blanco, además creo que estas tetas, aunque son algo más pequeñas que las mías se sienten mucho más calientes incluso que las tetas blancas de mi antiguo cuerpo, seguro que te gustara mucho más esta experiencia de cogerte a una morena que a tu propia esposa blanca.

Liz estaba harta de ser opacada por la morena de Michelle, una chica de piel negra que se había mudado recientemente al vecindario, por alguna razón, todos los hombres comenzaron a interesarse mucho por ella y luego de unos días no dejaban de hablar de su sensualidad y de su exótica figura, la deseaban como unos cerdos y simplemente se había vuelto tema erótico de conversación entre todos los hombres, Liz odiaba ser la esposa blanca de su esposo y usando ese odio que tenía por Michelle investigo la manera de poder tomar su cuerpo y así hacer el hechizo completamente permanente una vez que su esposo la hiciera suya en ese cuerpo, no habría nada más que la detuviera en ser la negra exótica del vecindario.