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jueves, 13 de mayo de 2021

Pidiendo unas tetas por llamada

 


Luego de que varios amigos me contaran sobre esa llamada extraña, yo simplemente no pude detenerme a intentarlo, regrese a casa a encerarme en mi cuarto y comencé a teclear los números malditos en mi teléfono, cuando el sujeto del otro lado del teléfono me contesto, sentía el frío de su ahogada voz recorrer todo mi cuerpo, tan solo le entendía unas cuantas palabras pero eran suficientes para poder expresar lo que quería decir y pedirle a ese gran y extraño ser, pedirle mi fantasía más grande, la cual era ser esa asiática tetona que tanto me excitaba.

Así que simplemente le pedí que me cambiara con Anri Okita y después de hacerlo, sentí como una corriente de electricidad embargaba todo mi cuerpo, de un momento a otro, escuche la dulce voz en japonés de Anri y de la nada mire que estaba en el cuarto de ella en otra perspectiva, podía ver sus grande y suavecitos senos colgando de mi pecho y por supuesto que estaba especialmente desnuda  ese momento, escuche mi voz alterada del otro lado del teléfono y si entendernos mucho colgué luego de escuchar a aquella voz decir “Un cambio por alma”, fue entonces que termine la llamada y comencé a explorar el delicioso cuerpo de Anri, sus magníficas y golosas tetas además de su suave y tierna vaginita que comenzó a calentarme p0r completo, aunque de repente comencé a sentirme atrapado como una mujer sin tomar en cuenta las consecuencias que había tomado al realizar ese deseo, pero después de un rato de pensar en que podría jugar con sus magníficas tetas cuanto yo quisiera, no me arrepentiría de nada.


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