TG October
11-MĂșsica
Luego de la fracasada captura
de la bruja, los hombres sobrevivientes del señor “X” regresaron casi con las
manos vacĂas, de no ser porque afortunada, o, desafortunadamente, uno de ellos habĂa
encontrado una de las reliquias de la bruja.
Una extraña Arpa antigua que
segĂșn se decĂa, era el Arpa de Pandora, pues con ella, la señorita Pandora
dominaba eh hipnotizaba todo el mundo, dĂĄndole su esencia de poder a aquella hermosa
y bestial arma que poseĂa en sus manos, tocando con sus largas y afilaras uñas
las finas cerdas del arpa.
- ¡Jefe, regresamos, sĂ© que no
es lo que esperaba, pero creo que lo pondrĂĄ satisfecho! –
- ¡ImbĂ©ciles, la tenĂan, era
nuestra, y la dejaron ir! –
- ¡Jefe perdĂłn, en verdad,
pero mire, encontramos esto luego de la explosiĂłn! –
- ¡Y yo para que vergas voy a
querer una estĂșpida arpa! –
- ¡Pero señor, ya investigamos
y es el Arpa de Pandora! –
- ¿El Arpa de Pandora?, ¡No es
cierto, creĂ que esa cosa no existĂa! –
- ¡Si jefe, se lo trajimos
como ofrenda por nuestras fayas! –
- ¡LĂłpez, trae eso aquĂ, Ignacio
y JoaquĂn esperen un minuto!, “AsegĂșrate de dormirlos, creo que ya sĂ© quĂ© hacer
con ellos” –
“X” le ordenaba a LĂłpez dormir
a los dos sujetos que habĂan regresado con vida del incidente, les habĂan
traĂdo una jugosa arma a sus manos y la probarĂa con ellos como sus ratas de
laboratorio como castigo por su grave falla.
- ¡Ey, que, que hago aquĂ!
–Ignacio se sentĂa atrapado mientras miraba su cuerpo desnudo en una mesa
apresado –
- ¡Wey, yo tambiĂ©n, el jefe
ordeno encerrarnos! –
- ¡AsĂ es imbĂ©ciles!, ya estoy
cansado de sus estupideces, esta vez me van a pagar de otra manera, que mejor
que con los que trajeron esto a mis manos, vamos a probar de que es capaz esta
cosa –
- ¡Espere jefe, por favor, perdĂłnenos,
es la Ășltima vez! –
- ¡No me interesa! –
“X” ordeno que conectaran el
Arpa a una red de cables hacia una computadora, donde tenĂan una interfaz de
comandos lista para comenzar a dar Ăłrdenes.
Lentamente, una hermosa
melodĂa comenzĂł a sonar, todos llevaban audĂfonos anti sonoros a excepciĂłn de
Ignacio y JoaquĂn, quienes debĂan de escuchar la melodĂa.
La interfaz de comandos empezĂł
a emitir una orden musical hacia sus cuerpos, provocando que la tonada,
ordenara mediante sus estĂmulos musicales que sus miembros se pusieran erectos,
ambos hombres parecĂan estar recibiendo una intensa descarga de placer.
- ¡Ahhh, jefe, por favor, esto
va a explotar! –
Ambos hombres se quejaban, sintiendo
como sus miembros se inflaban erectos intensamente hasta estallar, sin poder
moverse ni hacer nada para evitarlo.
- ¡Excelente, comienza la fase
de transformaciĂłn! –
“X” ordenaba comenzar con su
experimento, mientras que los dos hombres hacia abajo temblaban de miedo por el
tremendo poder de aquella arma que le habĂan llevado a su temible jefe.
Entonces, la interfaz comenzĂł
a emitir ordenes hacia las melĂłdicas cuerdas musicales de la Arpa, vibrando y
tintineando, haciendo que los cuerpos de aquellos hombres estallaran de placer
y de agonĂa, mientras que sus cuerpos comenzaban a cambiar cada parte de su
ser, hasta ser convertidos finalmente en dos hermosas señoritas.
- ¡Muy bien, muy bien, es
perfecta, no habĂa visto algo igual a esto! –
- ¡Maldita vieja!, como es
posible tenga armas como estas, ahora abra que buscarlas por todo el mundo –
- ¡No, tranquilo!, no
necesitamos demasiado, con esto es suficiente, te imaginas, podrĂamos crear una
canciĂłn con base en esta melodĂa, de esta manera todos los que la escuchen
podrĂan ser dominados por nuestras ordenes, ser convertidos en nuestros
esclavos con tan solo escucharla –
- ¡Vaya, sĂ que eres malvado!
–
“X” y “Y” hablaban de sus
planes de dominaciĂłn del mundo, cuando Ignacio y JoaquĂn trataban de
recuperarse de semejante melodĂa que les habĂa aturdido hace unos minutos.
Cuando entonces, Ignacio y JoaquĂn
miraron con terror y asombro como sus cuerpos habĂan cambiado, siendo ahora
unas hermosas señoritas, mirando sus senos colgando de sus hechos, asà como
sentĂan extraños huecos en sus piernas, el cabello les picaba y escuchaban sus voces
completamente afeminadas.
- ¡Pero que nos hiciste
imbĂ©cil! –JoaquĂn gritaba –
- ¡Maldito seas, porque nos
convertiste en mujeres, cual es tu maldito problema! –
- ¡Porque verga quieres vernos
a todos convertidos en putas, porque no simplemente te vuelves tu una puta! –
- ¡Jajaja, pobres imbĂ©ciles!,
porque es la forma mĂĄs fĂĄcil de ganar dinero, ustedes son mis esclavas, son mis
putas de ahora en adelante, trabajaran en el cabaret como todas las demĂĄs
idiotas que cayeron en la trampa –
- ¡Maldito infeliz, pero nos
las vas a pagar! –
- ¡Callen a esas perras! –
“X” mando un orden directo a
la interfaz y entonces, una nueva melodĂa comenzĂł a tintinear sobre sus Ăłrganos,
aplastando sus cuerdas bucales hasta arrancarlas, Ignacio y JoaquĂn sentĂan un
fuerte dolor en sus gargantas, intentaban llorar, gritar, pero no podĂan, se
habĂan quedado mudas, completamente secas de aliento para hablar o poder
quejarse y decir algo.
- ¡Bien, ahora llĂ©venlas a
preparar, hoy mismo comienzan su nuevo trabajito jejeje! –
Ignacio y JoaquĂn eran llevados
ah sus nuevas habitaciones, donde ahora tenĂan ropa y cosas de mujer, ambos
hombres ahora chicas, se sentĂan bastante humillados, sintiendo como sus
cuerpos se balanceaban al compasa de sus nuevos atributos, habĂan sido
convertidos en unas exuberantes mujercitas.
Sin poder hacer nada, Ignacio
y JoaquĂn empezarĂan una nueva vida como castigo, ambos mirando su inmenso guardarropa
lleno de lencerĂa provocativa y bastante sexy para saciar las necesidades
sexuales de sus nuevos clientes, a los que serĂan vendidas como esclavas
sexuales por su jefe.
- ¡AquĂ les presento a mis dos
nuevas nenas reciĂ©n salidas del horno! –“X” les presentaba a sus clientes sus
nuevas nenas de trabajo –
- ¡Hola amor!, ¿Porque no
hablas? –Uno de los flamantes empresarios le decĂa sonrientemente a la tĂmida
Indira –¿Tu tampoco hablas princesa? –ahora le decĂa a Johana –
- ¡Son muditas las dos nenas!,
pero no se preocupe, lo sabrĂĄn satisfacer muy rico en la cama –
- ¡Bien, entonces las quiero a ambas! –
El cliente de “X” pagaba una
fuerte suma de dinero por estrenar a las dos mujercitas vĂrgenes que habĂan
llegado renovadas en el paquete, Indura y Johana estĂĄn desesperadas, pues sus cuerpos
actuaban en contra de sus emociones, a pesar de que por dentro aun eran Ignacio
y JoaquĂn, lo cierto es que sus cuerpos estaban fuertemente dominados por las
ordenes del Arpa de Pandora, recibiendo indicaciones de la interfaz para no
desobedecer ninguna orden de sus nuevos amos, pues esta habĂa sido una nueva
orden de “X” para mantener a sus nuevas esclavas completamente sumisas paras
todo momento y ocasiĂłn.
Indira habĂa elegido un sexy
conjunto que cubrĂa todo su cuerpecito, ahora llevaba un sexy tatuaje en su vientre
que arqueaba ambos senos como dos gotas de agua redondeadas suaves y sensibles,
caminando como toda una putita y sin hacer nada de ruido, totalmente calladita
y silenciosa para obedecer a su nuevo amo.
Mientras que Johana también
llevaba un sexy conjunto que rodeaba sutilmente la sensualidad de su hermoso
cuerpo, luciendo como una completa putita madura lista para ser estrenada, pues
ambas eran completamente adultas y vĂrgenes, siendo esto un plus para que su nuevo
amo disfrutara completamente gozando de estrenar sus vaginas.
- ¡Ummm que ricas estĂĄn las
dos!, no puedo creer que aun sean unas virgencitas, y todas para mi solito,
porque no probamos una que me mame la verga y otra que sea penetradita –
El hombre tomaba a Indira
quien calladita y obediente se inclinaba lamiendo y jugueteando su gran verga,
actuando como una perra obediente, mientras que Johana tomaba su cabello sujetĂĄndolo
con fuerza, ambas sin decir una sola palabra, pues estaban sedientas de su
leche y no podĂan decir ni una sola palabra mĂĄs que leves y sutiles gemidos proviniendo
de sus calladas boquitas.
- ¿QuĂ© pasa amor, tĂș tambiĂ©n quieres
probar de mi rica verga verdad? –
Johana no pudo no desear lo
que el sujeto le decĂa, inclinĂĄndose junto a su amiga y compañera a probar la
rica verga de su amo.
- ¡Ummm, eso es perras, son
todas unas putitas, sirvan a su amo! –
Entonces, el hombre tomo a
Indira llevĂĄndola a su camita, abriendo sus ricas piernas mientras que ella
veĂa con pĂĄnico como el sujeto acercaba su gran verga apuntando hacia su vagina,
pero sin poder decir nada, Indira soltĂł un leve gemido como toda una putita,
sintiendo dolor y paulatinamente comenzando a disfrutar del caliente trozo de
carne que penetraba por dentro de su ser, convirtiéndola en toda una mujercita.
- ¿Y que tu no piensas hacer
nada?, ¡Anda, lame su vaginita! –
Johana sentĂa como todo su
cuerpo obedecĂa las palabras de su amo mĂĄgicamente, dirigiĂ©ndose hacia la vaginita
penetrada de Indira quien no podĂa dejar de gemir al sentirse penetrada como
toda una putita.
Indira sentĂa como todo su
cuerpo se estremecĂa, pero sentĂa la necesidad de que su amo se corriera dentro
de ella, no fue si no hasta cuando su amo, noto que Johana parecĂa tambiĂ©n
querer gozar de su verga, que deslizo su pene fuera de la vagina de Indira
clavĂĄndosela fuertemente a una Johana desarmada, impactada por la brutal fuerza
con la que su amo la habĂa salvajemente penetrado, cuando a Indira se lo habĂa
hecho tiernamente.
Johana no pudo gritar de dolor
ni de coraje, su boquita estaba sellada, lo mĂĄs que podĂa hacer era soplar
leves gemidos con su boca, sintiendo como todo su cuerpo vibraba y se estremecĂa
por la verga de su amo.
Pero no termino ahĂ, pues su amo
deslizo a Johana por la espalda en modo de perrita ordenĂĄndole a Indira que la
montara, ella obedeciĂł con celos, pues ella querĂa que su amo se viniera dentro
de ella convirtiéndola en su bella puta.
Indira se colgaba sobre Johana
quien sentĂa su cuerpo estremecido por tener encima a Indira y siendo penetrada
por su amo por detrĂĄs, pero entonces, el hombre deslizĂł su miembro saliendo de
Johana para penetrar encima de ella a Indira como una perrita, mirando ambas al
extraño sujeto quien habĂa corrompido sus cuerpos con deseo y perversiĂłn,
sintiendo Indira todo el placer que emanaba de su vagina al ser penetrada por
su amo quien poco despuĂ©s, finalmente habĂa terminado dentro de ella,
rellenĂĄndola con su rica lechita en su vaginita.
- ¡Muy rico y todo, pero son mudas y no me dicen nada! –
El hombre terminaba su propĂłsito
mientras “X” regresaba de observar con gran placer como su gran experimento con
el Arpa de Pandora habĂa sido todo un excito, pues sin que supieran, el los
vigilaba desde otra habitaciĂłn, enviando ondas sensoriales con la mĂșsica de su
Arpa, haciendo que Indira y Johana gozaran de toda una muy rica y placentera
experiencia al ser estrenadas con sus ricos y calientes cuerpos.
- ¡Muy bien, es hora de
activar nuestra siguiente arma! –
“X” ordenaba mientras se
retiraba dejando a Indira y a Johana totalmente devastadas por ser convertidas
en lo que ahora eran, unas simples prostitutas.
Mientras tanto, un emocionado
adolescente estaba a punto de comenzar una nueva aventura en realidad virtual,
o, al menos eso parecĂa.
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