Diana odiaba mucho la actitud de Camila, siempre se mostraba como un grandĂsima puta frente a todos en la escuela, se acercaba a sus compañeros con sucias intenciones e inclusive a los maestros que en ocasiones se dejaban caer en sus tentaciones.
Casi siempre ante el coraje que sentĂa por la actitud de Camila terminaba peleando con ella haciĂ©ndola quedar como una zorra en repetidas ocasiones, no fue si no hasta que Camila decidiĂł hacer algo para castigar a Diana que ella entendiĂł que debĂa de respetar a las demás.
Un dĂa Camila llegĂł con un medallĂłn extraño, se acercĂł a Diana con supuestas buenas intenciones obsequiándole el objeto, Diana lo acepto con algo de rabieta pero en el momento de ponĂ©rselo el cuerpo de Camila desaparecido frente a ella mientras que un humo rosado se exparcia por el aire introduciĂ©ndose dentro de ella, Diana comenzĂł perder el control de su cuerpo sin saber lo que pasaba aterrada, miraba como sus manos comenzaban a juguetear sus tetas, pronto su cuerpo se movĂa solo, se diĂł a la fuga mientras que ella miraba todo con terror.
-¡Tranquila pinche puta!, Ahora seremos un par de putitas juntas como lo deseabas, no es por nada que me envidiarás tanto, pues ahora te enseñaré a ser una.
Camila le decĂa a Diana mientras ella no podĂa entender lo que pasaba, su caminar era distinto contoneando sus caderas más vulgarmente mientras notaba como los hombres la miraban, ella se sentĂa bastante apenada, Camila la llevo la centro comercial donde comenzarĂa a comprar un nuevo guardarropa para Diana, descubriendo el sexy buen cuerpo que Diana desperdiciaba debajo de esos trapos inocentes, Camila habĂa terminado su trabajo, regresaron a su nueva casa y durante la noche se la pasaron probandose su nueva ropita y sobre todo deleitándose con ese cuerpecito tan caliente que Diana tenĂa.
Al dĂa siguiente, Diana comenzĂł a ser la atenciĂłn de todos, su caminar, su uniforme, su apariencia, su carácter y comportamiento eran totalmente distintos, Diana ahora parecĂa en verdad una puta ante todos, luego de que Camila se divirtiera un poco haciendo sufrir a Diana salio de su cuerpo envuelta en humo hasta volver a ser ella misma, no fue si no hasta que se sintiĂł bastante avergonzada de vestirse de manera tan sexual, que corriĂł hasta su casa lejos de las miradas de todos para ponerse algo que tapara sus grandes atributos y sus piernas tan expuestas, Diana no sabĂa lo que pasaba, se detestaba a si misma, de repente querĂa sentirse como toda una puta e intimar con todos necesitada de su atenciĂłn, habĂa olvidado la decencia y sobre todo las opiniones tan despreciables que tenĂa acerca de Camila, Diana siguiĂł el resto del dĂa sintiendose tan excitada y poderosa con su nueva imagen que ya no le importaba ser llamada la nueva puta de la escuela.
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