-¡Órale Ramírez, deja de mirarme el culo y ponte a trabajar! -
-¡Ay perdón mamacita, digo..., digo, compadre!, Es que estás bien rica, desde que regresaste a la chamba con ese cuerpecito no podemos trabajar por estarte mirando de lo rica que estás -
-¡Mira pendejo!, si regrese al jale solo es por necesidad, ya que no tengo dinero y nadie me quiere contratar, nomás porque el patrón me conoce y me quiso contratar, si no ninguna chamba tendría ahora -
-Ps que pedo compadre, si con ese cuerpecito bien que conseguías a un hombre que te diera todo lo que quieras -
-¡Déjate de mamadas imbécil!, yo no me acostaré con ningún hombre ni por dinero ni por gusto -
-¡Ya, ya, está bueno!, nomás digo que con este culito que te cargas nada te faltaría en mi cama mamacita...-Ramírez se acercaba acariciando lentamente sus piernas -
-¡Verga que ya estuvo, voy a ir con el patrón si no me dejas en paz! -
-¡Uy ya se enojo la princesita no la vayan a molestar! -
Desde que Alberto acepto su nueva realidad, logró recuperar su trabajo como maestro de albañil en la construcción en dónde trabajaba.
Todo había sido culpa de su mujer, quien se había enterado de que le había puesto los cuernos con una teibolera, cosa que la había hecho encabronar mucho, consiguiendo que una bruja los intercambiar de cuerpo a él y a la prostituta con la que se metía.
Al principio, Alberto estaba muy avergonzado, había perdido toda su masculinidad, el era un hombrecito bien machista y soberbio, al que ninguna vieja le faltaba ni se le negaba, pero ahora que era toda una mujercita, con un cuerpecito bien rico y delicioso, solamente sentía pena y miedo de salir a la calle con el cuerpo que ahora tenía.
Pero luego de unos días, Alberto, ahora Renata, tuvo que aprender a lidiar con su nuevo cuerpo, con los cambios hormonales y tener que aprender a ser toda una mujercita, a lidiar con el acoso de los hombres, sobre todo de sus antiguos compañeros, quienes ahora lo molestaban por su nuevo aspecto, queriendo llevarse a su compadre a la cama.
Lo peor es que Alberto comienza a sentirse más mujer, pensando y sintiendo como vieja, temiendo por el gran deseo que siente en todo su cuerpo de ser usada como toda una perra, para variar, el tonto de Alberto piensa que su jefe lo tiene por confianza, cuando lo que en realidad quiere su jefe, es esperar el momento oportuno para llevarse a la ingenua de Renata a la cama, pues lamentablemente Alberto, ya no podrá regresar a ser hombre nunca más, gracias a qué la verdadera Renata se había suicidado en su cuerpo luego de encontrarse con la desgracia de estar en el cuerpo de Alberto, sin soportarlo mucho, decidiendo quitarse finalmente la vida.
-Kary-
Querido amigo Luigi, el blog que mencionas incluso lo quitaré de mi lista, como bien dices, ese blog mediocre es imposible de ver, yo en su momento hablé con el duelo y prácticamente aparte de robar contenido es una persona déspota a quien no le importa que se pueda leer su blog sino lo que genere con gente como tú qué cae en sus publicaciones
ResponderBorrarNunca me quiso hacer caso y no voy a decirle nada, lo mejor es que debes de dejar de ver ese blog que ya quite de la lista
Borrar