Fernando
regresaba a aquel edificio abandonado algo ansioso y un poco aturdido por el
cambio, sentía todo cuerpo vibrando y poco podía hacer para seguir manteniendo
el control de lo que hacía, sentía como los senos de la chica en la que estaba
se sacudían y aun se sentían duros y calientes aun después de jugarlos un buen
rato.
-
¡Hola, ya llegué, justo como lo pidieron, tengo el cuerpo de una chica! –
Fernando
les contaba con alegría a sus nuevos amigos, entonces estos se acercaron y
comenzaron a tocar toso su cuerpo, Fernando aún tenía una fuerte resaca por la
magnitud de la fuerza mágica que estaba utilizando, aun no entendía del todo lo
que estaba manejando y mucho menos procesaba lo que estaba sucediendo, se
encontraba usando el cuerpo de una chica y las hormonas le estaba afectando, no
solo eso, si no que escuchaba los gritos de la chica desde el fondo de su
subconsciente.
-
¡Déjame salir, deja mi cuerpo, dejen de tocarme! –, parecían ser los gritos de
la chica luchando por recuperar su cuerpo, pero ya había sido muy tarde, todo
su cuerpo había sido profanado y despojado de su virginidad, entonces, Fernando
comenzó a sentirse un poco más tranquilo y dominante.
Todo
había sido parte de una iniciación de la que Fernando quería ser parte, se
trataba de un culto satánico en el cual, le pidieron que como primera misión, debía
de regresar con el cuerpo poseído de una chica, a lo que le dieron un par de indicaciones
para hacerlo y lo siguiente que Fernando hizo, fue poseer a su vecina más
joven, Jessica, quien estaba bastante linda y seguramente estaba virgen como la
pedían, Fernando no sabía como pero había logrado poseer el cuerpo de Jessica,
salvo que siendo su primera posesión, se encontraba bastante frustrado y desorientados,
entonces, luego de que el culto aceptará su inicia con como tributo, Fernando
comenzó a sentir el poder emergiendo por toda su alma, estaba listo para
iniciar nuevos desafíos.
Me gusta la idea
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