¡𝑳𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒎𝒂𝒎𝒊!

 

- ¡Lo siento mami, pero no dejare que te divorcies de mi papi! -Carlitos exclamaba luego de romper la extraña piedra que los había intercambiado de cuerpos horas antes, -¡Carlitos, no puedo encontrar la maldita piedra, tu padre no tarda en llegar, por favor, tenemos que decirle lo que paso para que nos ayude!, -¿Cuál piedra, de qué hablas?, yo no soy Carlitos, yo soy tu madre, creo que te sientes mal y no puedes recordar nada luego de ese fuerte golpe que te diste en la cabeza, -¿De qué estás hablando hijo?, ¡Yo soy tu mama!, -¡Jajajaja, por supuesto que no Carlos, yo soy tu madre, ya deja de inventar cosas!, creo que será mejor que te envié a un internado y me dejes resolver las cosas con tu padre, -¡Pero que estás diciendo Carlos, le voy a decir a tu padre la verdad! –

Carlitos regresaba de la escuela, estaba cansado de tener que lidiar con los pleitos de sus padres, el solo quería que volvieran a estar juntos y se quisieran otra vez como antes, de repente, Carlitos se tropezó con una piedra en el camino, lucia de un color muy bonito y decidió llevársela, al llegar a la casa, noto como su madre se encontraba trabajando en unos documentos de la empresa donde trabajaba, él sabía que a su padre le enojaba que ella trabajara y por eso pasaban tantos problemas entre ellos, Carlitos sin pensarlo, comenzó a pelear con su madre y, al ver la piedra en su mano, decidió quitársela provocando un cambio entre ambos.

Cuando Carlitos despertó en el cuerpo de su madre, supo que debía de aprovechar esa oportunidad para hacer que su madre volviera con su padre, pero sí de eso dependía tener que quedarse con el cuerpo de su madre, entonces enviaría a su madre en su cuerpo a un internado muy lejos para que él y su padre pudieran volver a estar juntos como antes, cuando el hombre lego del trabajo, se sorprendió mucho al encontrarse con una esposa sumisa y amorosa, totalmente cambiada y muy sensual, dispuesta a todo por recuperar su matrimonio, luego de aquella noche de pasión, Carlitos convención a su padre de enviar a su malcriado hijo a un internado, logrando así, volver a conquistar a su padre y tener a su madre lejos para que no arruinara su nueva relación con su padre.