"¡𝑸𝒖𝒆 𝑪𝒉𝒊𝒏𝒈𝒖𝒆 𝒔𝒖 𝑴𝒂𝒅𝒓𝒆 𝒆𝒍 𝑨𝒎𝒆𝒓𝒊𝒄𝒂!"

Luis y Julio eran dos buenos amigos que siempre la pasaban bien, a ambos les gustan los videos, ver mujeres sexys, beber sus chelas y por supuesto ver el futbol y hacer apuestas cuando sus equipos favoritos se enfrentaban.

Para mala suerte o buen suerte, Luis le iba al América y Julio a las Chivas, por lo que justo antes del partido, ambos chicos apostaron como cada vez que estos se enfrentaban.

-¿Qué wey?, Ya viene el clásico, te vas a rajar como la vez pasada -Luis le decía a Julio -

-¡Nel wey!, la vez pasada me pedías un chingo de baro, de haber sabido la cogidota que te íbamos a meter si le entraba -

-¡Tons que wey!, me entras ahora o no -

-¿Cuánto quieres? -

-¿Y si ahora lo hacemos diferente? -

-¿A qué te refieres wey? -

-Sí, pues es que, mira, le compré a mi vieja un conjunto bien sexy del América, pero la culera se rajo, entonces, se me ocurrió la idea de que si pierdes te tocará ponerte el trajecito y pasear por toda la ciudad, así como luego nos dicen putitas, ahora te tocará verte como una si pierdes, ¡Jejeje! -

-¡Nel wey, no mames, esas son mamadas! -

-¡Rajas! -

-¡Tu culo! -

-¡Mira!, si pierdo, yo también me pongo algo que me haga ver bien puta y me paseo por la ciudad, ¿Tamos? -

-¡Ta gueno pues! -

Más tarde, 90 minutos después.........

-¡GOOOOOOOOOOLLLL! -Luis gritaba eufórico con el tercer gol del América -

-¡No mames, puta madre, pinche equipo culero de mierda! -

-¡Jajajaja, ya vez Julito, por apostarle a un equipo mediocre! -

-¡Chinga tu madre wey! -

-¡Ta gueno, te toca! -

-¡Nel wey, ni madre yo no me voy a poner esa mamada! -

-¡No te preocupes!, (¡Jejeje! Ya verás Julito) -

Luis le entrega una chela más a Julio quien ya estaba bastante ebrio y de repente, se quedó dormido, ambos estaban en casa de Julio por cierto, ya que la mujer de Luis estaba con sus amigas.

-¡Jejeje!, ahora sí Julito, ¡ya verás! -

Luis aprovecha la fragilidad de Julio y lo desnudó mientras estaba dormido, poniéndole le ropita sexy del América que había comprado y no era para nada, pues además, este trajecito tenía algo más para saborearlo.

-¡Despiértate princesa! -

-¿Qué, qué pasó?, ¡Ahhh! -suspirando con un sentido de cansancio -Me siento tan cansado, anoche estuvo bien dura la peda, ¡Ahhh!, pero que me pasó, porque soy una mujer?, ¡Ahhhhh! -gritaba oprimiendo sus tetas al menearse en su pecho.

Julio despertaba del largo sueño mirando su cuerpo lleno de cambios, encontrándose con unas tetas bien marcadas en su pecho, cubiertos por un sexy top del América, mientras que miraba sus piernas bien largas y torneadas, descubiertas por una faldita y en sus pies se encontraban unas zapatillas amarillas de aguja bien altas, su cabello estaba largo y cenizo, pronto, Julito comenzó a sentirse consternado, intentando cubrirse ante la mirada malévola y pervertida de su amigo.

-¡Pendejo pero que me hiciste!, Hasta la voz la tengo de vieja -

-¡Jajaja!, ummm tranquila amor, que rica te vez, esto es para que aprendas a perder tus apuestas, Juliettita, ¡Jejeje! -

-¿Pero porque verga soy una mujer Luis? -

-¡Jejeje!, ¿Tu crees que la gorda de mi vieja iba a entrar en esa cosa?, obviamente compre algo que la haría ver bien rocolina, pero como no lo quiso, decidí que quizás sería interesante verte con el puesto y ver qué haría en ti, y por lo que veo saliste ganador, eres toda una linda señorita, ¡Jejeje! -

-¡No mames Luis, regrésame a la normalidad! -

-El efecto solamente dura una semana, pero si tienes relaciones sexuales con un hombre el efecto se hace permanente, ¿No creo que alguien tan macho como tú pueda tener relaciones con un hombre o sí?, ¡Jejeje!, A menos que ese cuerpecito sea tan caliente que no puedas resistirte a ser una linda señorita por el resto de tu vida -

Luis se sentaba a su lado mientras le acariciaba sus lisas y calientes piernas, sintiendo como Julio parecía tener curiosidad y sentirse diferente gracias a las hormonas mágicas que tenía por dentro.

-¡No mames, no, claro que no cómo crees! -

-¡Bueno!, yo solo digo, solo digo, ¡Jejeje! -

-¡Y ya suéltame las piernas pervertido! -

-¡Ashinga!, vez, ya hasta como vieja te comportas, ¡Jajaja! -

Julio se levantó sintiéndose ruborizado con los cambios, sentía como sus nuevas tetas rebotaban dentro de ese ridículo top y como sus piernas se movían tan sexys, contoneándose de lado a lado sin parecer perder el equilibrio, el efecto de la magia que tenía lo que le hizo, parecía otorgarle además ciertas habilidades, se acercó a un espejo y noto como todo su cuerpo estaba transformando en el de una belleza de mujer, tus pechos bien proporcionaditos, su abdomen plano y marcado con unas caderas anchas y bien ricas, que resaltaban la sexy figura de sus largas piernas, aunque se veía algo ridículo usando todo un conjunto amarillo del América y más aparte esas zapatillas altas de tacón de aguja amarillas.

-¡Bueno Juliettita!, ya es momento de que me pagues la apuesta, ¡Jejeje! -

-¡Pero si ya me obligaste a pagarla!, que más quieres, ¿Acostarte conmigo? -

-¡Pues fíjate qué no esa tampoco es mala idea eh!, ¡Jejeje! -

-¡Noooo, ni madres pendejo! -

-¡Jejeje!, bueno yo solo decía, si tú quieres claro -

-¡Ya vámonos de aquí!, eres un pendejo -

Luis aprovecha todo momento para burlarse de su amigo, sin duda lo estaba disfrutando demasiado, aunque no sabía que Julio también lo estaba gozando y necesitaba estar un rato a solas con su nuevo cuerpo sin que Luis estuviera mirando.

Mientras caminaban por las calles, muchos hombres miraban y me silbaban a Juliettita, se veía bien sexy con su trajecito y escuchaba todo tipo de cosas pervertidas y groserías vulgares sobre su aspecto.

-¡Ay, la putita del América! -

-¡Chingas a tu madre preciosa! -

-¡Bendito el América que te engendró princesa! -

También muchas veces algunos se acercaban a pedirle fotos y la mayoría la manoseaban en partes indebidas, por lo que Julieta se sentía bastante enojada y nerviosa de seguir en esa situación, al menos Luis estaba con ella en todo momento para que no le hicieran nada, tampoco era un maldito, el quería a su amigo.

Terminaron el día bastante cansados, sobre todo Julieta, quien tenía que caminar largas distancias con esos súper tacones, aunque parecía que tenía la habilidad para caminar con ellos por horas, sus piernas ya le mataban, las sentía muy adoloridas, regresaron a casa de Julieta y sin pensarlo, Luis comenzó a masajear sus piernas, sin que ninguno se diera cuenta de que eso era de cierta manera, algo pervertido.

-¡Ay Luis!, estás zapatillas me matan, siento las piernas bien culeras -

-¡Perdón wey, pero estuvo bien chingón, ¿A poco no? -

-¡Verga!, a ver ponte tu cómo vieja todo el día usando esas chingaderas y siendo maneoseado por todo el puto hombre que se te pare en frente, a ver si muy chingón cabron -

-¡Wey!, ¿Y si aprovechamos esto para ganar dinero? -

-¡Tas pendejo! -

-¡Ándale, vendemos tus fotos por ahí! -

-¡Qué no verga entiende! -

-¡Ash que amargada! -

-¡Oye verga!, porque me tocas así las piernas cabron -

-¡Ah, Jejeje!, yo solo quería darte un masaje bebé -

-¡No me digas bebe!, yo no soy tu bebé, ni tampoco tu princesa ni tú amor -

-¡Ay ya bueno linda no te pongas así! -

-¡Ya déjame en paz, lárgate de aquí! -

-¿No quieres que me quede aquí cuidándote por cualquier cosa? -

-¡NOOOOOOOOO! -

-¡Jejeje!, ta bueno pues, ya me voy, seguro mi vieja está furiosa de que no eh llegado a la casa, (¡Lastima yo quería probar ese culito!) -

Luego de que Luis se fuera, Julieta volvió a ponerse las zapatillas y comenzó a caminar bien sexy por toda la casa, sentía ese poder que solo tenían las mujeres, se sentía como una Diosa, se arregló un poco el maquillaje y salió de nuevo a pasear sintiéndose como toda una diva.

Julieta no lo sabía, pero el efecto que tenía en ella la están afectando y volviéndola cada vez más una mujercita, bastante femenina y sumisa, paso toda la noche en un bar siendo asediada por muchos hombres que me invitaban tragos y le lanzaban piropos, algunos la tocaban sin su consentimiento, pero eso no parecía importarle mucho, finalmente, se beso con algunos hombres ya estando muy ebria y uno de ellos se la llevó consigo hasta su casa.

Sin saberlo, Julieta tuvo sexo con aquel hombre, la hizo gozar como una verdadera mujer, tocando cada parte de su cuerpo hasta vaciar la última gota de su ser.

-¡Ahhh, que hago aquí! -Julieta despertaba luego de una noche tan pesada -

-¡Umm, buenos días amor! -un hombre semidesnudo me contestaba a su lado -

-¡No puede ser, nooo, nooo, nooo! -

-¡Que pasa corazón, porque te pones así! -

-¡Puta madre, dime que usaste condones por favor! -

-¡Eh, si, si claro amor!, mira nada más que rica noche pasamos tu y yo, cuando te vi anoche en el bar, no pude resistirme, además muchos viejos asquerosos te estaban manoseando, tú ya estabas perdida, deberías agradecerle mejor a tu salvador -

Julieta miraba a aquel hombre, realmente no estaba nada feo, incluso, era joven y bastante sexy, parecía que tenía dinero, era elegante y todo un caballero, además, efectivamente, había condones por toda la habitación.

-¡Que bien!, bueno, gracias, estuvo bastante delicioso todo, pero ya me tengo que ir -

Julieta esperaba que eso no tuviera complicaciones, esperando a que la haber usado condones no pasará nada con su cuerpo, no quería quedarse así por el resto de su vida, pero tampoco quería contarle a Luis para que no se burlara de ella.

Pasaron los días y el efecto ya debería de hacerse terminado, Julieta estaba muy preocupada, no parecía regresar a la normalidad y ya había faltado mucho a su trabajo, incluso pensaba que ya lo habían despedido, pero despertaba al siguiente día y no veía regresar a la normalidad, Julieta estaba desesperada, pensando que esa noche lo había regado todo.

-¡Wey, ese wey!, ¿Porque no me has contestado?, ¡Julieta, Julio, wey! -Luis tocaba a la puerta -

-¡Qué quieres pendejo, no me siento bien! -

-¡Uy, ya se encabrono la princesa!, ¿Qué, estás en tus días?, ¡Jejeje! -

-¡Cállate pendejo!, ¿Porque no eh vuelto a la normalidad? -

Julieta estaba nerviosa, pensaba que había sentenciado su destino, aunque todos estos días había pensado en aquel hombre, se le hacía bastante interesante y había comenzado a sentir algo por el, por una parte, quería regresar a ser el de antes, pero por otro, quería seguir siendo una Diosa.

-¡Verga wey, perdón!, te mentí, yo, la verdad es que el efecto es permanente, no hay vuelta a atrás, cuando te puse el conjunto no había leído que la nota decía que era de efecto permanente, cuando lo encargué lo pedí para mí mujer, por lo que seguramente la persona pensó que querría que mi vieja fuera sexy para siempre y seguramente así lo hizo -

Luis estaba avergonzado de haberle hecho eso a su amigo, mientras que Julieta exprimía unas lágrimas de sus ojos, por fuera estaba enojado, tendría que vivir así por el resto de su vida, pero por dentro, estaba feliz, pues ahora podría buscar al hombre de su vida.

-Kary-