𝑬𝒍 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅𝒆𝒓𝒐 𝒕𝒆𝒓𝒓𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒂𝒎𝒂

 

Gabriela había sido fervientemente acosada por Adán, su jefe, este la había contratado nada más y nada menos que por su exuberante cuerpo, Gabriela a pesar de que sabia esto, no le quedó de otra mas que tratar de controlarse y tener un trabajo estable, aunque sufría constantemente el acoso de su jefe y de sus compañeros, esta se mantenía firme y lo rechazaba en todo momento.

Pero las cosas fueron cada vez peor, ya que, Víctor, el hombre de 45 años, quién era su jefe, además, conocía a la banda de Body Hoppers de la ciudad, ya que les había pedido sus servicios en otras ocasiones, ahora, quería que uno de ellos poseyera el cuerpo de Gabriela para llevarla hasta su lugar secreto y poder hacer con ella su antojo.

Gabriela salió una mañana de su casa, dirigiéndose hacia otro lado que no era su trabajo, se había puesto unas zapatillas de plataforma que bien parecían de stripper, su maquillaje relucía vulgarmente, su escote dejaba entre ver sus generosas tetas y bien acomplejada traía consigo una minifalda que llegaba por encima de las rodillas, la impostora notaba las miradas y los chiflidos de los hombres que le veían pasearse con ese cuerpo, pero no le importaba, ahora mismo se dirigía a donde su cliente le había encomendado, esperándola con ansias, cuando Gabriela finalmente despertó, se hallaba en completa merced de Víctor sin poder hacer nada más que obedecer lo que sus ahora pensamientos le ordenaban.