En
la escuela, mis compañeros habían organizado una fiesta de Halloween algo
diferente paran este año, era algo loco pensar como resultaría todo después de
que salieron los primeros resultados, pero después de terminar con el asunto,
muchos realmente estaban inconformes.
Salí emocionado directo hacía mi casa, aunque perturbado por la idea de saber que irónicamente, me tendría que vestir de Scarlett Witch en la fiesta que mis compañeros habían organizado, los resultados eran estrictos y sin cambios, pues, las organizadoras colocaron papelitos con diferentes personajes, hasta que cada uno tomara uno al azar, totalmente independiente de que fueras hombre o mujer, lo cual me llevó a esta terrible y alucinante expedición.
Junte
todo lo necesario, e incluso hice dieta para poder verme lo mejor posible, era
loco pensar que iría vestido como una mujer en una exhibición de fiesta, pero
al menos, sabía que nadie podía decir nada al respecto.
El
día llego y salí algo incomodo y nervioso con mi peculiar disfraz femenino, mis
medias femeninas color rosa, mis botas rojas con tacón, un body con escote que
apenas dejaba ver mi pecho plano y con algo de vello, una peluca apenas
peinada, debajo de una corona roja peculiar de Scarlett Witch, sumado a un par
de guantes rojos y una capa, me sentía ridículo, los silbidos apenas comenzaron
a sonar, mis vecinos estaban locos por burlarse, continué mi camino hacia la escuela,
reprochando mi estúpida suerte al haber recaído en esta ridícula
personificación de una mujer en la que parecía un travesti mal vestido.
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2
Pero
justo cuando estaba por llegar, una mujer algo anciana se cruzó en mi camino,
le traté de ayudar con miedo a que se burlara o criticara mi disfraz, pero en
cuanto esta se levantó con mi ayuda, me agradeció y se sonrojó despidiéndose
con una extraña risa en el aire, me dio la mano hasta alejarse y después de eso
sentí un ligero cosquilleo en todo mi cuerpo.
No
quise pensar en nada más, continue mi camino de noche hacía la escuela, aunque
si me sentía algo raro, de repente, los hombres que me veían me comenzaron a
silbar, me decían cosas vulgares y muy sucias, yo aludía a que era por mi
vestimenta, pero cuando llegué a la escuela, todos se quedaron mirándome
asombrados.
Pasé
sin pena ni gloria por toda la cancha decorada para la gran fiesta, cuando me
di cuenta de que algo pesaba y rebotaba alocadamente en mi pecho, dirigí la
mirada hacia abajo y pude encontrarme con dos protuberancias firmes y redondas
colgando del mismo, ¡Tengo senos!, grité conmocionado escuchando mi voz de
mujer suave y femenina.
Corrí
hacia el baño sintiéndome completamente extraño, los cambios en mi cuerpo eran
evidentes, los chicos que estaban en el baño de hombres comenzaron a mirarme
sonrojados y muy pervertidos, era una mujer, tenía un culo redondo y bien rico,
mis senos eran enormes y muy suaves mi rostro bastante femenino y…, algo muy
extraño sucedía entre mis piernas.
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