Al principio, yo era quien me burlaba de las gordas que se ponĂan a hacer zumba en el parque, siempre fui el que les gritaba gordas, no sirve de nada hacer esas maromas si siguen tragando.
Yo era el chico atlĂ©tico y musculoso en buena forma que siempre salĂa por las mañanas a correr y seguir en forma, obsesionado con la idea de llevar mi cuerpo hasta el mĂĄximo, pero siempre era impedimento visual ver como esas tipas se la pasaban intentando hacer algo que no eran ni serĂan jamĂĄs.
Hasta que un dĂa, mientras estaba a la mitad de mi rutina, pase por un paso un poco solitario entre el bosque del parque, cuando de repente, un tipo saliĂł de la nada sorprendiĂ©ndome, me tomo como abrazĂĄndome con fuerza y yo sin poder moverme, incluso parecĂa que este tenĂa una fuerza sobrehumana, ni con mis fuertes mĂșsculos podĂa sacarme de esa presiĂłn que me apretaba, no lograba distinguir el rostro ni la apariencia del hombre, parecĂa un hombre sombra, sin identidad, un mounstros de la naturaleza o de otra dimensiĂłn, cuando entonces, una corriente se apoderĂł de mĂ y comencĂ© a sentir como todo mi cuerpo vibraba, estremeciĂ©ndose mientras experimentaba todos los cambios que sufrĂa mi cuerpo.
No podĂa detener lo que pasaba, hasta que finalmente, el sujeto pareciĂł haber terminado y yo acabe inconsciente sobre el suelo, mismo donde me dejĂł ahĂ abandonado.
Cuando desperté, un par de personas estaban a mi alrededor miråndome como si estuviera enfermo o algo.
-¡Ya despertĂł! -
-¿Señora estĂĄ bien? -
-¿QuĂ© te pasĂł, quien te hizo esto? -
No entendĂa porque las personas estaban tan preocupadas, pero mĂĄs que nada no entendĂa porque me decĂan chica o se referĂan a mi en femenino, trate de levantarme aturdido aĂșn por lo que me habĂa pasado, cuando sentĂ como mi cuerpo parecĂa reaccionar de manera diferente, notando como un par de masas rebotaban en mi pecho sintiĂ©ndome bastante incĂłmodo.
-¿Porque tengo tetas? -
Fue mi primera reacciĂłn al notar que cosas colgaban de mi pecho, moviĂ©ndose involuntariamente, las toque con mis manos sintiĂ©ndome algo excitado, mi cuerpo reaccionaba de esa forma, note el cabello largo y por Ășltimo el como mi cuerpo se veĂa diferente, incluso mi vestimenta habĂa cambiado totalmente para encajar con mi cuerpo.
-¿Señora que le pasa, cĂłmo se llama? -
-¿De dĂłnde viene, dĂłnde vive?, Nunca la habĂa visto por aquĂ -
-¡No, no lo sĂ©, yo no sĂ© que me pasĂł, yo no soy una mujer! -
ContestĂ© tratando de que alguien me ayudara pero veĂa que era inĂștil, la gente comenzĂł a hacerse mĂĄs en el montĂłn de personas que acudĂan a mi apariciĂłn, nadie sabĂa quiĂ©n era cuando todos antes me conocĂan por ser el joven mĂșsculo del barrio, me sentĂ muy mal de todo lo que me estaba pasando, pero si habĂa una causa era por ese tipo o cosa que me sujeto provocando todo esto, en quĂ© se supone que me habĂa convertido.
Mire a todas las personas en busca de respuestas que claramente no encontrarĂa, nadie sabĂa que me pasĂł, ni siquiera sabĂan quiĂ©n era yo, cuando entonces, pude percatarme como el grupo de obesas señoras estaban en el fondo observĂĄndome y riĂ©ndose de lo que me pasĂł, mirĂĄndome con burla y objeto, algo me decĂa que ellas tenĂan que ver con lo que me estaba sucediendo, trate de ponerme de pie aĂșn aturdido con los cambios en mi cuerpo, los mĂĄs drĂĄsticos mis grandes y pesados senos, claramente mi barriga aumento considerablemente, la grasa en mi cuerpo apropĂłsito y sentĂa en culo regordete de igual forma.
CaminĂ© desorientado pidiĂ©ndole a todos que me dejarĂĄn en paz, que ya irĂa a mi casa, con dificultad, sintiendo como todo en mi cuerpo rebotaba, logrĂ© llegar hasta mi casa, dĂłnde ya vivĂa solo independientemente de mis padres, parecĂa que por dentro las cosas tambiĂ©n habĂan cambiado, parecĂa que todo se habĂa acomodado a mi nueva identidad, aunque ahora era Claudia, una mujer de 37 años con sobrepeso, secretaria de una empresa de cosmĂ©ticos, cuando yo era un joven de 23 años egresado como licenciado en leyes.
Mi vida se habĂa ido por el caño, mi futuro, mi metas y mis planes, pero aĂșn peor, mi cuerpo, al mirarme por primer vez en el espejo no podĂa aguantar el asco y las ganas de vomitar al verme como un ser que tanto repudiaba, una mujer con sobrepeso y vida de mala gana, estaba arruinado, pero sabĂa quiĂ©n me habĂa hecho esto, al menos, las autoras intelectuales del suceso, no solo mi vida habĂa cambiado con mi cuerpo, tambiĂ©n mis cosas y mi ropa, todo de señora y una obesa, llore el resto del dĂa aĂșn incomprendido, no sabĂa que hacer ni siquiera si llamar a mis padres, no sabĂa si me creerĂan.
Trate de levantarme, no pensaba caerme y rendirme fĂĄcilmente, tenĂa que saber cĂłmo pasĂł todo esto, saber si mis padres estaban bien y si aĂșn podrĂa convencerlos de que aĂșn era su hijo, con odio me bañe descubriendo cada maldita puerca parte de mi cuerpo, tuve que tragarme mi orgullo y ponerme la ropa que tenĂa, el sujetador y esas cosas de mujer madura, tome un taxi hasta casa de mis padres y con valor toque la puerta.
-¡Hija, eres tĂș, pasa! -
Un vacĂo profundo me golpeĂł el estĂłmago, ella me habĂa llamado hija y no solo eso, parecĂa estar mĂĄs envejecida, una lĂĄgrima corriĂł por mi mejilla, mi padre ahora viejo apareciĂł tambiĂ©n tratĂĄndome como su niña, estaba desesperado, simplemente trate de pasar el dĂa con ellos descubriendo mĂĄs cosas de mi supuesta nueva vida, algo que solamente me trajo mĂĄs lagunas mentales y odio hacia lo que me habĂan hecho a mi y a mi familia.
VolvĂ a casa muy triste, deseando estar muerto o muerta, me tumbe sobre la cama y sin darme cuenta me habĂa llevado un bote de helado y algo de galletas, cuando termine de devorarlo, un miedo tremendo se apoderĂł de mĂ, no podĂa dejar que esto me consumiera, no podĂa quedarme asĂ sin hacer nada, no podĂa dejarme vencer y ser una gorda para siempre.
Me levantĂ© muy temprano y me preparĂ© para salir a iniciar de nuevo, comencĂ© a dar mis primeros pasos de lucha femenina, si este era mi destino, tratarĂa de devolver el golpe que la vida me habĂa dado, trote poco a poco hasta que habĂa llegado al parque, me sentĂa todo cansado y algo ahogado, pero entonces.
-¡Chicas miren quien estĂĄ ahĂ! -
-¡Es Claudia nuestra nueva amiga! -
-¡Jajajaja jajajaja jajajaja! -
-¿CĂłmo estĂĄs gordita? -
-¿Ya vienes a hacer zumba con tus amigas las vacas? -
-¡Jajaja jajajaja jajajaja jajajaja! -
-¡Malditas viejas hijas de puta! Ustedes hicieron esto -
-¡En primera, a nosotras no nos vienes a insultar! -
-¡En segunda!, TĂ©cnicamente no fuimos nosotras, pero si contactamos al que te hizo esto y le pagamos muy bien por ello -
-¡Malditas miserables, porquĂ©! -
-¡Jajaja jajajaja jajajaja! -
-¿Miserable, todavĂa tienes el descaro de decir eso? -
-EstĂĄbamos cansadas de tus insultos, de que nos vieras como vacas y unas viejas obesas, palabras segĂșn salidas de tu boca -
-AsĂ que lo primero que hicimos, fue contactar con el Switcher y hacer que te transformara en lo que tanto odiabas -
-¡Ahora mĂrate, eres toda una gordita! -
-¡Jajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja! -
Fue entonces que mi alma pareciĂł partirse en mil pedazos, mi vida estaba destruida gracias a ese montĂłn de gordas miserables, regrese a casa con el cuerpo adolorido y con el alma destrozada, llore sin hacer mĂĄs y despertĂ© hasta el dĂa siguiente, me sentĂa horrible, pero tenĂa que trabajar para vivir, me sentĂ bastante faltal, me puse la ropa de una secretaria con sobre peso y me dirigĂ hasta la que era mi nueva oficina.
-¡Claudia ya tienes listo mi cafĂ©! -un sujeto que ni siquiera conocĂa me ordenaba -
-¡Ah, sĂ, si joven, ahorita se lo llevĂł! -
Pase el dĂa mĂĄs horrible de toda mi vida, aĂșn mĂĄs que el anterior y el anterior, no sabĂa cĂłmo ser una mujer y menos una idiota secretaria a la que veĂan como una vaca, volvĂ a casa bastante deprimida, no sabĂa que hacer con mi vida, fue entonces que mire a un par de chicas correr y mantenerse en forma juntas, volvĂ a sentir ese deseo de fortaleza y superaciĂłn, nada ni nadie me dejarĂa caer desde ahora, ni siquiera ese montĂłn de vacas y mi cuerpo convertido en una de ellas.
Me levantĂ© muy temprano y comencĂ© de nuevo, trote lo suficiente y asĂ durante los siguientes dĂas, trate de cambiar mi nueva alimentaciĂłn, hice todo por lograr llegar a mi nueva meta y finalmente lo habĂa logrado, aĂșn faltaba mucho por recorrer, pero al menos ya no era una gorda como las demĂĄs, me habĂa superado y ahora era una mujer bastante sexy.
-¡Ay maldito infeliz! -
-¡Ese bastardo lo logrĂł! -
-¡MĂrenla como se ve, es un maldito! -
-¿QuĂ© paso vacas, pensaron que esto me iba a detener? -
Luego de decirles eso y restregarles en su cara devolviĂ©ndoles el golpe, me sentĂ completamente plena y libre, desde ahora nada ni nadie me detendrĂa nunca mĂĄs.
Hola Karina, desde hace tiempo querĂa escribirte para decirte que soy fan de lo que escribes, asĂ de cĂłmo mantienes a la comunidad a pesar de todo, me gustan mucho tus historias, y a pesar de que no sientas que vivas de la opiniĂłn de los demĂĄs (como debiera de ser), la verdad es que que querĂa decirte que eres una gran escritora y que aquello nuevo que innovas para el blog, es sĂșper genial, verĂĄs que seguirĂĄs recibiendo mucho apoyo =)
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras n.n
BorrarSe superó pesé a su repentino cambio me gustó
ResponderBorrarMe gustĂł mucho, no estarĂa mal otro dĂłnde vemos su superaciĂłn laboral. Aunque sea una cap chiquita.
ResponderBorrarMuchas gracias Karina por tus historias đ