Durante las fiestas, todas las personas se encontraban celebrando, viviendo sus vidas felices, pensando que estaban cĂłmodos y que nadie más en el mundo sufrĂa ni estaba pasando por un mal momento.
Quizás para muchos era la gloriosa cena de navidad y ni siquiera pensaban en el sufrimiento de los demás, todo era alegrĂa y felicidad, regalos y promesas cumplidas para la inocencia de los niños.
Que sabĂa la demás estĂşpida gente de los problemas ajenos cuando lo tenĂan todo, una rica cena de varios integrantes de familia, regalos para todos los inocentes niños y por supuesto no faltaban aquellos que se emborrachaban con champagne celebrando.
Pero ahĂ estaba yo, mirando con coraje como todos en sus casas celebraban, claro, como nadie tenĂa preocupaciones, pensaba agobiado al observar aquellas casas repletas de fotos de colores.
HabĂa perdido mi trabajo, para variar, mi novia me habĂa abandonado por ser todo un mediocre sin futuro, para mis padres no era más que un mala hombre sin madurar, sin crecer ni ser un orgullo para ellos al ser su Ăşnico hijo, me decĂan que era un a vergĂĽenza para ello, ¡Trabajar de intendente en un prostĂbulo!, Que vergĂĽenza de vida y de trabajo para un hombre de 27 años.
Para colmo, el jefe de aquel sitio me despidiĂł luego de acusarme injustamente de haber manoseado a una de sus chicas, la cual aquella perra me tenĂa mucho coraje, no era mi culpa que tuviera que verlas tan provocativas, con sustancias inducidas y para colmo desnudas, que hombre se resistirĂa a ver esas escenas tan Ăntimas y pervertidas, fue un error haberme quedado mirando a esa estĂşpida y tan solo por el coraje que le diĂł que yo la viera me denunciĂł con el jefe despidiĂ©ndome por acosar a una de sus chicas.
Y ahĂ me encontraba, en mi pobre y hediondo departamento de 3 metros cuadrados, el cual apenas me daba los gastos para solventar aquella renta de porquerĂa en un lugar de porquerĂa, me sentĂa ahogado como todo un fracasado.
Pero la gente emocionada pensando en sus ridĂculos deseos de Navidad, agarre la botella adulterada de tequila que a duras penas me habĂa alcanzado comprar en esa tienda de mala muerte, todo para alcoholizarme lo suficiente para si tenĂa suerte, amanecer tirado muerto en este lugar asqueroso que llamaba hogar.
-¡Oh Santa, oh Santa, cumple mi deseo de Navidad y dame trabajo como uno de tus elfos! -
Gritaba totalmente perdido, borracho de angustia, incrĂ©dulo de que toda la dichosa magia que decĂan que tenĂa lugar en estas fechas existiera, caĂ totalmente endrogado hasta que mi conciencia se perdiĂł totalmente en el olvido.
-¡Jojojo, feliz navidad! -escuche a alguien gritando con gran emociĂłn -
ParecĂa que se encontraba cerca y comencĂ© a sentirme muy extraño, algo habĂa de diferente aquella mañana en quĂ© despertĂ©, de repente, notĂ© como frente a mi se encontraba un gran árbol, era extraño ya que yo ni siquiera habĂa puesto un árbol de Navidad y por supuesto que no podrĂa estar asĂ de bonito como el que veĂa.
Entonces, algo en mi pensaba extrañamente, cuando intentĂ© moverme ese peso extraño que sentĂa me hizo una enorme sorpresa que al verla me habĂa quedado totalmente impresionado.
-¡Senos son senos de mujer! -
Gritaba escuchando mi suave y femenina voz sensual, entonces, note los guantes en mis manos, observando que ahora tenĂa el disfraz de Navidad de un elfo, pero no cualquier elfo, sino más bien una elfa navideña de dos muy grandes tetas.
IntentĂ© levantarme pero el peso me cohibia, jalandome aquellas dos grandes masas hacia adelante, caĂ con las manos por delante, sintiendo como aquellos senos colgaban frente a mi, entonces, un largo y fino cabello rubio caĂa sobre mis hombros, sentĂa mi cuerpo muy extraño, estaba embargado de miedo al no entender lo que pasaba.
"Eh colocado un salto de linea, oprime leer mas o directamente en el titulo de la historia para continuar leyendo uwu si estas en modo web"
-Si tengo senos, será que...-miraba hacia el ras de mi vestido navideño, cuando un golpe helado de sentimientos corrompĂan mi mente, levantĂ© aquella costura observando con terror lo que mis ojos encontraban -¡Un vagina, tengo una pta vagina! -
Gritaba observando aquella hendidura hueca en medio de mis por cierto gruesas piernas, parecĂa que estaba completamente desnuda de aquella zona Ăntima, mi mente se encontraba en shock tratando de analizar aquella perturbadora escena, temblaba de solo pensar que esto era real.
Apenas podĂa ver hacia abajo sin que ambas chichotas me estorbaran, pero por lo poco que podĂa observar, era obvio que me habĂa convertido en una muy sexy mujer, dirigĂ uno de mis dedos cubiertos por esa suave y fina tela aterciopelada de los guantes de mi traje navideño, a aquella zona Ăntima con miedo, frotando lentamente de ella sacándome un sutil y perturbador gemido al experimentar un placentero e impresionante cosquilleo.
-¡Ahhhhh, es real, tengo una vagina entre las piernas! -
Mis piernas temblaron sacudiendo todo mi cuerpo, mi mente enloquecĂa.
-¡Pero que carajos me bebi anoche! -
Estaba conmocionado cuando de repente volvĂ a escuchar ese grito tan peculiar y conocido.
-¡Jojojo! -
Entonces, mis dos nuevas orejas de punta de elfo de sacudieron vibrando ante aquel feliz y sereno ahullido.
-¡Mis orejas, tengo orejas de duende! -
Gritaba perturbado al sentir aquellas dos orejas puntiagudas en los costados de mi cabeza, se sentĂan realmente como dos orejas de duende, estaba impresionado al sentir como mis orejas se habĂan extendido adquiriendo aquella forma.
-¡Jojojo, feliz navidad muchacho, es hora de trabajar! -
Un sugeto muy grande y viejo aparecĂa, tenĂa una gran barba blanca, tenĂa una gran barriga y por su vestimenta obviamente no podĂa tratarse de alguien más que de...
-¡Santa, Santa Claus existe! -gritaba jadeando de la impresiĂłn que sentĂa que incluso me orinaba encima -
-¡Jojojo, asĂ es hijo mĂo, o querrĂ© decir, elfa mĂa! -
-¿QuĂ© cĂłmo quĂ© elfa, tuya, que fue lo que me hiciste Santa? -
-¡Jojojo, pues tĂş querĂas un trabajo y te lo eh dado! -
-¡Un trabajo!, QuerĂa un trabajo, no sĂ©, de mesero, de barrendero..., ¡O de astronauta, no de una sexy duende! -
-¡Jojojo, ten cuidado con lo que deseas! -
-¡Y que se supone que haga ahora, no puedo ser una mujer! -
-¡Jojojo, lo siento!, pero ya no puedo revertirlo, ahora eres mi elfa y harás lo que yo diga, ¡Jojojo!, empezaremos que ya es tarde y aĂşn faltan muchos lugares para cumplir los deseos de mis niños más grandes... -el imbĂ©cil del supuesto Santa me decĂa -
-¿QuĂ©, cĂłmo de que niños más grandes, pues quĂ© tengo que hacer o quĂ©? -preguntaba no queriendo saber la respuesta -
-¡Jojojo, ya lo sabrás mi linda elfa...! -
-¡Espera, no me dejes aquĂ!, ¿QuĂ© es este lugar? -
El gordo panzĂłn de rojo se habĂa ido en su trineo cabalgado por los renos, en verdad que no sabĂa de cuál me habĂa bebido, no entendĂa si esto era un sueño o si realmente estaba sucediendo.
Miraba el lugar, parecĂa el hogar de un hombre de dinero, aunque extrañamente no veĂa regalos ninftos de que este sugeto tuviera familia alguna.
-¡Hola...!, ¿QuiĂ©n está ahĂ? -la voy de un hombre se asomaba preguntando por la clara presencia de un extraño osea yo -
-¡Eh..., Hola, hola, Jojojo, FelĂz Navidad! -le decĂa nervioso aĂşn sintiĂ©ndome extraño al tener un cuerpo de mujer, ¿O será cuerpo de elfa? -
-¡Oh..., Hola..., Pero que linda sorpresa..., AsĂ que despuĂ©s de todo Santa si me trajo ni regalo jejeje...! -
-¿QuĂ©, de quĂ© hablas..., cuál regalo...? -le decĂa nervioso -
-¡Pues cuál otro preciosa..., TĂş...! -
-¿CĂłmo dices...?, ¡Espera, yo no soy un regalo, no soy un juguete jejeje...! -le respondĂa pensando si quizás si me habĂa convertido en un juguete y no lo sabĂa -
-¡Pero que graciosa eres preciosa, ven, porque no nos ponemos cĂłmodos! -
El hombre se acercaba a mi, me miraba de pies a cabeza examinando los belleza, aĂşn no sabĂa que tan bonita era, será que tengo mi mismo rostro, o el de la mujer en el cuerpo en el que estoy, sentĂa una especie de presiĂłn en el pecho, como una especie de calor que emanaba desde el fondo de mi ser, anunciandome que algo estaba apunto de pesar.
El sugeto miraba mis grandes senos, sus ojos llenos de lujuria lo decĂan todo, presentĂ como sus manos se dirigĂan a ellos o querrĂ© decir, a ellas sugerentemente.
-¡Que buenas tetas tienes amor!, ¿Porque no te quedas para jugar un rato? -
-¡Eh...!, Lo siento, pero ya me tengo que ir, tengo que ayudarle a Santa a repartir unos regalos para sus niños más grandes... -
-¡Bueno!, Entonces creo que yo soy el primero! -
-¡QuĂ©, espera, no soy un juguete! -
-¡No, por supuesto que no, eres una sexy duendecilla! -
-¡No, no soy una duende ni una mujer, soy..., Soy! -
No podĂa decir mi verdadero nombre, la garganta se me cerraba y mi cuerpo se estremecĂa, parecĂa que una especie de magia me controlaba, de repente, un fuerte calor invadiĂł todo mi cuerpo y comencĂ© a sentirme muy cachonda.
-¡Soy tu puta duendecilla bebĂ©, y estoy aquĂ para cumplir tus deseos de niño grande! -
(-¡Espera, porque dije eso! -)
-¡Umm, si bebe, quiero hacerte mi perra, estás bien rica mi amor! -
-¡Ahhh, tocame amor, hazme tu elfa! -
No entendĂa nada de lo que pasaba, parecĂa que una especie de magia me controlaba, una especie de magia navideña que mantenĂa mi cuerpo hechizado obligandome a comportarme como una reverenda puta y complacer los deseos de los niños grandes de los que hablaba Santa.
-¡Ummm, te gusta como manoseo tus chichotas! -
-¡Ahhh, si bebe, me encanta! -
-¡Dime amo perra! -
-¡Ahhh, si amo, me encanta, que rico se sienten mis tetas apretadas por tus fuertes manos ahhh! -
Me sentĂa en pánico, este cuerpo me estaba controlando, no podĂa detenerme, querĂa resistirme pero la magia era muy poderosa y no podĂa detenerme, querĂa que me besara y me hiciera suya.
El tipo comenzĂł a besarme por el cuello, parecĂa querer ahorcarme poniendo su fuerte mano en mi cuello, de un jalĂłn me arranco mi vestido de elfa, provocando que mis grandes tetas cayeran colgadas por la gravedad, lo cual me hizo estremecer al sentir como rebotaban de lo jugosas que estaban.
-¡Umm, que ricas chichotas!, ¿Y está papayota?, Supongo que aĂşn no la estrenas verdad perra -
No me habĂa percatado de lo que me habĂa dicho, era cierto, si apenas me habĂa convertido en una mujer elfa, eso quiere decir que ahora tenĂa una vagina y aĂşn era virgen.
-¡Ahhh, si amo, aĂşn soy virgen! -le dije deseando saber lo que me harĂa sin pensarlo -
Entonces, deslizó su mano para frotar mi clitoris, mientras que con su boca me chupaba succionado una de mis tetas, apretando mi pezón haciéndome soltar un fuerte gemido, mientras que con su otra mano me ahorcaba como una vil perra y esclava de sus perversos deseos.
-¿Te gusta perra? -
-¡Ahhh, si amo, me encanta que me trates como puta! -
-¡Que rico amor!, me encanta verte complacida, tienes unas muy ricas tetas, veamos que tan apretadita de ahĂ abajo estás preciosa -
-¡Noo, espera, aĂşn no, no estoy lista amo! -
-¡Ni madres, te quiero coger ahora mismo! -
-¡Amo, espere por favor! -chillaba como una elfa inocente y pervertida -
El hombre me abriĂł de piernas, tumbandome sobre la alfombra de terciopelo en el suelo, se sentĂa tan suave como una cama, el peluche de la fina tela frotaba mi dulce piel haciĂ©ndome sentir muy cĂłmoda.
De repente, note como el tipo saco su pene, no parecĂa ser tan grande hasta que comenzĂł a creer mirando con gran asombro lo gruesa que era y que estaba dispuesto a penetrarme con ella.
-¡Amo, por favor, sea gentil, aĂşn soy virgen amo! -g
Gemia como toda una niña, sintiendome muy caliente y deseada de sus besos y con ganas de que se apurara a introducir dentro de mi su rico trozo de carne.
-¡Tranquila amor!, te va a gustar, estás bien caliente y mojadita, tu panochita ya está lista para meter mi rica salchicha dentro de tĂ -
-¡Penetreme amo, penetreme amo! -
El hombre sugeto su miembro empezando a introducirlo dentro de mi, sentĂ como un fuerte dolor apretaba mi entrepierna, subiendo hacia mi abdomen provocándome un gran dolor que estremecĂa todo mi cuerpo, pero comenzaba a gustarme, no pude evitar mirar hacia abajo y ver con horror que el dolor que sentĂa estaba provocando que me saliera sangre.
-¡Amo, sangre amo! -
-¡Jajaja, si que eres tonta muñeca!, te acabo de desvirgar, es normal que tĂş coñito sangre, ¡Ya te hice mĂa, mi perra! -
-¡Ahhhhh, que rico amo, me gusta mucho, se siente tan rico y tan caliente! -
SentĂa como su grueso miembro hacia presiĂłn en mi vagina, la cual se estaba apretando un poco más, el dolor estaba disminuyendo haciĂ©ndome sentir un mayor placer, el cosquilleo estaba indundadome de placer, mientras que su verga entraba y salĂa deslizándose de mi coño arrebatándome la poca hombrĂa que me quedaba.
-¡Ahhh, ahhh, ahhh, ahhh! -gemia fuertemente como una vil perra, me encantaba el placer que me provocaba este cuerpo de puta que tenĂa -
-¡Que rico gimes pinche putita! -
El agarro mis tetas con sus manos, apretandome muy fuerte haciendo que me estremeciera, sentĂa como todo mi cuerpo se sacudĂa, mis hormonas de elfa estaban como locas, de repente, sentĂ como un fuerte chorro entro en mi, se sentĂa muy caliente y bastante viscoso, era un placer muy grande e indescriptible, provocando que al poco tiempo me viniera a chorros sobre la cama luego de tan placentera sensaciĂłn.
-¡Ahhh, ahhh, ahhh, ahhhh! -
-¡Eso perra, gime pta gime! -
SentĂa un gran calor en todo mi ser, mis nervios estaban a flor de piel estremeciendo todo mi cuerpo, el tipo deslizĂł su verga fuera de mi coño, notando como todos los fluidos salĂan de aquella zona, entonces una ida cruzo mi mente, ¡No uso condĂłn!, ¿PodrĂa quedar embarazada?, ¿SerĂa una madre elfo?
Estaba totalmente exhausta, sentĂa mis tetas desparramadas agitándose con placer en mi pecho, mi coño estaba lleno de la leche de este tipo y aĂşn sentĂa ganas de que me siguiera penetrando.
-¿Te gustĂł amor? -el me decĂa mirandome con deseo -
-¡Si amo, me encantĂł, quiero que me vuelva a coger como su perra que soy! -
Miraba como el tipo acercaba su miembro a mi boca, parecĂa que tenĂa ganas de más cuando un conocido ahullido emergiĂł de la nada.
-¡Jojojo! -
Mi amo de repente pareció comenzar a sentir sueño y, antes de poder meter su miembro en mi boquita este cayó al suelo completamente dormido.
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -
-¡Santa, volviste! -
-¡Claro que sĂ mi duendecilla, tenemos que visitar a más niños grandes! -
-¡Pero Santa, ya es muy tarde!, ¿Cuántos niños grandes más tendrĂ© que cogerme esta noche? -
-¡Jojojo, muchos, muchos niños y algunas niñas grandes!, pero no te preocupes, tu tiempo de elfa es infinito y cada visita equivale a 0.003 micro segundos en la realidad, asĂ que no te preocupes, tienes mucho tiempo para complacer los deseos de todos los niños grandes del mundo, ¡Jojojo! -
-¡Pero Santa!, ¿AdĂłnde debo de ir ahora? -
-¡Jojojo, ya lo verás! -
Entonces, Santa me cubriĂł con una especie de magia, teletransportadome hasta otra habitaciĂłn, cuando me di cuenta, ya tenĂa otra vez mi trajecito de elfa puesto, revise que todo estuviera en orden y note que aĂşn tenĂa mi vagina, aunque se sentĂa diferente a como se habĂa quedado luego del primer cogidon de mi vida como elfa.
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -
Santa gritaba dándose una vez más a la fuga, supongo que a entregar más regalos a otros niños más pequeños e inocentes que perversos, pero me preguntaba, ¿Ahora a quĂ© niño grande debĂa de complacer?
Miraba a mi alrededor, notando que era la habitaciĂłn de un chico adolescente, parecĂa gustarle el animĂ© y las cosas asĂ de randome, entonces, lo encontrĂ© durmiendo sobre su cama, aĂşn sin darse cuenta de que y lo ya estaba en el lugar, vĂ que en sus manos tenĂa un sobre con una carta y la curiosidad me llegĂł a abrirla, casi me caĂa encima de su rostro por culpa de estás grandes tetas que aĂşn no lograba controlar en equilibrio, entonces, abrĂ el sobre leyendo su quizás muy inocente carta, ¿Pero que harĂa aquĂ, en el cuarto de un adolescente?
"¡Querido Santa!, se que ya estoy grande como para pedir un regalo navideño y que estoy aĂşn muy pequeño para pedirte esto, pero en verdad creo que me eh comportado bien este año y, aunque ya soy algo grande para ti, aĂşn tengo fe en tu misiĂłn de alegrĂa en el mundo, mi Ăşnico deseo es poder perder mi virginidad con una buena chica, ya que ninguna de mi escuela me quiere por ser gordo y algo feo, sĂ© que solo tengo 14 años, pero estarĂa genial poder tener un regalo asĂ con una chica sexy este año"
Me impresionaba lo mucho que la juventud habĂa cambiado, ahora los chicos jĂłvenes tienen deseos muy caliente desde muy temprano, entonces recordĂ© que ahora me encontraba aquĂ, con este cuerpo, leyendo la carta de los deseos pervertidos de un adolescente, al cual claramente, debĂa de cumplir mi misiĂłn de que el cumpliera su deseo de cogerme al ser la chica sexy que habĂa pedido en esta carta.
Miraba al chico, la verdad si estaba feo, pero aĂşn a pesar de su horrible fĂsico, debĂa de cumplir con mi misiĂłn, trate de pasar desapercibido, pero tropecĂ© por culpa de mis tacones de duendecilla, cediendo por el pesado rebote de mis senos.
-¡QuĂ©!, ¿Quien anda ahĂ? -
El chico habĂa despertado, mirando a todos lados, de repente, el chico me mirĂł con gran emociĂłn, noto que su carta estaba abierta y sonriĂł tal cual adolescente cĂnico y pervertido al ver a una sexy chica elfo en su habitaciĂłn.
No les mentirĂ©, si yo hubiera tenido está oportunidad cuando tenĂa 14 años sin duda alguna no la desaprovecharĂa.
-¡Hola..., Jeje!, ¿QuĂ© tal? -le decĂa nerviosa -
-¡Hola...!, ¿QuiĂ©n eres tĂş...? -
-¿Yo?, ¡Eh, jeje, se que esto es extraño pero..., Soy una chica elfo jeje...! -
-¡En verdad, wow, que sexy eres!, ¿Entonces eres una duende de Santa?, ¿Viniste a cumplirme mi deseo de Navidad? -
-¡Eh..., Si, supongo que sĂ jejeje...! -no querĂa aceptar que debĂa de coger con este chico, pero la magia de mi ser me impedĂa negarme a cualquier cosa que mis aparentes amos me pidieran -
-¡Wow jeje, asĂ que santa te envĂo para cogerte jejejeje!, Supongo que debes de ser una linda puta duendecilla ¡Jejeje! -
El mocoso se acercaba muy perverso a mi, querĂa escapar pero no podĂa, la puerta estaba bien cerrada, intentaba tocar para tratar de escapar, la verdad no querĂa coger con ese niño godo, no querĂa que se aprovechará de mi situaciĂłn.
De repente, el chico se me acercĂł por la espalda, deslizando sus asquerosas manos manos por mi culo.
-¡Ahhhhh! -jadee sutilmente al sentir un apretĂłn en mi culito -
Entonces, el chico comenzó a manosearme con más poder sobre mi, me dió unas nalgadas y me apretó las tetas por detrás.
-¡Eso linda putita, viniste a complacerme y eso harás! -
-¡Espera niño!, ¿No quieres tener algo más lindo que solo coger como si fuera tu esclava? -
-¡No, quiero coger con una puta ahora! -
-¡Espera, ahhh! -
El maldito mocoso pervertido comenzĂł a estrujar mis tetas, jalando mi vestido de elfa para liberarlas, note como sus ojos se llenaron de calor al verlas colgando de mi pecho.
-¡Ummm, que ricas tetas tienes pinche put! -
-¡Ey niño espera por favor! -
-¡Cállate perra! -
El mocoso me tirĂł un golpe lanzandome a la cama, me habĂa dolido mucho, pero por alguna razĂłn lo disfrutaba, disfrutaba ser tratada como una perra esclava de sus perversos deseos.
-¡Umm, eso es pendeja, me gusta que lo disfrutes, di que eres mi put! -
-¡De ningu...!, ¡Si amo, soy tu puta! -
(-¡Maldita sea, otras vez el poder de la magia me estaba dominando! -)
-¡Ummm, que obediente pta, te voy a abrir la boquita y te meterte mi verga hasta el fondo de tu rica garganta! -
-¡Espera..., Guaaaaa! -
El niño me tomo del cabello, jalandome con fuerza mientras con su otra mano metĂa su miembro en mi boquita, me fue imposible no tragar su pequeña salchicha dentro de mi boca, pero a medida que la introducĂan más crecĂa, luego de unos segundos, su miembro sĂ© deslizaba por mi boquita.
-¡Ummm, ummm, ahhhh, ummm! -
Gemia con su cosa dentro de mi boca, sentĂa mucho placer, sobre todo por la manera tan grotesca con la que me trataba, como si fuera una esclava a la que podĂa someter y agredir, de la nada, su miembro sĂ© vino con su leche dentro de mi boca, sin quedarme de otra más que tragarme una gran bola de su semen.
HabĂa sentido algo de asco al tratarse de la leche de otro hombre, pero el sabor aunque me habĂa disgustado un poco, parecĂa que mi boca de elfa lo gozaba.
-¡Ummm que rico está amo! -
-¡Que buena pta, ahora te voy a viol@r! -
-¿QuĂ©, espera, que harás? -
-¡Cállate perra! -
El mocoso me lanzó un fuerte golpe, ya me estaba hartando de este imbécil, entonces, tomo mis tetas con sus manos y me apretó muy fuerte los pezones haciéndome gritar de dolor.
-¡Haaaaaa, ya basta me lastima amo por favor más fuerte! -
La maldita magia me provocaba decir todo lo contrario, parecĂa que en lugar de odiarlo me encantaba y gozaba que me maltratara.
-¡Te la voy a meter toda como la pta que eres, espero que seas virgen ptta! -
Está vez pensaba que el mocoso estarĂa equivocado, ya me habĂan cogido hace un rato y al menos ese tipo habĂa Sido más gentil que este niño imbĂ©cil.
De repente, impulsó su miembro dentro de mi coño con mucha fuerza y un gran dolor me hizo gritar horriblemente.
-¡HHHAAAAAAAAA, NO MAMES AAAAAAHHHHH! -
El mocoso no habĂa tenido cuidado y al parecer me habĂa vuelto a desvirgar, parecĂa que mi vagina habĂa vuelto a estar virgen como la primera vez, supongo que era parte de magia estar siempre tierna y virgen.
El dolor era insoportable, ahora sĂ sentĂa como mi mente se nublaba del coraje por tan horrible maltrato, entonces, el mocoso tarado notĂł como me estaba desangrando y saco su cochino gusano de mi coño.
-¡Haaaa es sangre, te matĂ©, te matĂ©, perdĂłn, perdĂłn, perdĂłname por favor, me va a castigar Santa, me va a castigar Santa por romper a una de sus pts! -
El mocoso idiota estaba asustado, pero eso le enseñarĂa a no ser tan agresivo, por mi parte tambiĂ©n lo estaba, tenĂa miedo de pensar que encerio esta vez si me habĂa hecho mucho daño, la sangre pareciĂł cesar y abrĂ mis piernas un poco más cĂłmoda esta vez, el dolor estaba disminuyendo y son sensualidad jadee diciendole al chico que volviera a penetrarme pero con más calma y suavidad.
-¡Ey niño!, ya pasĂł, está bien, ya no me duele tanto, es normal, era virgen y me rompiste el coño, pero ya pasĂł -le decĂa tratando de ser más flexible con el chico para que no se sintiera del todo mal -
-¿En verdad?, ¡PerdĂłname, soy un tonto!, no debĂ de hacerlo, perdĂłn por ser tan malo, esque nadie me quiere, soy solo un tonto pervertido para todos -
-¡Oye niño calma!, es normal, la vida no siempre es muy justa, pero esta noche vine a complacerte en todos tus deseos, ¡Pequeño pervertido! -
-¿Enserio?, ¡Gracias! -
El chico se acercĂł a mi colo desnudo y poco a poco fui indicándole como tratarme con cuidado, me sentĂa bien extraño explicándole a un chico como tratarme como mujer siendo que yo ni siquiera era una mujer hasta ahora.
-¡Esto es increĂble, estoy cogiendome a una pta! -
-¡Ahhh, si amo, soy tu pta por esta noche bebĂ©! -
-¡Siiiii, ahhh, que chichotas tienes perra! -
El chico deslizĂł sus manos a mis tetas estrujandolas con fuerza, al menos esta vez era más suave y no tan agresivo, sentĂa como todo mi cuerpo vibraba, sin duda alguna estábamos haciendo un mejor trabajo.
-¡Ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh! -
Gemia dulcemente para que el chico se sintiera mejor en el momento, sentĂa como deslizaba su miembrecillo dentro de mi vagina con un poco más de suavidad y me encantaba.
"Flash"
Si darme cuenta, el mocoso me habĂa comenzado a tomar fotos, quise detenerlo pero no pude, me encantaba ser su pta y modelo al tomarme fotos desnuda de mis tetas, aĂşn que me daba coraje rompiera nuestro trato de privacidad, me daba gusto quisiera guardar un recuerdo de nuestro breve amor.
-¡Oye que haces! -
-¡Andale dĂ©jame tomarte algunas fotos! -
-¡Noooo, bueno ya está bien! -
-¡Siiiiii! -
El mocoso me empezaba a tomar muchas fotos z mientras que yo actuaba y modelaba con poses sexys para sus pervertidas fotos.
Luego de un ratito, su cochino miembrecillo se vino dentro de mi, la sensaciĂłn no fue tan grande nintsn magnĂfica como la de aquella vez, pero mi coño se corriĂł de igual manera cumpliendo su cometido entre ambos organismos.
-¡Ahhhhh, Ahhh que rico estuvo amo mĂo!
-¡Si, que rico, me gustĂł mucho, gracias por dejarme cogerte! -
-¡Nah, es mi trabajo supongo...! -
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -
Una vez más, Santa gritaba desde el cielo, antes de poder decir nada, el mocoso cayó con todo su peso sobre mis tetas, apretándome sin poder quitarmelo de encima.
-¡Jojojo! -
Santa ahullaba mientras que mi cuerpo una vez más desaparecĂa, apareciendo en otro lugar completamente nuevo.
NotĂ© que otra vez tenĂa mi cuerpo estable, mi vagina se sentĂa normal de nuevo y volvĂ a tener mi trajecito de elfa, supongo que asĂ serĂa toda la noche hasta cumplir los deseos de todos los niños grandes hasta terminar.
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -Sants ahullaba nuevamente mientras se alejaba -
Miraba a mi alrededor, notando como estaba en la casa de alguna familia, lo cual me llevo a pensar en que harĂa en casa de una familia, habĂa fotos de los padres y de sus tres niños, entonces, notĂ© como aun lado estaban fotos como recordatorio de la mujer madre de familia de esta casa, parecĂa que fuera muy especiales aquellas fotos y aĂşn no entendĂa porque.
Me encontrĂ© con el árbol de Navidad de la casa, estaba muy bonito y decorado, entonces, me encontrĂ© una carta muy pequeña doblada en el suelo, la levantĂ© notando que era la carta de uno de los niños, especĂficamente de una niña.
"¡Querido Santa!, Espero que no se te haga rato que una niña como yo te pida esto, pero quisiera que ayudarás a mi papi a recobrar su vida y encontrar un nuevo amor que lo llene de alegrĂa, la perdida de mi mami no ah sido facil para el y mis hermanos y yo ya no queremos verlo triste, sin más espero que puedas ayudarme gracias Santa"
Las palabras de la pequeña me habĂan llegado hasta el alma, la pobre nena habĂa perdido a su mamá y querĂa que su querido padre volviera a ser felĂz, entonces, entendĂ cuál era mi labor en esta casa.
-¿Hola, quiĂ©n está ahĂ? -preguntaba el hombre de la casa -
-¡Eh..., Hola, perdĂłn por interrumpir, no es mi intenciĂłn hostigarlo! -
-¡Oh, Hola!, ¿QuiĂ©n eres tĂş? -
Notaba como el hombre aunque tierno y penoso me miraba con morbo.
-¡Eh...!, Pues no sĂ© cĂłmo explicarlo, pero digamos que, soy una ayudante de Santa, soy una linda nena elfo que vino a cumplir algunos deseos de niños grandes está navidad -
-¿Y cuáles son esos deseos? -
No sabĂa cĂłmo tocar el tema, está vez era diferente, no parecĂa que este sugeto tuviera muchas intenciones de tocarme, asĂ que decidĂ mostrarle la carta de su hija.
-¡Oh, que dulce es mi niña!, Pero yo no puedo estar con otra mujer lo siento mucho, si quieres puedo pagarte por hacerte perder tu tiempo -
-¡Eh, no!, no estoy aquĂ por una paga, o almenos no me han pagado, Santa aĂşn no me dice cuánto me va a pagar por todo lo que llevo haciendo está noche -
-¿QuĂ© Santa, es tu jefe?, dile que lo siento, pero que mi hija ni debiĂł llamar a un extraño por servicios sexuales, es una menor -
-¡Eh, no amigo!, creo que no me estás entendiendo, yo soy un chico..., Bueno, era un chico que por un tonto deseo terminĂ© convertido por Santa en una linda chica elfo y tengo que ir de casa en casa a cumplir los deseos de niños grandes -
-¡Jaja!, si que son unos expertos en actuar para conquistar gente, pero te pido que te vayas de mi casa, mis hijos están dormidos y no pueden encontrar a su papá con una prostituta...-
-¡Yo no soy una prostituta...!, Bueno, solo cumplo las Ăłrdenes de Santa, ya te dije que soy una chica elfo...-
-¡Ya basta de tonterĂas, sal de mi casa ahora mismo! -
El hombre se puso algo agresivo y me tomo por el brazo jalandome con fuerza hasta la entrada, pero una extraña fuerza impidió que la puerta se abriera.
-¿Pero quĂ© pasar porque no puedo abrir la puerta? -
El hombre presionaba la perilla sin poder abrir la puerta, pareciera que estuviera hechizada o algo para que no pudiera abrirse.
-¿QuĂ© fue lo que hiciste niña? -
-¡Yo no hice nada! es la tonta magia de Santa, ¿TĂş crees que quiero coger con hombres toda la noche? -
-¡Ya dĂ©jate de tonterĂas muchacha dime la verdad! -.
El hombre me tomo de los hombros sarandeandome, pero fue justo cuando mi cabello se sacudiĂł que pudo ver mis orejas de elfa.
-¡Espera!, ¿QuĂ© son esas cosas? -ne decĂa presionando mis orejas -
-¡Ay, me duele, no hagas eso! -
-¡Son...., Son de verdad! -
-¡Pues si tonto, son de verdad!, Son mis orejas de elfa -
-¡No, no, no!, debe de ser algĂşn truco, de seguro naciste con alguna malformaciĂłn o te operaste las orejas para verte como un duende -
-¡Nada de eso señor, le juro que santa existe y que me convirtiĂł en una chica elfo! -
Intentaba explicarle al sugeto lo que pasaba, tenĂa miedo de que no me creyera eh intentará hacerme algo malo, entonces sentĂ un leve cosquilleo en mis ojos y me acerquĂ© instintivamente hacia su rostro para vernos más de cerca mutuamente.
-¡Tus, tus ojos, están brillando!, ¿Porque? -
No entendĂa lo que pasaba, quizás era por una especie de poder agregado a mi cuerpo mágico de elfa, mis ojos dislumbraban a los suyos mostrándole la verdad de mi magia, entonces, el sugeto pareciĂł tranquilizarse.
-¡Oh Dios mĂo, es verdad, ere una duendecilla! -
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -Santa parecĂa cruzar los cielos ahullando de paso -
-¡Caray, es cierto, es Santa! -
El hombre miraba por la ventana a Santa corriendo en su trineo, luego se quedĂł algunos segundos en silencio.
-¡Eh....!, ¿Amigo esas bien? -le decĂa sin recibir respuesta -
De repente, el hombre agachado encorvado hacia en frente comenzĂł a llorar despavorido.
-¡Oye!, ¿QuĂ© tienes, es por tu esposa verdad? -
El sugeto regresó a verme y de la nada se lanzó dándome un fuerte abrazo.
-¡SĂ, la extraño mucho, era el amor de mi vida! -
El hombre lloraba desahogandose mientras que sentĂa como apretaba mis tetas, tenĂa sus manos en mi espalda acariciándome con suavidad por el triste momento de fragilidad que atravesaba.
-¡Oye, oye, tranquilo, está bien!, puedes desahogarte conmigo, digamos que serĂ© tu elfa amiga por está noche o por los prĂłximos 0.003 micro segundos ¡Jaja! -
El sugeto pareciĂł entrar en confianza, poco a poco comenzamos a platicar de nuestras vidas, de como habĂamos llegado hasta este punto, el como habĂa conocido a su querida esposa y tambiĂ©n como la habĂa perdido por una desafortunada enfermedad.
-¡Está bien amigo!, tienes que dejarlo pasar, está bien que pienses en tus hijos, pero no creo que a tu esposa le hubiera gustado verte solo, incluso tus hijos saben que no puedes vivir toda la vida triste y solo, necesitas a alguien que te acompañe y que te haga feliz -
-¡Es que no entiendes!, ni siquiera puedo acercarme a una mujer sin recordarla, no puedo pensar en nadie más que no sea ella -
-¿Y que no tienes a una enfrente? -
-¡Pero tĂş eres solo un chico convertido en una elfo! -
-¡Si, pero este cuerpo es el de una muy sexy mujer!, ¿Enserio no te provoca nada estar frente a una mujer tan sexy como yo? -
-¡Este, bueno..., No puedo aceptarlo, pero supongo que sĂ...! -
-¡Tienes está oportunidad, estoy aquĂ para liberar tus emociones! -
-¡Pero es que yo no....! -
-¡Anda, anĂmate!, no pasar nada si te atreves a jugar un rato conmigo -
-¡Pero, es que mis hijos...!, ¿Y si nos encuentran? -
-Estoy segura de que todas las puertas está cerradas menos la de tu cuarto, no creo que una noche de pasión te haga daño -
-¡Pero es que yo...! -
-¡Anda, vamos! -
-¡Pero dices que eres un chico!, ¿No es extraño para ti coger con cualquier hombre que te encuentras está noche? -
-¡Tu ya no eres cualquier hombre, somos amigos...!, ¿No? -
-¡Emm..., Bueno, es que yo! -
-¡Vamos, ya deja de poner excusas y hagamoslo! -
-¡Pero, es que yo...! -
Tome al hombre de la mano llevándolo hasta su habitaciĂłn, me asegurĂ© de sonreĂrle pĂcaramente, jugando con mi cuerpo para seducirlo, parecĂa toda una nena traviesa lista para ser dominada por su hombre.
Miraba como el tipo estaba completamente nervioso, necesitaba que se destapara.
Me deslicé el vestido dejándome ver desnuda para el, sus ojos se estrellaron de asombro al ver mis grandes tetas cae, le sonreà tomando sus manos, mirándolo a los ojos tiernamente mientras acercaba sus manos a mis tetas para que las apretara.
PodĂa sentir como su corazĂłn se aceleraba, mi cuerpo comenzaba a calentarse, me pedĂa a gritos seducirlo y liberarlo, lo mirĂ© tranquilamente y ambos acercamos nuestros labios para darnos el primero de muchos besos de la noche.
Él habĂa intentado ser gentil, sus dulces labios acariciaron los mĂos imprimiendo un cálido beso, lo ayude a desvestirse lentamente, quitándole su bata y su pijama de dormir hasta dejarlo completamente desnudo.
Poco a poco comenzĂł a acariciar mi piel, sus manos eran finas y muy decentes al tacto con mi cuerpo, mis sentidos se agudizaron experimentado una fina sencibilidad por todo mi cuerpo, mi corazĂłn se estremecĂa de amor por su cálido cariño.
Con calma, ambos comenzamos a compenetrarnos, está vez, este hombre habĂa sido más gentil y suave conmigo, no habĂa violencia, perversiĂłn ni maltrato, todo era un bonito gesto de amor y cariño entre dos seres que se amaban bajo las estrellas de una noche mágica.
Con cariño, me cargo con sus fuertes brazos hasta la cama, deslizándonos sobre las finas sábanas de seda, lentamente, acarició mi cielo con sus labios, dándome pequeñas chupaditas en mis orejas puntiagudas.
-¡Ahhhhh! -gemia suavemente haciĂ©ndole saber que me habĂan encantado sus tiernos besos en mi piel -
Deslizó sus manos fervientemente por mis senos, jugando un poco con mis pezones, dándome pequeñas mordidas en ambos haciendo que mi cuerpo se sacudiera de emoción.
Luego, me miró fijamente, indicándome que mi vagina estaba lista para ser felizmente penetrada, yo le sonreà coquetamente aceptando que una vez más me desvirgar.
Él tomó la iniciativa, abriendo mis dos exquisitas piernas, usando sus dedos para introducirlos en mi clitoris y penetrarme con un poco más de ejercicio en aquella parte.
-¿Porque me frotas con tus dedos de esa forma? -preguntaba jadeando suavemente -
-¡AsĂ me enseñó mi querida Diana! -era el nombre de su esposa -ella me enseñó la manera correcta de tratar su vagina y asĂ poder tener nuestra primera vez juntos en una cama -
De manera que, por lo que el contaba, era la primera vez de ambos en el sexo aquella ocasiĂłn y el colo ella lo habĂa instruido para que su primera vez fuera especial.
Sentà como mi vagina broto con un pequeño chorro, mis piernas se sacudieron y entonces me sentà con un poco más de confianza.
Él tomo su miembro, era un poco más normal que los de las otras dos ocasiones, me miró tiernamente, indicándome que yo ya estaba lista para entrar en mi.
Con suavidad, comenzĂł a deslizar su miembro dentro de mi coño, sintiendo una sencibilidad muy reconfortante, allá principio me habĂa dado un pequeño cosquilleo de dolor, pero poco a poco el dolor ni siquiera se sentĂa, mi vagina parecĂa aceptar con amor a aquel Ăłrgano que entraba de una manera educada y cortĂ©s, pronto, nuestros Ăłrganos Ăntimos estaban entrelazados con una especial calidez.
Su miembro sé deslizaba paulatinamente, frotando con su carne mis paredes vaginales, ambos jadeabamos mirandonos el uno al otro con ternura.
Paso sus manos por mi cintura, frotando con suavidad mis piernas para luego alcanzar mis dos senos y oprimirlos con ternura.
ApretĂ© mis dientes y encerrĂ© su miembro en mi vagina, sin saber como, aquella presiĂłn se sentĂa sumamente increĂble.
-¡Ahhh, ahhh, ahhhh! -
Gemi tan fuerte como el gozĂł que sentĂa me lo permitĂa, mis orejitas de niña elfo se sacudĂan, siendo esto algo completamente nuevo para mĂ.
Ambos jadeando juntos y para cuando sentimos que pronto nos vendrĂamos juntos, nos miramos el uno al otro dándonos un cálido y especial beso para cerrar finalmente con nuestros orgasmos.
El se vino en mi y yo me vine con bastante calor por dentro, estaba gozandolo, era realmente especial lo que estábamos viviendo.
Luego de terminar, el se incorporó a mi lado, dándome un beso en la frente y un abrazo de costado, cubriendo mi cuerpo desnudo con la sábana en gesto de caballerosidad.
AĂşn seguimos exhaustos y agitados por tan magnĂfico acto de amor, nos miramos con ternura por un rato hasta que de repente el grito del gordo apareciĂł.
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -
-¡Espera, no quiero perderte! -
-¡Lo sĂ©, pero el me llama!, No puedo hacer nada, me desaparece y me aparecerĂ© en otro lugar, para coger con algĂşn otro sugeto -
-¿Y no podemos hacer nadamás? -
-¡Lo siento, pero no!, solo espero que me recuerdes con amor y que intentes continĂşar con tu vida, que busques a una buena mujer que te acompañe y te cuide, que te quiera a ti al igual que a tus hijos...-
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -
SentĂa como mi cuerpo comenzaba a desvanecerse, estaba a la espera de ver en quĂ© nuevo lugar aparecerĂa, a que nuevo hombre complacerĂa, ¿O quizás serĂa mujer?
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -
Las campanas sonaban, miraba a mi querido amigo o amor de mi vida despedirme entre lágrimas.
-¡AdiĂłs! -
-¡AdiĂłs! -
-¡Jojojo FelĂz Navidad! -
De repente, aparecĂ en mi antiguo departamento, no entendĂa porque santa me habĂa regresado a este lugar, miraba mi cuerpo, habĂa vuelto a ser yo mismo.
-¡Jojojo!, veo que la has pasado bien gracias por ayudarme en esta noche mágica, en breve tendrás tu pago, ¡Jojojo! -
-¡Espera!, ¿No que serĂa toda la noche?, ¿No que cada visita duraba 0.003 micro segundos? -
-¡Jojojo, te mentĂ, solo necesitaba que me ayudarás con tres visitas! -
-¡Pero, pero...!, ¿QuĂ© pasará con el y con sus hijos para tener nuevamente a una mujer en su vida? -
-¡Jojojo, eso no lo sĂ©, será decisiĂłn de Ă©l, muchacho! -
-¡Espera!, ¿Entonces ya todo termino, cuál fue la lecciĂłn, cuánto me vas a pagar por solo haber cogido con tres hombres? -
-¡Jojojo, querido hijo!, Está noche me encargue de tĂ, de tu tristezaz de tu decepciĂłn por mĂ, por la Navidad y por la vida, sĂ© que pasaba por un mal momento y solo quise ayudarte, si te diste cuenta, cada uno de esos hombres representaban algo tuyo -
-¿A quĂ© te refieres? -
-¡Jojojo!, El primero, era un hombre millonario, lo tenĂa todo, pero estaba solo, a Ă©l solo le importa ser el centro de todo, ganar dinero y coger con cualquier mujer sin amor ni cariño alguno, el segundo, era tan solo un chico marginal, que no tenĂa amor propio, que era malo de corazĂłn y perverso hasta los huesos, eso quiere decir, que tĂş no debes de dejarte influir por malas decisiones, por el egoĂsmo, la avaricia, el odio, el tercero, era un hombre que lo tenĂa todo menos al amor de su vida, eso quiere decir que si te enfocas en todo menos en lo más importante, cuando te des cuenta de que no tienes nada con quiĂ©n valga la pena disfrutarlo, entonces no importa lo mucho que te esfuerces por lograr todo lo que te propongas -
-¡Caray, bueno, entiendo todo, pero, aĂşn siento que me falta algo más, creo que esto me hizo sentir muchas cosas, ¿SerĂ© gay acaso?, ¿Porque siento esto tan extraño por aquel sugeto? -
-¡Quizás te encontraste con una gran verdad querido hijo! -
-¿Cuál es, cuál es, necesito saberlo? -
-¿Seguro que quieres encontrar la verdadera felicidad? -
-¡SĂ..., Creo que sĂ, creo que encontrĂ© una buena razĂłn para vivir y ser felĂz, mi verdadero propĂłsito de Navidad! -
-¡Jojojo, entonces que asĂ sea, Feliz Navidad! -
Mi cuerpo comenzaba a brillar, parecĂa que todo me envolvĂa en un fulminante torbellino, caĂ inconsciente entre sueños y ya no sabĂa en que terminara toda esta aventura.
DespertĂ© conmocionado, miraba a mi alrededor, parecĂa el cuarto de una chica, sentĂ mi pecho muy pesado, trate de levantarme cuando un cabello muy largo y rubio me estorbĂł la vista y mis grandes tetas me jalaron hacia el frente, cayendo totalmente desconectado.
-¡Eh vuelto a ser mujer, otra vez soy una chica elfo! -
Deslicé mis manos hacia mis orejas, notando que está vez mis orejas estaban normales, caminé lentamente hasta el.baño para encontrarme con mi nuevo cuerpo.
-¡Soy.., soy una mujer! -
¡Dios mĂo!, habĂa vuelto a ser una mujer, esta vez serĂa para siempre, habĂa aceptado mi destino, sentĂ mis tetas muy suaves al presionarlas con mis manos, aunque eran grandes, sentĂa que habĂa vuelto a recuperar ese poder femenino que tenĂa.
-¡Carajo, estoy buenĂsima, soy tan bella! -
Me decĂa a mi mismo o a mi misma al verme en el espejo, me sentĂa tan impactado por la belleza que ahora tenĂa al ser una mujer, pero entonces empecĂ© a pensar en, ¿CĂłmo se supone que vivirĂa ahora que era una mujer?, ¿Cuál era mi nueva identidad?
Me quite la ropa de la pijama que tenĂa puesta, liberando asĂ mi cuerpo dejándolo al desnudo, ni habĂa tenido tiempo de explorar este cuerpo cuando estaba ocupado con las aventuras de Santa.
Me sentĂa tan pesado fĂsicamente, no era como si estuviera gordo, pero mis tetas pesaban un poco, sentĂa el culo gordo y apretado al igual que mis piernas eran gruesas y muy firmes, me sentĂa como un a modelo, de esas que tienen un cuerpazo, prácticamente, podrĂa ser una modelo, quizás a eso me dedicaria ahora con esta nueva vida.
ComencĂ© a posar frente al espejo, admirando con lucidez la perfecciĂłn de mi cuerpo, me sentĂa tan sexy, pero mi mente aĂşn ocupaba un lugar masculino de mi ser, esa parte masculina que estaba adaptándose a esta realidad que habĂa decidido empezar como mujer, mire mi entrepierna, sintiendo ese gran vacĂo entre las piernas, ahora ya no tenĂa mi miembro masculino, por lo que debĂa de comportarme como una señorita, debĂa de orinar sentada, debĂa de tener el periodo, esperar a no quedar embarazada o algo parecido.
Trate de concentrarme y buscar algo con lo que vestirme, no querĂa ser pervertido con mi cuerpo al empezar este nuevo camino, apretĂ© un poco mis gemelas solo para juguetear con ellas como un bobo.
Tuve que empezar a aprender a ponerme lencerĂa, para sugetar mis pesadas tetas, luego acomodar mi tanga entre mis piernas, ponerme alguna blusa o un vestido era una buena opciĂłn, el resultado me tenĂa desconcertada, pues ahora lucĂa como toda una señorita, era una mujer en toda la extensiĂłn de la palabra, me sentĂa femenina y muy diva, Santa e habĂa pagado con intereses, pensaba, mientras admiraba el bello lugar en que ahora vivĂa, ¿Será que mis padres tambiĂ©n habĂa cambiado o seguirĂa todo igual?
Practicaba caminando con mis tacones, si querĂa iniciar está nueva vida tenĂa que aprender a comportarme como toda una mujer, tenĂa algunos tropiezos pero logrĂ© mantener el equilibrio, mis senos rebotan demasiado y por eso no es muy fácil mantenerme en pie en todo momento, mi culo me ayuda un poco cuando se aprieta y me sostiene al caminar, aunque se me levanta un poco con los tacones, poco a poco logrĂ© maquillarme, con algunos tutoriales etc.
Me puse a investigar algo sobre mi nueva vida, llevándome todo el dĂa iniciar con este proceso de mi nueva identidad.
AĂşn quedaba un poco del 25, querĂa intentar salir como mujer por primera vez a la calle y distraerme, mientras caminaba, sentĂa las miradas de todos al verme, algunas de mujeres con envidia, otras de hombres morboseandome, pero ninguno era la mirada de amor que esperaba sentir.
Mientras paseaba fui pensando en como llevar a cabo las riendas de mi nueva vida, yo, una mujer de 27 años, licenciada en psicologĂa, con maestrĂa en pedagogĂa, soltera y sin compromisos, con un buen trabajo en el seguro publicĂł y algunos pacientes por el privado, no sabĂa quehacer ahora que se supone que era una psicĂłloga, supongo que escuchar y apoyar a mis pacientes.
No entendĂa realmente que era lo que tanto me nacĂa buscar entre tanta gente por las calles, sentĂa que algo me llamaba y necesitaba que el destino nos cruzará en el camino.
El camino comenzaba a agotarme, llevar el peso de estás cosas no era nada fácil, la espalda comenzaba a agobiarme, mis piernas me dolĂan de tanto caminar con los tacones, estaba decidida a quĂ© está serĂa mi nueva vida, soportado todos estos percances de mujer, supongo que ahora debĂa de ir al gimnasio para mantener este bello cuerpo.
Ya no podĂa más, seguĂ hasta alcanzar un asiento en una cafeterĂa cercana que vĂ a unos metros de distancia, mis pies estaba comenzando a ser torpes, el buenos soplaba y mis nervios estremecĂan mi cuerpo.
Estaba apunto de llegar a la pequeña silla fuera de la cafeterĂa, mis pies empezaban a punzarme, mi corazĂłn comenzĂł a acelerarse, presentĂa que algo muy fuerte se acercaba, algo vital y especial que llenaba mi vida y mis sentidos de alegrĂa pero aĂşn no entendĂa que era lo que me atraĂa hasta aquel sitio.
De repente, mi pie tropezĂł por el tacĂłn con un agujero en el suelo de la calle, mis senos ayudaron a que perdiera aĂşn más el equilibrio y caĂ por accidente chocando con un hombre enfrente, el cual venĂa acompañado de unos tres niños menores de 10 años quizás.
-¡Hay, perdĂłn, me tropecĂ© sin querer, fue un accidente!, Estos tacones apenas me aguanta el peso de mis tet..., PerdĂłn, apenas puedo controlar esto, es algo difĂcil, ¡Muchas gracias por ayudarme! -
Me sentĂa muy nerviosa, mis sentidos estaban a flor de piel, de repente, extraños sentimientos se mezclaron con mis nervios al mirar a aquel sugeto, sentĂa como si lo conociera de algĂşn lado.
-¡Está bien señorita!, no se preocupe, no quise entorpecerme con sus senos..., Digo, entorpecer... Hay perdĂłn, no es mi intenciĂłn, no crea que soy un pervertido...-el hombre inocente me decĂs nervioso -
-¡Papi, no seas tonto, ayuda a la señorita, se ve que es bonita...! -la pequeña niña le decĂa sonriendo, sintiendo que algo bueno pasarĂa -
-¡Si, bueno, yo solo tropecĂ© sin querer, espero que no se moleste por pegarle con mis senos jeje! -me sentĂa tan torpe con lo que decĂa -
-¡Ay no jeje!, no se preocupe señorita, este..., que tal si le invito un helado o un cafĂ© para romper con esta mala racha de torpezas...-
-¡Me encantarĂa! -
Ambos nos sonreĂmos y reĂmos por unos segundos, nuestros ojos se miraron fijamente haciendo una especie de conexiĂłn muy especial, ambos sentimos que necesitábamos conocernos y entonces ese serĂa el inicio de una larga historia de amor.
Fin
-Kary-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vĂdeos en comentarios, con los siguientes cĂłdigos:
[img]URL de la imagen[/img]
[video]URL del video[/video]