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jueves, 1 de diciembre de 2022

¡𝑬𝒍 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒈𝒂𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒖𝒎𝒑𝒍𝒆𝒂ñ𝒐𝒔!


Holita, esta historia la escribí especialmente por mi cumpleaños, le di un poco de la escencia de lo que yo misma haría en una situación así, la sentí algo realista a mi perspectiva y fantasía, pero igual si no les gusta no hay problema, la verdad tengo que aceptar que soy mala para el sexo, es algo que últimamente ya no se me da y que quizás por eso no les interese lo que escribo.  



¡El mejor regalo de cumpleaños!

 

Se acercaba mi cumpleaños, no era que fuera especial el celebrarlo como cada año, se podría decir que siempre me daban lo que quería, aunque había ciertas cosas que deseaba que sabia que nunca se podrían.

Me estaba maquillando en la intimidad de mi habitación, me terminé de arreglar y luego de ponerme la peluca como ultimo gadget de mi outfit femenino, comencé a tomarme fotos, pues lo hacía como mera relajación y de gozar de mi apariencia en femenino.

Si, se podría decir que era un travesti, para colmo, mi novia lo sabía, me había descubierto desafortunadamente hace algún tiempo, a ella nunca le pareció que lo hiciera, pero no le quedaba de otra mas que aceptarlo, indebidamente, continúe con el juego aunque ella no quisiera, era mi cuerpo, mi decisión.

Pero a medida que pasaba el tiempo, me tomaba mucho rato libre para disfrutar de este mal por las buenas, para variar, mi novia había descubierto que tenía un blog en internet, uno de aquellos en los que se hablaba mucho sobre el cambio de cuerpo, algo que expliqué, era más una fantasía que una realidad.

Hablamos mucho sobre el tema, ella indago demasiado en las entradas de mi blog, descubriendo que no solo me vestía de mujer porque me gustara mi lado femenino, sino también porque realmente deseaba convertirme en una en realidad, si bien, con cualquiera de los diversos métodos, pero fantasiosos que relataba en esos medios.

Uno de mis fetiches y mayores deseos, de los cuales ella había leído, era mi fuerte deseo por cambiar con una modelo chilena muy famosa de internet, publicando un sin fin de publicaciones sobre ella.

Algo que no terminamos de conversar, pues me había sentido demasiado nervioso además de incómodo por platicar esas cosas con mi novia, quien claramente estaba furiosa y muy dolida por mis gustos y deseos ocultos.

A pesar de eso, tratamos de no hablarlo, no quería que esto se interpusiera en nuestra relación, o eso pensaba, pues resulta, que mi novia se lo había tomado muy enserio.

- ¡Espero que te guste el regalo sorpresa y especial que tengo para ti! – Ximena me había enviado un mensaje antes de dormir.

- ¡Jaja, sí, ya no puedo de la emoción! – le respondí solo para tenerla contenta, no es que me sorprendieran las cosas que sabía me regalaría solo porque se lo dije.

- ¡Ya verás que sí!

Fue lo ultimo que me dijo antes de dormir, ella se fue a dormir mientras que yo continué jugando en mi consola y luego me fui a dormir sino fue que, al despertar a la mañana siguiente y encontrarme con ella frente a mi cama, supe de lo que ella estaba hablando.

- ¡Sorpresa! – Ximena gritaba de felicidad, luego de que su sorpresa finalmente me levantara con un golpe de la cama.

- ¡Da…, Daniella! – gemí al ver a la exuberante mujerzuela frente a mi cama acompañando a mi novia - ¡Pero!, ¿Cómo?, ¿De qué se trata esto? – titubeé aun intrigado y nervioso.


- ¡Pues este es tu regalo!, ¡Cambiaras de cuerpo con Daniella Chávez! – mi novia decía basculante como si pudiera creerle.

- ¡No jaja, es imposible!, ni siquiera yo eh podido encontrar algo para hacerlo.

- ¡Tranquilo amor, este será tu regalo de cumpleaños!, ¿A caso no es tu gran deseo tener mi cuerpo? – la puta de Daniella hablaba de manera tan seductora que mi miembro ya llevaba parado por un largo rato.

-Contacté a Daniella por su only fans y le pagué para que aceptara cambiar de cuerpo contigo y pudieras disfrutar de tener su cuerpo por un día.

- ¡Pero…!, ¡Eso es imposible!

-Investigué mas afondo, se nota que los hombres solo saben entrar a la primera pagina de internet que se encuentran, me costó mucho trabajo, además de dinero que pagué por el hechizo que me dio un brujo, pero finalmente, ¡Aquí esta!

Ximena ponía un par de frascos extraños en la mesa mientras que tomaba un papel donde se supone que traía el hechizo escrito por el mismo brujo.

Mi mente estaba en blanco, ¿Cómo puede ser que esta mujer aceptara cambiarme de cuerpo con una prostituta?, ¿Cómo es que su orgullo llego tan lejos como para pagar por todo esto y traerme a la mismísima Daniella para que yo pudiera usar su propio cuerpo.

Ximena debía de estar jugando, seguramente investigó lo de los roles y solamente fingiríamos que somos el otro por un rato como un teatro.

- ¡Para lograrlo!, primero deben de beber este líquido ya preparado por el Shaman y luego mantener relaciones sexuales, el flujo de energía en sus shakras hará el resto del trabajo.

Ximena en verdad estaba loca, ahora, incluso podría cogerme a la mismísima Daniella, este debía de ser el mejor cumpleaños de mi puta vida.

- ¡Prepárate para una buena mamada mi amor! – Daniella continuaba con el juego, o con la burla, ya no sé qué caragos era, seguramente había cámaras por toda la habitación para burlarse de mi después de esto.

No sabia que carajos hacer, me quité la ropa de inmediato mientras alucinado admiraba como la hermosa Daniella se quitaba la ropa frente a mí en persona, ¿Ella había aceptado venir hasta aquí desde tan lejos solo para cambiar su cuerpo con un hombre?, que ironía de la vida, es la burla misma en persona, el dinero mejor invertido o quizás más desperdiciado, pero bien gastado ¡jaja!.

Entonces, aun nervioso, entre en sí por un momento.

-¿Qué carajos?, ¿En verdad me estas dando permiso de cogerme a una prostituta? – me dirigí a Ximena nervioso y por fin cuerdo, estaba tan caliente de lo que estaba pasando que ni siquiera me había percatado de que esto la lastimaría demasiado, quizá fue una prueba y había fallado.

-¡Este es tu regalo!, nada de lo que suceda hoy va a perjudicar nuestra relación –ella parecía tan segura, notaba su mirada, es más, parecía que ella quería disfrutarlo tanto como yo -¡Adelante!, cógetela y terminemos con esto que el día ya está pagado y se está perdiendo – apresuraba, pues yo aun estaba en shock, pero era cierto.

- ¡Vamos amor, aprovéchalo!, ¡Serás yo por todo un día! – la Daniella me susurraba con una voz tan seductora que sentía que mi pene se venia a chorros, ¡carajo!

Sin pensarlo más, comencé a acariciar sus ricas tetas, su exquisito culo, ¡Dios, puta madre, hay papaya de Celaya!, me sentía en las nubes, me había perdido, mi pene estaba demasiado apretado, al punto de estallar, miraba a mi novia, pensaba que ella estaría triste y arruinada de ver como su novio estaba mas excitado por cogerse a una prostituta que a ella misma.

Pero no, incluso, la miré sentada disfrutándolo todo, tan solo le faltaba una cubeta de palomitas, es más, creo, que se había puesto a grabar.

Daniella se tomó el frasco, su expresión fue desagradable, pero no quise seguirle el juego, a pesar de que ella lo tomo despacio, yo pensé que solo era tequila combinada con mariguana para entrar en juego.

Apenas abrí el frasco, lo engullí de un solo trago, grave error, mi garganta ardió como el fuego, mi boca experimento una fuerte picazón y mi estomago lo había resentido al punto de casi vomitarlo.

- ¿Qué mierda me diste Ximena? – jadee asqueado.

- ¡Apresúrate amor! – Daniella me jaló de la mano impulsándome hacía ella.

Nos tendimos en la cama, mi mente daba vueltas, pensé que esto era obra de una mariguana muy fuerte, Daniella estaba ahí, jadeaba tanto o igual fuerte que yo, nuestros cuerpos se sentían ardientes, miré sus exquisitas piernas y luego de que ella las abriera, ¡Mierda, aquí vamos!, grité gimiendo mientras impulsaba mi pene hasta el fondo.

- ¡Ahhh! – ella gimió con fuerza, mientras que algo pasaba con nuestros corazones.

Ni si quiera tuvimos que hacer un juego previo, ella estaba viniéndose en segundos, nuestros cuerpos latían a miles por segundo, nos sentíamos calientes y ni siquiera me di cuenta si me había venido o aún seguía dormido de tanta alucinación.

Unos segundos mas tarde, mi mente o mi alma parecieron dar un azotón contra el suelo, eso pensaba, pero no, algo apretaba muy fuerte mi entrepierna, sentía como un chorro cálido brotaba de aquella zona y se sentía una especie de calorcito muy extraño, apenas miré hacía el frente y noté como mi propio cuerpo trataba de reponerse.

- ¡Ahhh!, ¿Funcionó? – Ximena pronunciaba a un lado, mirando como si fuéramos un experimento.

- ¡Si, funcionó niña, ya tienes su regalo! – Daniella era la primera en reaccionar, apenas despertó, se quitó de encima mío, mirando con un poco de miedo que efectivamente el cambio se había realizado.

Deslizó mi antes pene fuera de su propia vagina y trató de limpiarse con un poco de asco mientras que se reponía del impacto que había sido todo, pues estaba tan sorprendida como todos.

- ¿Cómo te sientes nena? – Ximena preguntaba a la susodicha.

- ¡Bueno, tengo un pene, jamás pensé hacer esto! – la dama ahora convertida en mí se pronunciaba.

- ¿Y cómo se siente la nueva putita? – Ximena se dirigía ahora a mi persona.

No podía entender aun todo esto, mi mente aun daba vueltas, pero sentía mi cuerpo muy extraño, continué mi inspección hacía el frente.


- ¡Oh, puta madre, no mames, no mames, vergaaa! – grité apenas mis ojos pudieron mantener la dirección enfocando hacia mis nuevas tetas - ¡Tengo senos, funcionó, tengo el cuerpo de Daniella!

Escuché mi nueva voz, una voz tan seductora y femenina era realmente mía, tapé mi boca algo nervioso, o bueno, nerviosa, apenas me intenté levantar sentí como mis nuevo montículos se balancearon lado a lado, intentando moverme pues la nueva anatomía de mi cuerpo era diferente y extraña, no se diga de los sentimientos que este cuerpo ahora me provocaba.


Me llené por un momento de miedo y frustración, mi cabeza trataba de mantener el equilibrio de mis pensamientos, mi cuerpo ardía en calor, mientras que algo me punzaba en mi entrepierna.

Bajé la mirada aun emocionado y alterado de ver que efectivamente ahora tenía esos majestuosos senos que tanto deseé tener en mi jodido pecho.

- ¡Ahhh, ahhhh, que rico, que rico, no mames, en verdad tengo este cuerpo! – gemía luego de apretar mis tetas un sinfín de veces.

Había repasado tanto este momento en mis historias, que luego de que les dijeran repetidas y ahora no podría ni siquiera pensar en cómo narrar este momento, era real, estaba aquí, tenía este cuerpo justo ahora, ¿Qué otra mierda podría hacer más que sino manosear las tetas que yacían tanto tiempo en mis mejores fantasías?

No solo tenía estas tetas, tenía una vagina, ¡Mi ahora jodida vagina!, podían penetrarme, tener el periodo y quedar embarazada, bueno, al menos era por un día, ¿Verdad?

Me levanté sintiendo como mis senos rebotaban, mi culito se sentía tan rico y carnoso, miré unos segundos por detrás, parecía un perro buscando su cola, pero ahora era mi perra cola.

- ¿Lo estas disfrutando? – Ximena interrumpió, mientras que andaba todo maniaco tocando cada parte de mi ahora cuerpo.

- ¡Sí, no puedo hacer nada más! – respondí luego de mirar a ambas chicas quienes se quedaban con la boca abierta.

Me acerqué al espejo admirando mi cuerpo desnudito, ¡Ahhh!, mira nada más, que sexi me veo, estas tetas, este culo, este rostro, soy una hermosa rubia, ¡Soy una puta mamacita!

- ¡Hola hermosa, que sexy eres!, ¿Me dejas darte un beso hermosa? – jugaba con mi reflejo, las dos chicas se reían, mientras veían que lo estaba disfrutando demasiado.

Escuchar aquella sensual voz salir de esta boquita era un regalo divino de los dioses, pues si este poder no fuera de un verdadero dios no sabía de donde más podía venir.

Apreté mis senos en el cristal, sentí una chispa proviniendo de mis ricos pezones rosaditos, ¡Ahhh, esto es increíble!, no podía con la sensación que mi cuerpo proyectaba, era irreal, era irreal saber que estaba en este cuerpo y no era un sueño.

No pude contenerme las ganas de manosear el cuerpo de esta puta, ver ante mis propios ojos que tenía este cuerpo en carne propia me llenaba de mucho placer, no me importaba que me miraran aquellas dos, ahora el poder y el control de este cuerpo era solo mío, ¿Por qué contener mis ganas de masturbarme siendo que este era mi regalo?

Continué hasta que pude experimentar mi primer orgasmo, ambas chicas miraban despreocupadas, cuando incluso todo se estaba grabando, pero de un momento a otro, mi novia decidió que terminara con esa insaciable ronda de masturbación que le estaba dando a este cuerpo.

- ¡Bueno ya!, no desperdiciemos el día en solo masturbarte.


Ximena arruinaba la intensidad con la que estaba viniéndome a marchas forzadas con esta vagina, notaba que Daniella se encontraba algo incomoda en mi cuerpo, aunque ella realmente se sentía algo excitada de ver como masturbaban su propio cuerpo, tanto, que incluso tenía una fuerte erección entre sus piernas.

- ¡Hazlo ahora! – Ximena le ordenaba a Daniella quien rápidamente sujetaba mi ex pene con sus manos - ¡Chúpasela maldita puta! – Ximena se refería a mi directamente como una puta.

Eso me había hecho sentir algo perturbado y a la vez excitado a montones, pues ella sabía perfectamente que referirse a mí de esa forma era uno de mis fetiches y fantasías más grandes.

Mire a Daniella viniendo hacía mi con mi ex pene en sus manos, se notaba nerviosa, pero bastante condescendiente, sin pensarlo mucho, mis sentidos se pusieron como locos, hincándome frente a ella mirando lo que antes era mi órgano masculino, regresé a ver a mi novia, ella estaba como loca desquiciada feliz tomando captura ante la cámara para que esta hiciera una captura total del momento sin perder nada de detalle.

No sabía cómo sentirme, ¿De verdad estaba sucediendo?, mi novia, obligándome a ser una total y verdadera puta conmigo mismo.

- ¡Ummm, que rica esta tu polla bebe! – suspiré gimiendo hacia Daniella mirándola con lascividad hacía sus ojos, sintiéndome extraño pues antes eran míos, observé mi propio rostro totalmente empañado de nervios y mucha lujuria que intentaba salir desenfrenada -¿Quieres que te la chupe amor?

Pregunté sonando como toda una puta, especialmente, utilizando su bella y sensual voz, no podía contener mis ansias, quería reírme por lo poco ridículo que me sentía en esta situación, no podía dejar de pensar en que esto pudiera ser como en una de mis historias, y terminaría siendo asaltado de mi propio cuerpo, quedándome atrapado en este cuerpo de prostituta.

Recuerdo cuando una vez fui con una y explícitamente le conté toda la narrativa de mi fantasía, de lo excitado que estaba de solo pensar que ella me robaría mi propio cuerpo, aquella prostituta solo se rio de mí, pensó que era un jodido puto en todo el sentido, ¡Que mierda hice aquel día!

Bueno, ahora solamente mire mi propio pene, abriendo la boca y metiéndomelo todo en mi boquita de Daniella, comencé a deslizar su cuerpo carnoso en mi lengua, mis labios hacía el trabajo ligero, mientras que mi lengua debía de jugar con todo ese órgano completo, para que Daniella pudiera sentirse excitada, ese era mi trabajo como prostituta, satisfacer a un machito con mi boquita de zorra.

Daniella estaba sintiendo como manejaba muy bien su ahora pene con mi boca, podía verse como su cuerpo se sacudía, cerró los ojos y comenzó a jadear suavemente, no es que los hombres gimamos mucho como las mujeres,

Pronto, comencé a meter y deslizar mi ex pene dentro de mi boca con mayor precisión y facilidad, hasta que le tenía dominada, dándole con todo un show y maroma a su órgano de Daniella, que al poco rato, se vino dentro de mi boca no pareciendo del todo satisfecha.

Un leve suspiro provino de mi novia, quien haba olvidado estar observado desde hace un buen rato, ella no parecía enojada, sino todo lo contrario, es ahí entonces, que descubrí que mi novia había originado o es que había tenido un extraño y mas caprichoso fetiche que el que yo tenía desde hace mucho tiempo.

Pues al parecer, a Ximena le excitaba mirar a las personas sostener relaciones sexuales, es decir, a mi novia le excitaba la idea de ver a su novio teniendo sexo con otra persona, y, el hecho de que ambos estuviéramos intercambiados aumentaba mucho más ese placer de ver a su propio novio siendo la puta en este caso, con el rol intercambiado.

Ximena bajo su mano a su vagina y había comenzado a masturbarse, mientras miraba todo.

- ¡No paren, ahora penétralo! – Ximena ordenaba a la mujer que ahora tenía mi cuerpo, siendo que no le había sido suficiente lo que había hecho para ninguna de las dos –¡Querías ser una putita, ahora verás que es ser una putita!

Ximena sostenía gritando con mucha euforia, se le notaban las ansias por verme convertido en una puta, Daniella comenzó a tomar órdenes y de un momento a otor me agarró las tetas de golpe, haciéndome gemir de la nada, no entendía como lo hacía, ¿Es que el cuerpo de una mujer debía de ser tan sensible?

Sentía mis propias manos en los senos de Daniella, sentía como amasaba sus propias tetas con fuerza y morbo, a ella le gustaba entonces sentir las fuertes manos de un hombre apretando con fuerza para sentirse sumergida en un gran nivel de satisfacción y placer, pellizcó y mordió levemente mis pezones con tal experiencia que me hizo un squirt en mi vagina, no sabía lo increíble que era eso y tampoco sabía que eso sucediera al provocar eso con ciertas partes del cuerpo, sobre todo, los pezones.

Estaba fascinado, pero ella me empujó a la cama, me abrió las piernas y como yo ya estaba listo para que me metiera la verga que antes era mía, pues simplemente sujetó su pene y lo deslizo sin preguntar dentro de mí,

- ¿Te gusta amor? – Daniella exclamó, mientras me miraba, me sentí tan cabron mirando mi rostro de esa forma, se dirigía a mí, tratándome como soy yo fuera la zorra en este caso.

Cuando me di cuenta, Ximena estaba recortada en el sofá metiendo sus dedos dentro de su vagina, observando todo gimiendo descontroladamente, sin duda, ese día entendí muchas cosas sobre nuestra relación.

Daniela solamente cumplía con su trabajo, aunque luego de muchos años de experiencia, cumpliendo fetiches y todo tipo de fantasías locas, esta haba sido la mas extraña y sorprendente de todas, pues estaba cogiéndose su propio cuerpo.

Sentía como usaba mi pene con tal sabiduría que cada deslice que hacía con mi pene dentro de su vagina era como sentir una caricia de un ángel recorriendo todo mi ser, mi boca no paraba de gemir, era una locura, estaba gimiendo como una puta, me estaba volviendo loco, era una sensación tan indescriptible, entre aterradora y fascinante a la vez.

Quién te pudiera decir que ha experimentado esto alguna vez en su vida, seria la persona mas afortunada de la historia.

Antes del intercambio, habíamos intimado la primera vez, si le dijera a mi yo del pasado que esto sucedería justo hoy y en este preciso momento no me lo hubiera crido nunca, estaba siendo cogido por la propia Daniella en su propio cuerpo.

Mis piernas no dejaban de temblar, Daniella acariciaba mis senos apretando levemente hasta de repente apretarlos como unos globos, acariciaba mi cuello y me daba de repente algunos apretones intentando asfixiarme.

Eso último, había sido una de mis fantasías, pues me imaginaba siendo sometido y de cierta manera agredido hasta el ahorcamiento con un cuerpo así, siendo una completa sumisa, aunque también descubrí que eso había sido una orden mas directa de Ximena que de cumplirme una fantasía, pues a ella le encantaba también el sadomasoquismo, y verme siendo maltratado como una le hacía más cosquillas en su entrepierna.

Daniella aún no había acabado, me tiro a un lado tomando su ahora pene y comenzó a deslizar su miembro dentro de mí por la parte trasera como si fuera una perrita, sentía como dominaba montándome detrás, pero en cuanto pasaron unos minutos, su pene ya no pudo contenerse más y se vino dentro de mi dejándome todo la lecha dentro de mi ser, algo que se sentí muy extraño y demasiado placentero a la vez.

- ¡Ya basta, cógeme a mí! – Ximena exclamó, pero había tomado primero un poco de la poción y le dio algo de eso mismo a Daniella, procurando dejar un poco para mas tarde.

No me había percatado de eso hasta que vi cómo le había obligado a ella también, apenas pudiera reponerme de lo que ella había hecho conmigo, cuando mire la escena tan cabrona en donde Ximena se montaba a Daniella estando en mi cuerpo.

La pobre Daniella o quizás, mi pobre pene había dado toda la batalla posible, cuando ya estaba trabajando en la vagina de mi novia, no sabía cómo sentirme, ¿Que intentaba Ximena con eso?, ¿Qué no era suficiente hombre yo para querer que una mujer con la basta experiencia, usando mi cuerpo lo hiciera más rico que yo mismo?

Pero entonces sucedió, las mire caer desvanecidas sobre la cama, mientras que sus cuerpos convulsionaba, de repente, una a una comenzaron a reaccionar, primero, Daniella reaccionó un poco más rápido despertando en el cuerpo de mi novia, acariciando sus atributos nuevamente femeninos pero siendo los de Ximena, quién no tenía tan bien dotado cuerpo como el suyo, pero se sentía un poco aliviada de volver a ser mujer.

- ¡Ahhhh, me siento tan extraña! – Ximena despertaba en mi cuerpo, encontrándose con un nuevo mundo completamente diferente.

Ella miró mi pene, que estaba demasiado erizado y agotado de tanto jugar con las vaginas de ambos, no pensé que pudiera continuar teniendo la fuerza de seguir en este alocado capítulo de perversión que sucedía en mi vida.

Ximena estaba acariciando mi cuerpo, experimentando lo que se sentía de ser un hombre, era extraño mirar la manera en la que alguien mas tocaba mi cuerpo, pero me provocaba cierto placer al pensar que ella estaba insinuándose cosas al tenerlo.

Mientras que trataba de reponerme, mis senos se sacudían de lado a lado, mi cabello me estorbaba, por lo que todo lo que tenía este cuerpo comenzaba a molestarme, no estaba acostumbrado a experimentar con este tipo de situaciones, mi cabello nuca había sido largo y mucho menos tenia unas tetas colgando de mi pecho todo el tiempo, comenzaba a molestarme.

Ximena jadeó al ver como su ahora pene comenzaba a ponerse duro, palpitante como si tuviera vida propia, ella me miró sin pensarlo mucho, estaba claro cuáles eran sus intenciones, ella iba a cogerme.

- ¡Ven pequeña puta, aun no hemos terminado! – Ximena se acercaba a mi antes de que pudiera negarme.

Me sometió tirándome a la cama, Daniella solamente se limitaba a dejar que la pareja de locos que habían pagado por esto se divirtieran, no era como que quisiera detener la lujuria insaciable de esta mujer.

- ¡Detente Ximena!, esto ya no me está gustando…

Trate de bloquearla, pero ya era demasiado tarde, me tiró una cachetada, haciéndome sentir algo indefenso, ella se opuso con su fuerza, parecía que estaba endemoniada con una especie de poder que solo sabrá ella que era lo que sentía.

Me estaba poniendo nervioso, aunque de cierto modo, este era una de las fantasías más grandes que tenía en mucho tiempo, pues mi novia, ahora me iba a coger usando mi propio cuerpo, teniendo yo el cuerpo de Daniella.

Miré su entrepierna, pero antes de si quiera decir algo, ella me abrió las piernas e introdujo su pene en mi vagina, apenas sentí un ligero cosquilleo penetrando en mí, gemí perversa ante el apretón que sentía en mi entrepierna.

Sin lograr haberle detenido, sentía como mi vagina experimentaba una calurosa y húmeda sensación que no paraba, era como entrar una vez mas al juego, nunca pensé que esto pudiera no tener un límite, no se cansaba, esta jodida vagina seguía permitiendo que el cuerpo de Daniella me provocara más y más placer.

Ximena parecía disfrutarlo más que yo, sus ojos aunque míos, pero perturbadoramente ahora suyos, me miraban con ganas de sentirse el rey y amo de mi libertad, me apretaba mis tetas y no soltaba mis piernas, sacudía su coxis de un lado a otro haciendo que su pene jugara con todo dentro de mi coño.

- ¡Ahhhhh, ummm! – escuchaba como de mi boca resoplaban ligeros gemidos, me sentía atrapado en el propio juego de Ximena, ahora me demostraba que ella era el macho y yo la putita que venia ha cumplirle sus cochinas fantasías.

Antes de venirse dentro de mi coño, sacó mi pene de la vagina de Daniella y me jaló del rubio cabello para meterme su pene en mi boca, viniéndose dentro para hacerme tragar toda la leche que provenía de mis testículos, o, al menos lo que quedaba de ella.

- ¡Trágatelo todo maldita puta! – Ximena exigía, me sentía tan jodido escuchando sus fuertes palabras con mi voz.

Pero como quería ser una perra obediente me lo tragué, sintiendo el espeso sabor saladito que tenía mi propio semen, porque si, era mi semen el que pasaba por mi boca hasta mi garganta.

Ximena no parecía muy satisfecha, aunque por el momento, se sentía cansada, quizás era porque mi cuerpo de macho ya había dado lo suficiente, tanto con las tres cogidas que ya le había dado a este cuerpo, ahora parecía que Ximena era quien lo resentía.

El día aun no terminaba y me metí a darme un baño, pues Ximena me dijo que íbamos a salir, Daniella se fue a pasear con el cuerpo de Ximena, mientras que me dejaba un buen conjunto de ropa que ponerme, pues para variar, Ximena había escogido cautelosamente los accesorios y prendas que más me harían ver como una completa puta, pues además, eran los outfits que más me excitaban de Daniela y con los cuales más me imaginé vistiendo al tener su cuerpo.

Cada sensación que le daba el agua caliente a mis pezoncitos, acariciando todo el cuerpo de Daniella era una chispa poderosa que recorría todo mi cuerpo, no sabía como es que este cuerpo no paraba de sentirse tan caliente y excitado en todo momento, eso es lo que debía de hacer que Daniella fuera una completa puta todo el tiempo, tanto que, no podía pensar en otra cosa mas que en mi pene, en lo mucho que quería sentirme cogida todo el tiempo.

También me ponía a pensar a cada rato sobre el cómo vestirme, en salir de compras, esto lo relate alguna vez, aunque no pensé que mis pensamientos realmente fueran alterados en la realidad, pero era claro, el hechizo o lo que sea que fuera, pondrían mi alma en este cuerpo pero no mis gustos y aficiones, claramente, tenía los pensamientos y gustos de una puta.

Entonces, mi mente ahora mismo tenía la mente de una puta chica Bimbo, ¡Es verdad!; no podía pensar, estaba atrapado, ahora mi mente solo quería que fuera penetrada y solo pensar en cosas de mujeres, compras, usar vestidos, blusas, faldas, tacones, maquilarme y tomarme fotos, no estaba pensando en nada diferente de hombre desde que estaba en este cuerpo.

Incluso, porque lo primero que hice fue masturbarme y luego vinieron una tras otra indiscriminada pero no tan violento escenario de sexo como si se tratase de una orgia, que, aunque me sentí algo inconforme, terminó por enloquecerme en todo momento.

- ¡Ahhh! – gemí sin pensarlo, estaba recodando y analizando todo, pero sin darme cuenta, mis manos jugaron impetuosamente con mis tetas y mis dedos pellizcaron sus pezones, así que, me estaba aleccionando a mi mismo mientras mi subconsciente trataba de comprenderlo todo.

Salí de bañarme exhausto, pero cuando pude apenas descansar, Ximena ya me estaba dando órdenes, me lanzo prenda tras prenda y primero me hizo modelas como si fuera la misma puta que siempre desee ser, tomándome fotos con diferentes outfits en lencería.

- ¡Ándale, querías ser una putita?, entonces posa bien, ¡Para ese culo!, aprieta las caderas, aprieta esas tetas, sonríe a la cámara, ¡Sé una puta!

Ximena me ordenaba en todo momento, no puedo creer lo mucho que tardamos en maquillarme, peinarme y en probarme cada maldito outfit que me hacía ver cada vez mas puta, pero al final, hice todas y cada una de lasa cosas que Ximena me había pedido.

Me sentía tan caliente y excitado al sentirme con esa fantasía cumplida, en verdad estaba actuando como una puta frente a la cámara, recordando cada pose que había deseado hacer con el cuerpo de la engreída y zorra de Daniella, ahora siendo yo el que lo hacía, poniendo poses inocentes, siendo una completa perra sumisa, demostrando y derrochando mis bellos atributos de diosa.


El día continuaba su camino, me estaba preocupando en que pasaría si me quedaba atrapado en el cuerpo de Daniella, aunque me parecía de lo mejor poder ser ella por siempre, no querría quedarme como una tonta mujerzuela que no podía pensar nada mas que en penes y ser sexualizada en todo momento y situación.


Recordar como trataban hasta yo mismo a esta mujer como una estúpida que solo se aprovechaba de que era una bella mujer para tener lo que quería, nadie le tomaba enserio, pues decían no era inteligente, yo mismo lo insinué, ella solo sería con estas carnes para una cosa y solo era para ser una estúpida con ganas de que le dieran por el culo.


Ximena se vistió también y nos salimos como si fuéramos una pareja a cenar, veía como todos me miraban, me observaban por la manera en que caminaba, era extraño salir a la calle siendo esta mujer, era una diosa, mis tetas estaban expuestas al oscuro y bochornoso mundo de los hombres donde todos podían ver como estas nenas se sacudían a cada paso que daba, al igual que mis caderotas, este rico culote que ahora era mío se balanceaba al compás de mis tacones, me sentía como toda una zorra deseada por todos.

Solte una risita, cuando mi ahora novio me dio una inofensiva nalgada, me apretó el culo y tomándome a la fuerza me susurro al oído que me comportara como una puta frente a todos mientras salíamos a pasear, para que gozara de esta experiencia totalmente.

No me molesta para nada, me llenaba de placer sentirme así y que todos se dieran cuentas de ello, me encantaba que mi novio me hiciera sentir como una estúpida, como una mujer frágil que solo servía para estar de zorra por las calles y frente a todos los hombres.


- ¡Muéstrame las tetas!, que solo para esos sirves, sino quién te va a pagar esta comida tan cara.

Ximena se aprovechaba en cada momento de hacerme menos, de hacerme sentir que era una mujerzuela que se aprovechaba de sus atributos solo por dinero y cosas caras, así lo era, pues ahora estaba inmerso en este mudo en el que mi cerebro solamente pensaba en cosas completamente zorreables.

Al regresar a casa, ya era de noche y Daniella nos estaba esperando, se notaba algo extraña, pero no se notaba preocupada del todo, Ximena se sentía algo cansada, realmente tanto ajetreo en el día le había estresado hasta el cansancio, aunque realmente yo me sentía demasiado bien y eso que yo era quien se había llevado todo el trabajo duro al ser tan brutalmente penetrada.

Ximena saco los frasquitos de la pócima para volver a nuestros cuerpos, pero al revisar los frascos, Ximena se encontró con que estos estaban vacíos, ella no pensó muy rápido en lo que había pasado, sino en imaginar sin estar segura que había dejado mal colocado los frascos la última vez que los había usado para intercambiar con Daniella y poder estar en mi cuerpo.

Pensar que curiosamente esto justamente hubiera pasado en el momento en el que regresaríamos a nuestros cuerpos me parecía convenientemente sospechoso.

- ¡No seas así Ximena!, de seguro te quieres vengar de mi y dejarme en el cuerpo de esta puta! – le gritaba enojado y totalmente nervioso.

- ¡No me digas así pendejo!, ¿Qué te crees?, ya no estamos en la dinámica para que me llames así, ¡Respétame que yo soy una mujer decente! – Daniella contestaba sintiéndose molesta de que todo el día le estuvimos llamando de maneras horribles, lo cual soportaba porque solo estaba adentrada en el papel en el que le habían pagado.

- ¡Yo no estoy jugando estúpido, no sé qué paso!, no creas que quiero continuar en tu estúpido cuerpo.

- ¡Entonces porque se vaciaron!, esto debe de tener alguna explicación.

- ¡Ay sí!, lo dice el señorito que sabe lo que sucede en esas historias, ¿Verdad?

No sabíamos que hacer, Ximena parecía la más desesperada, intentaba llamar al Shaman pero no le respondía, estaba estresada, parecía que faltaba algo que ella aun no me decía, no parecía querer aceptar su terrible error y no tener una solución de emergencia.

- ¿Qué vamos a hacer?, supongo que podemos ir mañana con le Shaman y pedirle un poco más de esa poción para volver a nuestros cuerpos, ¿No?

Ximena no parecía querer responder, aunque el asunto parecía que era bien conocido por alguien mas entre los tres que no parecía querer que esto sucediera.

- ¡El efecto tiene un límite!, debemos de regresar a nuestros cuerpos antes del siguiente amanecer, sino nos quedaremos atrapados para siempre.

Ximena gritó entre lágrimas, sus manos de hombre temblaban y se veía algo ridícula siendo que lo hacía con mi cuerpo, yo recibí la noticia como un golpe de agua fría, entonces, ¿Estaba atrapado como la puta de Daniella?

No sabía si reír, si llorar, si estar feliz o tener miedo de quedarme así para siempre, esto solo pasaba en las historias, esto solo era fantasía, ¡Desde que momento esto se volvió una verdadera amenaza Body Swap!.

Daniella quien tenía el cuerpo de mi novia parecía la menos preocupada, Ximena entro en desesperación, no sabía que hacer, estábamos perdidos, estábamos a atrapados en estos cuerpos para siempre.

Daniella había sido contratada por Ximena unos días antes de mi cumpleaños, ella recibió los mensajes de Ximena por el chat de Only Fans, cosa que le pareció demasiado curiosa, pues la chica prometía tener un arma de cambio de cuerpos mágica, que era 100% real, la mujer incrédula aceptó con la condición de un pago en cifras muy grandes, la cual Ximena aceptó pagar, pero en dos partes, una la pago en transferencia y la otra ya estando aquí para evitar estafas.

La mujer incrédula aceptó venir y hacer todo el show, creyendo que solo iba a cumplir un rol como una fantasía, pero no fue así, inmediatamente las cosas se volvieron locas, ella estaba en el cuerpo del chico y luego de que le obligaron a hacer cosas asquerosas y muy perversas, terminó en el cuerpo de mi novia.

Poco después de que esta se diera el placer de experimentar tener una vida mas tranquila y fuera de su vida de comodidades por sexo, Daniella noto que Ximena tenía una mejor vida que ella, no tenía la fortuna que ella generaba por su porno, pero si tenía dinero gracias a el trabajo de sus padres que le daba ciertos lujos sin tener que darse a conocer como una puta frente al mundo entero.

Lo cierto es, que Daniella regresó a casa luego de experimentar toda esa vida, deseando robarle la vida a mi novia y aprovechando de que sabia ciertos secretos de Ximena para lograr su cometido, al final, ella se llevó quizás no la mejor parte del trato, pero si dejándome un gran regalo de cumpleaños.

¡Bueno!, dije, después de todo, ¿Quién no desearía quedarse atrapado en este cuerpo?


Comente a ambas después de que amaneció y todo permaneció igual, preparé mis maletas y me fui derecho a Dubái, donde ya me esperaba un nuevo amante, no podía haber un mejor regalo de cumpleaños que este delicioso par de tetas.


7 comentarios:

  1. Felicidades Karina, por cierto muy buena historia ❤

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  2. Kari feliz cumpleaños, se que es tarde pero no queria pasar sin felicitarte, muchas felicidades y gracias por compartirnos tus historias, te has vuelto un icono dentro del tema, felicidades

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  3. Feliz cumpleaños karina y dawn te manda muchos abrazos 🎂 🥳🥳🥳

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  4. Feliz cumpleaños atrasado Karina, está historia 10/10 de lo mejor del año

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