𝑫𝒆 𝒗𝒂𝒈𝒂𝒃𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝒄𝒐𝒍𝒆𝒈𝒊𝒂𝒍𝒂

Melissa caminaba a casa regresando del trabajo, a ella siempre le gustaban recorrer el bonito parque que se encontraba a unas cuadras de su casa.

Mientras recorría tranquilamente los alrededores, un hombre vestido con arapos y trapos sucios se acercó a ella pidiendo una limosna, Melissa estaba algo asustada pues el hombre se veía sucio y asqueroso, además no dejaba de mirarla acosadoramente y eso comenzaba a incomodarla.

-¡Hola señorita!, un monedita por favor -el sujeto le decía -

-¡No tengo..., disculpe! -Melissa seguía su caminó tratando de caminar más rápido -

Luego del incómodo momento, Melissa había decidido dirigirse ya a su casa, además de que estaba oscureciendo y podría ser peligroso.

Pero justo antes de que Melissa saliera del parque, sintió como alguien la sugetaba por detrás.

-¡Ahora sí maldita perra, vas a ser mía! -el sujeto la tomaba por la fuerza -

Melissa intentaba escapar pero el hombre era más fuerte que ella, el tipo había logrado arrastrarla hacia un par de arbustos y luego de arrojarla al suelo saco una especie de collar, Melissa intentaba gritar pidiendo ayuda y escapar, pero el hombre se lanzó sobre de ella obligándola a ponerse el collar que había sacado de sus trapos sucios.

Melissa pensó que este la ahorcaría con una especie de cadena, pero justo cuando el tipo le colocó a la fuerza el collar, este término inconsciente y sin fuerzas en el suelo.

La chica comenzó a llorar mientras un par de personas se acercaban mirando la escena, tomaron el cuerpo del tipo llevándoselo para lincharlo aunque ya estaba aparentemente muerto y Melissa fue custodiada por unos vecinos conocidos hasta su casa.

Cuando la chica entro ya tranquila y segura en su propia casa, notó como aún tenía el collar en su cuello, ella intento quitárselo pero este parecía desvanecer mágicamente entre sus manos, de repente, sintió como perdía el control de su cuerpo cayendo al suelo.

La chica no podía moverse, parecía que su cuerpo estuviera paralizado por una extraña fuerza que la controlaba, de repente, sus propias manos subieron acariciando sus piernas hasta llegar hacía sus senos y sin desearlo comenzaron a estrujarlas con fuerza y perversión.

-¡Jejeje, por fin tengo tu cuerpo, perra! -decía una extrañar voz en su cabeza -

-¿Qué me está pasando, quién eres tú? -la chica lloraba desesperadamente -

-Quien soy ya no importa, ahora soy tu, tengo tu cuerpo todo para mi solito, por fin puedo tocarte y es tan delicioso ¡jejeje! -

-¡Por favor sal de mi cuerpo, deja de hacerme esto! -

-¡Claro que no niña tonta!, ¿Qué acaso no lo entiendes?, tu ya no tienes el control de este rico cuerpo -

El tipo estrujaba sus nuevas y golosas tetas deleitado con las ricas sensaciones que eso provocaban en su cuerpo, se levantó tratando de conocer el aspecto de su nuevo cuerpo, se sentía algo desequilibrado pues las tetas que ahora tenía eran algo grandes y pesadas que se movían por todos lados provocando que su cuerpo se zarandeara de un lado a otro, mientras caminaba sentía como su culo se movía contoneando de lado a lado usando esos bonitos botines que lo hacían moverse con mejor sensualidad, el hombre comenzó a acariciar sus gruesas piernas hasta llegar a su culo y darse de nalgadas, la chica seguía llorando pues no entendía que pasaba, el típo había logrado entrar en su cuerpo gracias al collar que la había obligado a ponerse, no sabía que hacer.

El hombre comenzó a recorrer toda su casa, encontrando sus pertenencias y datos sobre quién era ahora, por fin tenía un hogar, un trabajo, ahora es una linda y tierna chica con un futuro por delante u otra forma de planear su vida ahora que tenía el cuerpo de una chica en sus manos.

Nicolás era un gordo viejo vagabundo de 77 años que siempre había vivido en la miseria, jamás hizo nada por mejorar su vida y espero a que el destino le diera una mejor sin hacer nada, después de muchos años de vivir recónditamente en el parque, de mirar a muchas personas todo el tiempo, pasando con sus presumibles vidas, Nicolás decidió que por fin era momento de buscar la forma de robar uno de esos cuerpos y conseguir una mejor vida.

Después de pensarlo mucho, Nicolás decidió robar el cuerpo de Melissa, una linda chica que siempre miraba cruzar el parque cuando regresaba del trabajo, ella era una víctima perfecta para su plan, tenía un buen cuerpo el cual deseaba tocar, además vivía muy cerca del parque, siempre la espiaba hasta su casa y consiguiendo muchos contactos logro saber mucho acerca de su vida, cuando por fin consiguió un artefacto por medio de una bruja que vivía en lo más oscuro del parque, la solución era abandonar su cuerpo para entrar en el de la chica por medio de un collar.

Cuando Nicolás por fin logro confrontarse con la chica, espero ansiosamente a estar dentro de la seguridad de su nuevo hogar para poder iniciar su nueva vida como Melissa.

-Kary-