𝑫𝒆 𝒍𝒂𝒅𝒓ó𝒏 𝒂 𝑴𝒊𝒍𝒇

Bryan era un criminal prófugo de la justicia, había sido anunciado como un asaltantes de casas en las que entraba solo cuando había mujeres solas preocupándose por el hogar, básicamente, Brayan era un fetichista, le gustaba violar madres de familia y salirse con la suya durante el día.

La policía ya había sido alertada sobre varios casos en una colonia, pero simplemente el sujeto lograba entrar, forzar a las mujeres para tener sexo y después escapar sin dejar rastro llevándose algunas joyas eh incluso prendas de sus víctimas.

Cierto día, Brayan entró a la casa de una mujer llamada Daniela, Daniela era una madre soltera, tenía tres hijos de menor edad a los que llevaba cada día a la escuela, luego regresaba a casa y hacia las labores del hogar, ella tenía una pensión bastante grande que su marido le había dejado antes de morir y ahora Daniela solo vivía plácidamente preocupada por la casa y por sus hijos.

Cuando Brayan noto a la mujer, la estudio por algunos días hasta que por fin, decidió que ella sería su siguiente víctima.

Brayan entró por la puerta trasera y, mientras la mujer se encontraba barriendo la sala, Brayan se acercó por detrás asustándola, lo primero que hizo, fue estrujar las tetas de Daniela, la mujer entro en pánico, estaba llorando, sentía que ese hombre le haría algo muy malo, con mucho asco, Daniela sintió como el sujeto comenzaba a hurgar entre sus piernas, pronto, el hombre tenía su mano dentro de sus pantimedias, la mujer temblaba y asustada, solo se quedaba paralizada por el miedo y el asco de lo que el sujeto le estaba ocasionando.

Bryan estaba excitado, le encantaba como la mujer se derrumbaba ante el miedo, eso era lo que más le excitaba, Brayan intento voltear a la mujer de frente, quería besarla pero en eso, la mujer grito valientemente esperando a obtener ayuda externa, para mala suerte de Brayan, un patrulla estaba pasando justamente por la casa, estaba patrullando la zona por si el sujeto aparecía y justamente lo había encontrado.

Brayan golpeó a la mujer y antes de que pudiera pasar algo, se aventó sobre ella intentando terminar su trabajo, la adrenalina de ser atrapado y lograr su cometido en tiempo récord lo ponían más intenso, Brayan no podía perder está oportunidad, abrió las piernas de la mujer quien aún intentaba detenerlo, pero justo cuando Brayan intento penetrarla, Daniela tomo una lámpara extraña detrás de ella, una de esas que las personas suelen coleccionar por lo extrañas o extravagantes y la quebró en la cabeza de Brayan.

La mujer de repente comenzó a sentirse extraña, veía todo borroso y para cuando pudo darse cuenta la policía por fin entraba a ayudarle.

-¡Policía deténgase! -entraban los sujetos armados -

-¡Ayuda, ahí está, es el, el violador! -gritaba Daniela aún sin darse cuenta -

-¡Cállate maldito infeliz! -un policía se acercaba y la golpeaba mientras encadenaba sus manos con las esposas -

-¿Pero que está pasando?, yo no soy el violador, ¡Es el...! -Daniela miraba la rededor buscando al sujeto cuando entonces miro su propio cuerpo tirado en el sillón -

-¡Policía, el quería violarme, ayúdenme! -Brayan reaccionaba rápidamente, no entendía como era posible lo que estaba pasando pero le estaba gustando mucho -

-¡No, no, no puede ser!, ¿Pero que es lo que pasó?, No oficial, les juro que no es lo que parece -Daniela intentaba obtener ayuda -

-¡Cállate infeliz, sínico puerco de mierda! -el hombre la electrocutaba con un aparato especial dejándola inconsciente -

-¡Gracias oficial!, tenía mucho miedo, llegaron en el momento justo -Brayan actuaba, abrazaba al oficial y le daba un sencillo beso en la mejilla en agradecimiento -

-¡No hay de que señora!, Estamos para ayudar -el oficial y sus hombres se retiraban -

-¡Jejeje!, No puedo creer que esto haya pasado -Brayan decía cínicamente caminando frente al espejo más cercano -¡Soy una mujer!, ahora soy esta mujer a la que quería violar, tengo sus senos, tengo su vagina, esto va a ser muy divertido ¡Jeje! -Brayan estrujaba sus nuevos senos divirtiéndose -

Luego de explorar su nuevo cuerpo y saber sobre su nueva vida, recibió una llamada de la policía en la que le decían que tenía que atestiguar, muchas mujeres también fueron citadas y señalaron a la pobre de Daniela como la única sospechosa, la pobre mujer quien había sido la víctima por más que intentaba explicar su situación simplemente la trataban como un psicópata, Daniela fue enjuiciada y llorando mientras veía como perdía toda su vida, el hombre en su cuerpo la miraba sonriente, con una cara de perversión y asco con la que Daniela tendría que vivir toda su vida.

-¡Jejeje!, pobre Daniela, gracias a ti ahora tengo está linda casa, un par de niños que espero no tener que cuidar y mucho dinero para vivir bien el resto de mi vida, además de este delicioso cuerpo a mi disposición cuando yo quiera -

-Kary-