“𝑬𝒍 𝒄𝒖𝒆𝒓𝒑𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐”

Gabriela estaba de regreso a su casa cuando cruzando por un callejón un hombre extraño apareció.

La chica de 19 años quien constaba con un hermoso cuerpo compartido con un rostro precioso, era bastante presumida y utilizaba su belleza para su ventaja.

El tipo que la acechaba ya desde hace un tiempo lo sabía y estaba esperando su oportunidad, cuando Gaby pasó justo en el momento indicado, Adonis el tipo de 37 que deseaba tenerla, apareció sorpresivamente.

-¡Hola Gaby, tu cuerpo es perfecto para mí!

Gaby sin entender mucho y con bastante miedo, miró como el sujeto desconocido apuntó con su celular tomando una captura para luego comenzar a jugar con unas aplicaciones en su celular.

Gaby comenzó a correr desesperada pensando en que en sujeto intentaría violarla, pero luego de unos segundos, Gaby cayó al suelo desorientada, sentía como una especie de pegamento estiraba su bello rostro y algo se impregnaba en ella deformándola hasta fusionarse con otra que emergía mágicamente encima del suyo.

Gaby estaba desesperada, tratando de gritar sin poder hacerlo, tomando su rostro para tratar de arrancarse la horrible masa viscosa que se estaba adhiriendo a ella.

Pero luego de luchar unos instantes, Gaby experimentó cómo perdía el control de su propio cuerpo, de su boca, comenzaron a pronunciarse algunas palabras y Gaby no podía utilizar su propio cuerpo siento bastante terror.

-¡No te preocupes cariño!, tu cuerpo estará en buenas manos desde ahora.

Expresó el sujeto al tratar de acostumbrarse a su nueva identidad, en este momento, ya no existían ni Gaby ni Adonis, solamente una fusión entre ambos y el ser que dominaba el cuerpo era Adonis.

Con perversidad el tipo estrujó sus redondos melones como deseaba sentirlos al verlos por primera vez antes de poseer el cuerpo que ahora habitaba, metió sus dedos en su nueva intimidad en medio de la calle mientras caminaba aunque ya era noche como para que alguien lo observara.

Adonis camino hasta la casa de Gaby sintiendo como sus nuevas dimensiones rebotaban, el cuerpo que antes fuera suyo quedó tirado en aquel callejón donde inició todo, inerte como un cadaver con un rostro desfigurado, como si un fenómeno extraño se lo hubiese arrancado junto con su alma.

La nueva Gaby exploró su habitación, encontrando un nicho de prendas exquisitas para la imaginación, cosa que Gaby frecuentaba sólo en momentos importantes para resaltar sus bellos atributos, pero la nueva Gaby tenía mejores planes.

Días después, Adonis había quedado con un hombre en internet al que contacto rápidamente luego de iniciar su perfil de citas, su objetivo eran hombres millonarios que morirían por acostarse con la nueva perversa y sexy Gaby.

Gaby por su parte, observaba con horror todo lo que el tipo hacía con su cuerpo, la menta tan salvaje en la que la masturbo de la mañana a la noche en los últimos días y exhibiendo su cuerpo por internet, que, a pesar de tener un rostro nuevo, se podía notar que se trataba de la misma Gaby o al menos todos lo sabía.

Adonis se encontró con aquel tipo que estaba interesado en ella, todo comenzó como un cortejo amigable donde el millonario quería apreciar su gran belleza y sus grandes dotes, lo cual Adonis no dejaba nada a la imaginación mientras que todo transcurría a su favor.

Cuando ya había terminado de comer, ambos fueron directo a su departamento privado donde Adonis utilizo todo para poder tener sexo con el hombre que al final le dejaría unos cuantos miles de pesos como ganancia.

Gaby se sentía asqueada de ver cómo usaban su cuerpo como un objeto sin poder ella hacer nada, queriendo arrancarse el rostro para morirse.

Adonis sólo logró su objetivo dejándose penetrar por el hombre que le daría el dinero que deseaba, sus tetas rebotaban en gran medida y le encantaba como el miembro del hombre lo embestía hasta lograr venirse dentro de su intimidad.

Después de esa gran noche, Gaby llevaba días mirando desde el interior de su cuerpo como todo pasaba tan lento.

Cada día era una nueva tortura para Gaby pues el alma de un hombre controlaba su cuerpo y para colmo de ella este había fusionado su horrible rostro del mal con su bello rostro angelical, pero lejos de arruinar su belleza.

Gaby ya ni si quiera vivía una vida normal, ella apenas estudiaba la universidad y el tipo la había convertido en una prostituta privada para gente importante, que si bien ganaba dinero, el tipo pasaba la mayor parte del tiempo abusando de su cuerpo.

Gaby maldecía aquella aplicación del diablo que había hecho que el tipo fuera un intruso de su cuerpo.

Pero todo tenía un precio, al alma de Adonis estaba siendo desgastada, el poder que había adquirido le estaba pasando factura, no podía mantener por mucho más tiempo la vida de un cuerpo ajeno, la carga de energía era demasiada y no sabía que todo tenía un límite de tiempo, ese desgaste lo estaba llevando a dejar de tener el control del cuerpo de Gaby quien descansada y con algo más de energía.

Sintió cómo recuperaba las fuerzas para retomar el control de su cuerpo, Adonis no pensó en las consecuencias y sabía que esto podría orilllarlo a perder el sexy cuerpo de Gaby.

Adonis trato de descansar, se recostó sobre su cama y trato de dormir, pero ya era demasiado tarde, Gaby aprovechó ese momento para impulsarse y, logrando recuperar el control de su cuerpo acercó sus manos fieras hacía el rostro deformado e irreconocible de ambos y comenzó a arrancarse el rostro pensando que eso la liberaría de Adonis para siempre.

Adonis no tenía muchas fuerzas para confrontarla, pensando que este sería el final de todo, fue entonces que Adonis pensó en algo para detenerla cosa que le importó poco a Gaby.

-¡Detente!, bien puedes arrancarme de tu cuerpo para siempre, pero perderás tu belleza arrancándote el rostro de esa forma.

Poco interés tuvo Gaby en escucharlo, ella sabía que estaba pasando por una difícil decisión, era salvar su vida o salvar su belleza y ella prefirió sacrificar su belleza a ambos de su libertad.

Gaby encajó sus uñas con todas su fuerzas y arrancó su rostro de su cara, jadeo sintiendo un horrible sentimiento a carne cortada y mirando la herida frente al espejo simplemente suspiró un alarido de libertad.

Su rostro estaba irreconocible, había perdido su belleza pero al menos estaba libre de Adonis quién habría salido de su cuerpo para siempre.

Adonis no sabía lo que sucedía, sentía que sus energías se recuperaban aunque ya era demasiado tarde, parecía que todo estaba perdido al ya no sentir el cuerpo de Gabriela, se sentía como en una especie de limbo en el vacío del cual ya no podría recuperarse, pero ahora tan solo había sido reducido a una simple máscara de cuero viviente.

Gaby miraba el cuero de piel curtido sobre la alfombra, sintiendo mucho asco y repulsión por el tipo que le había hecho tanto daño, pero de repente, Adonis comenzó a sentir una especie de fuerza extraña e impulsándose, logró elevarse por el aire siendo impulsado fuera por la ventana, escapando de Gabriela.

Adonis comenzó a sentir que todo era posible h comenzó a sobre volar los aires hasta encontrar un buen cuerpo para fusionarse y poseerlo.

Gaby miró por la ventana y notó cómo su vecina se acercaba y tomaba la carne que hayo tirada sobre la cera, pero antes de gritar y advertirle, esta se pegó a su rostro mirando cómo está había sido poseída por Adonis quien le sonrió mostrándole su nuevo rostro de inmediato.