𝐄𝐥 𝐜𝐨𝐥𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐫𝐨𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬

Durante los últimos días de había escuchado hablar sobre un asesino, un criminal a mano armada que cagaba en busca de nuevos cuerpos que tener.

Él era llamado el picador criminal mutilador, un sujeto que tenía una daga en mano, una daga filosa y muy antigua capaz de arrancarle el rostro a una persona y sentir como si te estuviera arrancando el alma.

No sé decía mucho acerca de ese tipo, pero cuando la policía estaba cerca, se les escapaba.

Karla estaba de camino regresando a su casa cuando entonces sintió la presencia de un extraño sujeto acercándose.

- ¡Hola!, ¿Quién eres?, ¿Porque me sigues? -Karla preguntaba llorando de la angustia -

Al mirar el rostro de aquel sujeto parecía bastante desafinado, tan solo le emanaba desconfianza, al no recibir respuesta de aquel tipo, Karla se volteó intentando correr para escapar del extraño hombre, pero antes de llegar a la puerta de su casa, el tipo la sujetó por la espalda y en el forcejeo, Karla intentó de todo para escapar de las manos de ese tipo que estaba a punto de matarla.

Karla grito con esperanza, pero ya era demasiado tarde, sintió como un pinchazo calentaba su cuerpo y quedaba inconsciente, el hombre la llevo adentro de su casa y la recostó en el sofá.

El la observó detenidamente, deseando su cuerpo y su belleza, preparo la daga y acercándose a su rostro lentamente, comenzó a rebanar la piel de aquella chica poco a poco.

Karla despertaba confundida, cuando sus ojos miraron con horror a su peor pesadilla, de repente, sintió algo muy extraño en su rostro, como si algo la hubiera quemado, su cara ardía y se sentía bastante mal, ella experimento el desagrado de la textura de su carne fresca ensangrentada, y, observando como el tipo mantenía cagada una cáscara de piel en sus manos, Karla comenzó a gritar aterrorizada, pero ya era demasiado tarde.

El tipo levantó la mirada, acercó lentamente el rostro de la chica y pegándolo frente a su rostro, Karla observó como su cuerpo comenzaba a transformarse en una copia idéntica a ella misma, pero comenzó a suspirar sintiendo una presión bastante dura en su pecho.

- ¡Tranquila amor!, Gracias por este bello rostro, desde que te ví tu cuerpo me fascinó, se siente bien tener estas ricas tetas, no te preocupes, no podrás hacer nada, te eh inyectado algo que te hará morir dentro de poco, mientras puedes ver cómo disfruto de tu delicioso cuerpo, lo voy a gozar hasta encontrar otro mejor y de mi agrado.

El sujeto era un experto en magia negra, había coleccionado una gran cantidad de rostros durante su carrera de asesino en serie, sus cuerpos favoritos eran los de mujeres jóvenes y bellas, con dinero o sin dinero, la ahora chica, tomo sus nuevas pertenencias y salió en busca de otro cuerpo que robar, aunque sería dentro de un tiempo luego de que la policía volviera a seguir sus pasos y el deseara el cuerpo de alguien más.

-Kary-