CapĂtulo 3: eventos
inesperados
Hola otra
ves aquĂ les traigo el capĂtulo 3 de otra perspectiva, como habrĂĄn notado cambie
el tĂtulo de nueva perspectiva a otra perspectiva ya que no me di cuenta de que
habĂa otra historia de un autor diferente con el mimo tĂtulo por lo que cambie
el tĂtulo de mi historia para evitar confusiones.
AdemĂĄs, querĂa
disculparme por tardar tanto en la publicaciĂłn, pero como ya habĂa dicho Ășltimamente
no dispongo de tanto tiempo para escribir, aun asĂ, estoy trabajando en
encontrar el tiempo, solo pido por favor que comenten sus opiniones de la
historia ya que me sirve de retroalimentaciĂłn y me motiva a seguir escribiendo.
Sin mĂĄs por el
momento aquĂ les dejo otra perspectiva.
Te invito a dejarme tu like cuando menos en los comentarios para que no tengas pena de comentar tan solo un bonito like espero muchas gracias.
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Llevo 4 dĂas
con este aspecto y aun no descubro la ubicaciĂłn del chofer ni del auto que se
llevĂł consigo cuando huĂa durante mi transformaciĂłn y encontrarlo es la Ășnica
forma de recuperar la estatuilla que me dejo con este aspecto, como si eso no
fuera suficiente al tener este cuerpo y sin ninguna clase de documento de
identificaciĂłn no me queda de otra que mantenerme todo el tiempo posible en
este trabajo como sirvienta en mi propia casa ya que no puedo decirle a mi
familia quien soy en verdad y aunque mi hija a intentado ayudarme mi esposa
esta tan molesta con mi ausencia que se estĂĄ desquitando con la servidumbre lo
que desafortunadamente también me incluye.
AdemĂĄs de
todo mi hijo Jake parece haberse obsesionado conmigo en este cuerpo, cada
exigiendo que sea yo quien le lleve el desayuno a su habitaciĂłn todas las
mañanas y cada vez que lo hago siempre termina por intentar manosearme, en
definitiva, una vez que regrese a la normalidad tendré que hacer algo para
corregir este comportamiento en mi hijo, no es que pueda culparlo, el cuerpo
que me dio la estatuilla es demasiado sugerente, mis pechos son grandes y
firmes, mi piel es tersa y suave, mi cabello es lacio y brillante, si no fuera
por el hecho de ser una mujer y especialmente una mujer mexicana podrĂa haberme
acostumbrado a rejuvenecer unos pocos años, especialmente considerando que a mi
antiguo yo lo busca la policĂa.
Por otro
lado, no he tenido mucho tiempo para continuar con mi bĂșsqueda por la
estatuilla ya que las labores como sirvienta en esta casa son extremadamente
intensas, hace tan solo unos dĂas no podĂa cocinar un huevo frito, pero desde
que empecĂ© a trabajar aquĂ las otras sirvientas Carmen y SofĂa han sido las
encargadas de enseñarme a hacer todo el quehacer de la casa, convirtiéndose
junto con mi hija en las personas mĂĄs decentes con las que he tenido que
convivir desde que estoy en este cuerpo.
Aun asĂ,
trato de investigar lo mĂĄs posible sobre la identidad y la ubicaciĂłn del chofer
para lo cual he decidido intentar preguntarle a los jardineros y el resto del
personal de mantenimiento, afortunadamente siendo estos en su mayorĂa mexicanos
el hecho de solo poder hablar español me permitirå comunicarme con ellos sin
mĂĄs problemas o seo pensarĂas, pero parecen no estar dispuestos a cooperar
mucho conmigo y cada vez que me les acerco el mĂĄs joven de ellos Luis un joven aproximadamente
de la misma edad de mi cuerpo actual insiste en salir con migo a cambio de la
información y ni en mis peores sueños planeo ser la cita de un jardinero
mexicano.
En fin, me
desperté esa mañana y me dirigà al baño para arreglarme y comenzar con mis
labores diarias, aparentemente las sirvientas tienen que despertarse 3 horas
antes que el resto de las personas en la casa para arreglarse y tener listo el
desayuno para los patrones, de haber sabido que mi antigua sirvienta SofĂa
trabajaba tanto tal vez habrĂa intentado ser mĂĄs amable con ella, una vez
despierto, me dirigà al baño de la habitación para tomar una ducha una rutina a
la cual habĂa tenido que habituarme durante los Ășltimos dĂas ya que este cuerpo
resulta demasiado erĂłtico para mi gusto, aun asĂ no podĂa permitirme evitar
bañarme, el clima de CancĂșn era muy cĂĄlido mucho mĂĄs que el de nueva york lo
que me provocaba sudar dejando mi cuerpo hĂșmedo tras la noche, aunque mi piel
morena me protegĂa un poco del sol la verdad era que por higiĂ©nico me quedaba
de otra sino bañarme a diario.
Como hasta
ahora entre a la ducha y me quite la blusa que mi hija me habĂa prestado para
dormir, era humillante el tener que depender de la ropa que mi hija me prestara
para bañarme sobre todo sabiendo que lo hacĂa como una obra de caridad para
quien ella creĂa era una chica en problemas, siendo que, aunque ella no lo
supiera yo era en realidad su padre, en fin ya una vez estando completamente
desnudo en este cuerpo procedà a meterme a la ducha, y como todas las mañanas
durante los Ășltimos dĂas contemple el cuerpo tan voluptuoso que tenĂa, mis
pecho eran pesados y suaves casi como un globo lleno de agua y mientras el agua
de la ducha golpeaba mis delicados pezones podĂa sentir la excitaciĂłn que estos
me producĂan era una sensaciĂłn inigualable, al volver a mi cuerpo probablemente
esta serĂa la sensaciĂłn que mĂĄs llegarĂa a extrañar, solo esperaba no seguir
experimentando esta situaciĂłn por el resto de mi vida.
Lo peor de
todo esto era el hecho de que parte de mĂ en verdad disfrutaba estas nuevas
situaciones, parte de mi deseaba poder pasar todo el dĂa explorando las
placenteras sensaciones que me producĂan mis grandes pechos o mi delicada
vagina y me preguntaba si se siente asà de bien solo con bañarme que tan erótica
seria la experiencia verdadera del sexo en este cuerpo.
En ese
momento mientras terminaba de bañarme escuche como tocaban la puerta y SofĂa la
mayor de las otras dos sirvientas de la casa decĂa. “date prisa niña, aun
tienes que vestirte y tenemos que preparar el desayuno para los patrones.”
A lo cual yo
conteste. “voy en seguida.”
Ali de la
ducha y tome una toalla para cubrir mis curvas haciéndolo del mismo modo que carme
otra de las sirvientas me habĂa enseñado y a lo que habĂa tenido que acostumbrarme
desde que tenĂa este enorme par de senos en mi cuerpo, en verdad esto hacia que
me preguntara que clase de magia o maldiciĂłn habĂa en esa estatuilla que me
habĂa dado este cuerpo, que clase de hechizo convierte a un hombre
norteamericano maduro en una joven mujer latina sobre todo uno con unas curvas
como estas.
En fin, ya
con la toalla SalĂ del baño tomĂ© mi uniforme de sirvienta, no podĂa creer que
despuĂ©s de años de estudiar finanzas ahora me veĂa rebajado a ser una sirvienta
para vivir.
Ya vestido
acompañe a SofĂa y Carmen a la cocina para preparar el desayuno de mi esposa y
mis hijos, al llegar a la cocina SofĂa me dijo. “de prisa marĂa tenemos que
preparar el desayuno y el hijo de la patrona dio que querĂa que tĂș le levaras
el desayuno.”
Esta idea no
me emocionaba despuĂ©s de todo en los Ășltimos dĂas mi hijo habĂa pedido
exactamente lo mismo y siempre me daba una pequeña nalgada o rosaba
accidentalmente mis pechos lo cual ya se estaba volviendo una situaciĂłn
intolerable, sobre todo por ser mi hijo, no es que alguien pudiera verme y
decir que Jake era mi hijo en este momento sobre todo porque en este momento Ă©l
es un chico norteamericano de 23 años y yo parezco una mujer mexicana de 25, en
realidad nadie pensarĂa al vernos que somos padre e hijo.
Aun asĂ no
me quedo de otra que tomar una charola servir el desayuno e ir a servirle el
desayuno en la cama para lo cual Carmen me dijo, “hey linda si ese chico te
toca, rechĂĄzalo gentilmente no quieres perder este trabajo.”
Que me
dijera eso era molesto, pero desafortunadamente era verdad, sin documentos de
identidad y con este cuerpo si perdiera este trabajo probablemente terminarĂa
trabajando en un club de strippers o como prostituta en alguna esquina y
definitivamente ese era un destino que preferĂa evitar.
Entonces puse
mi mejor sonrisa y entre a la habitaciĂłn de mi hijo con su desayuno solo para
ver a mi hijo acostado en la cama completamente desnudo, posando directamente
para mostrarme su pene, esto no solo era incomodo sino perturbador por que al
ver el pene de mi hijo algo en mi reacciono, no podĂa creerlo estaba viendo el
pene de mi hijo y se me estaba antojando, parte de mi querĂa quitarme la ropa y
dejar que el me hiciera lo que quisiera, en verdad esta maldiciĂłn era peor de
lo que me imaginaba si me estaba provocando estas sensaciones sobre mi hijo.
En ese
momento mi hijo dijo. “(ves algo que se te antoje)”
pero como
con todo lo que se decĂa en ingles a mĂ me resultaba imposible entender una
sola palabra de lo que decĂa mi hijo.
Al ver mi rostro
mi hijo se dio cuenta de que en este momento yo no hablaba ni pisca de inglés y
dijo. “vez algo que se te antoje”
Esto me sorprendiĂł
porque hasta donde yo sabĂa mi hija era la Ășnica en la casa que hablaba
español, pero ahora resultaba que mi hijo tambiĂ©n lo hacĂa, pero jamĂĄs me lo habĂa
mencionado asĂ que pregunte. “¿hablas español?”
Ăl me dijo. “si
linda, la criada que me crio hablaba español y finalmente lo aprendĂ, aunque
nunca se lo mencione a mis padres, a mi padre no le agradan los mexicanos, pero
te hice una pregunta vez algo que se te antoje.”
Yo no sabĂa
que decir, lo que proponĂa era terrible pero la verdadera que ver su enorme
pene y pensar en la idea de Ă©l penetrĂĄndome hacia que me excitara como nunca en
mi vida, Ășltimamente me habĂa estado palpando, pero nada de eso me habĂa exaltado
como ver el pene de mi hijo frente a mĂ, asĂ que deje la charola de comida
sobre la cama y SalĂ de allĂ cuanto antes, esperando no hacer algo de lo que me
arrepentirĂa por el resto de mi vida.
Sabiendo que
si me quedaba en este cuerpo por demasiado tiempo existĂa la posibilidad de
sucumbir a la tentaciĂłn deje todo y me dirigĂ a donde los jardineros para
tratar de convencerlos de que me informaran sobre la identidad y la ubicaciĂłn
del chofer que me habĂa llevado a las ruinas donde todo este embrollo habĂa comenzado,
pero sabĂa que no me darĂan esa informaciĂłn de buena gana asĂ que fui a la cocina
prepare una jarra de limonada y se la lleve a los jardineros esperando que me
dijeran algo Ăștil.
Llegué entonces
con los jardineros y puse mi mejor sonrisa y dije. “hola muchachos deben estar
acalorados de tanto trabajar, le traje un poco de limonada para animarlos.”
En ese
momento uno de ellos respondiĂł. “no nos anima tanto como verte a ti preciosa”
Esto se estaba
volviendo algo habitual cada hombre con el que interactuaba con este cuerpo siempre
intentaba coquetear conmigo, pero mi encuentro con Jake habĂa cambiado algo en mĂ
el ver a estos hombres fuerte, sudorosos y grandes ahora hacia que me excitara,
entonces uno de ellos Luis se me acerco y dijo. “Ya te habĂa dicho linda te
digo lo que quieras, pero solo despuĂ©s de que accedas a una cita preciosa.”
Yo ofendido respondĂ.
“ni, aunque fueras el Ășltimo hombre sobre la faz de la tierra.”
Entonces SalĂ
de allĂ de inmediato, obviamente tendrĂa que encontrar otra forma de encontrar
la informaciĂłn que buscaba, por que preguntarles a estos sujetos no me iba a funcionar,
no a menos que estuviera dispuesto a hacer ciertas concesiones que de momento mi
orgullo como hombre no me permitirĂĄ hacer.
VolvĂ a
entrar a la casa para lo cual mi esposa Carol estaba furiosa, habĂa visto como le
llevaba limonada a los jardineros y ahora comenzaba a gritarme sin que yo
pudiera entender nada de lo que ella decĂa, en verdad detestaba como esta maldiciĂłn
me impedĂa hablar mi propio idioma.
Al final de
todo eso SofĂa y Carmen quienes hablaban algo de inglĂ©s se me acercaron para
explicarme como Carol se habĂa enfadado por perder mi tiempo coqueteando con
los jardineros en lugar de hacer mi trabajo y amenazĂł con despedirme si no me ponĂa
a trabajar de inmediato.
Después de
eso pase el resto del dia haciendo todo lo posible para quedar bien con Carol
trabajando y esperando que ella se diera cuenta de mi esfuerzo, aunque sin experiencia
haciendo este tipo de cosas la verdad era que en comparaciĂłn de Carmen y SofĂa
mi trabajo dejaba mucho que sesear y la verdadera que no podĂa darme el lujo de
perder este empleo sobre todo porque la Ășnica razĂłn por la que me habĂan contratado
era porque Anna mi hija habĂa sentido lastima por mĂ.
Ya terminando
el dĂa estaba agotado, pero despuĂ©s de todo esto las cosas estaban por ponerse peores
pues mi hijo Jake habĂa decidido cenar en su habitaciĂłn y habĂa pedido que
nuevamente yo fuera quien le llevara la cena a su recamara.
Fue asĂ como
me encontré fuera de la recamara de Jake sin saber que esperar, pensando la
clase de cosas que me esperaban tras esa puerta, aun asĂ si Carol me encontraba
fuera de la puerta y sin hacer mi trabajo entonces me despedirĂa y eso serĂa lo
peor que me podrĂa pasar, asĂ que decidĂ entrar solo para ver nuevamente a Jake
desnudo frente a mi mostrĂĄndome su enorme pene y nuevamente encontrĂĄndome con
ganas de ser cogido por mi propio hijo.
En ese
momento Jake dijo. “Por favor linda se nota que, si quieres, solo ven aquĂ y te
hace sentir muy bien.”
Por pånico coloqué
la charola sobre la cama y me dispuse a salir de la habitaciĂłn, pero Jake se abalanzĂł
sobre mĂ y me abraso y entonces dijo mientras acariciaba mis pechos. “esto te
gusta linda, vi cĂłmo me mirabas, y sĂ© que estas excitada.”
Yo respondĂ.
“de ningĂșn modo.”
Pero con Jake
acariciando mis pechos y la excitaciĂłn que sentĂ al ver su pene ya me habĂa
mojado y Ă©l lo sabĂa.
Entonces me
voleo y me beso justo en los labios, y lo peor era que yo le estaba
correspondiendo, no sé cuåndo es que me quite el uniforme de mucama, pero me
estaba quitando mi ropa interior igual de rĂĄpido, Jake era un hombre y en estos
momentos aun si yo no querĂa era una mujer una cuyo cuerpo estaba reaccionando
de una manera que hubiera preferido que no lo hiciera.
Ya estando
de rodillas hice lo impensable y como si se tratara de una paleta comencé a
chupar el miembro de mi hijo, y el sabor era salado y el aroma que despedĂa era
fuerte como a pescado, pero mientras Jake eyaculaba no pude sino tragarme todo
su esperma, este maldito cuerpo estaba excitado, yo estaba excitado y querĂa
que Jake me cogiera desesperadamente y sin importarme nada lo empuje sobre la
cama para que me cogiera.
No tenĂa
idea de que estaba pasando, pero sin importarme nada me abalance encima de Jake
y seguĂ mamando su pene luego de lo cual use mis nuevas tetas para masajear su
pene, querĂa que estuviera en su mejor forma antes de introducirlo en mi vagina
y nada podrĂa detenerme de hacerlo.
Ya con Jake
completamente firme me di la vuelta e introduje su miembro en mĂ, yo estaba
completamente hĂșmeda y desando sentirlo dentro de mĂ, la verdad es que como me sentĂa
en ese momento habrĂa tenido sexo con cualquier hombre que me lo propusiese,
pero tenĂa que ser mi hijo precisamente el que me lo hiciera, no sabĂa que eras
esto y comencĂ© a pensar que de algĂșn modo la maldiciĂłn me habĂa convertido no
solo en una mujer sino en una mujer ninfĂłmana deseando tener sexo con
cualquiera. Y allĂ sin mĂĄs Jake eyaculo dentro de mĂ y lo peor de todo es que
yo todavĂa queria mas y lo hicimos 4 veces mĂĄs, hasta que Jake quedo
completamente agotado y yo pensaba que demonios acabo de hacer, deje que mi
hijo me cogiera.
Entonces me
di cuenta que en definitiva tenĂa que hacer lo que fuera necesario para
recuperar mi antiguo cuerpo porque si me quedaba asĂ por mucho mĂĄs al final no querrĂa
regresar a mi antigua vida.
Fin del capĂtulo
3
Me gusto, la espera valio la pena, espero que logres organizar tu tiempo
ResponderBorrarQué buena historia!!!
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar-Valio la pena la espera?
ResponderBorrar-valio cada maldito segundo.
Gracias ojala logres acomodar mejor tu tiempo, para asĂ no tener que esperar tanto por los nuevos capĂtulos de esta historia.
ResponderBorrarGrandisimo trabajo. Felicidades!
ResponderBorrarMe has dejado sorprendido. SIGUE ASI!!
ResponderBorrarSubirĂĄs la otra historia de la suegra pronto? u.u
ResponderBorrartrabajo en ella, pero necesito administrar mis tiempos.
BorrarAme el capĂtulo , muchas gracias por traernoslo ;3
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