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viernes, 4 de octubre de 2019

"Psic贸pata" -El Coleccionista de Pieles-


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1-

Diana se preparaba para el trabajo, se hab铆a levantado muy emocionada por disfrutar este d铆a, se levando estir谩ndose y acariciando su cuerpo con cada roce suave y sensible de su piel, descubri贸 su cuerpo de su pijama color rosa qued谩ndose al desnudo, abri贸 la llave de la ducha para que esta comenzara a calentarse mientras que ella preparaba su vestimenta y su desayun贸 as铆 sin pensar en el fresco del aire que recorr铆a con sensibilidad todo su cuerpo, pues m谩s all谩 de eso parec铆a disfrutarlo, una llamada al tel茅fono son贸 molest谩ndola, -Oh, de nuevo esa mujer –contestaba-, -Hola, hija, escucha s茅 que estas bien, pero algo ha cambiado en ti 煤ltimamente –dec铆a la mujer con una voz temblorosa-, -Mama, ya basta, me tienes harta tengo que ir a trabajar –gritaba Diana colgando, la chica se dio la vuelta desconectando el cable del tel茅fono, regreso a su habitaci贸n y se meti贸 a ba帽ar, paso un tiempo de calidad consigo misma y luego se sali贸 directo a su trabajo, en la calle se sent铆a algo temerosa, miraba por todos lados notando a la gente mirarla y a algunos hombres que present铆a sospechas, esa era la paranoia que d铆a a d铆a embargaba su mente y cuerpo por miedos que hab铆a sufrido durante su vida, el se帽or Ram铆rez le saludaba como cada ma帽ana cuando la vea irse al trabajo, sab铆a que la chica era perseverante y le encantaba el estudio, para 茅l era un ejemplo de lo que deb铆an de ser los j贸venes ahora, su trabajo apenas le ayudaba a mantenerse, le hablo d谩ndole la mano pero la chica que antes le sonre铆a se fue directo ignorando su mano, el hombre quedo algo confundido pues su joven amiga siempre le saludaba con afecto, Diana se qued贸 parada un momento y luego se dio la vuelta mirando al hombre algo triste, -Lo siento Don Ram铆rez, estoy algo estresada por el trabajo, pero regresando en la tarde le preparare un rico caf茅 como le gusta, el hombre sonri贸 algo confundido, a 茅l le gustaba el helado de chocolate y ella siempre le tra铆a de su nevera uno para comer con ella y discutir sobre econom铆a y pol铆tica, la chica sigui贸 hasta el trabajo pasando el d铆a en  oficina, todos sus compa帽eros la notaban rara pues parec铆a ver todos con sus ojos una y otra vez a analizando el lugar como si fuera nueva en ello, tambi茅n notaba como los miraba uno a uno analiz谩ndolos de pies a cabeza, Paola su mejor amiga la sent铆a extra帽a pues ella siempre la iba a saludar primero que a todos, era un trabajo modesto sin mucha paga pero algo de lo que ella dec铆a disfrutar hacer, las  notas eran escasas y poco publicadas, pero ah铆 estaba ella, salieron hasta tarde terminando algunos apuntes y la acompa帽o hasta la parada del cami贸n, no le mostro mucho inter茅s a Paola cuando ella le explicaba su tristeza por el rompimiento con su novio, Diana solo le sonri贸 y le dio un abrazo de lamento, pero ella en verdad solo ve铆a sus tetas y Paola lo notaba con algo de intenci贸n de su parte, Paola la dejo irse pero entend铆a que las cosas no estaban del todo bien con ella, Diana estaba por tomar otra ruta cuando record贸 su cita con el hombre de la ma帽ana, miro su reloj, saco un peque帽o papel del bolsillo de su falda y exclamo con estr茅s, -Bueno un rato m谩s, ma帽ana tengo una la siguiente tengo una cena importante, Diana regreso a su hogar, el hombre la saludo pero ahora ella lo abrazo con mucha intenci贸n, ella jam谩s mostraba tanto afecto al menos no de buenas a primeras, el hombre pens贸 que quiz谩s estar铆a en uno de esos d铆as as铆 que mejor guardo la discreci贸n, bebi贸 茅l te que le hab铆a dado, aunque ella le prometi贸 una taza de caf茅, comenzaron a hablar de algunas cosas aunque nada del que recordaba hablar siempre con ella, parec铆a hablar m谩s de cosas de mujeres como si ella le tuviera toda la confianza para saberlo, la chica se despidi贸, entro a su casa y sali贸 una hora despu茅s con un malet铆n en mano y cerrando fuertemente con llave, el hombre la miro desde la ventana de su casa tratando de no ser visto, la joven miro a todos lados y simplemente sigui贸 su camino con una extra帽a uy perturbadora sonrisa en su rostro, ya estaba oscuro, ella le ten铆a miedo a salir tarde de noche pero el hombre solo lo dejo pasar.


2-

Fernanda llegaba al consultorio, la mujer de 32 a帽os lucia provocativa con su vestuario de enfermera, aunque lucia m谩s como una especie de sexo servidora, entro contone谩ndose una y otra vez mostr谩ndose seductora para dos de los hombres pacientes de su jefe, estos  se quedaron mirando a la mujer con buenas caderas, esta entro con el doctor quien r谩pidamente le daba indicaciones, la  mujer solo se gir贸 iniciando la entrada de uno de ellos, cuando se gir贸 el doctor noto una leve marca de arr煤as en su cuello, como su piel estuviera mal acomodada o colgando, -Se帽orita Fernanda, ¿le sucede algo? –preguntaba el doctor ciscado-, -No doc., para nada todo perfecto, me encanta mi trabajo, ¿no es otro d铆a lindo acaso? –le respond铆a tratando de no ser descubierta -, -E, si lo es y c贸mo te fue estos d铆as, tu mama se encuentra bien?, -¿Mi mama?, ¡ha, s铆, mi mama!, si est谩 bien doctor, solo fue un mareo, se call贸 pero ya est谩 mejor gracias por preguntar –le dec铆a avent谩ndole un beso, de pronto un paciente entro, el se帽or Pablo, un hombre de 45 a帽os con obesidad, estaba punto de cruzar la puerta cuando Fernanda se top贸 en su camino, la mujer estampo sus pechos contra el hombre quien se qued贸 algo excitado con la hermosa jugada que el destino le hab铆a dado, la mujer pareci贸 no importarle  sigui贸 su con su labor cerr贸 la puerta y comenz贸 a catalizar al hombre mientras el doctor lo atend铆a, el docto la miraba extra帽a, Fernanda siempre armaba un esc谩ndalo si alguien le miraba siquiera las tetas, adem谩s parec铆a vestir un una lencer铆a provocativa, pero lo dejo pasar pues le encantaba la vista, al terminar el d铆a la mujer sali贸 sin despedirse, el doctor se qued贸 pensativo, pero lo dejo pasar, la mujer caminaba de regreso a su casa, aunque era  distinta a la que Fernanda acostumbraba, comenz贸 a tararear una canci贸n algo extra帽a, se meti贸 a la casa y cerro fuertemente con llave, poco despu茅s una mujer muy bien vestida sal铆a de la casa, camino hasta un auto del otro lado de la calle y se fue directo al centro donde se encontr贸 con un hombre en uno de los restaurantes m谩s finos de la ciudad,  se dieron un beso y poco despu茅s el hombre la subi贸 a su auto llev谩ndola a su departamento, ambos pasaron una noche seductora llena de sexo, donde el mas afectado por la calentura de la noche  fue el hombre, Max, un chico de 27 a帽os l铆der y empresario juvenil exitoso hab铆a invitado a su nueva novia a una cena peculiar luego de conocerla, le hab铆a encantado pues siempre lucia muy hermosa y femenina, como un sue帽o y un encanto de mujer que nadie ten铆a, por fortuna 茅l la hab铆a ganado, pero los 煤ltimos meses parec铆a no ser igual como al principio, se desaparec铆a cierto tiempo y cuando la invitaba a cenar regresaba como si nada, excus谩ndose de muchos deberes en su trabajo, le hombre se qued贸 mir谩ndola un rato m谩s y se qued贸 dormido mientras que ella descansaba en sus brazos, al d铆a siguiente, Max se encontr贸 de nuevo solo en su habitaci贸n, la mujer hab铆a recogido sus cosas para  irse de nuevo, no era una relaci贸n tan normal, pero entend铆a que deb铆an dejar su vida amorosa en secreto para las malas lenguas de la sociedad.


3-

Alejandra, hab铆a faltado al trabajo la 煤ltima semana, su jefe estaba desconcertado, pero por ser una buena empleada y  sobre todo una muy bonita la dejaba hacer lo que quer铆a aunque eso le afectaba a todos los dem谩s, aunque esta  vez s铆 era de preocuparse, la mujer asesora de ventas llego empoderada, camino hasta la oficina de su jefe sorprendi茅ndolo, se gir贸 alrededor de 茅l  inclin谩ndose sobre su escritorio dejando su escote abierto para que el hombre la viera, se acerc贸 un poco m谩s y le dio un beso, el hombre se qued贸 inm贸vil pero suspiro, se alej贸 un poco de ella pues se sent铆a algo t铆mido, Alejandra nunca se hab铆a insinuado as铆 para con 茅l, inclusive parec铆a  ser una mujer recta a pesar de su belleza, ten铆a miedo de que ella reaccionara mal si le insinuara algo indebido, no quer铆a problemas con su mujer, -Oh, Ale, no ten铆as que hacerlo, si tienes problemas solo dilo, yo no quer铆a que tengas mas por mi culpa y de igual forma no quiero enga帽ar a  mi mujer, -Pero John, esa mujer desaprovecha mucho su cuerpo, s茅 que te encanta pero no te complace, no ser铆a mejor me dejes a mi ayudarte a darme un ascenso, la direcci贸n de la compa帽铆a podr铆a ser m铆a si me dejaras arte lo que quieres –le dec铆a la sensual mujer, para John ese comportamiento no era el de su empleada del mes de siempre, pero solo trataba de tranquilizarse, no quer铆a problemas con su esposa, mucho menos un divorcio  ahora que estaba tan bien la compa帽铆a, -Lo siento hermosa, pero amo a mi esposa ser铆a incapaz de enga帽arla, ella podr铆a arruinarnos, dejar铆a mal parada la compa帽铆a, la mujer  se sent贸 abri贸 las piernas, algo furiosa, -Seguro que no quieres esto, bueno, podr铆a hacer algo mejor, pero deber谩s esperar hasta esta noche, quiz谩s te guste –la mujer se desped铆a con firmeza, caminaba sensualmente contoneando sus caderas, lucia como una mujer m谩s dura y m谩s segura de poder, en su oficina llamo a la asistente de su jefe y le pidi贸 que le dier谩  la agenda de su esposa, ella si problema le dio los datos, -As铆 que la partida de p贸ker con tus amigas es, bueno, gracias Jess, -la mujer le agradec铆a, termino unas cuantas ventas y sali贸 temprano,  tomo un malet铆n extra帽o, se dirigi贸 a un centro nocturno de la ciudad, la mujer entro y comenz贸 su cacer铆a, noto a la gran mujer en una de las mesas cayendo entre risas con algunas de sus amigas, casi a lo lejos escuchaba como se re铆a de su marido, derrochando su dinero, ella sab铆a que le ten铆a miedo, simplemente miren como se mostraba esa mujer, quien lo ten铆a todo sin problema, se meti贸 al ba帽o con su malet铆n, de pronto M贸nica entro al ba帽o, la mujer estaba algo mareada de tanto alcohol, se arregl贸 un poco para llegar a su casa pues su marido ya la esperaba, de pronto, una chica joven con sonrisa angelical sabio de una de las cabinas del ba帽o, le sonri贸 asegurando la puerta de la entrada del ba帽o y la rodeo por detr谩s, aprovech贸 un descuido de ella por lo mareada que estaba, la sostuvo por la espalda intentando no ser vencida por su peso y agilidad se asegur贸 de marcar una l铆nea firme con su daga, la mujer  no pudo decir nada, pues si bien apenas la cortada era profunda sus cuerdas vocales dejaron de funcionar, pronto la mujer cay贸 al suelo mirando a la dulce chica, sent铆a su garganta ardes y poco a poco con p谩nico miraba sus extremidades fundirse en el suelo como una especie de masa, la mujer sinti贸 la muerte y pronto su cuerpo estaba tirado como un simple saco de piel sin huesos, sin carne, sin 贸rganos ni viseras algunas, la chica sonri贸, saboreo con su lengua la daga quit谩ndole la sangre derramada y se prepar贸 para el resto de la noche.


4-

M贸nica regresaba a la mansi贸n, su esposo la estaba esperando como siempre a altas horas de la noche, sus hijos estaban dormidos, los menores dorm铆an para la escuela mientras que John la esperaba para atenderla, -M贸nica, en donde estabas, siempre es lo mismo, la mujer se acerc贸 y con  ternura le impregno un beso en su mejilla, le sonri贸 gentilmente tom谩ndolo de la mano y lo llevo hasta su cuarto, cerro la puerta  con seguro, le comenz贸 a ver c谩lidamente mientras que el solo se dejaba llevar, extra帽amente su esposa hacia eso, ten铆a muchos a帽os sin provocarle como antes cuando todo era juventud y amor entre ellos, la mujer sinti贸 su erecci贸n y pronto bajo los pantalones liberando su miembro comenzando a lamer y a besar, le miro desde abajo y subi贸 para terminar de desnudarlo, sent铆a lo caliente que su 茅l estaba por el placer del momento, se gir贸 hacia la cama, lo miro de frente tomando las orillas de su gran saco abri茅ndolo y dej谩ndolo caer mostr谩ndose sexy para 茅l, con una lencer铆a ajustada sin ropa ni escusas, -Ven amor, no me deseas, no quieres todo esto para ti –dec铆a la exuberante mujer, el hombre la tomo despoj谩ndola de sus intimidades, pronto quedo expuesta y sinti贸 la carga de placer en su entrepierna, era una gran mujer para dejar todo eso en la nada, fue embestida por su esposo y pronto obtendr铆a m谩s que eso por recompensa, se gir贸 mont谩ndolo ahora a 茅l desde arriba, se impuls贸 unas cuantas veces m谩s para ayudarlo usando su vagina y se recost贸 sobre de el para dejarlo terminar dentro de ella, se acerc贸 a su o铆do y exclam贸, -No te olvides de darle ese ascenso a Alejandra ma帽ana, el hombre abri贸 los ojos del miedo, esta segu铆a pujando mientras que su miembro eyaculaba en ella, lo tom贸 como una muestra de su afecto y sab铆a que no habr铆a problema si pasaba algo con ella, la mujer le sonri贸 y le dijo que se fuera con ella un fin de semana entero, el hombre la dejo ech谩ndose a dormir, al d铆a siguiente su mujer parec铆a como si nada, se lento telliz de la cama y corri贸 a darse un ba帽o para darle un desayuno a su familia, una vez que todos se fueron a sus deberes, ella se qued贸 sola, se arregl贸 muy sexy como la noche anterior y sali贸 de su casa, condujo hasta el trabajo de su esposo y se meti贸 al edifico cambiando de piel una vez m谩s, Alejandra salo del ba帽o con su malet铆n en mano, se dirigi贸 a la oficina donde sus compa帽eros la esperaban de nuevo con su retraso de horas y con una fiesta sorpresa que su jefe ahora socio le daba de bienvenida por ser su nueva socia directora de la empresa, Alejandra sonri贸 y felizmente le entrego m谩s tarde un regalo por agradecimientos  a su nuevo socio, sali贸 de la oficina, regreso a su propio auto y le mando un mensaje a su nuevo marido y socio, “No me esperes que me fui de viaje unos d铆as”, John miro el mensaje sinti茅ndose algo molesto, pensaba que lo del enga帽o en realidad hab铆a sido para 茅l, sabr铆a todo sobre su  peque帽o trato y relaci贸n con  Alejandra y le ir铆a muy mal los siguientes d铆as si no es que meses, regreso a la casa confundido encontr谩ndose el auto de su esposa pero ordeno se lo llevaran, pens贸 que quiz谩s ella no querr铆a  nada del pues por algo se puso tan feliz la otra noche.


5-

Alejandra se estacion贸 una vez m谩s en frente de la casa en la nada, sali贸 del auto entrando a la casa, pronto un hombre en traje con una capa y un sobrero negro sal铆a de ella, llevaba un malet铆n en mano, se subi贸 al auto y condujo hasta el centro a altas horas de la noche, se encontr贸 con una de la sexo servidoras de la calle, una de ellas casi le ofrece subirse a cambio de su miembro y unos cuantos pesos, pero este se neg贸, sigui贸 hasta que encontr贸 a una pobre chica un poco m谩s joven, parec铆a preocupada, pero su inocencia le aturdi贸, la subi贸 a su auto llev谩ndose la lejos, la miraba de pies a cabeza, parec铆a ser solo una de las piezas que faltaban en su colecci贸n, la levo hasta su casa donde nadie sospechaba, ella entro invit谩ndola  a comer algo de aprecio, la chica suspir贸 miraba todo con encanto pensando que quiz谩s ser铆a el hombre que la salvar铆a del infierno, comi贸 con delicia hasta que dejo el plato limpio, el hombre le ofreci贸 una copa de vino, al cual ella dedujo que ser铆a el momento en que la violar铆a, bebi贸 de la copa sin sentir nada aun, se qued贸 tranquila  un rato mientras que el hombre le铆a un libro, hasta que ella naturalmente se qued贸  dormida, al d铆a siguiente Karen sal铆a de la extra帽a casa, parec铆a no notar nada diferente al d铆a anterior, sigui贸 su camino contone谩ndose por la calle cuid谩ndose de no ser muy expuesta en la avenida, subi贸 a un cami贸n donde varios hombres la acosaron y le silbaban mientras que las mujeres la miraba como vulgar e indecente, comenz贸 a mascar chicle y dejo su goma en el cabello de una mujer que parec铆a mirarle con desprecio, quiz谩s ahora se quede calva pensaba riendo, sali贸 del bus no sin antes ser manoseada por las manos de alg煤n hombre, camin贸 unas cuadras hasta legar a un edifico algo sucio, subi贸 las escaleras llegando a su nuevo departamento, se encontr贸 con un cuarto sucio y mal oliente, con pestes as铆 como de algunas cuantas ropas en desorden, intento ordenar todo como una verdadera se帽orita y se prepar贸 para  una nueva aventura esta noche, un estruendo resonaba en la puerta, -¡Maldita puta donde estas!, -gritaba en casero y due帽o de la tipa, pronto entro impresion谩ndola mientras se vest铆a, la tomo por el cuello y la embest铆a, la penetro fuerte y la dejo desvalida, pero algo parec铆a que le excitaba m谩s haya de perturbarla, el hombre se indign贸, le encantaba verlas sollozar pero no disfrutar, la chica levant贸 la cara con algo de l谩grimas por el dolor y le sonri贸, saco un fajo de billetes de su bolso y lo entrego al hombre, este sonri贸, le hab铆a sacado una fortuna a sus 煤ltimos clientes pens贸 al menos, la levanto dej谩ndola arreglarse, hab铆a obtenido un nuevo asenso, le dio una cita con sus mejores clientes y la mano al trabajo por las calles m谩s finas del centro, Karen caminaba algo entusiasmada, su nueva vida le parec铆a una desgracia, pero una muy excitante, un auto de lujo se estaciono en la parada, pronto lo reconoci贸 al instante, este abri贸 su ventana, la chica miro dulce y gentilmente, el hombre era su novio o al menos el novio de Alejandra, sonri贸 y subi贸 a su auto,  el chico la beso en el cuello y despu茅s condujo mientras que pon铆a su mano en su entrepierna acariciando suavemente, la intensi贸n le excitaba y la presi贸n le seduc铆a, llegaron hasta lo que era su conocido apartamento,  se fug贸 a la cocina como en autom谩tico sacando dos cervezas Heineken de la nevera, el chico parec铆a asombrado, como es que lo sab铆a, pero la chica no respondi贸, abro las botellas con agilidad y ambos bebieron hasta terminar ente besos y caricias, la penetro dulcemente recordando como penetraba con dulzura a Alejandra, pensaba por dentro que esto era un enga帽o muy cruel de su parte, pero ahora no podr铆a juzgar pues ten铆a que hacer su papel de la ramera.


6-

Termino dentro de ella y sorbi贸 el final de su botella, el chico se recost贸 respirando con presi贸n, le hab铆a fascinado el sexo con la chica, parec铆a que le entend铆a como si tuvieran tiempo de hacerlo, la miro sonri茅ndole analizando aun su fisonom铆a, la chica se levant贸 yendo a la cocina por otra cerveza y le obligo a tomar de ella, el chico fascinado pensaba que ella misma se amarrar铆a, pronto sin control quedo inconsciente, la chica llamo a una de sus colegas quien llego al lugar de inmediato, una chica inexperta pero segura para el trabajo, era joven y nueva reci茅n raptada de la escuela, entro sin demora tratando de no llorar, la chica le sonri贸, camino hacia ella, le coloco su dedo en su mejilla acarici谩ndola, -Oh, tu eres m谩s ni帽a de lo que cre铆a, le tomo de la mano llev谩ndola hasta el cuarto, miro al hombre inconsciente y con duda intento girar hacia su amiga quien r谩pido la tomo por la espalda clavando su daga en el cuello de la chica, esta no logro analizar la situaci贸n y pronto se qued贸 sin vida en el c谩lido suelo de alfombra del cuarto, miro por 煤ltima vez al chico, -Ay, Max, yo pens茅 que eme amabas, quiz谩s es mi culpa, por dejarte tanto tiempo a solas, pero bueno que quiero hacer, esto ser谩 divertido no lo crees, la chica levanto su cuerpo con trabajo, comenz贸 a colocarle la piel de la chica transform谩ndolo de inmediato en ella misma, -Luces tan sexy y tierno Max, o quiero decir, Dani, o dulce Dani, la chica la levanto con algo de trabajo, la llevo aun dormida hasta el auto del chico, mientras conduc铆a hasta el edificio de su jefe, -Mi amo, aqu铆 le traigo a esta, se qued贸 borracha por culpa del cliente e esta noche, le pago una miseria, pero creo que es  justo es que ma帽ana pague con los hombres m谩s cochinos y perversos por su mal servicio, -Es cierto, que listilla me saliste mi princesa y eso que hace dos semanas ni quer铆as ganarte unos pesitos por dejar  que jugaran contigo, le hombre le acaricio su babilla le produjo algo de cosquillas pero se mantuvo, pensaba en si hacer lo mismo con el hombre tan perverso y asqueroso pero ser铆a mejor darle por su lado a la venganza del ahora ex novio de Alejandra, la chica se fug贸 de regreso a su departamento, se desvisti贸 de piel completa, el hombre tomo su malet铆n y regres贸 a las andadas, se asegur贸 de no ser visto y sali贸 saludando a su nuevo jefe callejero, -Buena ma帽ana se帽or, que pase lindo d铆a, -Si buen d铆a se帽or, espero haya disfrutado a una de mis putas, el hombre sonri贸 mientras regresaba la vista a la calle, camin贸 hasta la parada y tomo el bus m谩s r谩pido a su casa, llego y dejo su malet铆n en la mesa de la sala, colg贸 su saco  y su sombrero, camino hasta la cocina se prepar贸 un caf茅, coloc贸 m煤sica cl谩sica de la que tanto degustaba, tomo su malet铆n bajando hasta el s贸tano, encendi贸 la luz de este y pronto abri贸 una gran puerta congelada, la extendi贸 como un armario mirando sus varios trajes colgados, encontr贸 un par de espacios y coloco sus nuevas piezas de colecci贸n en ella, la berrinchuda de Dianita que conoci贸 esta semana, la grosera de Fernanda los pacientes de su jefe la odiaban, creo que ahora estar谩n encantados de visitar al doctor cada semana, pero creo que esta no se podr谩, M贸nica, buen te largaste sin nada no creo que te busquen por un buen tiempo, tu Alejandrita contigo siempre activos en la noche y tu mi nueva ni帽a, Karencita quiz谩s  tu patr贸n no te busque por un tiempo, creo que le dejamos una nueva chica que tendr谩 que domar antes de que quiera ir a buscarte, aunque no s茅, quiz谩s est茅s mejor aqu铆 conmigo que con el, en este frio y refrescante congelador hasta que me den ganas de usarte, analizo sus agendas y tomo las que necesitaba para esta nueva semana, Gabriela la maestra, tus vacaciones acabaron, que mal, Jimena la madre de Carlos y Pamela tus hijos regresan de estar con su padre, Valeria ya entras de nuevo a la escuela, bien, creo que con ellas tengo por ahora, ha Karina t煤 padres te buscan, ser谩 mejor que vuelvas a casa por unos tiempo, el hombre sonre铆a, tomo las pieles de las mujeres que necesitaba guard谩ndolas en su malet铆n, cerro su guarder铆a especial y se gir贸 caminando de regreso a las calles, Gabriela tomaba el primer cami贸n a la escuela, sus alumnos la esperaban pues se le hab铆a hecho algo tarde.





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