Luego
de que Danna regresaba de su casa, ella se sentĆa muy triste, pues ningĆŗn chico
de la escuela la querĆa por ser algo gordita, entonces, Alberto, su vecino de
edad adulta, la miraba bastante desconsolada y le hablo tratando de ayudarle.
Danna
le conto todo sobre los idiotas de sus compaƱeros, teniƩndole confianza al
amable vecino, pues era conocido como pacifico e intachable, el tĆpico vecino
que te daba un consejo, pues pensó que este podrĆa ayudarle a desestresarse un
poco de sus penas, el hombre razonablemente le dijo que estuviera tranquila,
que todo sucedĆa por una causa, pero que si ya no deseaba su vida, entonces
podrĆa darse hacer algo al respeto, Danna no entienda bien al sujeto, quien la
invito dentro de su casa a tomar una taza de tƩ, la chica haciƩndole caso,
entro con el hombre quien parecĆa bastante inofensivo, mientras ella tomaba su
tacita de tƩ, el hombre regreso con una daga en su mano y sorprendiƩndola, le
clavo el afilado objeto en su espalda.
-¡Bueno
niƱa!, si tu no quieres tu vida, entonces otro podrĆa tomarla –el hombre tomaba
la suave piel de la joven y lentamente comenzó a tomar la forma de su cuerpo,
-¡Ahhh, a veces ser un buen vecino tiene sus ventajas! –la nueva Danna
suspiraba mientras se quitaba la blusa y descubrĆa sus grandes tetas, -¡No sĆ© cómo
te quejas!, con estas cosas podrĆas tener a cualquier hombre que quisieras –el
buen vecino tomaba las enormes tetas de Danna y las amasaba con sus lindas
manos, luego de eso, regreso a la casa de Danna sin dejar cabos sueltos, el buen
vecino tendrĆ” que asumir una nueva vida por un tiempo.
Todos quisiƩramos tener esos grandes melones
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