Estaba camino hacĂa la casa de mi mejor amigo, habĂamos planeado vernos esta tarde para jugar videojuegos.
Cuando venĂa de camino me encontrĂ© a un señor algo moribundo que hablaba tonterĂas y medias.
-¡Amigo… oye amigo…, pequeño…! - me decĂa una y otra vez mientras que intentaba mantener el paso recio para alejarme, cuando en eso me gritĂł ante su Ășltimo esfuerzo -¡Que vengas carajo!
Me gritĂł y entonces quise correr pero de repente algo me detuvo, me quedĂ© inmĂłvil unos segundos y cuando me di cuenta mi cuerpo camino directo hacĂa el como si algo me controlara.
Al llegar con Ă©l pude ver cĂłmo estaba apuntĂĄndome con un control remoto que estaba oprimiendo en algĂșn botĂłn extraño y dejĂł de oprimirlo cuando me acerquĂ© finalmente.
-¡AyĂșdenm…! - intentĂ© gritar pero el tipo loco volviĂł a oprimir su control mĂĄgico.
-¡CĂĄllate pendejo chamaco!, tranquilo no te voy a hacer daño, solo quiero regalarte algo - le dijo luego de dejarme descansar otra vez de ese suplicio de control mental que provocaba en mĂ con su aparato.
-¿QuĂ© quiere?, ¿CĂłmo demonios me hizo eso? - preguntaba mientras que de su costal de cosas y chatarra sacaba una pequeña mĂĄquina que tenĂa un casco individual.
-¡Quisiera darte esto!, ya no me quedan muchos inventos y menos uno como este.
El hombre me mostraba su pequeño artefacto alucinado y emocionado.
-Y…, ¿QuĂ© hace o quĂ©?
El hombre me explicĂł que la pequeña mĂĄquina servĂa para enviar tu mente disparado directamente a otro cuerpo en cualquier parte o que tĂș desearas escribir en la pantalla de opciones.
No entendĂa muy bien a lo que se referĂa pero el tipo debĂa estar delirando, pero analizando la situaciĂłn, aĂșn no me habĂa explicado como me habĂa controlado con el pequeño control.
-¿En verdad puede hacer eso? - preguntĂ© iluso.
-¡Claro que sĂ!, yo mismo lo inventĂ©! Tengo muchos como estos y varios ya los eh regalado.
-¿Pero porque los regala?, si fuera cierto ya podrĂa ser muy millonario.
-Pareciera que no te sirviĂł de nada esa pequeña sacudĂa que te di hace rato.
-¡No no si estĂĄ bien! - dije nervioso de que pudiera volver a controlarme -Solo digo que es extraño que siendo usted un genio no vendiera sus inventos para ser millonario.
-¡Lo intentĂ© pero muchos me creyeron loco, asĂ como tĂș!, ademĂĄs, mis inventos podrĂan ser peligrosos en las manos equivocadas.
-¡Oh sĂ…!, como en las manos de… un chico de 15 años por ejemplo…
-¡Jajajaja!, no me creas tan estĂșpido, si no supiera lo que hago no estarĂas aquĂ chamaco.
El hombre me explicĂł que sus pequeñas mĂĄquinas solo podĂan expulsar la mente del cuerpo del emisor y enviarla directo a cualquier reseptor donde fuera en cualquier parte del mundo, era de un solo uso sĂ que una vez que se utilizara este quedaba inservible.
-¿Alguna vez te has preguntado en tener otra vida?, ¿No sĂ© piĂ©nsalo? Ășsala cuando lo consideres…
-¿Y quĂ© pasarĂĄ con mi cuerpo si se queda sin mente?
-¡Se muere asĂ que piensa bien antes de hacerlo!
Cuando el hombre me entregĂł la mĂĄquina este simplemente se fue caminando lejos, yo aĂșn no sabĂa si creerle pero decidĂ llevĂĄrsela a mi amigo para ver quĂ© opinaba.
Al llegar notĂ© como Ă©l estaba emocionado por jugar, pero entonces noto que traĂa esa extraña mĂĄquina conmigo.
Luego de explicarle el uso de aquella mĂĄquina, mi amigo no estaba tan apasionado por la idea de tomar otro cuerpo.
Yo mismo pensaba que no pudiera ser del todo cierto y mucho menos deseaba perder mi vida ni dejar mi cuerpo para meterme a otro.
Luego de jugar un rato y ganarle algunas muchas partidas a mi amigo, este ya parecĂa bastante molesto.
Casi siempre mi amigo se terminaba enojando mucho porque le ganaba en todo, y, aunque lo sabĂa siempre me invitaba a jugar esperando ingenuamente que algĂșn dĂa me ganarĂa.
Llevaba un tiempo notando el coraje y la envidia que me tenĂa pero yo solo lo tomaba con gracia, al final del dĂa no era tan mal amigo, solo le faltaba cambiar ese carĂĄcter y sus actitudes de envidia.
Luego de un rato, ya me estaba aburriendo y querĂa irme a mi casa, pero entonces comencĂ© a buscar mis cosas y entre ellas mi mĂĄquina extraña de aquella mañana.
Por mĂĄs que la busquĂ© no la encontrĂ© y fue que comencĂ© a sospechar de mi amigo, estaba algo asustado aunque de momento no me importaba mucho siendo que no era una mĂĄquina que conociera o le tuviera un enorme sentimiento, pero habĂa algo en todo esto que me preocupaba.
-¡Oye…!, ¿No viste la mĂĄquina que traje esta mañana? - preguntĂ©.
-¡Amm no, quizĂĄs solo la dejaste por ahĂ tirada…!
Su respuesta no me fue muy contundente pero decidà bajar a la sala y buscarla, quizås solo la dejé en el sofå antes de subir a su habitación.
Pero luego de un rato no la encontraba, no querĂa deshacerme de ella, pero si Ă©l la habĂa robado por un interĂ©s propio no me interesaba ni tenĂa problema; total no era algo que me importara demasiado, solo me quedaba la idea de lo que pudiera haber pasado.
-¡Bueno no encontrĂ© nada asĂ que ya me voy! - dije entrando a su habitaciĂłn mientras notaba que no estaba -¡Em…!, ¿Hola…? - preguntĂ© sin obtener respuesta.
RecogĂ mis cosas, tome mis dos juegos y mi control, los guardĂ© en mi mochila y me di la vuelta aĂșn con la esperanza de encontrar la mĂĄquina.
-¿Buscabas esto? - mi amigo me dijo con una sonrisa malĂ©vola.
Antes de poder decir algo, sentĂ como me golpeĂł con un sartĂ©n que habĂa ido a buscar de la cocina, me sentĂ algo aturdido, tratĂ© de ponerme de pie pero Ă©l solo me empujĂł aprovechando mi desorientaciĂłn.
De repente, me colocĂł el pequeño casco metĂĄlico que venĂa conectado a la mĂĄquina, apretĂł unos cuantos botones y antes de enviarme a alguna parte en otro cuerpo suspirĂł.
-¡Pfff!, es una pena que me hayas orillado a hacerte esto, te envidio, ¿Sabes?, siempre te odiĂ© porque eres el preferido de todos, el mejor de la clase, el mejor en el futbol y el que Carolina prefiriĂł para ser su novio.
-¡EstĂĄs loco, ella y yo dejamos de ser novios desde hace ya varios meses! - intentĂ© quitarme el casco pero no podĂa, al parecer alguna energĂa extraña me impedĂa hacerlo.
-¡CĂłmo sea!, no sĂ© cĂłmo no se me ocurriĂł ser tĂș pero no correrĂ© el riesgo asĂ que mejor te enviarĂ© a otro cuerpo que aborrezcas para toda tu vida.
Luego de decir esas palabras, me di cuenta de que Ă©l habĂa desaparecido un momento para descubrir cĂłmo funcionaba la mĂĄquina, fue entonces que planeĂł todo y me acorralĂł para involucrarme en el proceso de intercambio de la mĂĄquina.
-¡Jodete! - pude maldecir antes de que mi mente se nublara.
PodrĂa decir que deseaba que esa cosa del diablo no sirviera, que todo fuera una broma de aquel tipo, pero pensar que pudiera ser otra persona, tener otro cuerpo u otra vida me estremecĂa, pero sobre todo, cuando menos esperaba no terminar muerto o algo peor.
Mi mente parecĂa viajar kilĂłmetros rĂĄpidamente, sentĂa como todo vibraba en mi mente, de repente, los pensamientos y recuerdos de una chica comenzaron a cruzarse con los mĂos, empecĂ© a experimentar cosas extrañas que, mĂĄs haya de lo que parecĂa sentir en mi cuerpo lleno de diferentes cambios, me hacĂa sentir el recordar haber sido una chica llamada Andrea, conocĂa a sus padres, su novio, a sus amigos y todo lo que lo relacionaba a ella desde su niñez.
-¡Maldito imbecil! - jadeĂ© luego de despertar al tĂ©rmino de unas cuantas convulsiones.
PensĂ© que habrĂa estado dormido o en el trance ya varias horas o incluso dĂas, pero apenas habĂan sido una fracciĂłn de segundos cuando Ă©l choque neuronal habĂa terminado.
Estaba hecho, recordĂ© que habĂa sido aquel chico y ahora estaba atrapado en este cuerpo, tan solo desearĂa no haber conocido a aquel tipo en la mañana.
Mire hacĂa abajo, descubriendo que tenĂa estos senos colgando en mi pecho, me estremecĂ al sentir todo diferente en este cuerpo de mujer, ahora era una chica de al menos 19 años.
Mientras que toda la informaciĂłn corrĂa por mente, pude aprender muchas cosas acerca de la chica que ahora era, mientras que todo se esclarecĂa en mi mente, pude entender que ella sufrĂa mucho, todo lo que veĂa en su mente no eran mĂĄs que cosas horribles que ella misma sabĂa que sucedĂan a sus espaldas pero que por miedo y vergĂŒenza seguĂa soportando y aceptando.
Su novio perfecto la engañaba con su mejor amiga, quien aĂșn no parecĂa haberse peleado ni siquiera atrevido a decirle algo acerca de su engaño.
Su hermana hablaba a sus espaldas y ella por amor no decĂa nada, le tenĂa envidia y sus padres solo las consentĂan para tapar sus pleitos e infidelidades, que, a pesar de que tenĂan dinero y no les hacĂa falta nada, el amor no existĂa dentro de su familia.
LĂĄgrimas corrĂan por mis ojos en llanto, mis sentimientos ahora se habĂan vuelto mĂĄs frĂĄgiles, aunque debido a esa debilidad que persistĂa ahora en mis entrañas, mis pensamientos afligidos por la tristeza de esta chica y lo pobre que era antes de que yo entrara en ella, me hacĂan sentir tan triste pero feliz porque de alguna manera sabĂa que la habĂa liberado de su terrible sufrimiento.
Mire hacĂa todos lados, se supone que estaba en la playa con unos amigos en un viaje, pero al verlos juntos en un grupo, los recuerdos de Andrea solo me daban miedo, yo sabĂa que ellos debĂan de estar hablando de ella mientras dormĂa, burlĂĄndose con tantas cosas que sabĂan de ella, quizĂĄs Andrea querĂa dormir para no estar junto a aquellas arpias que se decĂan llamarse sus amigos, me sofoco el intenso rayo del sol debajo en el que estaba durmiendo un largo rato antes de despertar, pero mĂĄs me sofocaban los sentimientos ahogados de la pobre Andrea quien de alguna manera sabĂa que ya no tenĂa que sufrir mĂĄs por eso.
A pesar de que sus tristes recuerdos hacĂan en mi cabeza, sabĂa que de alguna forma podrĂa cambiar el rumbo de la vida de Andrea si yo quisiera.
Triste es saber que la Ășltima persona a la que vi antes de despertar aquĂ fue tambiĂ©n un apreciado amigo que me traicionĂł, que me odiaba y me enviĂł aquĂ imaginando que sufrirĂa de alguna forma.
QuizĂĄs tenĂa razĂłn, yo y Andrea quizĂĄs sufrimos las consecuencias de tener a nuestro lado a personas tan desagradables que eso habĂa hecho que el destino nos uniera en uno solo.
Suspiré mirando en atardecer, apreciando como el sol se ocultaba y nos regalaba la vida una nueva oportunidad para cambiar las cosas.
Regrese a casa con muchas ideas en la cabeza, claro que llegué a la impresiónante mansión de Andrea, acompañada y protegida supuestamente por mi ahora novio.
Me sentĂa algo triste y afligido, con forme recordaba los buenos momentos y los lindos sentimientos que Andrea aĂșn querĂa conservar de su novio para no tomar su propio corazĂłn en mil pedazos si llegaba a decir algo sobre lo que ya sabĂa y era la burla en toda la escuela.
Al llegar, el chico se acercĂł a darme un beso, sentĂ sus labios oprimiendo los mĂos con tanto placer y mi corazĂłn embargado por los sentimientos de Andrea hacia su novio me rompĂan la mente en mil pedazos.
Entonces, alejĂ© sus manos de mi cuerpo y le di una cachetada, sentĂa en el fondo como Andrea deseaba terminar con todo esto y dejar de ser la burla de todo el colegio, asĂ que lo intentĂ© y le dije a Andrea dentro de nuestra conciencia.
-¡Ya no tengas miedo!, ese imbecil no te merece, nos merecemos una mejor vida que esta.
Como si Andrea aĂșn estuviera en su propio cuerpo, mi corazĂłn sintiĂł calma y logrĂ© bajarme del auto de su novio, era momento de cambiar las cosa si deseaba mantener la calma viviendo ahora en este cuerpo.
Afortunadamente quizĂĄs habĂa terminado en el cuerpo de una chica joven y con dinero, pero eso no impedĂa que tuviera graves problemas en el corazĂłn como cualquier otra chica.
-Kary-
Ocupo una continuaciĂłn
ResponderBorrarMe encantĂł!!!
ResponderBorrar