"Segunda Oportunidad" -El padre de Ana-

Ana se había despertado en la mañana, sentía un par de emociones extrañas recorriendo todo su cuerpo, se encontró en cama con un par de fotos de su padre, ella estaba extrañada pues sentía como si hubiera dormido mucho tiempo, su cuerpo se sentía extraño, sobre todo en su parte vaginal como si algo o alguien hubiera estado jugando con ella, cuando miro el celular noto con impacto más allá de la hora, la fecha del día que se marcaba, era 3 de noviembre, Ana estaba confundida, como era que se había quedado dormida tanto tiempo, se levantó de la cama buscando respuestas, había pasado tres días en cama, sentía como si alguien o algo hubiera invadido su hogar y este hubiera sobrepasado su intimidad, pero por más que busco alrededor por fuera y por dentro de la casa no encontró nada ni nadie, Ana regreso a su cuarto, comenzó a arreglarse para limpiar todo el desastre causado por lo desconocido, limpio su cuerpo y mientras se bañaba comenzó a acariciar sus partes como si tuviera el deseo de hacerlo con pasión, cuando se dio cuenta, se quitó las manos de sus pechos y limpio su vagina la cual había hecho venirse luego de haberse frotado con los dedos su clítoris, parecía que algo no andaba bien con ella, Ana termino de enjuagarse y regreso a su cuarto, comenzó a arreglarse para el día, eligió un par de prendas extrañas que no sabía que tenía en su armario, cosas más atrevidas y sexys de las que tenía, también  como zapatos y maquillaje más profesional, Ana comenzó a mirar todo extrañada, también notaba que no le disgustaba para nada el tener todo eso, al contrario, quería  sentirse bonita y segura al usarlo, luego de probarse la nueva colección de moda que tenía en su armario, se quedó a gusto con un conjunto elegante y sexy, intento arreglar  su cama recogiendo las fotos de sus padres y de cuando era ella niña extrañada de que sus fotos estuvieran con ella durmiendo hasta esta mañana, cuando termino de recogerlas se encontró con un sobre que tenía una carta, cuando termino de leerla no podía dejar de llorar de la  emoción y la tristeza que eso le causaba, como era  posible esto de un milagro de la vida misma.

“¡Para mi querida Ana!, seguramente te preguntarás que ha pasado contigo todos estos días, pues despertaste esta mañana confundida y con muchas cosas diferentes a tu alrededor, pues bueno, sé que no lo creerás pero…, quien te habla por medio de esta carta es tu padre, si es ilógico, pero resulta que los dioses nos dieron un chance de venir al mundo de los vivos, debíamos elegir un cuerpo para disfrutar por tres días y si éramos dignos de nuestro nuevo cuerpo podríamos pertenecer con él en una nueva vida, fue entonces que decidí buscarte, ya han pasado varios años desde aquel día en el que perdí la vida, cuando llegue a casa pude verte triste y desconsolada, ya has crecido mucho desde entonces, pero no te sientas mal, no debes de sentirte decepcionada de la vida, al contrario, espero que con lo poco que te ayude te motives a seguir adelante y buscar un buen camino de tu vida, espero no te enoje que haya decidió poseer tu cuerpo, no lo hice con mala intención, pero me llamo mucho la curiosidad de saber que se sentía ser una chica, aprovechándome de la situación tome tu cuerpo, no negare que fue algo raro y quizás algo pervertido de mi parte hacer algunas cosas con tu cuerpo, pero a fin de cuentas so tu padre y me merecía algo de tu juventud por un tiempo, arregle algunas cosas en ti y de ti como veras tu nueva ropa o tus nuevos gustos producidos por tu cuerpo, tranquila, no llegue a mas con nadie, solo me divertí un poco, visite a tu madre también sé que estaba en el hospital pero tranquila, ya me encargue de todo, no tienes nada de qué preocuparte, ella lloro mucho cuando se enteró, estaba muy enferma ya, le dije que la noche en la que terminaría mi pequeña visita en el mundo de los vivos me iría con ella, así que no tardaras mucho en saber por los doctores que tu madre ha fallecido, no llores, es lo mejor para ella y para todos, yo seré feliz ahora con su compañía en el otro mundo, afortunadamente si es que estas leyendo esto es porque Dios no me permitió quedarme, por poco la riego al mejorar y disfrutar tanto de tu cuerpo que por poco me lo merecía más que tú, pero Dios me escucho y bueno supongo que ya lo sabes, recuerda ser feliz de ahora en adelante, por cierto ese amigo tuyo Carlos el chico que te gusta te ha invitado a salir el próximo viernes, que no se te olvide, te amo. ATTE: Tu padre Víctor”