Marco descendía del cielo junto con
todos los demás espíritus ansiosos por volver a la tierra, después de muchos
años regresar al mundo no le sería difícil, había muerto ya hace varios años,
57 para ser exactos, sabía que encontrar a su familia sería difícil, no tendría
el mas mínimo caso intentar buscarlos, cuando llego a la tierra comenzó a
explorar todo a su alrededor, notando que la civilización había cambiado mucho,
los edificios, casas autos, la tecnología que les habían prometido en aquel
entonces, todo lo cual era relativamente nuevo y desconocido para él, Marco recorrió
por todos lados, sabía que tenía que buscar un cuerpo para regresar, su corazón
latía al mil al ver a todas las personas, no sabía a cuál escoger para
experimentar, noto como un alma poseía un cuerpo y otros a otras personas y así
sucesivamente, las miraba tocando sus cuerpos con euforia y con perversión,
Marco miraba como un hombre el cual su alma lucia como un hombre obeso de
mediana edad por su apariencia poseía a una chica de 23 años, comenzaba a tocar
su cuerpo con perversión y luego de ser sorprendido por la gente huía del lugar
entre risas, Marco miraba todo sintiendo miedo por el mundo desconocido en el
que estaba, pensaba en que le haría daño a alguna persona, pero quera disfrutar
de lo que los dioses le ofrecían, pensó en alguna persona a la que pudiera
tomar su cuerpo, recordó el suceso con aquel hombre llamando su atención en
poseer a alguna chica, experimentar un mundo femenino, las chicas de ahora
lucían más lindas por lo que veía, noto como se encontraba chicas de todo tipo
por las calles, aunque una llamo mucho su atención.
Marco miro asombrado a una chica que lucía
muy distinta a las demás, sus rasgos no eran similares a los de esta parte del
mundo, en su anterior vida había escuchado y visto muy poco a personas de la
cultura oriental, al mirar a esa chica le llamo mucho la atención la gran
diferencia de rasgos, Marco la siguió cuando esta estaba a punto de subirse a
un taxi, entro en este y se quedó junto a ella hasta que llegó a su casa,
cuando estaba por entrar Marco decidió poseerla, el momento fue muy extraño,
pero Marco podía sentir un olor fresco en sí mismo, noto la nueva perspectiva
que tenía observando el cuerpo de la chica a la que había poseído, Marco alzo
sus brazos admirando la suavidad de su piel, sintió el peso extra en su pecho
dirigiendo sus manos hacia sus pechos apretando con suavidad y curiosidad,
sentía los suaves que en sus nuevos senos de chica, experimentando algunos
toques de placer en ellos al frotarlos, un mar de pensamientos recorrieron su
mente, eran recueros que la chica tenia, rápidamente dejo lo que estaba
haciendo y entro a su nuevo hogar, la chica
vivía sola, se encontraba en Colombia por trabajo y gusto, había querido ir a México
pero decidió ir a Colombia casi huyendo de las aprensiones de sus padres, ahora trabajaba como modelo en
una empresa Colombiana, Marco estaba impresionado, sentía su nueva sensualidad
con ilusión, tocaba cada parte de su cuerpo al sentirse de nuevo con vida,
comenzó a desvestir su cuerpo admirando el delgado y tonificado abdomen de la
chica, tocaba su rostro notando los variados rasgos orientales que la caracterizaban,
mascullo algunas palabras en japonés aprendiendo de la memoria de la propia
chica sintiéndose divertido por obtener una habilidad distinta, había robado
luego de ya varios años como ser un ser vivo así que su nueva mentalidad de chica no le estaba siendo tan difícil de manera,
admiraba su cuerpo cada vez que se veía a sí mismo en el espejo, comenzó a
decir su nombre censalmente en japonés, -¡Akane, Akane! –suspirando mientras
acariciaba aun sus pechos con los que se estaba divirtiendo y explorando,
sentía como su nueva vagina se humedecía
y experimentaba una nueva sensación desconocida más allá de lo vivo, Marco
siguió con su autoexploración obteniendo más recuerdos de la chica, luego
intento hacer una vida más normal mientras su estancia en la tierra terminaba,
cuando los tres días terminaron, Marco estaba triste, se sentía muy feliz con
su nuevo cuerpo, quería seguir explorando la vida moderna en la que ahora se
encontraba, sobre todo quería seguir sintiendo las frescas delicias que su
nuevo ser femenino le permitía experimentar, cuando la noche llego Marco fue a
dormir, al día siguiente se despertó notando que los dioses aun no reclamaban
su alma, intento seguir su día con miedo de que en cualquier momento su esencia
fuera expulsado de su nuevo cuerpo pero el día transcurrió normal hasta que
paso una semana y luego un mes, Marco asintió feliz de que los dioses le
permitieran seguir con su nueva vida, disfrutaba ser una chica, ser una chica exótica
que nunca había visto, se divertía siendo una chica modelo y tener la atención
de muchas personas, su vida ahora era distinta, se sentía agradecido con los
dioses y no los defraudaría.
Buena historia
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