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miércoles, 5 de agosto de 2020

El cambio con la tia Sara







La tía Sara era una mujer joven aunque a la vez muy rica y solitaria, había heredado una cuantiosa fortuna de su marido un importante senador quien había fallecido por causas desconocidas, mientras que ella tenía mucho tiempo sola, el  dinero y el poder comenzaban a aburrirle, sobre todo cuando notaba que a su familia solo le interesaba tenerla de contacto por interés mientras que el único que se acercaba de verdad a ella era yo, siempre la notaba triste y en ocasiones iba a visitarla para que no se sintiera deprimida, platicábamos de muchas cosas  que la hacían reír e inclusive me daba consejos, como sabrán ella  no era una señorita mu y recta del todo, sabía que había hecho muchas  cosas malas como casarse a la  fuerza con el hombre que alguna vez  fue  su esposo por simple interés, algo que no la dejaba muy tranquila del todo.


Pero todo cambio un día que yo llegaba de la escuela tan feliz por mis vacaciones de verano cuando al llegar a su casa me encontré con un gran paquete abierto el cual estaba vacío, mientras  que en la sala estaba ella con una maquina mediana, ella me miro y me dijo sonriendo, -¡Oh pero ya estás aquí, deberías de ver esto, es impresionante! –ella me decía efusivamente mientras que yo aún no sabía lo que era inclusive tenía miedo de que se fuera a suicidar con eso, -¡Oh tía Sara!, pero que es esa cosa –yo preguntaba mientras que ella me sentaba en un sofá y me colocaba un casco con cables extraños, -Es un gran invento, me lo ha enviado uno de mis mejores  amigos, el señor Crown, él es un importante científico de Londres quien acaba de pedirme que probara su experimento me dijo que lo probara con alguien a quien yo quisiera y tuviera bastante confianza –mi tía Sara decía con mucha emoción, tenía que ponerse el casco al igual que yo para probarlo aun sin saber lo que hacía, yo tenía algo de miedo y curiosidad pero me agradaba la idea de que ella me quisiera mucho y me tuviera tal confianza, luego de terminar de ponernos los cascos ella activo la máquina, segundo después mi mente comenzó a dar vueltas mientras que sentía una fuerte sacudida, luego de casi quemarme el cerebro, pude sentir como mi cuerpo había cambiado, no solo eso sino que me miraba del otro lado como si algo me hubiera sacado de mi propio cuerpo, este estaba emocionado mirando todo mientras  que apuntaba su mirada sonriendo hacia mi pecho, cuando me di cuenta, el cabello me estorbaba quitándolo  mientras que bajaba mi mirada hacia  el pecho sorprendido al notar que tenía  un par  de tetas muy bien formadas dentro del escote de un vestido, rápidamente comencé a tocarlas  sintiendo lo suaves que eran, un cálido gemido se liberó de mi boca escuchándome como una verdadera puta mientras  que me sorprendía de haber el hecho algo así con mi cuerpo, hasta que entendí que estaba en el cuerpo de mi tía Sara, fue entonces que me detuve  y con la cara enrojecida de la pena y el placer la mire, ella sonrió y note como igual que yo estaba probando su cuerpo adolescente, -¡Tranquilo!, sé que esto te  gustara, pruébalo no hay problema, ella se levantó y comenzó a correr como un niño con mi cuerpo por toda la casa, -¡Cielos esto es fantástico, puedo creer sin cansarme, soy  joven de nuevo, soy un niño! –decía ella con mi cuerpo y mi voz sintiéndome algo extraño mientras que seguía acariciando con incredulidad las  tetas de mi tía, seguimos así un rato hasta  que se hacía más tarde, fue entonces que ambos nos miraos juntos y mientras que yo pensaba en regresar a mi casa ella se contuvo y mirándome a los ojos me dijo, -¡Por favor, tan solo hay que probar esto un día, mañana regresamos a nuestros cuerpos! –ella me dejo sorprendido  con lo que dijo, acerco  sus manos colocándolas en mis  tetas y jugando con ellas un rato mientras que miraba como su nuevo miembro crecía y mi nuevo cuerpo se excitaba hasta que me hizo mojarme extrañamente en mi entrepierna y luego de dejarme con las ganas ella se fue dejándome en su casa con su cuerpo para mí solo, luego de irse, comencé a sentirme más extraño de lo normal, comencé  a recorrer toda la casa como si lo hiera hecho la primea vez y luego me encontré con su cuarto, el lugar intimo al que nunca había entrado de  la casa, mirando todas sus coas, sus joyas, su ropa y sus zapatos hasta que me encontré un gran espejo y pude apreciar mejor mi cuerpo completo, comencé a desnudarme claramente como lo haría cualquier chico y no podía creer el caliente y sexy cuerpo que ahora poseía.




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