La tía Sara era una mujer joven aunque a
la vez muy rica y solitaria, había heredado una cuantiosa fortuna de su marido
un importante senador quien había fallecido por causas desconocidas, mientras
que ella tenía mucho tiempo sola, el dinero
y el poder comenzaban a aburrirle, sobre todo cuando notaba que a su familia
solo le interesaba tenerla de contacto por interés mientras que el único que se
acercaba de verdad a ella era yo, siempre la notaba triste y en ocasiones iba a
visitarla para que no se sintiera deprimida, platicábamos de muchas cosas que la hacían reír e inclusive me daba
consejos, como sabrán ella no era una
señorita mu y recta del todo, sabía que había hecho muchas cosas malas como casarse a la fuerza con el hombre que alguna vez fue su
esposo por simple interés, algo que no la dejaba muy tranquila del todo.
Pero todo cambio un día que yo llegaba
de la escuela tan feliz por mis vacaciones de verano cuando al llegar a su casa
me encontré con un gran paquete abierto el cual estaba vacío, mientras que en la sala estaba ella con una maquina
mediana, ella me miro y me dijo sonriendo, -¡Oh pero ya estás aquí, deberías de
ver esto, es impresionante! –ella me decía efusivamente mientras que yo aún no sabía
lo que era inclusive tenía miedo de que se fuera a suicidar con eso, -¡Oh tía
Sara!, pero que es esa cosa –yo preguntaba mientras que ella me sentaba en un
sofá y me colocaba un casco con cables extraños, -Es un gran invento, me lo ha
enviado uno de mis mejores amigos, el
señor Crown, él es un importante científico de Londres quien acaba de pedirme
que probara su experimento me dijo que lo probara con alguien a quien yo
quisiera y tuviera bastante confianza –mi tía Sara decía con mucha emoción, tenía
que ponerse el casco al igual que yo para probarlo aun sin saber lo que hacía,
yo tenía algo de miedo y curiosidad pero me agradaba la idea de que ella me
quisiera mucho y me tuviera tal confianza, luego de terminar de ponernos los
cascos ella activo la máquina, segundo después mi mente comenzó a dar vueltas
mientras que sentía una fuerte sacudida, luego de casi quemarme el cerebro,
pude sentir como mi cuerpo había cambiado, no solo eso sino que me miraba del
otro lado como si algo me hubiera sacado de mi propio cuerpo, este estaba emocionado
mirando todo mientras que apuntaba su
mirada sonriendo hacia mi pecho, cuando me di cuenta, el cabello me estorbaba quitándolo mientras que bajaba mi mirada hacia el pecho sorprendido al notar que tenía un par
de tetas muy bien formadas dentro del escote de un vestido, rápidamente
comencé a tocarlas sintiendo lo suaves
que eran, un cálido gemido se liberó de mi boca escuchándome como una verdadera
puta mientras que me sorprendía de haber
el hecho algo así con mi cuerpo, hasta que entendí que estaba en el cuerpo de
mi tía Sara, fue entonces que me detuve
y con la cara enrojecida de la pena y el placer la mire, ella sonrió y
note como igual que yo estaba probando su cuerpo adolescente, -¡Tranquilo!, sé
que esto te gustara, pruébalo no hay problema,
ella se levantó y comenzó a correr como un niño con mi cuerpo por toda la casa,
-¡Cielos esto es fantástico, puedo creer sin cansarme, soy joven de nuevo, soy un niño! –decía ella con
mi cuerpo y mi voz sintiéndome algo extraño mientras que seguía acariciando con
incredulidad las tetas de mi tía,
seguimos así un rato hasta que se hacía más
tarde, fue entonces que ambos nos miraos juntos y mientras que yo pensaba en
regresar a mi casa ella se contuvo y mirándome a los ojos me dijo, -¡Por favor,
tan solo hay que probar esto un día, mañana regresamos a nuestros cuerpos!
–ella me dejo sorprendido con lo que
dijo, acerco sus manos colocándolas en
mis tetas y jugando con ellas un rato
mientras que miraba como su nuevo miembro crecía y mi nuevo cuerpo se excitaba
hasta que me hizo mojarme extrañamente en mi entrepierna y luego de dejarme con
las ganas ella se fue dejándome en su casa con su cuerpo para mí solo, luego de
irse, comencé a sentirme más extraño de lo normal, comencé a recorrer toda la casa como si lo hiera
hecho la primea vez y luego me encontré con su cuarto, el lugar intimo al que
nunca había entrado de la casa, mirando
todas sus coas, sus joyas, su ropa y sus zapatos hasta que me encontré un gran
espejo y pude apreciar mejor mi cuerpo completo, comencé a desnudarme
claramente como lo haría cualquier chico y no podía creer el caliente y sexy
cuerpo que ahora poseía.
Increíble me encanta 🤩
ResponderBorrarDe tus mejores historias
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