"La novia de mi mejor amigo"

¡Felicidades Daniel!

Cuando Rafa el mejor amigo de Daniel le había presentado a Azul, su nueva novia, luego de semanas de pasar horas enteras hablando sobre lo increíble que era ella y la relación que ambos llevaban (sobre todo en el sexo), Daniel no podía sentir más que envidia de lo bien que ambos se llevaban y de lo bonita que era la desgraciada de Azul.

Azul era la típica chica bonita a la que todos volteaban a ver, tenía unos ojos hermosos que, hacían honor a su nombre, además de un goloso cuerpo por el que cualquier hombre estaría interesado tener como novia, venia de una buena familia, era sumamente inteligente y además mostraba ser la mayor parte del tiempo humilde y sobre todo cariñosa, por lo que, para Daniel, era un martirio sentirse como un mal tercio cada que ellos estaban juntos.

“Si tan solo pudiera ser algo para volver a recuperar la atención de mi mejor amigo” –Daniel se aferraba a la alocada distorsión de sus sentimientos-

Daniel era un chico normal, o al menos eso parecía a menos que tuviera una disparatada razón de la realidad, no sentía ser homosexual, a menos que el sentimiento estuviera tan dentro que ni el mismo Daniel se daba cuenta, quizá era bisexual pero aún no lo sabía, la misma rabia que sentía por el repentino distanciamiento de Rafa hacia él era el mismo resentimiento que sentía por el que Rafa tuviera una novia tan hermosa, quizá era envidia, pero quería que Azul fuera realmente suya.

El mero día de su cumpleaños, Daniel esperaba con ansias salir con su mejor amigo, distraerse mirando chicas platicando de asuntos masculinos, de futbol, de videojuegos o ese tipo de cosas que hacen los hombres, pero Rafa simplemente no llego a la “cita entre amigos”, por la que Daniel esperaba cada año como motivo de su cumpleaños.

Fue entonces que, caminando totalmente deprimido, pasaba por una tienda de objetos mágicos, “Kary Shop”, donde una linda señora lo atendió.

- ¡Buenas tardes joven!, ¿Qué se le ofrece? –preguntaba la agradable señora-

- ¡Buenas tardes!, pues nada, aún, solo observaba –Daniel respondía-

Luego de merodear por el establecimiento, la mujer comenzó a interrogarlo, observaba al chico con su energía espiritual totalmente agotada además de su mente, por l que no dudo en ofrecerle un trato.

-Te noto, algo agotado –le decía la mujer vestida de color esmeralda-

- ¡Eh, yo!, pues…, no solo estoy algo triste… -Daniel trataba de ajustar su postura de derrotado-

-Es por una chica ¿verdad? -

- ¡Eh!, pues…, no en particular, bueno ¡sí!, pero no es lo que parece –

-Entonces, tu mejor amigo te dejo por ella, y ahora sientes que lo amas –

- ¡Queeee… Wow, Wow!, ¿cómo es que usted sabe eso?, ¿acaso hablé en voz alta? –

- ¡No, claro que no, solo que, tengo ciertos dones que no entenderías! –

- ¡Emm, si claro!, bueno, ya me voy muchas gracias –

- ¡No espera, tengo algo que quizás podría interesarte-

La mujer tomaba su libro de hechizos, ojeo unas cuantas páginas y le mostro uno en especial marcado con sangre.

“Corpus Astrale di Ascencio contrarié”

Como decía el hechizo en una lengua extraña, la mujer le explico que se trataba de un hechizo simple pero inquebrantable, un hechizo para  intercambiarlas almas  de  dos personas erguidas por un sentimiento pasional muy fuerte, en este caso, la relación con él y con su mejor amigo, dicho tal cosa, Daniel podría intercambiar almas con la mujer de su mejor amigo para  obtener las riquezas y los deseos esperados mediante el hechizo, podrían intercambiar sus almas y sin que ella pudiera hacer nada, también le concedió otro por causa de  que la  chica  en su cuerpo quisiera provocar disturbios luego del cambio, impidiéndole hacer cualquier cosa en su contra, Daniel  estaba muy incrédulo, pero simplemente sentía como la magia y poder de la mujer se sentía como un intenso calor en el lugar, mismo que estaba oscureciendo siendo que apenas eran las 4 de la tarde, Daniel sentía escalofríos y simplemente tomo los hechizos a cambio de ofrecer un poco de  su juventud, lo cual le daría un bonus adicional al sufrimiento de Azul luego del  intercambio, pues  tendría menos energías para poder afrontar los hechos, quizás su cuerpo físico no lo demostraría, pero por dentro tendría menos tiempo de vida, como si el cuerpo de Daniel se convirtiera tan solo en una simple cascara que envejecía por dentro y mostraba una imagen cuidada y rejuvenecida sin serlo, la mujer absorbió inmediatamente  la  energía  de Daniel quien en poco tiempo se sintió sumamente agotado, como si le hubieran quitado años de juventud.

El chico guardo la calma y simplemente tomo sus hechizos saliendo de la tienda, misma que al regresar a mirarla una vez habiendo salido de ella, parecía que estaba abandonada sin que existiera realmente la tienda mágica de la mujer en el sitio.

Daniel regreso a su casa algo nervioso, miraba a todos lados sintiendo como si las miradas de las personas enfocaran su atención totalmente a él sin ningún sentido, tan solo era la paranoia del temor sobre lo sucedido que lo mantenía en ese estado tan precario, fue entonces que llegando a su casa se encerró rápidamente en su habitación, estaba nervioso, colocó  los hechizos en su escritorio y se desnudó tirando sea la cama algo excitado por lo que acababa de pasar, su miembro estaba erecto y con lascividad  comenzó a masturbarse, se sentía muy cansado dado las energías vitales que le había robado la bruja, pero con ímpetu comenzó a frotar su miembro experimentando una especie  de energía  extra que emanaba desde el interior de su cuerpo, pujando con deseo y necesidad el placer y la satisfacción de imaginarse de verdad en el cuerpo de Azul, tanto fue su entusiasmo que se vino tan precozmente como si el gusto le hubiera durado tan solo unos segundos, luego con las manos manchadas de su banal pecado, tomo los hechizos leyéndolos  lentamente  con las manos temblorosas por la ilusión y vacilación de esperar a que fuera concedidos.

Daniel dicto ambas  frases con “FE”, y, justo al terminar, sentía su cuerpo estremecido, como si un hormigueo intenso recorriera su cuerpo, Daniel  comenzó a sentirse agobiado, su cabeza daba vueltas terminando por caminar hacia atrás desorientado, cayendo hacia la cama aun con el cuerpo desnudo y su miembro erguido, luego  de unos segundos, parecía sentir como si su alma fuese arranada de su cuerpo saliendo expulsada ferozmente, y, apenas reaccionando, sentía como un calor muy fuerte emergía de su entrepierna, poco tardaba en reaccionar para darse cuenta de que se encontraba siendo montado por su mejor amigo en una situación muy vergonzosa y acalorada, Daniel miraba a través de los ojos de Azul como su cuerpo era sacudido de un lado a otro por el grandulón de su amigo, quien parecía estar desatado liberando su éxtasis con la pobre de la chica, Daniel quien estaba sufriendo y gozando los placeres del coito, sentina como sus nuevos  senos se sacudían bruscamente mientras que los labios de Rafa frotaban sus pezones erectos, provocando una sensación bastante intensa en los nervios femeninos de Azul los cuales Daniel apenas podía conscientemente experimentar con lo rápido que esas fuertes emociones le hacían ir y venir sin parar.

Solamente sabía que su amigo estaba encima de el en un momento tan inoportuno, Daniel sentía todo tipo de sensaciones extra corporales, lo suficientemente placenteras como para comenzar a gemir cada vez más fuerte con un tono de seducción y feminismo puro escuchando su propia voz, o la voz de azul gemir como toda una sumisa sexual al servicio de los intereses sexuales  de  su mejor amigo quien para su conocimiento ahora era  su  novia, Daniel lograba alcanzar a mirar hacia su entrepierna donde lo extraño se volvía realidad, una intensa realidad que lo ponía con los pelos de punta mismo que nunca  había  imaginado llegar a ver eso en su vida, siendo ahora una chica, con un par de tetas rebotando en diferentes direcciones y mucho menos teniendo una vagina que era penetrada sutilmente por el grueso miembro erecto de Rafa hasta volverse un movimiento más brusco y placentero que al parecer su amigo sabia manejar muy bien manteniendo el coito con Azul desde ya hace un tiempo, por lo que solo de así, es que Rafa podría conocer tan bien como manejar a su novia de esa forma, una manera en la que lo hacía gemir con placer de distintas maneras  que lo hacían enloquecer y quedarse  con ganas de más.

Pronto, Daniel experimento una intensa sensación en su interior, una sensación de calor intenso y dopamina que lo habían hecho viajar hacia el fondo del universo metafísico, mirando miles de luces, formas y colores en tan solo uso segundos, Daniel había experimentado el mejor de los orgasmos, Rafa se había venido dentro de Azul y ambos gemían desenfrenados disfrutando del grandioso coito que se habían dado, Daniel  miraba y sentía como su vagina palpitaba, siendo extraño ya que era una vagina y no un miembro, pero tenía nervios y músculos que se movían constantemente y más luego de una penetración tal como la que había experimentado, Daniel se sentía además, adolorido, su abdomen y la espalda baja lo mataban sintiendo un fuerte dolor luego del placer tan maravilloso que había experimentado, pero era normal siendo que era una chica que había disfrutado de la fuerza bruta de un hombre como Rafa durante el coito.

Daniel miraba a su amigo tranquilo aun lado de él luego de haber disfrutado tal momento, aunque él no sabía que era Daniel el que ahora portaba el suculento cuerpo de su novia Azul, poco después, Rafa se quedó dormido aun lado de él o de ella, siendo el momento oportuno para que Daniel lograra explorar mejor su nuevo cuerpo.

Daniel miró hacia su pecho aun posado rectamente en la cama, aun así, lucían un par de generosos senos reposados en su pecho, como dos grandiosos bultos carnosos con mucha sensibilidad que le llamaban bastante la atención, sentía bastante curiosidad en tenerlos  ahora en su cuerpo, llevó sus manos hacia ellos estrujando y hundiendo sus dedos experimentando una golosa sensibilidad en ellos, Daniel permaneció  jugueteándolos un rato  incluso frotando con sus dedos traviesamente las aureolas de sus pezones, y, posteriormente pellizcando sus pezones, pronto Daniel sentía como su nueva vagina se humedecía provocándole algo de calor y cosquilleo, pero luego una idea tremenda se le vino a la mente.

Daniel se levantó rápidamente notando la diferencia del equilibrio de su nuevo cuerpo, sus senos rebotaron bruscamente y sus caderas también adoptaron una posición distinta a lo que acostumbraba, camino lentamente al baño donde exploro su vagina un poco, aún tenía el esperma de su amigo, pronto su corazón comenzó a latir muy fuerte, “¡Me voy a quedar embarazada!”, Daniel gritaba en su mente asustado, con cuidado, limpio su vagina eliminando algún tipo de residuo, aunque sin experiencia previa, había dejado partes de papel pegados en su clítoris, tomo algo de agua que estaba algo fría y trato de limpiarse con el agua y frotando con una toalla su vagina sintiendo cosquilleo haciendo que se excitara algo de nuevo, entendiendo que esa parte era sumamente delicada y sensible, maldijo un poco ese hecho y luego de arreglar el problema, aun sentía algo de miedo, dejo el suspenso  un poco a un lado para admirar su nuevo cuerpo en el espejo, sin duda alguna tenía el cuerpo de la hermosa y suculenta Azul, tenía su bonito rostro, sus bellos ojos, su carita de ángel, su cabello bien largo y sedoso, pero sobre todo el escultural cuerpo femenino de Azul, miraba ahora desde otra perspectiva, el ángulo de sus senos, eran aún más grandes de lo que parecían cuando estaba reposado en la cama y por supuesto que aún más grandes de lo que le parecían cuando la miraba desde su cuerpo, Daniel paso un poco masajeando sus golosos senos frente al espejo, y, luego de volver a sentir que su vagina despedía líquidos extraños, se limpió el residuo experimentando también la orina femenina, teniendo que sentarse para poder orinar correctamente, y, por si fuera poco abrir cuidadosamente con sus dedos sus labios vaginales para que  su orina pudiera salir correctamente.

Daniel se sentía algo estúpido con el cuerpo de una mujer, pues claramente era su mente de hombre pervertido en el cuerpo de una señorita, Daniel puso sus manos nuevamente en sus senos y camino de vuelta a la cama contoneando traviesamente sus caderas sintiendo el goloso rebote de sus tetas mientras caminaba hacia la cama, Daniel se recostó junto a Rafa mirándolo dormir, sentía nuevamente  el  cariño de  su mejor amigo, ahora su  nuevo novio, “¿De verdad  estaré enamorado de Rafa?, ¿Seré Gay?, bueno…, no podría ser gay si ahora soy una chica y sobre todo su novia”, Daniel  pensaba mientras acariciaba su cuerpo con una mano y acariciaba el pecho de su novio abrazándolo para  terminar  la noche dormidos juntos abrazados con sus cuerpos calurosamente desnudos por debajo de las sabanas, “¡Que buen regalo de cumpleaños!”, decía luego de admirar todo lo que había logrado.

Y si se preguntan qué paso con Azul, pues mientras se encontraba comenzando el coito con Rafa, sintió como su alma era arrancada de su cuerpo siendo alejada muy lejos, sufriendo mientras miraba como se alejaba cada vez más de su cuerpo dejando toda su vida por detrás, mientras efectivamente miraba como el alma de Daniel viajaba en dirección a su propio cuerpo para luego ser introducida en él y pasar lo que  debía de pasar, Azul termino en el cuerpo de Daniel, quien luego de sentir el extraño zarandeó astral que había experimentado, se miró asustada en un lugar extraño con el cuerpo desnudo de un hombre, sus manos manchadas de una sustancia viscosa y casi reseca, pero lo peor más haya de todo eso, era que se sentía prisionera de un cuerpo ajeno al que su alma no le correspondía, pero por más que la pobre chica luchaba por tratar de liberarse de ese extraño y desorbitado encuentro, no  podía concretar las ideas correctas para responder a sus propias preguntas, “¿Qué me paso, porque estoy en este lugar?, ¿Porque soy un hombre?, ¿Dónde está mi cuerpo?  y finalmente, ¿Quién era yo?”; para luego seguir con su nueva vida como normalmente lo hubiera hecho el antiguó dueño de ese cuerpo, pero que poco después moriría por causas extrañamente naturales.

- ¡No puedo creer que mi mejor amigo este muerto!, yo quien lo defraude unos días antes cuando era su cumpleaños, de haber sabido que sería el último de su vida–Rafa lloraba desconsoladamente mientras observaba como enterraban el cuerpo de Daniel-

- ¡Tranquilo amor!, te aseguro que el estará contigo más cerca de lo que crees y que en verdad el paso de maravilla ese último cumpleaños ¡JEJEJE! -