El invento de mi padre

Apuntaba con el control a una linda chica en la alberca de  la vecina desde la ventana del cuarto de mi papa mientras  que él me decía  que eligiera a la chica que más me gustara, yo estaba extrañado pues no me interesaba ninguna chica teniendo apenas 10 años, pero me pareció como un juego que mi padre quería  intentar conmigo justo cuando había terminado su nuevo invento, estaba tan ansioso y por alguna razón quería que yo lo probara como su conejillo de indias, luego de apuntar con el control a muchas chicas, apunte al azahar  mientras  que una descarga recorro todo mi cuerpo mientras que de un parpadeo a otro sentí como me estaba ahogando en el agua  hasta  que unas chicas me sacaron y me apretaron el pecho mientras  me besaba metiéndome aire para luego vomitar agua  de la alberca que se había metido a mis pulmones, yo estaba nervioso sin saber aún que pasaba cuando notaba todo mi cuerpo distinto, me quite los cabellos rubios de la cara y en eso pude ver un par de bolas muy graciosas en mi pecho que se agitaban y se sentían tan suaves y deliciosas, todas las chicas comenzaban a mirarme extraño llamándome por mi nuevo nombre, -¡Karen, pero que estás haciendo!, deja de tocarte de esa manera cualquiera diría que eres una puta –me decía las amigas de esta chica mientras que exploraba las partes  que tenía en este nuevo cuerpo, las sensaciones fueron extrañas más para un niño de mi edad, mientras que volteaba a ver hacia mi ventana notando como mi padre anotaba y filmaba todo mientras que mi cuerpo le estaba pegando intentando alcanzarlo, mientras que intentaba levantarme el trapito que cubría mis nuevas bolas se deslizo hacia abajo dejándolas desnudas mientras que todas las chicas se me quedaban viendo extraño, luego salí corriendo como pude apenado hasta llegar a mi casa cuando mi cuerpo se aventó sobre de mi intentando que le devolviera su cuerpo, cuando mire como mi padre se escondía en su laboratorio.