¡Magic Taxi! -El sacrificio de una madre-

Ya habían pasado un par de meses desde  que tengo el cuerpo de mi madre, no sé porque se tenía que sacrificar por mí, cuando ese extraño sujetó del taxi me robo mi cuerpo el tipo solo se metió a la casa, espere horas hasta que mi madre pudiera darse cuenta del extraño cambio que debería de tener su nuevo hijo, luego de días, mi madre notaba como un extraño sujetó en un taxi se paraba diario fuera de la casa esperando algo con urgencia, ella salió a investigar y cuando pude tuve la oportunidad de contarle todo a mi madre, ella  no sospecho nada pues entendía por qué su hijo parecía comportarse tan extraño, a pesar de todo el tipo con mi cuerpo se había dado la fuga, mi madre estaba realmente desesperada, no quería que su hijo siguiera así por culpa de un tipo sin escrúpulos, fue entonces que cerca de la ronda final en la que se suponía debía de dejar mi viajo cuerpo de taxista, mi madre se subió, yo estaba mes no quería que mi madre se sacrificara por mí, aunque también me sentía bastante excitado y mal por saber que al sacrificarse mi madre yo obtendría su cuerpo a cambio, no sabía porque lo hacía, yo pude haber obtenido algún otro cuerpo mejor, o  inclusive ser un chico o chica millonario, al terminar, llegamos a casa, mi madre me veía con ojos llorosos pues no solo ella estaba perdiendo su cuerpo si no que tendía que buscar uno nuevo, pero ella dejaba todo para que yo estuviera bien en casa junto a mi padre y la familia quienes obviamente no sabían nada acerca del suceso, el tipo con mi cuerpo regreso pues necesitaba dinero y ahora se  había aferrado a tomar mi vida por completo, sentí como cambiaba de lugares con mi madre y ella se iba esperando encontrar una nueva  vida feliz aún lejos de la familia, camine con dificultad hasta mi casa, donde al parecer el tipo había observado todo, al entrar solo lo miraba burlándose de mí, -¡Oh chico, así que tú eres toda una mujer ahora eh! –me decía brutalmente mientras me sentía bastante avergonzado, miraba como me observaba el nuevo par de tetas en mi pecho, me sentía bastante incomodo no solo por cómo me miraba, sino porque estaba en el cuerpo de mi madre, una mujer de 45 años  y el que me miraba era mi antiguo cuerpo de 16 años el cual ahora  era mi hijo, como pude, llegue hasta mi antigua habitación intentando cálmame un poco retomando algo de  antigua vida, cuando mi nuevo hijo me aventó hasta la cama intentando propasarse conmigo, el tipo me estrujo mis nuevas tetas con tal efusividad  mientras que yo no podía contenerme, mi padre llego y cuando se escuchó el carro fuera de la casa el tipo se controló antes de violarme por completo, mi nuevo esposo entro, en ese momento sentí el verdadero terror, mi padre ahora era mi esposo, salí a saludarlo como toda buena esposa, -¡Anda papa, besa a mama! –decía el tipo perverso ante mi fragilidad, cuando mi padre sonrió sintiéndose algo apenado y me tomo de los brazos forzándome a pesar  nuestros labios con calor, me sentí bastante avergonzado, posteriormente, las cosas no fueron las mismas en la familia.