"VISITEN EL NUEVO BLOG DE UNA NIÑA LINDA N.N"
-PARTE 1-
Alberto estaba terminando de calificar unos
exámenes, el agotado hombre de 60 años estaba tan cansado de su patética vida,
años atrás había perdido al amor de su vida por un chico hijo de papi que le
daba todo por lo que había conquistado a
base de premios a su amada, mientras que el un chico patético nombrado mejor
amigo había sido humillado y rechazado por la chica que amaba, no solo por su
aspecto regordete, sino también por su falta de ingresos para satisfacer las
necesidades de su amada, Alberto terminó siendo un simple maestro de
preparatoria luego de haber estudiado contabilidad en una escuela simple de
gobierno, las cosas no iban tan bien
como pensaba y simplemente se había estancado con el paso de los años, reprimid
por su estilo de vida, Alberto se dedicaba no solo a dar clases, sino también
a molestar a sus alumnas a las cuales de
vez en cuando lograba robarles una que otra foto intima e inclusive prendas
para su colección de pornografía personal, el hombre estaba demasiado
fastidiado, había terminado de calificar el último examen, levanto su asqueroso
culo flácido caminando con bochorno hasta la sala donde se sentó con una chela
frente al televisor, el hombre se aplasto plácidamente mientras que miraba la televisión
holgazaneando, pronto, el ventanal frente a el parecía mostrar un asombroso
cielo colorido, la luz iluminaba todo el cuarto y molestaba a Alberto quien
estaba algo ebrio por el alcohol de su
cerveza, el hombre comenzó a sentirse hostigado, pero la pesadez de su cuerpo y
el estado en el que se encontraba le impedían controlarse, Alberto terminó
rendido e inconsciente en el sillón luego de experimentar un fuerte cosquilleo
en todo su cuerpo, más haya de sentirse placentero le estaba doliendo hasta someterlo y
adormecerlo, la mañana llego, el sol iluminaba todo a su paso, era un nuevo día,
las cosas no estaban para nada bien, muchas personas estaban confundidas y
alteradas, Alberto despertaba aturdido, su mente se sentía tan revuelta, miro directamente
hacia el televisor cuando un largo mechón de cabello caía en su rostro, el
intento alejarlo simplemente moviendo su brazo con rapidez, sentía su cuerpo
bastante energético, sin darse cuenta, bostezo mientras intentaba estirarse a
apagar el televisor el cual otra vez había dejado encendido quedándose dormido
en el sillón, el hombre camino como normalmente lo hacía hacia el baño, pronto,
expulso un fuerte grito femenino atardeciéndose a sí mismo, miraba su
entrepierna totalmente hueca de donde antes tenía su gordo miembro ahora parecía
tener una rajita muy parecida a una vagina, Alberto se tocaba experimentando un
ligero cosquilleo intentando controlar lo que pasaba, su vagina estaba
completamente húmeda por el orín que había liberad descontroladamente mientras
empapaba toda su ropa y le escurría el orín entre las piernas, -¡Pero que putas
paso aquí!, donde está mi pene, se ha ido –gritaba la nueva chica confundida,
ella volteo hacia el espejo del baño solo para darse cuenta de que frente a él
se encontraba una mujer bastante hermosa, su cabello laceado color negro donde
antes se encontraba su cabeza limpia de cabello por su desafortunada calvicie
extrema, un bello rostro con ojos cafés, una mirada extremadamente sensual así
como su voz, la chica levanto de inmediato su enorme playera dejando al
descubierto sus proporcionados senos, la chica enloqueció, tocaba extrañada su
nuevo par de senos jugueteando con lascividad, pronto bajo su mirada
visualizando la sensualmente curvilínea figura de sus curvas y caderas, un abdomen
lucidamente plano, sus caderas anchas y un culo firme y redondo, la mujer se
agasajaba con sus impresionantes tetas copa C, sentía sus pezones arder sensiblemente
ocasionándole placer, la mujer energética se enmudeció, si bien podría tener al
menos 30 años, su cuerpo parecía el de una diosa sexual, Alberto se quedaba impresionado mirando a
la sexy hembra en el espejo, aun sin
poder creer que era el mismo con tan majestuoso cuerpo, el ex hombre salió del
baño desnudándose con morbo, recorría todo su cuerpo mientras corría hacia su
cuarto a masturbarse, la mujer se abría de piernas mientras con un espejo
reflejaba su vagina para verla mientras se tocaba, pronto Alberto disfrutaba de
a experiencia femenina como nadie, su vagina se venía incontrolable un par de
veces hasta que finalmente sus energías ya no dieron para más, la mujer madura
se tendió entre las sábanas completamente humedecidas mientras jadeaba del gran
poder sexual que emanaba de su cuerpo, miro en su celular la hora notando que
ya era demasiado tarde como para asistir al colegio, extramente ni siquiera le
habían llamado para preguntar por su inasistencia, Alberto se levantó
intentando acostumbrarse a su nuevo punto de equilibrio disfrutando de su nueva
sexualidad mientras caminaba experimentando a ser una modelo, su cuerpo era
extremadamente sexy a comparación con de asqueroso cuerpo flácido y horrendo
que tenía, la mujer se paró frente al espejo
de su baño y con morbo se sentía
bastante incomodo al mirarse como hembra,
parecía que miraba a otra persona, una mujer muy buenota y sexy que jamás le
haría caso, Alberto jugueteaba con sus tetas, sentía violando la feminidad de una mujer extraña ajena
a sus pensamientos, como si él le hubiera robado su cuerpo o la controlara sin
su consentimiento, la mujer deslizo sus caderas con sus manos nalgueando el
redondito culito que tenía, se sentía bastante caliente y sensual frente al espejo,
-¡Hola bebe!, no te hare daño, solo quiero tocar este hermoso y calientito
culito, ¿no te molesta verdad?, ¡oh, cierto, tuno puedes hacer nada, porque yo te
controlo mi princesa! –se decía a si mismo Alberto quien comenzaba a sentirse incómodo
y excitado de sí mismo, aun no controlaba su sensibilidad y las hormonas le
jugaban chueco, se sentía tan impactado de la hermosura de mujer que era,
Alberto pensó en como luciría una sexy lencería, - ¡No tengo ropa de mujer! –se
decía así mismo decepcionado, luego recordó, durante sus años de experiencia le
había robado unas cuantas prendas a sus sexys alumnas de la prepa, corrió a su
cuarto y regreso con algunas de ellas, pero se decepciono al notar que ninguna
le quedaba, o eran muy chicas para sus perfectos y redondos senos o eran
bastante grandes que sus senos le quedaban como esferas a comparación de esos
tremendos escotes copa D que sus alumnas y ex alumnas tenían, deseaba poder
tener aunque sea unas tetas más grandes para disfrutarlas con mayor intensidad, sus pezones se erizaron, pronto
se miró de nuevo hacia su pecho, afortunadamente aún eran lo suficientemente
grandes para agasajarse, la mujer regreso a su cuarto, decidió que era momento
de salir a buscar ropa para probar su
nuevo cuerpo, tomó la tarjeta de crédito casi al límite de corte, que importaba
ahora, el ya no era un hombre, era una nueva y completamente sexy mujer para el
mundo, eso le recordaba que si ahora era mujer debía de llamarse como una,
luego de pensarlo mucho, Alberto decidió
que Alejandra seria su nuevo nombre, la bella mujer salió vestida
horriblemente con una enorme playera y unos pantalones que con trabajo le
quedaban, todo era bastante grande para vestir la perfecta forma de su nuevo
cuerpo, la mujer caminaba por la calle mientras que notaba como algunas
personas la observaban, excitados por su hermoso rostro y confundidos por su
mala vestimenta, Alejandra solo se rio para sí misma y pidió un taxi para
levarla al centro comercial, -¡Hola señorita! –decía el taxista quien parecía
algo develado pero excitado, - ¡Hola, podría levarme al centro comercial más cercano
por favor –pedía Alejandra mientras notaba como el hombre parecía querer mirar
su nuevo cuerpo, - ¿Te gusta mi cuerpo? –le preguntaba ansioso al hombre, -
¡Eh, perdón señorita, no era mi intensión molestarla! –le decía avergonzado,
Alejandra se abrió de piernas mientras dejaba que el hombre se hiciera
ilusiones, pronto deslizo sus manos muy cerca de la entrepierna del hombre con
lo cual casi provocaba un accidente, el hombre la miro excitado, no imaginaba
que una mujer alguna vez le haría semejante cosa, pronto, la mujer le sonrió excitada,
deslizo sus manos por sus senos mostrando lo increíbles que eran, remarcadas en
ese espanto de playera vieja que tenía puesta, -Sabes, yo antes era como tú, un
sucio y viejo hombre pervertido, pero esta mañana todo cambio –la mujer le decía
mientras dejaba que el hombre degustara de sus grandes atributos hasta donde se
podía, tampoco pretendía desnudarse regalándole un show completo para él solo,
el hombre se excito, llego por fin al centro
más cercano y miro como la sensual mujer se bajaba mostrando sus hermosas
caderas vestidas con un horrible pantalón
enorme de mezclilla, -¡Sabes!, anoche estaba seguro de llevar a un hombre muy
ebrio conmigo, cuando regrese de liberar mis necesidades el ya no era u hombre
si no una morena y caliente mujer, jamás entenderé porque, pero le di una
buena y calurosa sacudida –el hombre le decía
mientras que Alejandra miraba como el hombre se alejaba algo asqueada, por poco
podría haber sido violada por un hombre, Alejandra recordaba los problemas de
las mujeres con sus bellos y sensuales cuerpos, casi arrepintiéndose de ser una
de ellas y no un simple hombre gordo como antes, Alejandra ignoro el ultimo
hecho y notando sus geniales senos marcados en su pecho decidió seguir con sus planes
mañaneros, camino por el centro comercial recorriendo todas las tiendas de ropa
femenina, probándose muchas sexys prendas que se acomodaba en sus geniales
senos mientras que modelaba frente al largo espejo en busca de cada vez más
sensuales poses para lucirse con su cuerpo, pronto, Alejandra salía con toda
una mercancía de ropa femenina para su nuevo cuerpo, sin olvidarse de comprar
un par de prendas nueva para llevarse puestas a la escuela y lucir como toda
una sexy nueva profesora, la mujer regresaba a su casa notando como todos los hombres
la veían caminando sensualmente por las calles mientras se regocijaba sexymente
meneando sus caderas al compras y
sintiendo el rebote de sus grandes senos en su pecho, ambas mostrándose en un
amplio escote el cual dejaba ver sus senos a los hombres, la bella mujer terminó
de subir todas sus cosas a el taxi diciendo no actuar como la última vez, se arrimó
en la parte de atrás y se mostró tranquila mirando hacia la calle hasta llegar
a su casa, aun así noto como el hombre intentaba mirarla por el retrovisor,
sentía unas ganas tan fuertes de gritarle pues comenzaba a sentirse hostigado,
pero se contuvo pues podría ser peligroso estando sola con el hombre y más
sabiendo que ahora sabría donde vivía, Alejandra salió del taxi acomodándose
con los tacones pues era algo nuevo para ella, fue ayuda por el hombre a llevar
todas sus cosas hasta su departamento, notaba como el hombre la seguía por
detrás tan solo para aprovechar y poder verla caminando mientras su vestido se
elevaba mostrándole sus bragas, Alejandra se sorprendió de notar como era tan
fácil seducir a cualquier hombre para que hicieran lo que quieran, luego de
pagarle, el hombre no dejaba de mirar hacia
su escote, ella pensó rápidamente si dejarlo entrar y aprovechar de una
vez para probar su feminidad, pero tan solo dejo que se acercara a tocarlas, el
sentir como el hombre manoseaba sus tetas lo hico estremecerse y sentir como su
entrepierna se mojaba, el hombre trataba de empujarla cerrando la puerta, ella
trato de bloquearlo golpeándolo en la entrepierna, pronto se sintió tan
temerosa de como el hombre tan abusivo se estaba aprovechando vilmente de la situación,
ella estaba realmente arrepentida, -¡Maldita perra, pero si ya estabas
caliente! –el hombre renegaba, Alejandra entre sollozos asustada empujo al hombre por fuera de la puerta y la cerro
rápidamente con la llave, luego del suceso, Alejandra comenzó a probarse ropa
mientras se tomaba fotos con su nuevo celular, se creó un nuevo perfil notando
como rápidamente su buzón se llenaba de solicitudes de hombres precoces en
busca de su cuerpo, más tarde, saco de entre sus cosas nuevas un consolador,
pero luego de pensarlo un rato, se sintió romántica y decidió que exploraría su
nueva virginidad con un buen hombre que la quisiera de verdad, los días pasaron
y el director le había llamado, -¡Buenas tardes,, señor…, Téllez!, me imagino
que está enterado de la situación, he de pensar que usted debió de ser alguno
de los afectados, por lo que luego de haberle dado algunos días usted ya debió
de arreglar sus asuntos, ahora debe de presentarse en la escuela para
entregársele las indicaciones pertinentes –el sujeto le decía mientras que
Alejandra consternada respondía con su nueva voz a tipo quien inmediatamente se
enteró de lo que había sucedido con el hombre, -¡Ah, ha veo!, así que usted se oye
bastante bien, bueno lamento lo que está pasando y espero que se presente este
lunes de inmediato, buenas tardes –el sujeto le colgaba algo curioso ante la
sensual y femenina voz de la mujer mientras que ella pensaba en que hacer, luego
de un momento, Alejandra preparo todas sus cosas y a día siguiente se alisto
con un sexy conjunto de maestra, el día había comenzado excitante, subiéndose
nuevamente a un taxi con un poco menos de miedo, se aseguró de protegerse
mientras que el señor muy amable la levaba sin problemas, cuando Alejandra
llego, todos estaban alterados, muchos de sus alumnos estaba completamente irreconocibles así como de algunos de sus compañeros
maestros, nuevas chicas que desconocía y las chicas que conocía algunas de
ellas totalmente mejoradas, inclusive la señora Hernández quien era la anciana
secretaria del director altamente rejuvenecida, casi ni distinguían que era ella quien le atendía
en la dirección, también podía ver como muchos de sus alumnos le miraban morbosos
y sorprendidos de ver a la nueva sexy maestra que desconocían caminando con una
sensual falda que le volaba con el aire y una blusa muy sexy que mostraba un
gran escote mostrando sus pronunciados senos rebotando en su pecho, luego de
entrar en la esperada junta escolar, Alejandra se sintió empoderada y a la vez
algo nerviosa por mostrarse como una mujer bastante atractiva quien antes era
conocido como un aburrido y fastidioso gordo, notaba como el director le
dirigía una mirada calurosa hacia sus
senos mientras que sin pensarlo cruzaba
las piernas avergonzada de ver como algunos de sus compañeros hombres le
miraban por las piernas sus bragas, el
silencio incomodo a todos en el área y las maestras quienes fueron las
que menos cambios sufrieron en muchas de ellas tomaron el mando apoyando al
director en las nuevas decisiones escolares, Alejandra tomaría una nueva
identidad y por supuesto que seguiría con su clase matemática como el
reglamento escolar lo indicaba.
Las clases en el instituto Zumárraga se
habían normalizado, las nuevas estudiantes se sentían algo temerosas, pero con
suerte cada una fue asistida por sus padres o nuevas amigas a quienes consideraron
un apoyo único y emocional ante su nueva feminización, sin embargo, aún llegaban
a ser el objeto de burlas y acosos por parte de sus compañeros hombres quienes
no habían sufrido del impacto del fenómeno de la Súper Luna Rosa.
Gustavo llagaba muy nervioso a la escuela,
había pasado ya un mes sin asistir pues tenía bastante miedo de salir, su padre se había transformado en una mujer
madura muy bella pero gorda luego del trastorno de la luna, había corrido a su
madre de la casa pues si bien antes ya tenían bastantes pleitos fuertes por el machismo de su padre
ahora estaba completamente furioso por lo que su borrachera esa noche le había
hecho, mientras que a Gustavo lo golpeaba furioso por haber caído igual que el
en tan absurda situación, su único hijo macho convertido en una hermosa niña
muy tierna y llamativa, el golpe había sido muy duro para ambos mientras que el
hombre ahora no tenía como mantenerse luego de tan espantoso cambio, había
perdido su trabajo en la obra pues todos sus compañeros se burlaban de su
estado, ni algunos de los casos entre ellos habían sido tan precarios como el
suyo, inclusive su compadre quien casi intentaba abusar de él luego de su transformación
lo habían manoseado horriblemente como nunca hubiera imaginado, mientras Manuel o la nueva señora
Manuela resolvía su vida, la pobre nueva Laura estaba rebasada, cuando esa
mañana había despertado convertido en una hermosa chica, con buenas curvas y
caderas, además de su cabello completamente rubio, sus ojos cristalinos, así
como un par de senos bien formados copa B en su pecho, era una belleza de chica
inclusive más que las que recordaba de su escuela, pero lo peor de todo, era
que con esto, no sabía si tendría el mismo temor y respeto de sus compañeros a
quienes molestaba, ahora era una niña frágil y quizás a todos los que alguna
vez les hizo daño posiblemente ahora tomarían venganza por la situación en la que
estaba, la chica se tomó todo su tiempo, inclusive ahora sin su madre era aún más
difícil, su nuevo cuerpo femenino había experimentado su primer periodo, había
sido lo más doloroso y horrible que había padecido en su vida, ahora era una
niña, como podía lidiar alguien con eso, bueno al menos no era el único, su
nueva madre, parecía toda una puta, llevaba varios hombres y aunque había
jurado lo más machamente posible jamás ceder ante su nuevo sexo, le había sido
imposible encontrar otro modo más que sublevarse para mantenerse, pero con
ningún hombre conectaba, si bien no era una gorda tampoco era un monumento de
mujer, porque no se había convertido tan siquiera en una súper modelo como en
otros de los casos, le había tocado la peor parte, ser una vieja vale verga,
sus tetas colgando y su cuerpo todo flácido, su cabello desalineado y su culo
deformado, sin decir nada peor de su
rostro ridiculizado, solamente se había rebajado a trabajar como cabaretera en
un centro nocturno en la ciudad, por lo que vivir con ella era aún peor que
antes, la pobre chica se armó de valor, salió a comprar algo de ropa y como
pudo, con mucha vergüenza decidió regresar a la escuela que era el único lugar
que pensaba estaría mejor que en su horrible casa, Laura se arregló lo mejor posible,
siguió algunos tutoriales pero por más
que intentaba no quedaba como decían en el video, simplemente se acomodó
el sujetador, un par de bragas y el uniforme de colegiala que había comprado secretamente en la
escuela, sus mediadas se ajustaban perfectamente a su silueta, se sentía
bastante ridícula con toda esa ropa femenina pero parecía que poco a poco
retomaba la confianza, era como si por dentro ella siempre hubiera querido ser Laura, aprovechó un
momento para tomarse unas fotos y con
una sonrisa mejorada se sintió preparada al regreso, el viaje en camión fue lo
peor de su primer día, simplemente las
personas era un fastidio ante su nueva forma, sobre todo los hombres quienes en
muchas opciones intentaron manosearla, tan solo en un intento, sintió como su vagina se mojaba
horriblemente después de que un hombre logro tomar sus tetas para jugarlas un
buen rato, ella chilló sin poder hacer nada agarrada del poste en el camión
lleno de gente sin poder moverse, horrorizada, salió del camión para caminar
unos metros a la escuela, un par de chiflidos resonaban a la vista de su
cuerpo, se sentía muy avergonzada, al
entrar veía como los que antes conocía la desconocían totalmente, había perdido
su grande y cuerpo brabucón por el de una niña pequeña y debilucha, aun así
entro sintiendo la fuerte mirada de
todos, la chica nueva ellos pensaban,
pero al entrar en su salón, la nueva maestra quien antes era su horrible maestro regordete Alberto ahora
era una belleza madura de mujer, ella la sostuvo mientras la presentaba con sus
compañeros, inclusive una hermosa chica pelirroja con grandes atributos, otra
niña rubia entre otras chicas nuevas que desconocía igual o mejor de hermosas
que ella, inclusive algunas de sus compañeras
conocidas limitadamente mejoradas como Valeria, quien lucía bastante sexy, antes era una gorda bastante fea,
mientras que el cambio la había vuelto una chica modelo, Laura se sentó
intimidada, sabía que sus compañeros la estaban maldiciendo en sus mentes, veía
a su alrededor como algunos de sus
cuates la miraban fuertemente,
recorriendo con sus perversas miradas desde
sus piernas hasta sus senos remarcados en su blusa escolar, luego miraba
hacia delante, como la nueva maestra Alejandra aprovechaba todo su encanto para
llamar la atención de sus clases como antes no lo hacía, era tan obvio que ni
siquiera se molestaba en pedir atención de
sus alumnos, todos embobados ante sus sensual figura que meneaba con
confianza por toda el aula, al llegar el recreo, Laura salió algo abrumada, pronto,
algunas chicas se acercaron a ella, era Valeria y su nuevo grupo de amigas,
-¡Hola, Gus!, oh no, ahora eres Lau, nuestra nueva perrita brabucona, pero ya
no te vez tan brabucona ¿cierto? –decía la chica confianzuda mientras se
regocijaba resaltando su figura, con una sonrisa sínica en su rostro,
mientras que sus nuevas amigas se reían
junto con ella, pronto, Valeria la empujo haciéndola caer fuertemente hacia el
suelo, Laura se sentía tan impotente, sentía el dolor de su caída, el ardor de
las raspaduras en sus manos, no quería pero le era imposible no sentirse
apenada y no llorar, la fragilidad de sus sentimientos se apodero de ella en el peor de los
momentos, -¡Auuu, quiere llorar, quiere llorar! –gritaba la amenaza mientras
que todos la rodeaban, inclusive algunos chicos quienes antes consideraba sus amigos, pronto, uno de los
chicos a quien antes molestaba la levantó
solo para volverla a tirar, la sostuvo
de su hermoso cabello pelirrubio y la
jaloneo bruscamente contra el suelo e intentaba tocar morbosamente y con
toda la intención sus nuevos senos, -¡Ahora quien es el pequeño! –le gritaba el
chico quien ahora se veía más alto y poderoso mientras la sujetaba
lastimándola con fuerza, comenzaron a
grabarla mientras chilaba sin control, se sentía muy mal, ahora sabía que regresar a la escuela
había sido la peor decisión, Alejandra se acercó, -¡Niñas, ya déjenla en paz! –gritaba la mujer que llegaba
a su rescate, luego de levantarla y ayudarla, todos se fueron dejándola a solas
con la maestra, -Sé que esto es difícil pero deberías de acostumbrarte,
anteriormente los molestabas demasiado y ahora ellos quieren tomar lo que
dejaste –le decía la mujer curando sus heridas y limpiando su rostro
maltratado, Laura la abrazo fuertemente, necesitaba de un gran apoyo ahora,
regresaron a sus aulas y Laura regreso a su casa horas después con molestias en
su cuerpo, la maestra Alejandra llego en su nuevo auto deportivo y decidió
llevarla con ella hasta su nuevo departamento, Laura le conto todo lo que sucedía
en su vida ahora, inclusive en su
pasado, Alejandra ahora comprendía el
porqué de su actitud, sin duda el origen del problema está en su casa, su padre
era horrible y por eso su comportamiento en la escuela, ahora era peor pero
ella no podía desquitarse como antes, ni siquiera lo pensaba ahora que no tenía
la fuerza para hacerlo y su madre aprovecho para irse lejos y
ahora no sabía nada de ella, Laura decidió
irse a su casa, Alejandra la llevo mientras que miraba como la nueva madre de
la chica legaba hecha borracha con un hombre quien la manoseaba abusivamente,
se sintió mal por la chica, no quería
dejarla ahí, pero no le correspondía,
no era su vida y no podía hacer nada por
ella, Laura regreso a lo suyo mirando con tristeza como su nueva amiga se alejaba,
sin duda a ella le había ido tan bien luego de ser un viejo amargado, Laura se encerró
en su habitación, pensando en si volver a la escuela, escuchaba todo afuera,
los cantos de su madre con los del extraño con quien se acostaba, Laura se durmió
cuando horas después se sentía algo extraña, se despertó en medio de la noche experimentando
algo de frio, cuando se dio cuenta, escuchaba los jadeos de un hombre muy
cerca, Laura alzo la vista, presenciando como el hombre asqueroso que su madre había
llevado ahora estaba en su vagina
lamiendo e intentando penetrarla, Laura
grito lo más fuerte posible mientras que el tipo la forzaba, su vagina estaba descubierta
y manoseada por el hombre, mientras que sus brazos estaba atrapados por las
fuertes manos del hombre, Laura pedía ayuda pero nadie se acercaba, luego como
pudo, doblo la rodilla golpeando en los testículos al hombre quien cayo completamente adolorido, -¡Maldita perra! –le
gritaba mientras que ella se levantaba huyendo, Laura salió de la casa mientras
que corría dejando todo atrás, ya no pensaba en regresar a esa casa ni a la
escuela, se refugió cerca de una plaza mientras que el amanecer llegaba, luego
de la noche tan pesada, Laura tenía bastante frio y decepción de sí misma,
camino por horas hasta encontrar a su maestra, la mujer la recibió mientras que angustiada
la veía, su situación era muy fuerte y no debería estar sola por las calles,
Laura se sintió reconfortada mientras
que la mujer pensaba en como adoptarla como hija, sinceramente ya era lo
suficientemente adulta como para que tuviera problemas de adoptarla, a pesar
de todo, Laura ya tenía 17 años, pronto cumpliría
los 18 y no veía el caso en adoptarla, ambas esperaron con el tiempo a que sus
padres la buscara, lo cual pareció
bastante bueno pues jamás supieron más nada de ambas, Alejandra y Laura se
mantenían como madre e hija lo suficientemente bien para parecer una pareja
inseparable, cuando el tiempo llego, Laura decidió tomar su camino apoyada por
su madre y amiga, la chica se mudaría a otra ciudad en busca de sus sueños y
oportunidades.
Julio había permanecido en casa mucho
tiempo, luego de su transformación su madre había decidido que lo mejor era
apoyarla resguardándola en casa, la
universidad solo pasaba mientras que Jules no podía hacer nada por su vida, se sentía
indefensa y sin ganas de hacer nada, esa noche había cambiado por completo su
vida, se miraba en el espejo, bastante atractiva para lo que imaginaba, una
belleza de ojos, su cabellera pelirroja y su cuerpo de reloj de arena, días después,
su mejor amigo Alexis llegaba a su casa, esperaba saber algo de su amigo quien
no aparecía desde ya hace un tiempo, su madre lo dejo entrar mientras que Jules
se sentía apenada y muy nerviosa, se presentó hacia su amigo quién sorprendido
la miraba hecha una belleza, -¡Hola, soy yo, Jules! –le decía al chico quien no
paraba de mirarla,-¡Hola..!, ¿Julio, Jules, pero que es todo esto? –le preguntaba
sorprendido, aun ya sabiendo la situación de los demás, -¡Pues sucedió wey! –le
respondía, luego de un rato en incomodo silencio, los dos amigos charlaron unas horas, para Jules era
bastante incomodo hablar de sus cosas cuando ahora era una ella, inclusive ahora que estar encerrados en su cuarto era
bastante íntimo y penoso para ella, Alexis por su lado, respetaba la situación
de su amigo, pero no podía dejar de mirarla, sobre todo hacia sus senos los
cuales mostraba muy bien en una blusa escotada, Jules se chiveo con pena sabiendo
que Alexis la miraba de otra forma, pronto, el chico grandulón se acercó a
ella, mirando fijamente hacia sus ojos
cristalinos impregnando sus labios con las suyos, Jules había experimentado una extraña emoción
dentro de ella, no le disgustaba el beso de su amigo para nada pero su cuerpo
se erizaba, sus senos se hinchaba y su vagina de mojaba, había recibido ese
beso con total aceptación que su cuerpo muy sensiblemente se había excitado al
sentirlo, Alexis no perdió el tiempo quien con calma comenzó a tocarla, desnudo
sus senos comenzando a acariciarlos con calma y educación, sujetaba sus pezones
firmes y rollizos haciendo que Jules se excitara, estaba jadeando con
fuerza cuando pensó que ya no pararía,
justo cuando Alexis intentaba desnudar su parte intima, Jules lo detuvo, le
gustaba lo que hacia pero sentía que era muy pronto, incuso ahora que acababan
de encontrarse, el no era normal, ahora
era una niña, sabía que le llenaba pero no quería las cosas por la fuerza, Alexis retrocedió
sonriéndole, él se sentía bastante
avergonzado pues no sabía si era muy gay lo que hacían, pero ahora él era una
chica, una bastante sexy y no había problema si el intentaba algo con ella, su
confianza estaba en lo alto pero Jules decidió pararlo con nostalgia, le atraía
su amigo pero no era momento para eventos, con el tiempo, Jules se tuvo más
confianza independizándose de su madre
quien la veía partir ahora como chica, poco después hecha una chica
independiente, conoció nuevos romances que la hicieron sentirse bastante madura,
relacionándose poco a poco con mayor
claridad y confianza.
Ana y la ahora Karla, habían formalizado
una nueva relación de lesbianas, habían perdido sus aburridos trabajos por los de
ahora unas modelos, su hija Valeria quien estaba igual que ella se había afianzado
como actriz entre los medios.
Marcos, se había despertado confundido,
recordaba borrosamente la intensa noche que paso en su borrachera, parecía
ilógico lo que había experimentado pero
se juraba a sí mismo no volver a tomar tan fuerte alcohol, se levantaba anonadado,
estaba fuera de su casa, su cuerpo se sentía muy extraño y fue cuando noto su
piel morena, el hombre comenzó a tocarse asustado, noto su nuevo sensible par de senos mientras que visualizaba el resto de cambios en su
cuerpo, cuando lo peor ya había pasado, se encontró con un fuerte dolor en su
vagina, estaba completamente roja y palpitando con un olor extraño, apenas y podía
caminar cuando recordó al viejo gordo montándolo en esa oscura noche, su cabeza
di vueltas hasta que soltó un grito de desesperación, sus vecinos caminando
notaron a la morena vuelta loca, la desconocían mientras que una mujer ario la
puerta, era su esposa bastante molesta, abría la puerta arrancada pensando que
era su esposo quien tocaba, decepcionada, miraba a una bella chica morena
desesperada en la puerta, parecía que tenía el uniforme de su esposo, -¡Y tu
quien eres! –le gritaba, -¡Mujer, soy yo, Marcos tu esposo, no sé qué es lo que
paso! –la chica la miraba, trataba de que su mujer se compadeciera de ella
quien no entendía porque esa mujer decía
ser su esposo, intentando no creerle dejo que entrara a la casa, luego de un exhaustivo
interrogatorio la mujer estaba completamente segura de que era su esposo quien hablaba en esa chica tan
extraña, luego del mal trago, Marcos se dio un baño con ayuda de su esposa, no
fue caliente como piensan si no uno donde
le enseño a su ahora ex marido a tratar su nuevo cuerpo, su hija Paola de 7
años con su inocencia ni se enteraba quien era la bella chica morena quien viva
en la casa, Sandra y Pamela como ahora se llamaba, habían decidió guardarle el
secreto a su hija, esperando que con los años olvidara a su padre recordándolo
solo como un héroe, Pamela había perdido obviamente su trabajo en la empresa,
su nueva imagen le impedía ser ingeniera
por distintos motivos racistas, a pesar de todo, la familia logro salir
adelante, mientras que Pamela era
contratada como asistente de una bella chica japonesa quien antes era un
anciano empresario y Sandra se volvía una enfermera.
Cami ahora era una feliz sexo servidora en
el burdel, Madame Pisanov había sido bastante favorecida luego de mirar su
nueva mercancía, un par de chicas muy atractivas para su negocio, su fiel
aprendiz había sido de gran ayuda ahora que había cumplido su promesa, le
ayudaba a su Madame mientras que aprendía a ser toda una reina en la belleza, seducía
a muchos hombres obteniendo más a cambio, Liz quien resultó afectada por el
cambio, se sentía bastante indefensa, quería escapar de la Madame pero al igual
que como a ella y a otras nuevas chicas
las había vuelto prisioneras en su negocio sexual, Liz había sido educada con
fuerza y violencia, ahora era una niña y tenía que obedecer como tal, no podía
ni llamar a su familia pues nadie le creería, mucho menos ahora que con tanto
daño psicológico se sentía una perra, luego de su primer día con un hombre de
negocios, Brandon un hombre de 56 años con ganas de coger, la penetro vilmente
haciéndola su perra, así como otros tantos hombres quienes llegaban ansiosos
por tomar a Liz como su puta, Luis perdido
la razón y sus recuerdos influidos por
los de Madame a quien ahora obedecía sin reclamar.
La nueva empresaria Lee y su pareja intima
Gabriela ambas eran una feliz pareja, entre ambas se daban placer todas las noches,
luego de un largo día de trabajo, liberaban sus presiones, la nueva empleada
del señor Ramírez era bastante eficiente, mientras que Lee se entretenía
degustándose con su nueva exótica asistente, Pamela quien tenía un historial
bastante bueno en la ingeniería, transformada por lo mismo que ellas y apoyada
por un nuevo programa del gobierno.
Fernanda llevaba a su nueva niña al
colegio, aunque Carla no quería pasar
por toda una etapa nuevamente en el colegio, era necesario para salir adelante
con sus vidas, pues nadie la contraria siendo tan niña en un empleo
de tiempo completo en un bufete de abogados, Carla se sentía algo tranquila de asistir junto con otros
niños de su edad, así no pasaría por burlas
ni otras cosas sentimentalmente cuestionables, aun se sentía bastante avergonzada
por tener que usar ropita de niña, sobre todo falditas y braguitas femeninas
para una niña de su edad, además tenía miedo de lo que venía, la adolescencia y
sobre todo el hecho de que ahora era una
niña y lo que eso conllevaba en el futuro, afortunadamente Carla conoció
a Paola, una linda niña de su ahora edad quien se había convertido en su
inseparable amiga a quien le confeso la verdad de más grandes.
Alejandra se había quedado sola luego del
tiempo que convivio con Laura, la chica había
partido a estudiar medicina mientras que ella seguía en su dedicación en las clases,
seguía siendo toda una perra en la escuela, era tan atractiva que el director
hacia lo que podía para mantenerla aun
en la escuela, ella ya no quería esa vida tan patética para una mujer como ella,
penaba que teniendo tan buen cuerpo podría dedicarse a otra cosa y obtener
mejores oportunidades con su cuerpo, poco después se volvió influenciar en
Instagram, donde se dedicaba mayor parte del tiempo a mantener su cuerpo en
forma, se había ganado bastantes seguidores, uno de ellos inclusive invitándole cosas buenas a cambio de unas nudos,
pero con el tiempo, conoció a Fernando,
un hombre amable y millonario que la cortejo pacientemente, Alejandra estaba
feliz con su nuevo estilo de vida, sentía que por fin había llegado el
indicado, se abrió tranquilamente hacia
Fernando quien desde el primer momento supo la verdad de Alejandra, luego de un
tiempo, Fernando le regaló una verdadera
noche de pasión a Alejandra, quien por fin obtuvo su primera vez disfrutándola
como tanto lo deseaba y no con cualquier hombre ansioso de su cuerpo.
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