Durante
la noche sentía como su cuerpo aun dormido se estremecía como una especie de parálisis
de sueño, simplemente estaba ahí pero su cuerpo dejaba de responderle, Rubí
sentía que estaba perdida, su mente terminaba por difuminarse en el fin de la
nada, de repente Rubí dejo de pensar en el mal que estaba pasando y simplemente
se quedó dormida soñando en aquellos días de su infancia como si su mente
estuviera tratando de recordarlo todo, hasta ahora en el último día en el que había
visto a Gilberto y finalmente lo que había causado en la cama horas atrás.
A la
mañana siguiente, Rubí se despertó conmocionada, miro sus tetas y las tomo con
sus manos tan solo para estrujarlas y sentir el placer que embargaba su cuerpo
cada vez que lo hacía, Rubí se sentía muy extraña, sentía como si su cuerpo
fuera controlado por la mente de un hombre quien siempre quería estarla
manoseando y ella misma lo hacía tomando las ordenes de esa mente perversa, Rubí
sabía que alguien la había estado controlando todos estos días pero simplemente
aun en contra de su voluntad olvido el tema y tomo su vagina simplemente para masturbarse, miro
el reloj y enojada se levantó rápidamente moviendo el culo de lado a lado
mientras aminaba desnuda, se dio un baño y arreglándoselo más perra posible salió
directo a la oficina.
- ¡Me
encanta ser Rubí! –decía la mujer mientras se preparaba en su auto nuevo, con
su cuerpo nuevo luego de por fin tomar el control de todo-
Andrés
estaba como todos los días puntual en la oficina, era muy cumplido con su
trabajo y más si se trataba de complacer a la hermosa de Rubí, para que notara
su valioso desempeño en el trabajo.
-
¡Buenos días Rubí! –saludaba Andes-
- ¡Señorita
para ti! – respondía Rubí pedante-
- ¡Sí,
perdón señorita! – Andrés caía desilusionado-
Luego
se paseaba por toda la oficina tan solo para admirarla por toda el área cuando
caminaba con sus hermosos tacones y contoneaba sus sensuales caderas con sus largas
penas de lado a lado.
- ¡Ay,
ya, deja de verla!, eres un asqueroso pervertido, solamente te pones a ver a la
vieja esa con tu mente cochina –le decía Gabriela mientras notaba como Andrés
se despistaba por la mujer-
-
¡Cállate, no sabes ni lo que dices! –
-
¿Qué no tienes que irte a tu área a trabajar?, te necesitan en mantenimiento –
- ¡Si
ya, ya me voy! –Andrés salía del departamento de administración y regresaba dos
pisos abajo a su área de mantenimiento-
Después
del día tan tedioso entre las maquinas, Andrés regreso a la oficina de Rubí esperando
poder verla antes de irse, mientras caminaba entre los cubículos, Andrés nota
como Gabriela estaba mirando unas fotos de Rubí en su teléfono.
- ¡Vaya,
vaya, así que te gusta Rubí! – Andrés la sorprendía-
- ¡Rubí,
no, no para nada!, yo solo… -
- ¡Ay
ya no te hagas que te estaba observando!, ninguna mujer mira tan detenidamente
con esos ojos que tienes ahora a una mujer como Rubí –
-
¡Es por envidia pendejo, ¿no sabes cuando una mujer odia que otra se ponga como
la más perra entre todas? –Gabriela intentaba despistarlo-
-
¡Si, si cómo no!, pero bueno, no tengo tiempo de discutir contigo, tengo otros
asuntos más importantes que hacer –
- ¡Ni
creas que esa perra te hará caso, solamente le importan los viejos con billete!
– Fernanda le gritaba a la distancia mientras todas observaban al chico caminar
hacia su oficina como casi todos los días desde que había llegado a la empresa-
- ¡A
ustedes que les importa viejas amargadas, Rubí no es así ella es perfecta! –Andrés
la defendía-
- ¡Ya
me voy señores, las veo mañana con el trabajo terminado! –Rubí salía de su
oficina despidiéndose de todos –
- ¡Si
hasta mañana señorita! –respondían algunas amargamente mientras la observaba
retirarse empoderada contoneando su culo restregándoselos en la cara-
Andrés
se quedaba mirando fríamente sin poder reaccionar aun con su timidez, no podía
acercase a ella sin sentir el temor ni el impacto de hablarle a semejante mujer
como ella, aun así, dejó al resto de viejas amargada y corrió para alcanzarla.
- ¡Rubí,
espera! –gritaba Andrés-
- ¿Qué
se te ofrece, no te dije que para ti soy señorita Rubí? –la chica sentenciaba-
-
¡Perdóneme señorita!, no es mi intención ofenderla, en verdad no puede ser tan
seria conmigo, adentro somos trabajadores, pero aquí afuera pues… -
Rubí
lo miraba nervioso, además de confianzudo.
- ¡Mira,
te voy a ser muy franca!, tú no eres mi tipo, ósea, no es como una historia de
Betty la fea, pero con el chico el feo y la jefa la buenota a la que te puedes
coger, no me caes, así son las cosas de la vida y ni modo, ahora déjame en paz que
tengo que ir al Gym –Rubí subía a su auto y luego de arrancar el furioso motor
de su BMW salió disparada lejos de Andrés-
- ¡Maldita
sea, no puedo con una mujer como ella!, tiene razón, yo solo soy un chamaco sin
dinero, quizás si tuviera el dinero suficiente podría conquistarla, o si fuera más
guapo, no lo sé… -Andrés salía hacia la parada del transporte decepcionado-
Regresaba
a su casa a estudiar algo para su trabajo y luego se puso a jugar videojuegos
hasta muy tarde, al día siguiente, Andrés decidió invitar a Rubí a desayunar a
la fonda de a lado, era muy conocida por toda la oficina pues es bastante buena
y no como cualquiera de las fondas de la doña, era algo gourmet y pensaba que
podría gustarle la idea.
- ¡Ru…,
señorita Rubí! –
- ¿Qué
se te ofrece Andrés? – le respondía Rubí muy ocupada-
-Eh…,
nada, yo solo quería saber si, ¿le gustaría que la invitara a comer al
restaurante de aquí de lado del edificio? –Andrés estaba nervioso esperando su
respuesta-
- ¡Claro
que no!, yo no como esa comida grasosa que venden en esa fonducha barata, yo cuido
muy bien mi cuerpo lejos de toda esa porquería de chatarra-
- ¡Pero,
no es mala comida solo intenta probarla, te gustara! –Andrés insistía-
-
¡Mira ya te dije que no, entiende! –Rubí reaccionaba frustrada-
- ¡Esta
bien, ya no molesto, perdóneme!, yo solo quería… -
- ¿Quería
que señor Villareal, quería que?, ya le dije que yo estoy muy lejos de sus
posibilidades, entienda, no me interesa más que como empleado de esta empresa a
la que servimos, y si no me deja en paz lo voy a denunciar por acoso laboral
–Rubí ahora sí que estaba furiosa-
Andrés
salió de la oficina de Rubí desdichado y cabizbajo, solamente notaba como
algunas de las mujeres que estaban ahí lo miraban burlándose entre dientes.
- ¡Ya
vez, eres un tonto! –Gabriela trataba de consolarlo-
- ¿Por
querer conquistar a una hermosa mujer soy un tonto? –
- ¡Pues
si tonto!, porque esa mujer es nuestra jefa y ni tu ni yo tenemos posibilidad
alguna de que algo como lo que quieres suceda –
-Supongo
que tienes razón –Andrés regresa a su área mientras pasaba el resto del día
triste por tener que renunciar al amor de su vida-
Saliendo
del trabajo, Andrés siguió a Rubí hasta su casa y luego la siguió hasta el
gimnasio para de lejos verla entrenar, después de perderla de vista, sintió que
ya era muy tarde y regreso a su casa, de venida, Andrés se encontró con una
tienda muy peculiar, era como de esas que aparecen mágicamente en las películas,
pues siempre había pasado por ahí y jamás la había visto.
- ¡Hola
Andrés!, ¿Qué se te ofrece? –decía una dulce ancianita vestida de verde, su
cabello rizado con algunas canas y algo chaparra, luciendo como entre los 70 y
80 años-
- ¿Cómo
sabe mi nombre? –respondía el chico asustado tan pronto comentó a la tienda-
- ¡Yo
lo sé todo, o la mayoría del todo! –decía la mujer confianzuda-
- ¡Usted
no puede saberlo todo, es imposible! –
-Es
verdad, sucede que, en tu gafete del trabajo dice que te llamas Andrés, ¿o me
equivoco? –la mujer reía sínicamente-
- ¡Ah,
eso explica muchas cosas! –
- ¡Bueno!,
entonces esa mujer te tiene así de triste ¿no es así? –
- ¿Mujer,
como sabe que…? –
- ¡Ya,
ya, ya!, no hay que ser vidente para saberlo, se nota en tu expresión –
- ¡Perdóneme
señora, pero no estoy para juegos! –Andrés retornaba hacia la calle-
- ¡Espera!
–gritaba la ancianita, -Yo tengo algo que podría ayudarte, es más tengo muchas
cosas que podrían ayudarte-
- ¿Ayudarme,
como qué? –
- ¡Bueno,
pues, aunque no lo creas, yo, soy una bruja, una hechicera o como quieras llamarme!
–la mujer balbuceaba-
- ¡Una
bruja! – gritaba el chico asustado mientras miraba como la mujer brillaba de
verde todo el lugar mientras se oscurecía y parecían salir llamas verdes-
- ¡Así,
es!, soy quienes llaman, ¡Lo imposible, lo sobre natural, lo demoniaco, lo
prohibido, lo divino, lo inmortal! –
- ¡No,
no me haga nada de verdad! –
-
¡Cálmate chico, yo te ayudare! –
-
¿Pero usted quien es, que quiere de mí? –
- ¡Soy
Kata, Kata la hechicera! –
- ¿Kata?,
¡jamás eh oído hablar de usted! –
-Puede
ser que jamás hayas oído hablar de mí, usualmente borro la memoria de aquellos
que no son dignos de escuchar ni de mirarme-
-Bueno,
pero, ¿qué me va a pasar? –
- ¡Nada
te pasara a menos que tú quieras! –
-Y,
¿Cómo es eso, que tipo de brujería es esta? -
-
¡Es magia niña!, la magia que tengo, todo mi poder, tengo muchas cosas aquí que
podrían ayudarte, hechizos, armas mágicas, anillos, collares, medallones,
libros, etc. –
- ¿Hechizos
de qué, de amor? –
- ¡Pues
claro, de todo tipo de hechizos!, puedes pedirme que le haga un hechizo de amor
a la mujer que deseas, o cualquier cosa, solamente que, si me pides enamorarla fervientemente
de ti, o matarla te costara muy caro-
- ¿Qué
tan caro?, la verdad no tengo mucho dinero –
-En
todo tipo de magia hay reglas, no es tan fácil como piensas, la verdad la
muerte es algo con lo que no se debe de jugar-
-Ya
veo, entonces quiero que Rubí sea mía, que piense en mí, que este bajo mi
control –
- ¡Jajaja!,
parece que estas obsesionado con ella, será que más que estar con ella, ¿no es
que deseas ser ella? – la mujer le intuía-
- ¿Ser
ella?, no lo sé, no lo había pensado, ¿eso es posible? –
- ¡Claro!,
en la magia también puedes cambiar almas entre las personas, cuerpos, hacer
transformaciones, posesiones entre otras cosas más, no solo es hechizar,
enamorar, matar, controlar, obtener todo el dinero y el poder del mundo-
- ¡Vaya,
no pensé que eso fuera posible!, lo que me gustaría ahora es castigar a Rubí, hacerla
sufrir, hacerla cambiar por ser tan mala con todos, poder tenerla en mis manos
y que sea mejor persona-
-Pues
entonces quizá te gustaría poseerla, controlarla, cambiar su mentalidad, su
personalidad, por la tuya-
- ¿Cómo
puedo hacerlo? –
- ¡Simple!,
te daré un hechizo de posesión, pero te daré uno que es efectivo, aunque lento,
tu mente se fusionara con la suya y poco a poco ella se perderá y tu tomaras el
control de su mente y de su cuerpo, aunque hay un pequeño sacrificio por ello-
- ¿Sacrificio?
–
- ¡Sí,
un sacrificio…, la muerte! –
- ¡No
señora, yo no quiero morir no me quiero ir no me quiero ir señora! –
-¡No
te iras, ni te morirás realmente!, solo
tu cuerpo, realmente si hay mucho riesgo, pero debes de afrontarlo, el
hechizo te expulsara de tu cuerpo y poseerá a esa mujer, pasaran días para que tú
puedas tomar el control total de ella, pero podrás vivir dentro de ella, ver
todo lo que hace e ir controlado su
forma de ser, tu cuerpo se quedara vacío, inerte, sin alma, morirá en cuestión de
segundos pues eh modificado este hechizo
para que otras almas o demonios no
puedan usarlo como recipiente-
-
¿Demonios? –
-
¡Si, demonios!, están entre nosotros, igual que ángeles, espíritus, etc.-
- ¡Bueno,
está bien, me lo llevo, pero lo pensaré!, no estoy muy seguro de hacerlo y
perder toda mi vida –
La
mujer le entrega el hechizo a cambio de que Andrés le diera un poco de su
energía, pero eso sería cuando el hechizo fuera utilizado por el portador ósea
él mismo.
Andrés
regreso a su casa, estaba algo consternado por todo lo que había hablado con
esa extraña mujer, cuando salió noto que ya era muy tarde, era como si las
horas hubieran volado tan rápido que apenas se habían sentido como 10 minutos
ahí dentro, se dio un baño ligero y se fue a dormir, pensando mucho en Rubí y
en si debía de hacer lo necesario para estar con ella, así sea ser ella misma.
El
siguiente día, Andrés estaba en la oficina, esperaba a Rubí como todos los días
mientras trataba de que no se diera cuenta de que la observaba, siempre le
decían que nada tenía que hacer en el área administrativa a menos que fuera por
algún caso urgente, pero simplemente se hacía tonto estando en un área que no le
correspondía.
-
¡Buen día!, mucho trabajo por hacer –la mujer saludaba a sus compañeros para
luego entrar en su oficina y revisar el papeleo del día-
Rubí
entraba mientras todos estaban fastidiados que a primera hora del día la mujer
ya estaba comenzando a forzarlos, luego de un arduo día de trabajo Rubí salía
contoneando sus caderas como siempre haciendo sentir mal a las demás.
-
¡No sé qué le ven!, seguro se la pasa cogiendo con el jefe, no ven que cada día
se viste más como una puta, por eso la tienen donde la tienen –susurraba
Fernanda
-
¡No deberías ofenderla!, en verdad ella es una gran mujer y con su trabajo lo
demuestra –respondía Andrés-
-
¡Eso solo lo dices porque estás enamorado de ella, pero ella es una perra que
jamás estaría con un tipo como tú! –
Andrés
estaba bastante molesto, siempre era lo mismo, quería sentir que las viejas se
tragaran sus palabras, sobre todo las que molestaban a rubí y su amor por ella,
regreso a su casa muy cansado, estaba triste, mientras terminaba su cena, Andrés
recordó lo que había pasado la noche anterior.
Cuando
fue a dormir, Andrés miro su escritorio, ahí estaba el pergamino con el
hechizo, luego de verlo decía muchas cosas que no entendía, pero debía de hacer
una especie de concentración con su alma y muy noche, el chico estaba apurado,
paso horas dándole vueltas al asunto, miro su celular donde tena unas fotos de
rubí, la miraba bastante feliz, la deseaba verdaderamente, la amaba como nunca,
luego de llorar un rato por ella, tomo el pergamino y comenzó a practicar lo
que debía de hacer.
Andrés
comenzó a recitar el hechizo, realizaba
respiraciones profundas y otras más rápidas, sentía que su interior se consumía,
su corazón palpitaba rápidamente, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y
poco a poco su corazón se detenía, Andrés experimento una especie de trance
mientras que su alma era arrancada de su
cuerpo, sentía como un frio intenso cubría todo su cuerpo, cada vez más parecía
ver una luz muy tenue que indicaba que
estaba perdiendo la vida, pero no había sido así, simplemente todo
termino, Andrés miraba a su alrededor, su cuerpo estaba frente a el tendido en
la cama, lucia muy extraño, como si algo lo hubiera chupado, parecía tener
muchos años menos, luego recordó el pago a la bruja, había absorbido su
juventud, ya no había vuelta atrás, su cuerpo ya no servía
mas, Andrés se alejó lentamente de su cuerpo, con mucho dolor, dejaba atrás
toda su vida.
Pronto,
llego a casa de Rubí, no había entrado a su casa, pero al mirarla era simplemente
hermosa, era como una casa de ensueño, parecía
que Rubí la cuidaba mucho, siempre manteniendo el orden, llego haca donde ella
estaba, parecía un verdadero Ángel dormida tiernamente en su cama, Andrés
no sabía cómo debía de poseerla, simplemente recostarse sobre ella, o caer encima como si fuera en caída libre,
para variar, se encontraba flotando sobre ella, Andrés
intento introducirse en su cuerpo, poco
a poco parecía que su forma astral se fusionaba con el cuerpo de Rubí, la mujer
comenzó a estresarse, se puso algo
resistente, su cuerpo estaba temblando y parecía que moriría, entonces, Andrés
logro entrar completamente dentro de su cuerpo, sentía como su alma y su mente
se fusionaba con la de Rubí discretamente sin provocar lio, Rubí se despertó como
si nada, no sabía lo que pasaba, sentía su cabeza adolorida y con mucho mareo,
sin darse cuenta se quedó dormida, Andrés, comenzó a percibir la esencia de Rubí, su alma era tan cálida,
pronto permaneció tan dormido como ella oculto dentro de su cuerpo comenzando a
vivir con ella una nueva vida juntos.
Rubí
despertaba en un nuevo día, se apresuró a ir al trabajo y comenzó a darse un
baño, Andrés observaba todo, se sentía muy impresionado de sentir el cuerpo de
Rubí como el suyo mismo, solo que aún no
lo controlaba como tal, simplemente era
maravilloso poder mirar a través de los
ojos de Rubí su cuerpo en todo su esplendor, miraba su cuerpo desnudo sin tener
que pedírselo, sentía el roce de sus manos acariciando todo su cuerpo, Andrés
estaba bastante excitado, deseaba poder estrujar sus nuevos senos y sentirlo, Rubí comenzó a
sentirse excitada, llevo sus manos a sus senos inconscientemente y estrujándolos
jadeo incesante, de repente se sintió extrañada
por hacerlo y finalmente terminó de arreglarse para ir pronto al trabajo.
Andrés
paso dentro de Rubí cambiando completamente su forma de ser, aprovechando cada
momento para hacer sentir a Rubí desesperada por cosas que ella pensaba,
imaginaba deseaba y hacia inconscientemente de querer hacerlo, de si quiera
creer que todo eso era posible que ella deseara hacerlo y sentirlo, ella jamás deseo una vida con pareja, de repente
imaginaba una vida con Gilberto, ella no era
grosera ni vulgar, sin darse cuenta tenía la boca muy suelta, jamás
ayudaba a nadie y mucho menos comía cosas cualquiera, siempre cuidaba de su
figura, aunque no dejando hacerlo fue considerable el modo en que ahora comía, al
mirarse sentía un deseo bastante extraño y poderoso por sí misma, estrujaba sus
senos todas las mañanas, amanecía mojada y a veces desnuda, pero una de las cosas
más inquietantes, era que jamasen su
vida había jugado videojuegos ni le llamaban la atención hacerlo, mucho menos
vencer a niños ridículos en línea y por supuesto que jamás coger y dejarse
tocar por un chico de 15 años, Rubí se sentía devastada, los últimos meses
aunque había sido algo feliz con la compaña de Gilberto, no lo sentía de verdad, algo le estaba pasando,
pero cada día que pasaba dejaba de importarle, comenzaba a tomarle el gusto a masturbarse
y a estrujar sus deliciosas tetas, mirar y pervertirse con hombres y mujeres
que miraba por la calle, e incluso una relación lésbica con Gabriela su
asistente.
Rubí
comprendió todo el ultimo día en el que había tenido la oportunidad de reaccionar
por sí misma, su mente en realidad ya no estaba, su alma tenía poca incidencia
en su propio cuerpo y el control de su vida la tenía Andrés.
- ¡No
te preocupes Rubí!, te prometo hacer verdaderamente feliz a Gilberto, él es el
hombre de mi vida, de mi nueva vida como Rubí- Andrés salía a la oficina con el
cuerpo de Rubí, se paseaba en la oficina meneando sus caderas frente a las viejas
que siempre la ofendían-
Luego
de una semana, Gilberto ayudo a Rubí a mudarse a su enorme casa.
- ¡Amor
me hace tan feliz tenerte a mi lado, estos meses han sido los más maravillosos
de mi vida, eres una mujer increíble, le mejor! –Gilberto encanaba a Rubí con
sus palabras-
-
¡Si amor, yo también te amo, me encantas, me haces sentir la mejor de las
mujeres, las más cachonda, libre y segura de mi misma –
Pasaron
unos meses y la boda por fin había llegado.
- ¡Entonces
amiga!, ¿Ya me dirás que es esa sorpresa de despedida de solteros que nos
tienes a Gilberto y a mí? –
- ¡Cálmate
Rubí, no comas ansias, esta noche lo sabrás! –
-
¡Anda dime! –
-Dile
a Gilberto que los espero a los dos esta noche en el hotel Imperial, en la suite
principal –
- ¡Esta
bien, pero espero que sea bueno!, sobre todo si compartiremos nuestra despedida
de solteros juntos-
El día
paso lentamente, Rubí ya quería saber que sorpresa les tenia Jimena a ambos,
cuando Rubí llego a casa, apresuro a Gilberto para irse a la cita con Jimena.
- ¡Hola
Jiim, ya estamos aquí, en la habitación que nos dijiste!, ¿dónde estas? –Rubí
mensajeaba a Jimena mientras ambos observaban la suite-
- ¿Qué
estamos esperando amor? –
-No
lo sé, Jimena dijo que nos daría una sorpresa aquí –
De
repente, música de show sensual comienza a sonar en la habitación, todo se
oscurece mientras que luces luminiscentes de muchos colores alumbraban el
ambiente junto con un poco de máquinas de humo, Jimena aparecía de algún lugar
oculto dentro de la misma suite acompañada de un hombre negro musculoso, ambos
vestidos ella con un bikini muy erótico y el hombre con una tanga, llevaban
globos en sus manos y una caja de cervezas y diversas bebidas.
-
¡Esta noche nos vamos a divertir comunica amiga! –Jimena gritaba mientras
tiraba las cosas por doquier, también sacaba una caja donde venían un par de
accesorios para Rubí y para Gilberto-
Ambos
se pusieron algo incomodos y penosos los
trajes eróticos que les había comprado, no pensaban que las cosas se dieran e
esa manera pero tampoco estuvieron desacuerdo por lo que sucedería, con
confianza, Rubí comenzó a besar al fornido hombre mientras le bailaba una
sensual danza erótica, así como Gilberto
era seducido por Jimena, Rubí sabia lo mucho que a Jimena se le antojaba Gilberto,
lo cual con lo que había hecho esta noche le causaba algo de celo por haberse
aprovechado, pero también era su única amiga
con la que aún mantenía una buena relación y contacto, además ella tendría a Gilberto por el resto de su
vida y quería darles a ambos un poquito de ese deseo, sabía que Gilberto no cambiaría
de parecer pues se había asegurado de que la amaba solo a ella.
Rubí
disfrutaba los apasionados besos del grandulón mientras acariciaba sus alucinantes
músculos bañados en su sudor, recibía sus placenteros besos mientras
experimentaba un fuerte orgasmo luego de sentir la penetración de su gigantesco
pene dentro de ella, Rubí gemía sin
parar, mientras que Gilberto con algo de morbo y de pena por la situación penetraba a Jimena aun acosta de su
relación con Rubí la cual no parecía nada molesta y esperaba tampoco ella se molestara
con ambos por hacer el amor, Gilbert besaba delicadamente a Jimena
mientras que ella se excitaba fervientemente con sus caricias y su miembro
explotando al máximo su sexo, ambas mujeres jadeaban sin parar, el grandulón y
Gilberto se venían dentro de ellas
dejándolas exhaustas, pero la noche seguía, Jimena y Rubí comenzaron a besarse, sentía la pasión dentro
de sus cuerpos, una pasión extraña pero fantástica, luego comenzaron a dedearse
y a darse caricias una a la otra en sus atributos, era una escena nunca antes vista,
mientras que los hombres observaban la situación, riéndose porque ellos jamás
se tocarían pero degustaban de la escena erótica mas mórbida y cachonda nunca
antes vista en su vida, finalmente, Jimena se quedó con el grandote siendo
penetrada gradualmente y placenteramente hasta explotar de orgasmos mientras que
Rubí y Gilberto degustaban de una pasión la acalorada y tranquila con más amor del
que nunca antes habían sentido.
Al día
siguiente, Rubí y Gilberto despertaron abrazados en la cama de la suite, notaron
todo el desastre que habían causado anoche con Jimena y su amigo grandote,
quienes estaban en el otro lado de la suite recostados en otra de las camas,
sin hacer mucho ruido, salieron sigilosamente del hotel regresando a casa para
comenzar a prepararse para la boda que venía mañana, ambos estuvieron
muy preocupados supervisando que todo
estuviera en orden, recibiendo a la
familia en el hotel que habían
registrado todas sus reservaciones y observando que las cosas salieran como lo
previsto.
Rubí
y Gilberto decidieron dormir la noche de la víspera de su boda en cuartos
separados dentro del hotel, estaban bastante felices y ahora solo querían
disfrutar de su soledad una noche antes de estar juntos para siempre.
Rubí
paso toda la noche muy nerviosa, la boda
sería el mejor día de su nueva vida, aprovechó la circunstancia de su soledad y
disfruto de su cuerpo mientras pudo, masturbándose plácidamente con su cuerpo,
pasando sus dedos lascivamente en su sexo mientras se introducía el consolador
que se había comprado hace poco para su disfrute, sentía la vibración del
peculiar juguete explotando sus nervios vaginales y provocaban que su cuerpo
temblara, ponía su culo rígido mientras hacía
presión en el tórax tratando de pujar ese éxtasis que la estaba
dominando, suspirante entre sus jadeos y sus gemidos más sutiles y perversos
que podría expresar estando sola y libre
consigo misma, estrujando sus senos solo como ella sabía hacerlo ahora que tenía
bien estudiado las sensaciones de todo su cuerpo hasta finalmente venirse luego
de tres rondas de estar bajo el poder de la llana sensibilidad de sus
atributos.
Por fin
el día había llegado, Rubí se levantaba saltando felizmente de la cama,
estiraba su cuerpo plácidamente luego de la noche tan rica que había
disfrutado, era ya momento de comenzar a prepararse para la ceremonia, todos
los invitados estaban ya llegando,
mientras que los amigos del novio lo apoyaban y lo consolaban en el final de su
soltería, mientras que Rubí se daba un baño y se arreglaba con un hermoso
vestid apoyada de su madre y de Jimena quienes la dejaban como una verdadera
diosa.
- ¡Amiga
te vez increíble! –
- ¡Gracias
amiga!, la verdad es que amo este vestido, desde que me lo probé supe que sería
el vestido perfecto –
- ¡Hija
estoy tan feliz por ti!, jamás pensé que llegaría este momento –
-
¿Ya puedo llevarme a la novia? –
- ¡Papa!
–gritaba Rubí –
Todos
los invitados esperaban mientras que el novio estaba nervioso y listo, la musca
de bodas comenzó a resonar en la iglesia, todos admiraban como Rubí caminaba
sensualmente en medio de todos, con el paso empoderado de su imagen acompañada
de su padre quien estaba llorando de felicidad por ver a su hija finalmente casarse
con el hombre a quien le confiaría la mano y la vida de su hija.
- ¡Entonces!,
¿Rubí, aceptas casarte con Gilberto? –el padre preguntaba-
- ¡SÍ,
acepto! –Rubí respondía sonriendo sin pensarlo mirando hacia los ojos
cristalinos del amor de su vida-
- ¡Entonces,
los declaro, marido y mujer! –
Ambos
se dieron un beso y la ceremonia había concluido, todos siguieron entonces de camino
a la fiesta, la tarde y noche habían sido fabulosas, los invitados estaban
realmente entretenidos con el evento, las ocurrencias de la pareja de recién
casados entre otras cosas que sucedían entre los invitados.
Finalmente,
ya muy noche, los novios salieron en una carrosa elegante y muy fina,
trasladándose directamente a un avión privado que los llevaría hasta Hawái,
donde pasarían su luna de miel.
Ambos
estaban ansiosos por llegar, tan pronto como entraron a su habitación, Gilberto
cargo caballerosamente a Rubí hacia la cama, se besaron apasionadamente
mientras Gilberto desnudaba a Rubí sutilmente con sus manos, las cuales
acariciaban la escultural silueta de la hermosa mujer que ahora era su esposa, el
amor de su vida, se besaron y se dieron caricias en todo sus cuerpos, Rubí estaba
lista para recibir el miembro de Gilberto, ahora se sentía más especial que
nunca antes, pues ahora estaba
formalmente casados, Rubí sentía su miembro entrar finitamente por su sexo,
estremeciéndose y jadeando tiernamente mientras provocaba que Gilberto la
deseara fuertemente, Gilberto la montaba fuertemente mientras que la sostenía
como una verdadera diosa, sintiendo como la penetraba firmemente mientras gemía
respirando paulatinamente reaccionando a sus impulsos, Gilberto sostuvo con
fuerza su abdomen para luego dejar venir su fluido masculino dentro de ella,
Rubí jadeaba como una niña mientras se estremecía por el interior de sus
sentidos, resoplando con furor el amor que le tenía a Gilberto, ambos se
deslizaron entre las sabanas y se durmieron abrazados.
“Mi
querida Rubí, sea donde sea que estés
ahora, lamento que no puedas entender el final de todo esto, pero amo
cada parte de mi nuevo ser, amo el haber destruido tu vida para rehacer la mía,
usando tu cuerpo, tú sensualidad y tu poder, me excita cada día el saber que
tengo tu cuerpo, que puedo estrujar tus deliciosas tetas como nunca hubiera
podido hacerlo mejor que siendo tu misma, el tocar y nalguear este culito sin
tener que pedírtelo y sobre todo me rechaces día tras día por si quiera salir conmigo, eh pasado de ser ese chico
detestable y mediocre que tanto me creías, a ser la mujer empoderada y millonaria
que tu jamás pensaste ser, tengo tu excito, tengo tu vida y tengo tu cuerpo, jamás
pensaste que un hombre pudiera arrebatarte todo lo que con tanto esmero
conservaste, espero que ahora entiendas que lo que Dios te da, un simple hombre
desdichado te lo quita si no lo sabes apreciar y lo dejas como un idiota más,
ahora que estoy esperando un hijo de Gilberto, sé que tu vida está
completamente en mis manos y que seré la mujer más feliz de la tierra, porque
yo…, ¡Soy Rubí!”
Me encanto la historia me pareció interesante que contarás el principio ya estando en el final
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