lunes, 5 de octubre de 2020

“La Posesión de Rubí” Parte 3



Al día siguiente, Rubí amaneció algo cansada, estaba realmente preocupada por su estado, además de que sentía algo muy fuerte por la ausencia de Andrés, jamás le intereso como hombre ni si quiera como amigo, pero aún era un compañero de trabajo quien siempre cumplía responsablemente con la empresa en verdad trabajaban muy bien juntos.

- ¡Hola buen día Susy! –le decía a la mujer algo asustada pero más calmada-

- ¡Hola señorita buen día! –

-Escucha lamento lo del otro día, no era mi intención, no te asustes, solo quería saber que había sido de Andrés, en verdad que me preocupa- le decía suplicante-

Entonces la mujer comienza a contarle cómo sucedieron las cosas, Andrés llevaba casi dos semanas ausente, ya lo habían dado de baja de la empresa, llamaron a sus familiares y simplemente con dolor y con tristeza les dijeron que lo encontraron sin vida en su departamento, Rubí se muestra preocupada y Susy le da un par de datos que esta le pidió, el número de sus padres y la dirección de su departamento y la de sus padres.


Al terminar el día, Rubí decide llamar a los padres de Andrés, todo el día se había sentido bastante ajetreada y con un gran bajón de ánimo, todo el maravilloso fin de semana que había pasado parecía haberse arruinado con tan trágica noticia.

- ¡Hola buenas tardes!, ¿se encuentra la señora Villareal? –Rubí pregunta ansiosa-

- ¡Buenas tardes, si señorita soy yo!, ¿Quién me busca? –preguntaba la señora algo deprimida-

- ¡Soy Rubí!, soy jefa de Andrés, bueno mejor dicho lo era, lo lamento mucho –Rubí entrecortaba la voz tratando de no romper el llanto, también parecía sentir un sentimiento de cariño al escuchar la tierna voz de la mujer-

La señora quebró la voz y entre sollozos no dejo de llorar del otro lado del teléfono.

-Señora me da mucha pena, pero…, ¿me permitiría visitarla mañana en la mañana?, me encantaría poder hablar un rato con usted- Rubí suspiraba esperando una respuesta amable-

- ¡Si, claro señorita, con gusto!, la recibo a las 8, pues mi esposo sale a trabajar a las 7 y supongo usted debe de estar muy ocupada en su trabajo- la mujer respondía cortes ante la antelación de la mujer-

Finalmente ambas se despidieron y Rubí regreso a realizar sus ejercicios al  gimnasio, se esforzaba nuevamente pues se sentía algo  cansada, con falta de energía y sobre todo preocupada por la situación que vivía la familia de Andrés, luego del duro entrenamiento, paso por el súper a comprar algo de despensa y un vino muy fino para regalárselo a los papas de Andrés, por alguna razón creyó que el vino de cava espumosa de Champán del 94 sería mejor opción para el gusto embriagante del padre de Andrés.

Regreso a su casa y aun con algo de tiempo decidió leer un libro de relatos de la ciencia antes de dormir, poco después Rubí se quedó dormida esperando con ansias a la mañana para arreglarse lo mejor posible y visitar a la mama de Andrés.


Al día siguiente Rubí se prepara y sale de prisa a la casa de los papas de Andrés sin siquiera mirarla dirección, toca a la puerta y la dulce señora la recibe sorprendida de admirar a la hermosa mujer que visitaba su casa, tomo la pequeña canasta de despensa muy alegre y muy curiosamente laborarla de vino que especialmente le gustaba a su marido.

- ¡Hola buenos días, soy Rubí!, ayer por la tarde hable con usted y me permitió muy amablemente visitarla-

- ¡Buenos, días, claro pase! –le decía muy sonriente-

-También me atreví a traerle este humilde obsequio de mi parte, es una despensa y una botellita de vino muy especial que me nació traerle como agradecimiento-

- ¡Ay hija, muchas gracias, no te hubieras molestado! –la mujer sonríe efusivamente, estaba bastante feliz de que una persona tan bonita y noble como ella se molestara en traer hasta su casa algo como eso-

Pasaron los minutos hablando, Rubí trataba de no entrar en detalles sobre la muerte de su hijo, aunque tenía ese cosquilleo de investigar qué había sucedido realmente.

-Mi niño siempre hablaba maravillas de usted, me contaba lo mucho que admiraba su trabajo y lo hermosa que es, ahora ya lo veo, realmente es mejor de lo que me la imaginaba- sonreía la mujer coquetamente sin perjudicarla-

- ¡De verdad!, el debió quererme mucho entonces como para soportarme en el trabajo, soy muy dura como jefa, o al menos eso eh escuchado sobre mí- Rubí se alegraba-

- ¡Pero claro que sí!, mi niño estaba muy feliz, nos contaba que es la mejor en su trabajo, aunque en verdad si nos decía que bastante estricta, pero ahora solo veo lo buena y encantadora mujer que es- la señora muy amablemente le decía-

-Me parece perfecto, me encanta hablar con usted, sí que sabe hacer sentir mejor a las personas- Rubí asentía mientras trataba de pensar en cómo formular bien sus palabras, -Y, si no es indiscreción, me gustaría entender que paso con Andrés, espero no incomodarla- Rubí esperaba que el humor de la mujer se derrumbara-

- ¡Pffff!, me has dado en el clavo de mi calvario- anticipaba la mujer entre leves sollozos-

- ¡Perdón no era mi intención hacerle sentir mal! –se disculpaba Rubí preocupada por su estado-

-No, no hija, no te preocupes es normal, todos quiere saberlo, incluso yo, lo cierto es que, a Andresito, lo encontramos acostadito en su camita, lo buscamos como locos, llamamos a su trabajo, pasaron unos días sin que respondiera las llamadas, hasta que algo sentí dentro de mí y decidí que era momento de irlo a buscar a su departamento donde vivía muy solo mi niño- las palabras eran dolorosas para ella-

Rubí simplemente sentía que su corazón se rompía, veía a la mujer narrando con el alma destruida la manera tan horrible en la que sucedieron las cosas, Rubí se sintió algo triste y se acercó sutilmente a la mujer para abrazarla, le sentía mucho cariño como si la conociera de muchos años, ambas se abrazaron mientras que sentían un extraño cariño que las conectaba, la mujer rápidamente aprecio el cariño de Rubí, si bien jamás había  pensado hacer lo que estaba haciendo por uno de sus subalternos, era una mujer dura y firme que si alguien salía o entraba en la empresa solo le importaba el mero interés productivo antes que el bienestar de quienes estuvieran a su mando, sin olvidar tener un buen manejo de su personal como lo había estudiado durante toda su carrera, siempre había dicho que ser una administradora era más pesado que cualquier otra carrera que existiera, incluso aborreciendo a sus compañeros de otras  áreas como a los ingenieros como Andrés de que lo suyo no era tan complejo y absorbente como el de ella.

Antes de que se fuera más el tiempo, Rubí se despidió de la señora, no sin antes pedirle permiso de visitar el antiguo departamento de Andrés, pero la mujer aun triste le menciono que su departamento había sido entregado a las autoridades y posteriormente cancelado por la dirección del edifico momentáneamente, solamente habían logrado obtener algunas de sus pertenencias, pero que si gustaba otro día podría entrar a admirar el cuarto de Andrés con más calma, Rubí se despidió y corrió antes de que se hiciera más tarde a su trabajo.

Había pasado ya un mes, Rubí había frecuentado las últimas semanas con Gilberto, habían pasado los días más emocionantes de su vida junto al hombre de sus sueños, siempre había deseado poder experimentar el amor de un hombre quien la domara como una verdadera diosa, un sentimiento muy extraño el cual se había aferrado en los últimos tiempos en su mente.

En esta ocasión, Gilberto le tenía preparada una sorpresa a Rubí, por cumplir un mes desde su maravilloso reencuentro.

- ¡Hola amor!, estaba pensando en lo mucho que me encanta una mujer, es preciosa y muy buena en la cama –

- ¡Hola bebe!, ¿así, y quien puede ser esa mujer tan preciosa y sumisa que te encanta tanto?  – amos se ríen bobamente.

-Pensaba si…, querías ir tu y yo en mi carro este fin de semana a Acapulco-

- ¡Acapulco, me encantaría! –

Luego de despedirse, Rubí llamo a Jimena para contarle todo lo que había vivido junto con Gilberto estos días.

- ¡Amiga! qué bueno saber de ti, después de que me dejaste abandonada por el buenote de Gilberto no había sabido nada mas de ti –

- ¡Ay, sí amiga no sabes lo buenota que está y de su verga ni hablamos! –

- ¡Eh, si…!, hay quien te viera tu toda fresa y hablando de vergas, desde cuando a la señorita refinada se le salen esas palabrotas –le decía Jimena extrañada-

- ¡Ay que amargada wey!, ósea ya madura, no estamos en la prepa queriendo parecernos las más perras, si se me hace con este cabron ya chingué toda mi vida, o sea lo amo, tiene un cuerpazo, esos músculos de macho bronceado y en la cama es toda una máquina –

- ¡Amiga sí que te la pasas bien!, ojalá se nos haga boda pronto-

- ¡NI lo dudes amiga!, no sabes, me acaba de invitar para irnos juntos a Acapulco, seguramente me pedirá que se case conmigo en la playa así todo romántico, y luego tendremos sexo bien cochino toda la noche, me haga su perra y…-

- ¡Ya amiga!, neta que, que oso, andas medio rara, pero me gusta que te pongas tan perra con Gilberto, bueno ay me hablas para saber todo, solo no seas tan cochina que te pueden escuchar- ambas chicas se despiden y se ríen entre si-

- ¡Gabrielaaaaa! –

- ¡Sí Rubí! –llega Gabriela velozmente-

-Mira, me iré de viaje unos días, así que por lo tanto tomare mis vacaciones, de esas que me debían desde hace mucho tiempo, ya dejé todo arreglado, tu serás quien me supla mientras yo no estoy, es momento de que te agarres los ovarios y sepas manejas los altos mandos, aprovecha que te estoy dando esta grandiosa oportunidad- Rubí ordenaba a Gabriela quien estaba extrañada por su actitud, últimamente se había vuelto muy vulgar con todas en la oficina-

- ¡Muchas gracias Rubí, prometo que no te fallare! –Gabriela respondía mientras se acercaba lentamente por su espalda y acariciaba su culo redondito-

- ¡Vez, que no es tan difícil complacerme, me encanta que me agarres como una perra!, acaso te excita domar a tu jefa? –Rubí desembocaba sus hormonas-

- ¡Poor supuesto, me encanta hacerte mi perra! –

Ambas mujeres comenzaron a besarse, sus manos  acariciaban una a la  otra mientras que sus vaginas estaban dilatadas de todo el placer que experimentaban en sus cuerpos, Rubí se sentía desenfrenada, todos esos  sentimientos tan diversos y nuevos que su cuerpo le ordenaba no terminaba de comprenderlos totalmente, pero solo sabía que necesitaba liberar esos pensamientos y disfrutar del momento, le metió las manos a Gabriela en su vagina y tenía a la chica gimiendo con fuerza mientras sentía la presión de su vagina echando chorros del placer que Rubí le provocaba con tan vil experiencia como si llevara años tocándola como su perra, Gabriela hizo lo mismo y Rubí quien era  aún más sensible termino por ser la perrita de Gabriela una vez mas quien estaba completamente sometida ante las caricias de Gabriela, sus besos por todo su cuerpo, en sus atributos y en sus labios de ambos lados, todo lo que Gabriela la complacía y lo hacia perfectamente, luego saco su pequeño juguete y penetro la  vagina de Gabriela mientras la montaba como su fuera un hombre adueñándose de ella, ambas se vinieron dejando la oficina hecha un conjunto de aromas y sabores por el suelo de alfombra, de las tres veces que lo habían hecho esta ocasión tuvo un fascinante final extremo entre sus cuerpos, finalmente Rubí regreso a preparar sus cosas y espero toda la noche a que Gilberto llegara en la mañana y viajar junto con su cálida compañía.

- ¡Hola amor!, qué bonita te vez, ya te extrañaba –Gilberto la besa-

- ¡Umm, me encantan tus besos!, yo también te extrañaba, esta rica vagina extraña tu verga-

- ¡Wow, que intenta te pones, ¿tanto te excito? -

- ¡Pues claro, eres el novio de este cuerpecito y eres un hombre que sabe cómo coger a una mujer como yo como se debe-

Entonces ambos subieron al auto de lujo de Gilberto y pusieron su marcha a la ciudad paradisiaca y la mejor ciudad turística del mundo, durante el viaje, Rubí se quedó dormida en varias ocasiones y en algunos momentos no dejaba de roncar y balbucear cosas sobre tetas, culos y vaginas, lo cual dejaba un poco desconcertado a Gilberto, aunque luego frecuentemente susurraba “Gilberto te amo” entre sus sueños y el hombre sentía que Rubí lo amaba de verdad.


- ¡Amor, ya llegamos! –Gilberto la despertaba-

- ¿Qué, que paso, me siento muy cansada? –

-Ya llegamos, mira ahí está el hotel-

- ¡Ah, perdón!, debí quedarme dormida todo el viaje, no fue mi intención-

-Descuida amor, lo importante es haber llegado a salvo-

Ambos salieron del auto se registraron y se acomodaron en su habitación, una hermosa cama King Sise los esperaba lleno de rosas y un par de botellas de vino.

- ¡Esto es tan hermoso, gracias me encanta! –

- ¡De nada amor, todo para hacer feliz a mi diosa! -

Luego de unos besos y caricias, Gilberto tenia rendida de nuevo a Rubí quien no podía dejar de resistirse a sus encantos.

- ¡Entonces te gusta mi verga! –Gilberto bromeaba-

- ¡Sí, me encanta tu vergota!, me hace sentir como la mujer que ahora soy- Rubí desvariaba mientras Gilberto la besaba-

Poco a poco Gilberto  comienza a penetrarla mientras que Rubí deja que la someta como una perra mientras jadea fuertemente como Gilberto introduce su sexo en el de ella fervientemente tratando de complacer sus deseos, cada vez  que Rubí sentía el miembro de Gilberto dentro de ella sentía que recuperaba energías, pasaron unos minutos  antes de que Gilberto se viniera en los que Rubí tomaba sus pechos y los jugaba como nunca haciendo que Gilberto se sintiera provocado y  entusiasmado por mirar a Rubí muy perversa consigo misma.

Luego de ese recibimiento tan placentero en el hotel, se alistaron para salir a una cena en la playa, Rubí estaba emocionada, parecía que sería el momento en el que Gilberto le ofreciera casarse con ella, mientras ambos cenaban las indirectas no dejaron de acercarla a la cereza del pastel.

-Estos han sido los días más fantásticos de mi vida, simplemente me encantas día más, no puedo dejar de ver la hora para estar cada vez más contigo- Gilberto abría sus sentimientos-

-Tu a mí me encantas también, no te lo demuestro cada que dejo que me metas tu vergota y me hagas una perra como lo que soy- Rubí soltaba la lengua-

- ¡Eje, claro amor!, aunque sabes me gustaría…, bueno olvídalo –Gilberto silenciaba el mal gusto que sentía por escuchar a Rubí tan mala lengua-

- ¡No dime, que pedo, a mi dime las cosas directamente! –Rubí sentenciaba-

- ¡No!, no es nada solo que, me gustaría no fueras tan efusiva con tus comentarios, a veces son algo molestos o extraños, e incluso algo machistas contigo misma-Gilberto respondía temeroso de que la mujer se pusiera arrecha-

-Pero amor, así soy, o lo eh sido últimamente, eh sentido que tu amor me ha cambiado, me ha convertido en una perra…, en una chica muy feliz por tenerte, sabes que antes era una amargada que solo buscaba seducir por poder, pero ahora que te tengo de nuevo en mi vida solamente quiero estar contigo y que me hagas tuya cada día- Rubí intentaba salvar la situación-

-No te preocupes hermosa, yo comprendo, me encanta la Rubí que eres ahora, mucho más de lo que maginaba-

Ambos terminaron de cenar, mientras que Rubí terminaba algo, satisfecha, regresaron a su cuarto luego de una larga caminata admirando el mar entre la capa de la noche la luna y las estrellas y se durmieron abrazados juntos el uno al otro.

Por la noche, Rubí estaba algo inquieta, Gilberto se despertó  al mirarla somnolienta, como si estuviera queriendo decir y hacer algo, pero solamente la encontraba extraña mientras sonreía y pasaba sus manos sutilmente por su cuerpo, estrujaba sus atributos y parecía que estaba realmente excitada por hacerlo, poco después dejo de hacerlo luego de mirar como su vagina había estallado dejando la cama muy mojada y olorosa, Gilberto se quedaba impresionado, recordaba esas fantasías de adolescente donde miraba mujeres masturbarse y hablando como machos y eso le encantaba, por ello pensaba que Rubí era la mujer perfecta para él, lo tenía todo para ser su esposa y la mujer con la que quería pasar el resto de su vida.


Ya era de día, Gilberto se despertó teniendo a el amor de su vida a su lado, estaba en verdad enamorado, se inclina a darle un par de besos a Rubí admirándolo  hermosa e inocente que se veía y se levantó para darse un baño y decidir qué  era lo primero que debía de hacer en el hermoso puerto de Acapulco, el lugar más famoso del mundo, Rubí estaba feliz, despertaba lego del hermoso sueño que había disfrutado anoche, de repente se encuentra  con sus  senos nuevamente y comienza a estrujarlos deliciosamente, Rubí sentía mucha fascinación como nunca por sus lindos atributos, se sentía como un chico disfrutando de la belleza de una chica la cual ella misma tenia, de repente Gilberto sale del baño semidesnudo y comienza a masturbase frente a el pervertidamente sin importarle, Gilberto la mira sorprendido y sin demora su miembro se pone duro notándose debajo de la toalla.

- ¡Eres una pervertida Rubí! –decía Gilberto riéndose y sintiendo ganas de ella-

- ¡Es que me encanta despertar cada semana y saber que tengo estas tetas y una vagina bien rica para divertirme, y que mejor si estas tu ahora para complacerme- Rubí le decía morbosamente, cada día parecía otra y ella lo sentía inconscientemente-

Ambos se rieron ante su perversión, Rubí se levanta de la cama dirigiéndose hacia  el miembro de Gilberto, lo mira totalmente erecto y comienza a masturbarlo acariciando su grueso miembro con sus suaves y delicadas manos, Gilberto admiraba como Rubí meneaba su miembro con mucha experiencia mientras le producía un fuerte orgasmo al momento de frotarlo con sus dedos, luego, Rubí  abrió la boca deseosa  de tener su miembro dentro de ella, y con su lengua le realizaba una mamada a su pene, Gilberto disfrutaba de la felación que Rubí le estaba haciendo, sin duda esa mujer lo llenaba cada vez más de sorpresas, el hombre no tardo en venirse y Rubí provoco que su pene explotara en su boca derramando toda la leche caliente que deseaba probar con sus propios labios, Gilberto estaba sorprendido de lo bien que Rubí se tomaba las cosas sexuales, era como tener a la mujer de su vida quien sería su futura esposa y su puta personal siempre que lo deseaba y quien lo complacía como nadie.

Rubí se desnudó frente a él haciendo que mirara su sensual cuerpo, Gilberto  estaba excitado, Rubí se metió al baño, encendió la regadera, enjabono todo su cuerpo frotando el jabón delicadamente con sus manos acariciando su culo firme y sus tetas con fascinación, Gilberto se metió junto a ella penetrándola lentamente por detrás mientras estrujaba sus senos con sus fuertes manos resbalándose por el jabón lo que hacía que sus pezones se sintieran más encendidos al ser frotados por los dedos de Gilberto, Rubí estaba jadeando sin poder frenar los impulsos e instintos sexuales de Gilberto, comenzó a montarla por detrás como un toro mientras la cálida agua de la regadera bañaba sus cuerpos, Rubí experimento el más fuerte de los orgasmos, una fantasía sexual cumplida al tener sexo en la regadera con su hombre, incluso cumpliendo dos repentinas fantasías al haber mamado la verga de  Gilberto y tenido sexo en la regadera, todo en tan solo unas horas.

- ¡Gilberto! –gemía Rubí dejándose llevar-

- ¡Me encanta como te prendes por mí- Gilberto le susurra mientras la besa sutilmente por el cuello teniendo su pene dentro de ella y frotando sus senos con sus manos por detrás-

Luego Gilberto se vino una vez más, había sido una experiencia muy placida para ambos, estaban deseosos y llenos aun de energía.

Ambos salieron del hotel, primero irían a desayunar y luego a la playa, Rubí estaba fascinada con el lugar, le encantaba el mar y sentir la brisa del aire corriendo por todo su cuerpo, de repente Gilberto nota como Rubí se le  quedaba mirando a unas lindas chicas que caminaban por la playa, lo que hizo que se le ocurriera una muy perversa idea, nadaron un rato en la alberca, Rubí  lo estaba disfrutando como nunca, parecía que le encantaba sumergir su escultural cuerpo en la alberca y notar como todos los hombres la miraban pervirtiéndola y deseándola, algo que no molestaba del todo a Gilberto pero comprendía que era muy atractiva para varios hombres, después salieron al cine donde la pasaron un buen rato agradable miran una película de superhéroes la cual tenía bastante entretenida a Rubí, Gilberto jamás había pensado que a Rubí le gustaran ese tipo de películas, al salir muchos chicos adolescentes se le quedaban mirando, a lo que Gilberto les llamo la atención, aunque Rubí parecía algo pretenciosa y dejaba que los puberto calenturientos admiraran su belleza, incluso frotando su culo y sus tetas delante de ellos para provocarlos, a Gilberto le pareció algo curioso pero simplemente imagino que se estaba divirtiendo alucinando a esos inocentes chamacos.


Gilberto llevo a Rubí de regreso al hotel, prepara un poco la habitación, dejo a solas a Rubí un rato y salió a comprar una lencería provocadora para Rubí a su medida y un par de juguetes, llamo al servicio de Scords de la ciudad pidiendo por dos hermosas chicas con buenos atributos, al regresar, Gilberto noto como Rubí estaba bastante entusiasmada con su cuerpo, en verdad parecía otra y no dejaba de agasajarse con sus senos, se notaba que lo estaba disfrutando demasiado.

-¡¡Amor, te tengo una sorpresa! – decía Gilberto emocionado-

- ¡Amor, ya llegaste, que sorpresa dime! –gritaba Rubí asustada por su actitud y el momento en el que él llegaba, así como de emoción por saber que sorpresa le tenía-

Entonces Gilberto abre la puerta y dos hermosas chicas entran a la habitación, una era morena, alta con dos grandes senos, un vestido ajustado con el escote suficiente para ver sus grandiosas gemelas y llegando al ras de su culo donde se extendía un conjunto largo de lencería, mientras que la otra chica igual de joven de unos 32 años, lucia de pelo rubio, ojos  verdes, buenos atributos pero no tan grandes como la otra, un vestido ajustado que  de igual forma dejaba ver todos  sus encantos y tenía la lencería perfecta debajo de su hermoso vestido.

- ¿Entonces, te gustan? –preguntaba Gilberto ansioso-

-Pero ¿qué te pasa?  –le decía Rubí contradictoriamente, aunque por dentro estaba que se moría de las ganas-

- ¡Amor!, perdóname pensé que te gustaría, no sé porque era una fantasía que tenía y la imagine pensé que resultaría no te enojes conmigo por favor- suplicaba Gilberto asustado-

- ¡Eres un estúpido!, ¿crees qué una chica como yo querría algo así de perverso con mi novio y dos putas? –

- ¡Amor, lo siento de verdad! –

- ¡No seas tonto!, claro que sí, solo jugaba, que rico pienses en tu mujer, veo que no has dejado de ser el idiota pervertido que yo pensaba-

- ¡Amor, me asustaste!, ¿de verdad no te molesta todo esto? –

-No para nada, me encanta- Rubí rodeaba a las dos lindas chicas examinando sus lindos cuerpos-

-Entonces, ¿Cuál de las dos te gusta más? -

Rubí observaba a las dos chicas, toma a la morena por el culo besándola mientras sujetaba sus grandes senos, luego toma a la fuerza a la otra y la besa, tira de sus vestidos y las deja en lencería para verlas semidesnudas.

- ¡Amor te compre algo! –decía Gilberto interrumpiendo su pasión mientras sacaba el traje que le había comprado, unas esposas y un par de consoladores-

- ¡Eres el mejor! –le respondía Rubí-

La chica no tardo en desnudarse mientras las otras dos mujeres se besaban y tocaban con Gilberto.

- ¡Ey, ese es mi hombre pinches perras! –gritaba Rubí agraviando a los por menores-

Separo a las chicas de su novio y comenzó a besarlo.

- ¿Te gusta cómo me veo? –

- ¡Sí, te ves hermosa, bien sexy, me encantas! -

Luego Rubí tomo la verga de Gilberto y obligó a la rubia  que se  la mamara mientras que Rubí sujetaba a  la morena obligándola a abrir sus piernas para meterle en su vagina la tanga con pene que Gilberto le había regalado, pronto los cuatro se estaban dando pasión y placer en un evento desenfrenado y fantástico que Gilberto jamás hubiera pensado que sería posible de no ser porque Rubí tenía una mente bastante pervertida y lo suficientemente madura para aceptar querer tener una diversión como esta.

Gilberto estaba anonadado, miraba como dispuestas se esmeraban en darles placer mientras que Rubí parecía estar desenfrenada penetrando con su pene falso la vagina de la morena mientras que él era complacido por la rubia, luego Rubí paso a la Rubí mientras que Gilberto montaba a la morena, después Rubí comenzó a ser penetrada por Gilberto mientras que obligaba a la morena a metérsela con la tanga con miembro o por el ano y la rubia besa sus tetas mientras los tres la montaban dejándola fascinada  y complacida de todo  el placer que le daban entre todos, Rubí fue montada como una perra sucia por tres sujetos teniendo algo más fuerte y extraño que un trio, parecía como una especie de orgia de la que nunca hubiera pensado ser parte así como Gilberto fuera parte de ella, ahora sabía que Gilberto podría aceptar su bisexualidad  y  mucho más aceptar tener un tipo de evento como estos e el futuro sin chistar.

Gilberto estaba bastante excitado, sentía el poder de ser el macho entre las tres mujeres, después de un rato, por fin logro sentir el orgasmo que los llevo al final a todos, los cuatro estaban sudando y con mucho placer recorriendo sus cuerpos, Gilberto se vino dentro de Rubí y la  mujer se quedó retorciéndose mientras recibía  su carga caliente dentro de su vagina, Rubí beso y manoseo a las dos mujeres un poco más y Gilberto tomo algunas fotos de ella con las mujeres para guardarlas en su archivo secreto para el recuerdo.

Gilberto le pago a las dos chicas y luego de arreglarse ellas se fueron, Rubí termino de experimentar las fuert4es sensaciones que recorrían todo su cuerpo lleno de placer.

- ¡Gracias amor, estuvo delicioso! -

- ¡Si mi diosa!, todo para complacerte, nunca imagine que tuvieras estos gustos tan peculiares- Gilberto se recuesta junto a ella besándose mientras acaricia su cuerpo aún caliente-

Después de ese cálido beso, se dan un refrescante baño entre ambos sin mero morbo más que el darse un baño como pareja así mismos y finalmente piden una cena sencilla al servicio para terminar el día felizmente.




3 comentarios:

¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vídeos en comentarios, con los siguientes códigos:

[img]URL de la imagen[/img]

[video]URL del video[/video]