Me
había suicidado, ya estaba harto de mi maldita vida, quería una vida mejor si
es que había una vida después de la muerte, siempre fui rechazado por la
sociedad, nunca logre un buen trabajo y era la vergüenza de mis padres, quienes
preferían a mi hermana, quien tenía una buena vida, quien ya era una exitosa
empresaria, quien era el ejemplo en la familia, pues ella lo tenía todo,
dinero, una buena casa, un buen carro y mucho más, además, era la que se
sacrificaba, trabajando día y noche en su supuesta empresa.
Cuál
fue mi gran sorpresa, que al llegar al purgatorio me encontré con el dios de la
muerte, el me pregunto qué porque había hecho lo que hice, pues bien sabían que
me había suicidado, yo le conté todo acerca de mi triste y horrenda vida, que
tan solo deseaba regresar a la vida como alguien mejor, con una vida grandiosa
como la de mi hermana, quien era a quien mis padres adoraban, entonces, la
muerte se rio de mí y con su guadaña toma mi alma arrojándola de regreso a la
tierra.
-¿Qué
paso, en donde estoy? -jadeaba confundido, mientras despertaba de un sueño
bastante confuso, -¿Cabellos largos y rubios, tetas?, decía cuando note que ya
no me encontraba en mi cuerpo si no en el de una mujer, me sentí totalmente
diferente, tenía un cuerpo de mujer, cuando entonces descubrí que a mi lado se
encontraba un hombre apenas despertando, -¡Ummm, que rico muñeca, toma, los $1500
de la cogida!, -¿Cogida…? -escuche mi voz y me había parecido muy familiar,
aunque muy dulce y linda, pero, ¿Cómo que cogida, quien era yo entonces,
acaso…, la maldita muerte me regreso en el cuerpo de una maldita prostituta?
Me
levante rápidamente sintiendo muy extraño todo mi nuevo entorno, -¡NO puede
ser, Raquel, soy Raquel! -gritaba aterrado, admirando en el espejo como ahora tenía
el cuerpo de mi tonta hermana, la muerte me había regresado, pero en su cuerpo,
entonces ahora tenía su cuerpo, ahora era una mujer, pero, porque ese hombre me
había dado dinero por cogerse a mi hermana, eso solo quería decir una cosa, la
maldita de Raquel nos había visto la cara todo este maldito tiempo, Raquel era
un fraude y ahora por su culpa me había quedado con su puto cuerpo de
prostituta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vídeos en comentarios, con los siguientes códigos:
[img]URL de la imagen[/img]
[video]URL del video[/video]