No sĂ© cĂłmo es que tuve el valor de regresar, habĂa pasado ya mucho tiempo desde aquel dĂa y no podĂa pensar en nada mĂĄs que regresar al lugar donde crecĂ toda mi vida, estaba muy nerviosa por lo de pasarĂa al regresar, mi cuerpo ya no era el mismo, no sabĂa si me reconocerĂan, sobre todo si me recordarĂĄn tan si quiera, ¿CĂłmo podrĂan recordarme con este cuerpo tan fino, tan deseable, tan delicioso, tan sexy y coqueto?
Todo sucediĂł aquel dĂa hace tres años, cuando yo estaba bebiendo mis chelas con mis cuates, habĂamos salido de la construcciĂłn y nos pusimos a beber como cada fin de semana, recuerdo bien que estaba caminando ebrio hacia mi casa cuando de repente, una pinche mĂĄquina extraña bajo del cielo y con una luz muy fuerte me absorbiĂł hasta dentro, todo era muy confuso, miraba una luz verde muy fuerte en el interior, me sentĂa extrañó, mi cuerpo estaba paralizado y sabĂa que eso no tenĂa que ver con lo borracho que pudiera estar, escuchaba los gritos de una niña, miraba unas grandes formas humanoides pero todo era tan confuso, finalmente me quedĂ© dormido y para cuando pude reaccionar, despertĂ© en una cama muy cĂłmoda, estaba en un cuarto muy decente, casi todo color rosa y blanco.
-¡Que chingados!- grite luego de mirar dos bultotes de carne en mi pecho-
Me levantĂ© de trancazo y sentĂ como mi pecho se agitĂł bruscamente, me doliĂł un poco pero luego note el cabello largo cayendo hasta por debajo de mis hombros, corrĂ hacia donde imaginĂ© estaba en baño, no podĂa creer lo que mis hijos miraban, era una niña, una niña bien buenota, toque mis tetas, se sentĂa tan rico, despuĂ©s de unos minutos de explorar mi nuevo cuerpo estaba ya ya toda mojada de la pucha, me sentĂa tan excitada, luego sentĂ una fuerte presiĂłn en mi abdomen, me estaba doliendo demasiado, estaba aterrado, pensĂ© que morirĂa, me baje los calzones y me encontrĂ© con mi pucha, estaba mojadita y de ella salĂa sangre.
¡Auxilio me muero!- grite pero no hubo respuesta-
Mis piernas temblaban, me sentĂ© en el escudado y mire como la sangre se me salĂa de la vagina, con mis dedos intente abrirla un poco notando cĂłmo se sentĂa tan sensible y eso hacia que saliera mĂĄs sangre como si me abriera camino, me tardo asĂ un buen rato en lo que el dolor predominaba, pero luego de calmarse note como salĂa la orina muy chistosante, me levantĂ© tratando de limpiar mi nueva pucha de todos los fluidos que me habĂan salido, olĂa bien culero, luego me mire de nuevo en el espejo ya con mi cuerpo desnudito, estaba re buena la pinche vieja y yo era ella, salĂ del baño a explorar dĂłnde estaba, el cuarto era enorme, tenĂa mucha cosas de chica, encontrĂ© un armario enorme y en el habĂa un chingo de ropa de chica que ponerme, hice un sacadero de cosas pero poco a poco me la iba probando y se me miraba bien sexy.
DespuĂ©s de varios dĂas sin entender lo que pasaba, habĂa descubierto que ahora era Jimena, una chica Colombiana de 20 años que estudiaba administraciĂłn en USA, mis nuevos padres eran ricos y yo tenĂa una nueva vida bien chingona, de ser un viejo pobre de 57 años a ser una hermosa señorita millonaria preferĂa mil veces ser una vieja bien rica a un viejo pobre en la miseria, nunca sabrĂ© el porque esos alienĂgenas me reclutaron y me pusieron en este cuerpecito, pero sea lo que sea estarĂ© agradecido toda mi vida.
-¡Hola Cabo! -le decĂa a mi mejor amigo sorprendiĂ©ndolo-
-¡Ps ora che vieja!, ¿quĂ© tranza? -contestaba el-
-¡Soy yo, Paco! -le decĂa temblando-
-¡No mames cabron, como vas a ser mi carnal!-
-¡Te lo juro por mi madrecita chula que si soy!-
-¡Nel!, como crees que mi carnal en paz descanse va a ser una vieja tan buenota, ya niña lĂĄrgate de aquĂ que te pueden violar-
-¿Una vieja bien buenota cĂłmo estĂĄ te mostrarĂa las tetas solo porque sĂ? -me alzaba la blusa y me acercaba-
-¡Ărale nel hĂĄgase paya, segurito es una broma pa joder y yo no quiero irme al bote!-
Tome sus manos y las lleve hacia mis tetas.
-¡Ya cabron, ah no mames PS tan bien pinche buena! -contestaba sujetando mĂĄs fuerte mis tetas-
-¡Ahhh!- gemĂa frente a el- ¿Ya me crees pendejo?-
-Ps la neta creo que ya wey, pero cĂłmo pasĂł pues...-
Fue entonces que comencĂ© a contarle todo, el me dijo que luego de esa noche habĂa actuado muy raro, mi viejo yo decĂa que era una chica, llorando y muy violenta, nadie le creyĂł, todos la trataron como a un viejo pendejo y loco pervertido, pero despuĂ©s de un tiempo desdichada se suicidĂł, luego de platicar con unas chelas, lo invite a ir a mi hotel conmigo, se dio un regaderaso y nos fuimos con mĂĄs chelas a mi cuarto, la pasamos bien rico si pedos, me hizo su mujer, no negare que al principio sentĂ un poco de asco, pues los gustos de este cuerpecito eran finos y no le gustaba que cualquier marrano se metiera entre mis piernas, pero querĂa que mi compa disfrutarĂĄ de este tesoro tanto como yo, el ya era viudo, su vieja muriĂł desde hace años y sus hijos lo habĂan abandonado, como no podĂa consentir a mi compa luego de años de no vernos.
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