Hola mis amores, estĂĄ es mi primera historia oficial ahora que soy la nueva Karina de este blog, espero que les guste ya que no soy muy experta en esto, pero trato de hacer un buen trabajo, espero sus comentarios.
Gracias bebitos fiu fiu đđ
¡Por culpa de un juego TG!
Todo habĂa empezado en una
tarde tranquila, habĂa regresado del trabajo y estaba cansado, querĂa ponerme a
jugar videojuegos pero antes de eso me sentĂ con ganas de pedir una pizza y
meterme a ver mis paginas TG favoritas, fue entonces cuando me encontré con el
blog de Jessica, un blog que solĂa leer a menudo, al entrar mire la noticia de
una nueva dinĂĄmica, curioso porque Karina justamente habĂa publicado una
recientemente y al participar esta ni siquiera me dio el cuerpo que deseaba
como ella decĂa que lo darĂa.
AsĂ que decidĂ leer lo que
Jessica decĂa, sin esperar que pudiera ser real como en otros juegos del TG,
entonces, la dinĂĄmica consistĂa en tu lĂmite de baterĂa, con respecto a Ă©l,
obtendrĂas tu nuevo cuerpo, habĂa cuerpos desde exuberantes, comenzando con el
de una quizĂĄs rusa lo suficientemente tetona para sumergir mi rostro en ellas,
pero me dio mucho miedo pensar en tener un cuerpo con dos tetas asĂ de grandes,
ese al menos era el primer cuerpo que ostentaba un 80%.
Luego proseguĂ con el
siguiente cuerpo, era el de una mujer negra, lo cual al principio no me
desagrado tanto, pero al verla a primera instancia, me dio mucho asco terminar
en un cuerpo como ese, este ostentaba un 60%, mientras que el siguiente cuerpo,
radicaba en una mujer trans, aunque sus tetas em dejaron babeando, el ver su
cosa entre las piernas me dejo pensando en querer desearlo, ¿Yo para que querĂa
otra verga?, este ostentaba un 40%.
Entonces proseguĂ mirando el
siguiente cuerpo, el cual me dio muchĂsimo miedo, ¡De ninguna manera!, gritĂ©, mirando
a la asiĂĄtica que mĂĄs que policĂa parecĂa una prostituta curiosamente embarazada
como clic bait de un odioso juego, ¡Ni loco!, miraba que este ostentaba un 20%,
entonces el penĂșltimo cuerpo, ostentando un 10%, parecĂa un cuerpo mĂĄs normal,
pero al mirarla a detalle se notaba algo vieja o de un cuerpo no muy agradable,
asĂ que no pensaba mucho en eso, por lo que continuĂ© hasta llegar al Ășltimo y
quizĂĄs mejor de todos los cuerpos, aunque con la triste realidad de que no
durarĂa mĂĄs que un par de horas para regresar a tu cuerpo, pues era el cuerpo
limite, con un terrible 5%, quizĂĄs un cuerpo del pilĂłn.
Miraba analizando los cuerpos,
¿QuĂ© me tocarĂa?, entonces, mire hacia mi celular, notando que habĂa olvidado
que al llegar a casa lo habĂa dejado conectado para que se cargara, entonces,
al tomarlo, el icono de la baterĂa apareciĂł instantĂĄneamente, mostrĂĄndome que
la baterĂa ya ostentaba un 100%.
¿QUEEEEE?
Grite con algo de pĂĄnico, al
pensar con el corazĂłn acelerado que habĂa olvidado que estaba jugando un juego
peligroso, ahora miraba de nuevo a la computadora y efectivamente el primer
cuerpo del que ostentaba mĂĄs del 80%.
¡UFFF, que suerte!
Jadee luego de ver que no era
un mal cuerpo, pero me habĂa aterrado al saber que esas gigantescas tetas me
tocarĂan si esto fuera real claro, ¡Jajaja!, ¿Por quĂ© no era real, o sĂ?
Entonces se supone que ese serĂa
mi cuerpo, ¿No?, pensaba, mientras que imaginaba que algo absurdo ocurrirĂa
como en esas historias de fantasĂa, ¿QuĂ© seguirĂĄ ahora?, ¿Me dolerĂĄ el pecho o
cambiare de cuerpo?
QuizĂĄs no debĂ de haber hecho
esas insinuaciones, ni alardear sobre pensar que era solo una fantasĂa de un
juego, pero repentinamente, el cuerpo comenzĂł a demolerme, como una aguda
sensaciĂłn que recorrĂa todo mi cuerpo, yo era un poco delgado, aunque no tanto
como para pensar que estaba hasta los huesos, estos pronto comenzaron a crujirme,
empezaba a jadear de dolor, mientras que las distintas partes de mi cuerpo se transformaban.
¡NOOOOOOO!
Gritaba asustado al saber que
me estaba convirtiendo realmente en el cuerpo que me habĂa elegido en este
desafortunado o afortunado juego, mi pecho comenzĂł a crecer, presionado
fuertemente contra mi playera la cual parecĂa que se estaba rompiendo, sentĂa
como los pezones de estos se sentĂan realmente sensibles, mi cuerpo se sentĂa demasiado
caliente, cuando entonces sentĂ un horrible cosquilleo en mi entrepierna y
pronto una grande erecciĂłn creciĂł presionado contra mis calzones hasta que
comenzĂł a reducirse para volverse lo que horriblemente imaginaba era una vagina
femenina.
Mi voz comenzaba a sonar cada vez
mĂĄs femenina y un poco madura, el cabello comenzaba a crecerme al igual que mi
culo, por lo que mis curvas parecĂan pronunciarse hacia dentro transformĂĄndose
en unas prominentes curvas.
¡Ahhhh, mi cuerpo!
Jadeaba mirando todos esos
cambios presentables en mi cuerpo, estaba temblando, no querĂa esto, al menos
no ahora, pensé que solo era un maldito juego.
Tocaba mis tetas desnudas
notando como se hundĂan en mis enormes senos, eran suaves y bastante sensibles,
pero pronto comenzĂł a dolerme la maldita espalda, mi vagina se sentĂa caliente
y ese sentimiento realmente comenzaba a incomodarme, pues no solo era el calor
que sentĂa recorriendo mi cuerpo, sino tambiĂ©n el sentir como ese Ăłrgano desconocido
para mi anterior masculinidad se humedecĂa todo el tiempo sin parecer
detenerse.
Me quite la ropa que aĂșn me
quedaba, mirando como todos mis ahora atributos colgaban y se agitaban por
todas las partes de mi cuerpo, ¡Carajo, soy esa mujer!, chillaba al verme en el
espejo, no sabĂa cĂłmo podrĂan tomar esto mis padres, temblaba de solo imaginarlo.
¿QuĂ© debĂa de hacer ahora?, ¿CĂłmo
podrĂa conseguir una nueva identidad para esto?, ¿Me quedarĂ© asĂ para siempre?,
¿RecuperarĂ© mi cuerpo?
Todas esas preguntas invadĂan
mi mente, estaba en shock mirando ese cuerpo tan irreal desnudo frente a mĂ, necesitaba
hacer algo, de ninguna manera podĂa quedarme asĂ, no sabĂa que pasarĂa con mi
vida si esto no tenĂa soluciĂłn, ¡No querĂa esto, no querĂa estas gigantescas
tetas!, asĂ que decidĂ ir a la raĂz y hablar directamente con Jessica para que
me regresara a la normalidad.
¡NO PUEDE SER!
¡NO PUEDE SER!
¡NO PUEDE SER!
¡NO PUEDE SER!
¡LA ESTUPIDA DE JESSICA ME
BLOQUEO!
Estaba temblando, al parecer
ni siquiera esa persona sabĂa que esto pudiera ser real, entonces que
significaba, ¿Me quedarĂa atrapado en este cuerpo para siempre?
No querĂa alarmarme, empecĂ© a
respirar hondo, quizås esto solo era un sueño o una obra de mi imaginación,
quizĂĄs el pensarlo me absorbiĂł demasiado y mi mente se estaba confundiendo de
una realidad a otra, asĂ que mejor decidĂ irme a la cama y dormir, mañana tenĂa
trabajo y estaba ya muy cansado, por lo que me entristecĂ de ya no jugar mis videojuegos,
con trabajos caminĂ© hacĂa mi cama, estĂĄs tetas rebotaban demasiado, me sentĂa
bien raro caminar con este cuerpo desnudo, me tumbe a la cama y acto seguido
trate de mantener la calma hasta quedarme dormido.
Durante la noche, sentĂa como
todo mi cuerpo daba vueltas sobre la cama, mis nuevos atributos estorbaban mis acostumbrados
movimientos en la cama, por lo que dormir boca abajo como me gustaba ya no era
una opciĂłn, pues me molestaban los senos contra el colchĂłn, pasaron las horas y
por fin habĂa amanecido, aunque me sentĂa muy cansado por todo el ajetreo de
anoche, pero entonces lo peor sucediĂł.
¡MIERDA!, ¡MIERDA!, ¡MIERDA!
AĂșn seguĂa con ese cuerpo, aĂșn tenĂa esas gigantescas tetas colgando de mi pecho, ya era un nuevo dĂa, no podĂa estar soñando, de ninguna manera esto parecĂa ser un tonto sueño, oprimĂ mis semejantes con fuerza, me doliĂł un poco pues lo habĂa hecho con rabia, mirando como mis manos dejaron marcas muy rojas en la suave y blanca piel de mis ahora senos.
Me levante frustrado sintiendo
unas enormes ganas de hacer pis, mi estomago grillaba de hambre y no tenĂa ni comida
en el refrigerador, estaba acostumbrado a comprar comida en la calle, me sentĂa
horrible, al parecer tenĂa cĂłlicos de vieja, no sabĂa cĂłmo soportar esto.
Caminé hacia el baño, carajo
ya no tenĂa mi pene, me tuve que sentar tal cual mujercita, entonces tampoco sabĂa
cĂłmo impulsar ese musculo vaginal para orinar, con trabajos metĂ mis dedos sintiendo
cosquillas hasta que por fin el pipi saliĂł, me sentĂ tan caliente y humillado
por eso, ademĂĄs todo se me corriĂł por detrĂĄs y fue algo asqueroso secarme aquella
zona que ahora tenĂa entre las piernas.
Moverme a todos lados también
era un fastidio, miraba mi rostro en el espejo, no estaba fea, ni tan vieja, pero
realmente no era mi gusto saber que este era mi aspecto, las tetas me pujaban
hacia el frente y me dolĂa mucho la espalda, querĂa vestirme para intentar
salir a la calle a buscar comida, pues ahora ni al trabajo podĂa ir con este
aspecto.
Fue entonces que una llamada sonĂł
en mi telĂ©fono, habĂan pasado horas desde la mañana y no me habĂa presentado al
trabajo.
- ¿Por quĂ© no se presentĂł al
trabajo hoy? –
- ¡Bueno, discĂșlpeme jefe, es
que…! –
- ¿Jefe?, ¿Pero quiĂ©n es
usted?, ¡PerdĂłn nĂșmero equivocado! –
HabĂa olvidado que mi voz
actual no era la de un hombre, sino la de una dulce mujer, mi voz sonaba suave
y femenina, entonces volvĂ a llamar esperando a que creyera mi mentira.
- ¡Bueno! –
- ¡Jefe…!, ¿Es usted el jefe
de mi hijo verdad? –
- ¡SĂ, asĂ es!, ¿Entonces
usted es su madre? –
- ¡SĂ… soy su madre! –respondĂ
con algo de pena –¡Lo que pasa es que ni hijo se puso muy mal anoche, lo
tuvimos que traer hasta nuestro pueblo para cuidarlo, espero que no se moleste
–
- ¿En verdad?, ¡Esta bien
señora!, tiene toda la razĂłn, una disculpa, no debĂ ser tan insensible, ¡DĂgale
a su hijo que puede tomarse unos dĂas si asĂ lo necesita! –
- ¡Muchas gracias, que amable!
–
No podĂa creer que mi plan
saliera a la perfecciĂłn, aunque habĂa sido raro fingir ser mi propia madre,
pero al menos tenĂa algo de tiempo para poder volver a la normalidad, aunque
regresando a ver mis enormes tetas, pensaba que esto era mĂĄs una realidad que
no terminarĂa.
Me sentĂa horrible, no sabĂa
que hacer, estaba acorralado, intente ponerme algo de ropa, pero nada me
quedaba, todas mis playeras ahora me quedaban cortas, apenas y podĂan cubrir mis
tetas hasta un poco del ombligo, dejando mi cintura bastante descubierta, pero
sobre todo haciendo relucir mis senos aĂșn mĂĄs enormes sobre la tela.
Luego me puse un pantalĂłn, que
ahora me quedaba apretado del culo, después terminé de ponerme los tenis, al
menos estos si me quedaron, no calzaba tan grande, suspirĂ© mientras me sentĂa
todo raro vistiendo ropa de hombre con un cuerpo femenino y muy exuberante.
Entonces decidĂ salir a
comprarme algo de ropa, por lo que me vio a la mente un segundo dilema, pue si
no tenĂa dinero, estaba corto ya que pronto serĂa el pago de la renta, entonces
como demonios me comprarĂa ropa, no me quedo de otra mĂĄs que hacerle una mentira
mĂĄs a mi jefe.
- ¡Bueno! –
- ¡Señor, una disculpa!, mire,
es que mi hijo necesita unas medicinas con urgencia y no tenemos nada de dinero
dice mi hijo si es posible pueda ayudarnos a comprarlas, necesita algo de
dinero, ¿PodrĂa enviarlo a su cuenta? –
No sabĂa cĂłmo demoños iba a
creer eso, como se supone que me enviarĂa dinero asĂ de la nada, pero al
parecer mi voz tenĂa algo que para el sonaba seductora y en lugar de responderme
agresivo como lo harĂa con cualquier persona simplemente cediĂł y rĂĄpido aceptĂł
enviarme algo de dinero para ayudarme.
- ¡Muchas gracias señor, mi
hijo se lo pagara con muchas horas extras! –
- ¡No hay problema señora!,
dele mis saludos, es un gusto ayudarle a una bella dama como usted –
ColgĂł luego de eso y me sentĂ
totalmente confundido, ¿Realmente los hombres harĂan lo que fuera por una mujer?,
la idea me dio escalofriĂł, pero bueno, al menos ahora tenĂa dinero, no sabĂa cuĂĄnto
me habĂa enviado asĂ que revisĂ© luego de que llegara la notificaciĂłn a mi
teléfono.
Fue entonces que al ver me quede
en shock, pero mĂĄs aun por pensar en lo que debĂa de pagarle una vez que
regresara a la normalidad.
“10 mil pesos mx”
¡NO PUEDE SER, ES DEMASIADO
DINERO!, ¿AHORA COMO SE LO VOY A PAGAR…?
A menos que nunca recuperaré
mi cuerpo y jamås se lo devolveré xD, pensaba algo tonto mientras trataba de
asimilar todo el dinero que me habĂa de cierta manera, donado, proseguĂ con mis
planes cuando de repente el vecino de abajo saliĂł totalmente sorprendido.
- ¡Wow, discĂșlpame no te vi!
–me decĂa al verme, luego de casi chocar con mis estorbosas tetas –
Su nombre era Francisco, era
un chico con el que jugaba por internet en ocasiones, ambos nos conocĂamos y coincidĂamos
en lĂnea jugando en equipo, pues al vivir casi juntos nos sentĂamos como un
equipo, Ă©l tenĂa 35 años, trabajaba como contador en un despacho mediano, aĂșn no
habĂa conseguido novia y vivĂa soltero, aunque tambiĂ©n sabĂa que era un
pervertido.
- ¡Hola, una disculpa tengo
prisa! –
- ¡Espera!, ¿quiĂ©n eres? –
- ¡Te dije que no tengo tiempo
Francisco! –
- ¡Espera!, ¿CĂłmo sabes mi
nombre…? –
No tenĂa tiempo para
interrupciones, necesitaba salir a conseguir algo cĂłmodo para este cuerpo,
sentĂa como mis tetas rebotaban sin parar, esto comenzaba a ser muy fastidioso,
incluso sentĂa como querĂan salirse de mi corta playera, pero al legar a la
calle, muchos hombres comenzaron a mirarme, entonces sentĂ el verdadero terror,
al haber olvidado que principalmente no debĂa de salir a la calle con un cuerpo
como este, menso teniendo la ropa asĂ de corta que hacĂa que todo se me agitara
y saliera por los lados.
- ¡Hola mamacita! –
- ¡Que ricas tetas tienes
amor! –
Pero ademĂĄs de las habladas,
muchos me miraban las tetas con demasiado morbo, yo no podĂa regresar a verlos,
me sentĂa con mucha vergĂŒenza, sol deseaba que esto terminara, conseguĂ un taxi
y rĂĄpidamente le pedĂ que me llevara a la plaza mĂĄs cercana, esperando librarme
de todo ese acoso que estaba experimentando por la calle,
Aunque no todo se quedĂł asĂ,
pues el chofer se quedaba mirĂĄndome las tetas, ademĂĄs de que hacĂa todo lo
posible por azotar el carro contra baches con tal de que mis tetas rebotaran y
se diera un gusto al verlas, pero, aunque le mostré mi cara de molestia, el siguió
cĂnicamente con su juego, al llegar, le pague sin mirar atrĂĄs, pues sabĂa que
de mala fe me estaba mirando el culo.
Trate de ya no pensar en eso,
solo me estaba incomodando, caminé hacia alguna tienda lo ma råpido que pude, entonces
me tome con una tienda de lencerĂa, que fue lo primero que imaginaria hacer si
en algĂșn momento se hiciera realidad mi sueño, trate de no sentirme mal y entre
a la tienda con todo gusto, lo primero que hice fue ir hacia las tallas
grandes, pues mis senos no entrarĂan de ninguna manera en copas pequeñas y
necesitaba algo que de verdad amortiguara el peso que me quebraba la espalda.
Fue entonces que una linda
chica se acercĂł a ayudarme, no sabĂa que prenda tomar ni el tamaño que elegir,
ella comenzĂł a mostrarme muchas opciones, entre tallas, colores, texturas y
todo tipo de costuras, todas me parecĂan lindad y me animo a probĂĄrmelas ayudĂĄndome
a colocarlas en mis senos y a abrocharlos seguros en mi espalda, teniendo varis
estĂmulos y conjuntos que combinaban entre el sujetador asĂ como la tanga, que
bueno, no era algo que me hiciera sentir muy cĂłmodo, pero al menos me quitarĂa
el dolor de espalda con el que cargaba, a la chica le pareció extraño verme
vestido de esa forma, parecĂa un chico con cuerpo de mujer, pero se olvidĂł del
tema una vez que me mirĂł salir muy femenina posando la lencerĂa que me habĂa
prestado.
No sabĂa cĂłmo tomarlo, en
verdad me veĂa bastante sexy, mis senos resaltaban y la verdad es que ya no me dolĂa
mucho al soportar el peso con la prenda, mi culo tambiĂ©n se veĂa bastante sexy,
pues, aunque la tanga se me metĂa entre las nalgas, le daba una exquisita forma
a todo mi cuerpo.
Al terminar en esa tienda
decidĂ dejarme un conjunto puesto, ya que me sentĂa mĂĄs cĂłmoda, aunque mi playera
ya no parecĂa resistir mucho, incluso ahora se habĂa alzado un poco mĂĄs y la
talla parecĂa salir hasta mirarse la costura de mi enorme brasier.
- ¡Son 3 mil 500! –me decĂa la
chica al pagar –
¡QUEEEE!
No lo podĂa creer, pensaba
mientras miraba mi tarjeta, al sentir con horro como perdĂa 3 mil 500 pesos de
trancazo, aunque bueno, eran prestados y por ahora no tenĂa por quĂ© pagarlos,
al menos me servirĂan de algo mientras estaba en este cuerpo, Sali de la tienda
decidido a reducir mi inversiĂłn, no planeaba pagar mucho dinero por mĂĄs ropa de
la necesaria, entonces continue mi shopping en una tienda de ropa femenina, me
sentĂa extraño de andar por ahĂ con un cuerpo de mujer entrando en tiendas de
mujeres, al menos no parecĂa un chico raro entrando a estas, sino una mujer en
busca de vestirse bonito con su cuerpo.
Al llegar a una tienda, varias
mujeres se acercaron dĂĄndome consejos y miles de opciones, me habĂa bombardeado
al parecer tambiĂ©n habĂa ofertas muy buenas ese dĂa, no sabĂa que hacer, todo
me gustaba, aunque no parecĂa quedarme debido a mis grandes dimensiones, pero
una tras otra empleada fue entregĂĄndome ropa que pudiera ajustarse a mis
necesidades, sin pensarlo, comencé a probarme todo, miraba a las demås mujeres, incluso me tocó ver a
varias desnudas, quienes ni si quiera se daban cuenta de que las viera por
morbo, pues no veĂan a un hombre pervertirlas, sino a una mujer como ellas, lo
cual me hizo sentir bastante increĂble, como si tuviera un sĂșper poder.
Luego de probarme vestidos,
las blusas, faldas, trajes y de todo un poco, no me habĂa dado cuenta de cuanto
me saldrĂa el chistecito, pues al llegar a la caja con todo lo que me habĂa
probado, la señorita me pidió 5 mil pesos de pago.
Comenzaba a amar esto y
rĂĄpidamente volvĂa a odiarlo, increĂble el gasto que se hacĂa comprando cosas
de mujeres y eso que aĂșn me falaban los zapatos, con todo el dolor de mi
cartera, pague quedĂĄndome mil 500 pesos restantes en la tarjeta, bueno, mĂĄs
unos 2 mil que me quedaban de ahorro antes de la tragedia.
DecidĂ salir vestido con un
bonito vestido, resaltaba mis grandes senos con un escote pronunciado, digo, si
debĂa de soportar este castigo, al menos querĂa lucirlo lo mejor que podĂa,
aunque no es que me gustara que los hombres me miraran las tetas, pero era algo
que debĂa de aprender a sobre llevar si terminaba quedĂĄndome asĂ por siempre.
Continue mi camino hacĂa ahora
una tienda de zapatos, en esa no me fue tan mal en gasto, pĂșes decidĂ llevarme
unos pares cĂłmodos y solamente unas zapatillas con un poco de tacĂłn, pues al probĂĄrmelos
me caĂa constantemente y la chica que me ayudaba solamente se burlaba de mi
torpeza, pues no estaba acostumbrado a pasear con tacones con un cuerpo como
este.
Al final la cuenta solo me
habĂa salido en lo que me quedaba del prĂ©stamo de mi jefe, pero todo eso me
habĂa hecho olivarme de que necesitaba comer urgentemente eso hasta que mi
estomago crujió pidiéndome con muchas ganas algo de alimento.
Comenzaba asentirme desesperado,
para colmo, llevaba muchas bolsas de compras que habĂa hecho, ¿estĂșpidamente
habĂa gastado 10 mil pesos en estas feminidades?, pensaba mientras buscaba algo
que comer con mucho deseo.
Al llegar a una zona de
comedores, no pude pensar en elegir algo mejor que hamburguesas, eso serĂa rĂĄpido,
barato y que me dejarĂa lleno, por lo que rĂĄpido decidĂ ir a un BQ a comprarme
al menos 3 hamburguesas, una para comer aquĂ y dos para llevar, claro que ese
no podrĂa ser el alimento de una mujer como yo, pero no podĂa permitirme gastar
mĂĄs de lo necesario, debĂa de pagar las cuentas dentro de unos dĂas para vivir.
Al llegar al lugar, notaba
como muchas personas se me quedaban viendo, no parecĂa normal que una mujer
como yo lo era pidiera unas hamburguesas, algunos hombres parecĂan solo
morborsearme, mientras que algunos me parecĂan algo lindo y me sonreĂan, me sentĂa
muy raro de que eso pasara.
- ¡Son 300 pesos! –la señorita
de la caja me dijo al recibir mi orden –
- ¡Esta bien! –le dije
renegando u poco por el costo –
Primero pensaba regresar a
casa y comerme mis hamburguesas al estar ahĂ tranquilamente, pero el estĂłmago
me crujĂa demasiado y no podĂa dar ni un paso mĂĄs hasta no comer algo, me sentĂ©
en una de las mesas y empecĂ© a devorarme mi hamburguesa, pero tanto fue mi avaricia que sin darme cuenta habĂa derramado
todos obre mis tetas, cosa que me dio algo de asco, pues era incomodo tener
comida pegajosa en la piel; mientras que algunas personas me miraban por lo
extraño que yo como mujer me comportaba.
Ya me estaba llenando,
aparentemente este cuerpo no soportaba grandes cantidades de comida, asĂ que
mejor guarde la mitad de la hamburguesa para levĂĄrmela a la casa, recogĂ todas
mis cosas y como una bella y delicada dama, continue caminando por la plaza
hasta que recogĂ un taxi que me llevara de regreso, me habĂa dolido haber gastado
tanto, y eso que apenas era mi primer dĂa como mujer, por lo que ahora me
quedaba pensar en que hacer para aganar dinero ahora que se supone debĂa de
aceptar esta nueva identidad.
Luego de tomar el taxi de
regreso, una vez mĂĄs, este chofer igualmente veĂa y con mejor vista mis tetas,
no podĂa negar que eran enormes, eran una gran vista, un completo espectĂĄculo
de erecciones para cualquier hombre que me tuviera en sus manos y sobre todo en
su carro con las tetas rebotando a todo lo que daban por sus bruscos
movimientos.
Afortunadamente llegamos al
departamento, saque todas mis cosas del taxi, aunque el chofer estaba extrañado
de que una hermosa mujer como yo viviera en un lugar asĂ, tuve que esforzarme
para moverme y subir todas mis compras por las escaleras del edificio, pero
entonces, me tope una vez mås con el imbécil de Francisco, quien para variar,
habĂa tropezado al mirarme las tetas con una mejor presentaciĂłn de las mismas
en ese escote sumamente pronunciado con el que la vendedora me habĂa dejado
vestida.
Por lo que al verme las tetas
se quedĂł impactado mirĂĄndome como un vivo pervertido.
- ¿QuĂ© no tenĂas que ir a
trabajar el dĂa de hoy? –le dije olvidĂĄndome por completo de la situaciĂłn –
- ¿Oye quiĂ©n eres tĂș y como
sabes tanto de mĂ?, ¡Yo ni te conozco!, ¿O sĂ? –
Su pregunta era obvia, estaba
en problemas, asĂ que sin decir nada mĂĄs, aparente estar molesta por su acto y
continuĂ© mi camino hacia mi departamento, pero no me habĂa dado cuenta de que
este menso me habĂa seguido hasta que tocĂł a mi puerta.
- ¡Oye, oye!, ¿EstĂĄs aquĂ
vecino?, una hermosa tetona entrĂł a tu departamento, ¡Dime que es verdad por
favor! –el pendejo de Francisco insistĂa –
- ¡Ya, ya basta!, ¿QuĂ© quieres
pasa? –
AbrĂ la puerta solo para ver como
sus ojos rĂĄpidamente se fijaron en mis pechos, regreso a verme tratando de no
reĂrse como un patĂ©tico y luego entro, sentĂa su mirada hacia mi culo por
detrĂĄs, pero no lo culpo, se movĂan demasiado con mis caderas al igual que mis
senos que no dejaban de moverse incluso con el sujetador puesto, me estaba
cansando de esto, la costura ya me picaba la espalda y desafortunadamente no
podĂa alcanzarme con los brazos, me iba de frente a cada rato y era realmente
un fastidio.
- ¿QuiĂ©n eres tĂș?, ¿En dĂłnde estĂĄ
mi vecino? –preguntaba Francisco desesperado por su lujuria al verme mĂĄs que
por su preocupaciĂłn por no verme a mi –
- ¡Mira Francisco, tienes que
calmarte si!, sĂ© que es difĂcil de creer, no deberĂa decirte esto, pero soy yo,
Chris, tu vecino –le dije sin pensar –
- ¡Queee, no puedo creerlo!, tĂș
no puedes ser esta hermosa tetona, debe de ser una broma, Ă©l sabe cuĂĄnto me
gustan las tetonas y seguro te pago para hacerme creer que tenĂa una novia
tetona y jugarme una mala broma –
- ¡No es asĂ Francisco!, en
verdad soy yo, tĂș crees que para mĂ es fĂĄcil saber que ahora tengo estas cosas
en el pecho, no sabes lo difĂcil que ha sido el dĂa de hoy, sentir las miradas
de los hombres por la calle e incluso tu mirada a estas cosas ahora mismo –
- ¡Eh, jeje, perdĂłn amigo!,
o…, ¿amiga? –
No sabĂa que contestar ante
esa afirmaciĂłn, pero mi corazĂłn se estaba acelerando, me tenĂa con cierta
angustia el que Francisco estuviera dentro de mi departamento mientras miraba como
un adolescente caliente mi cuerpo como si quisiera desnudarlo.
Traté de continuar explicando,
aunque no parecĂa querer entender de razones, lo Ășnico que hacĂa era seguir con
esa cara de asombro sin dejar de mirar hacia mis tetas, aunque le parecĂa difĂcil
creerlo, no tuve mĂĄs alternativa que mostrarle el tipo de juego que habĂa
experimentado.
Pero al verlo, mire con terror
que Jessica ya lo habĂa borrado y no se encontraba en ningĂșn otro lado,
sospechaba algo muy seri en este momento, pero ahora mismo me preocupaba en
verdad ya no recuperar mi cuerpo.
- ¡Bueno!, entonces, ¿cĂłmo se
supone que debo creerte? –Francisco insistĂa –
No quise darle mĂĄs detalles,
me sentĂa muy cansado y mi espalda me dolĂa, mis tetas me tiraban hacia
adelante sin querer, mientras caminaba tratando de llegar hasta el sofĂĄ para
descansar mi cuerpo un rato, ambos nos sentamos en el sofĂĄ, pues parecĂa seguir
insistiendo para “platicar”, mientras me interrogaba cosas como, ¿QuĂ© se siente
tener eso enormes senos?, o si ya me habĂa metido algo en la vagina, la picazĂłn de mi sujetador era insoportable,
trataba de estirar mis manos para alcanzarme pero no podĂa, entonces, con un
gesto de sufrimiento, le pedĂ de favor a Francisco que fuera por detrĂĄs y me
ayudara a calmar el ardor que me comĂa la espalda.
Cosa que fue un grave error,
Francisco rĂĄpidamente se puso detrĂĄs de mĂ, yo me estirĂ© un poco para que no le
estorbara, mis senos parecĂan tirarse hacia delante por la gravedad y entonces
el comenzĂł a sobar mi espalda haciendo que mi ardor se calmara, de repente, sus
manos comenzaron a deslizarse y debido al peso que me estaba ganando, no pude
detener sus manos que rĂĄpidamente se habĂan puesto rodeando mi cuerpo para alcanzar
mis senos.
- ¡Pero que estĂĄs haciendo
Francisco! –le gritaba sorprendido y con un leve gemido a punto de estallar de
mi boca –
- ¡Ya amor!, solo dĂ©jate
llevar, estas bien buena, mira nada mĂĄs estas chichotas cabron, sabes cuanto me
gustan las tetonas, nada mĂĄs dĂ©jame manosearlas un poquito –
- ¡Espera, no hagas esto, es
extraño, me siento raro, dĂ©jame ya! –
Trataba de impedir que
Francisco continuara manoseando mis senos, ya de por si esto se veĂa bastante
raro y sin querer habĂa caĂdo en sus sucias intenciones, no podĂa hacer nada,
pues estaba aplastado y casi inmĂłvil sobre el sofĂĄ mientras que Ă©l me tenĂa a
su dominio y placer, sujetĂĄndome por la espalda y sosteniendo mis senos apretĂĄndoles
con fuerza, presionaba mis pezones y eso me hacĂa sentir muy caliente, ahora no
solo tenĂa unas enormes tetas, sino que tambiĂ©n habĂa descubierto que en manos ajenas
se sentĂan aĂșn mĂĄs sensibles por el tacto.
- ¡Ahhhh, ya basta, ahhhh, Francisco
para!, ¡Francisco, cĂĄlmate por favor! –
El culero de Francisco me tenĂa
con las manos en las tetas, no podĂa liberarme y cuando mĂĄs apretaba mĂĄs me hacĂa
gemir, en eso, de alguna forma hundiĂł sus manos sobre mis tetas, logrando liberarlas
de las correas y del sujetador, tirando de mi vestido, haciéndolas sobresalir
del escote, haciendo que ambas salieran disparadas como dos gelatinas enormes sacudiéndose
por todas partes.
- ¡SĂ, ahhhh, que ricas, no puedo
creerlo, por fin puedo tocar unas tetas asid engrandes con mis manos! –
Francisco gritaba excitado
mientras que corrĂa hacĂa el frente y me tomaba por el frente sometiĂ©ndome sin
poder hacer nada pues estaba algo excitado y con el cuerpo agotado, poniendo
sus manos encima de mis grandes senos hundiéndolas con todo el gusto sin poder
impedĂrselo, entonces, el imbĂ©cil comenzĂł a chupar mis senos, haciĂ©ndome gemir
con fuerza, mientras que con su lengua jugaba con las puntas de mis pezones.
- ¡AsĂ que te gusta que te
chupen las tetas pinche zorra! –
- ¡Ya basta ya, por favor,
deja de hacer eso! –
- ¡No veo que me impida
hacerlo!, ademĂĄs mĂrate, estĂĄs toda mojada de ahĂ abajo, se ve que ya eres toda
una mujercita, serĂa una pena desperdiciar este glorioso momento –
- ¿De quĂ© hablas?, ¡De ninguna
manera tendrĂ© sexo contigo! –
No me habĂa dado cuenta de que
Fran tenĂa razĂłn, habĂa perdido la cordura mientras que mi mente no dejaba de sentir
todo el estrĂ©s orgĂĄsmico encima, mi vagina se habĂa mojado unas cuantas veces
desde que este comenzĂł a manosearme, mis piernas temblaban y me sentĂa muy
agitado.
En eso, sentĂ como Francisco
estiraba el doblez de mi vestido bajando mi panti para exponer en seguida mi
vagina, querĂa tratar de detenerlo, pero por la posiciĂłn en la que ya me tenĂa
me era imposible poder estirarme para alcanzarlo, mis senos estorbaban incluso
a la vista y solo podĂa deducir lo que pasaba con la poca razĂłn que intuĂa.
- ¡Francisco que estĂĄs
haciendo! –jadeaba escuchĂĄndome con esta voz de mujer, tratando de oponerme
ante lo que presentĂa que estaba a punto de pasar –
- ¡Relaja la raja mamacita, ya verĂĄs que lo vas a disfrutar! –
Sus palabras me daban cierto
temor, pero mi cuerpo se estremecĂa e incluso parecĂa desear que sucediera,
Francisco tomĂł mis piernas acariciĂĄndome con lascividad, mi piel sentĂa
pequeñas coquillas que me hacĂan temblar, de repente abriĂł ambas con fuerza
haciendo que mi cuerpo se halara un poco deslizĂĄndose del cojĂn del sofĂĄ para
quedarme tumbado hasta el suelo, mientras mis senos se agitaban y mi vista
quedaba perpleja observando como el imbĂ©cil que tenĂa enfrente querĂa
penetrarme.
Miré su enorme sonrisa burlona
y totalmente pervertida, estirada de oreja a ojera mientras lo hacĂa, sacando
su horrible pene de sus pantalones, mi corazĂłn comenzĂł a estallar de miedo, no querĂa
ser penetrado por un hombre y menos por el idiota asqueroso de mi vecino
pervertido, pero con este cuerpo y las dimensiones que tenĂan mis atributos me
era imposible poder soportar el peso y estirarme.
Lo peor era que mi cuerpo no
cooperaba, pues me sentĂa muy sensible y como que mi mente querĂa de una u otra
forma ceder ante la perversión de Francisco, quién me estaba sometiendo como
una mujer dominada, pronto acerco su pene a mi entrepierna y con un horrible
deseo sentĂ como su pene se deslizaba poco a poco en mis paredes vaginales.
- ¡Ahhhh! –soltĂ© un pequeño y
gracioso gemido femenino que ni yo mismo me esperaba –
- ¡AsĂ es mamacita!, solo
dĂ©jate llevar, ¡que rico se siente meterte la verga!, no como las prostitutas
con las que voy a la otra calle –
Todo lo que Francisco me decĂa
me repugnaba, esperaba que al menos hubiera usado condĂłn con esas viejas,
porque sabĂa que conmigo estaba metiendo la verga totalmente sin protecciĂłn.
ContinuĂł deslizando su cosa dentro
de mĂ, yo solo sentĂa un pequeño espasmo y un repentino pero muy leve dolor que
me estaba haciendo presiĂłn, por lo que imaginĂ© que era que habĂa perdido mi virginidad
como mujer, mi mente colapsĂł, imaginando una larga historia de ideas que cruzaron
por mi ser, ¿Ahora debĂa de ser una mujer?, ¿QuĂ© pasarĂa si me quedaba
embarazada de este imbĂ©cil?, ¿El me mantendrĂa?, ¿TendrĂa que casarme con Ă©l,
tendrĂa que ser su mujer?, mucho mĂĄs si no tenĂa una identidad, ya no sabĂa que
hacer, pero mientras tanto, su pene estimulaba mi vagina con mĂĄs suavidad y placer
que el comienzo.
No podĂa negar que aunque su
pene me daba cierto asco por lo grotesco que era verlo para mĂ por primera vez,
el sentirlo ya era otra cosa diferente, que incluso me estaba haciendo muy
feliz por alguna razĂłn poderosamente femenina que no entendĂa, haciĂ©ndome gemir
con mĂĄs fuerza, que hasta habĂa perdido la razĂłn de que fuera Francisco, sino
otro, un verdadero macho el que me penetraba, ah decir verdad, si miembro era
bastante grande y grueso que me estaba haciendo retorcer y gemir como toda una
mujer.
Su pene se deslizaba y enterraba
con presiĂłn, mientras que con sus manos aplastaba mis senos y los chupaba, el
también temblaba como que su pene estaba recibiendo mucho placer también
gracias a mi vagina, estaba extasiado lleno de perversiĂłn por estarme cogiendo,
por lo que no demoro en venirse dentro de mĂ y hacerme sentir como su leche
caliente penetraba hasta el fondo de mi ser.
- ¡Carajo ya te viniste!, puta
madre me embarazaste pendejo, ¡Nooo! –
Gritaba a todo lo que daba
mientras aun sentĂa pequeños orgasmos atravesĂĄndome como navajas de cosquillas
que sacudĂan todo mi cuerpo.
- ¡Ay sĂ que estĂĄs bien
buena!; y eso que aun no me eh comido lo mejor –
Francisco adulaba totalmente
exhausto, parecĂa que no le cabĂa la sonrisa de la felicidad, mientras que yo
trataba de reincorporarme a pesar de sentirme paralizada por mis grandes
dimensiones, apenas podĂa sostenerme y tratar de levantarme del suelo, que
estaba cubierto por fluidos vaginales y por su asqueroso semen.
- ¡Maldita sea, mira todo lo que
tengo que limpiar por tu culpa!, ni si quiera tengo dinero para limpiar esto y
aun debo de pagarle a mi jefe por el dinero con el que compre todas estas
cosas, mi cabeza me duele, ¡Maldita sea odio esto, maldita la hora en que desee
ser mujer! –
- ¡Jajaja!; no seas estĂșpida
vecinita, ¡MĂrate!, estas hecha toda una diosa, con esas tetas puedes vender
fotos por internet, habrĂĄ mĂĄs de un pervertido que pague miles de dĂłlares por
verte desnuda y jugar a las rusas con esas cosas –
- ¡De ninguna manera!, yo solo
quiero recuperar mi cuerpo y volver a ser un chico normal –
-Pero si regresas a tu forma original
tendrĂĄs que pagar todas esas cosas y sin un cuerpo sexy como ese entonces no
podrĂas pagar –
Lo que el imbécil de Francisco
me decĂa era verdad, pero ni siquiera habĂa forma humana ni cĂłsmica al parecer
de que eso pudiera pasar, no me quedaba de otra mas que aprender a tomarme
fotos y hacer esas cosas raras que tiene que hacer las mujeres para ganarse el
dinero en internet.
- ¡Pues entonces lĂĄrgate tengo
que empezar el negocio! –
- ¡No como crees, yo te
ayudo!; sirve que me gano un dinero y me sacas de trabajar mamacita –
- ¡EstĂĄs pendejo, no dejarĂ©
que te aproveches de mi cuerpo!, luego querrĂĄs venderme como una prostituta, ¡LĂĄrgate!
–
-Pues sea como sea eso te darĂĄ
mas dinero y mejor para los dos, flojita y cooperando puta, o si no le diré a
todos la verdad –
- ¡DĂ©jame en paz o llamare a
la policĂa imbĂ©cil! –
Francisco se estaba poniendo
todo loco, empecé a sentir un miedo extraño y traté de correr, aunque estas
tetas se movĂan horrible para todos lados y me dolĂa, entonces no podĂa encontrar
mi celular.
- ¡Jajaja, mira lo que tengo
aquĂ! –
- ¿QuĂ© haces?, ¡Dame eso, es mĂo!
–
Francisco tomĂł mi celular,
entonces comenzĂł a tomarme fotos y videos aprovechĂĄndose de que estaba desnuda,
ahora aparecerĂa como una zorra desnuda con grandes tetas en internet, pero luego
de perseguirme y molestarme grabĂĄndome por todo el departamento durante una
hora, sucediĂł lo inimaginable.
- ¡Dame eso maldito! –gritaba
tratando de alcanzarlo –
- ¡Jajaja, alcĂĄnzame puta
gorda! –
Francisco escapaba como podĂa
mientras continuaba grabando con el celular, entonces, el imbécil tropezó sin
darse cuenta con una de las sillas del comedor y arrojĂł el celular logrando
tomarlo lejos de su alcance, para cuando note, el celular ya tenia casi el 3%
de baterĂa y estaba muy caliente.
- ¡Carajo estuviste grabando todo
en vivo imbĂ©cil! –
Le gritaba mientras terminaba
el Life en una pagina porno, donde, por cierto, si me habĂan depositado miles
de dĂłlares durante toda la hora, pues al parecer miles de usuarios se
sorprendieron al verme correr con las tetas que tenĂa desnudas.
Mi celular estaba demasiado
caliente, el icono de la baterĂa se notaba muy rojo, pero demasiado intenso
como nunca lo habĂa visto, era como si estuviera brillando tratando de arrojar
un laser de la pantalla, cuando de repente, el celular marco baterĂa en 0% con
un fondo totalmente rojo y un fuerte brillo resplandeciĂł por toda la habitaciĂłn.
De la nada, sentĂ como todo mi
cuerpo se relajaba, comencé a sentir varios cambios en todo mi cuerpo, estaba
sintiendo mi espalda con menos dolor y cansancio, mis caderas se comprimĂan y
comenzaba a crecer unos centĂmetros, mis mĂșsculos volvĂan a mis brazos y
piernas, asĂ como mi pecho se encogĂa rĂĄpidamente al igual que mi largo
cabello, sentir mi cara hormigueando y mi corazĂłn acelerĂĄndose, para cuando el
brillo y el cosquilleo extraño de todo mi cuerpo terminó, miré como Francisco
me observaba sorprendido y algo decepcionado.
- ¡Mierda, volviste! –
- ¡VolvĂ, volvĂ a ser yo, volvĂ
a ser un hombre otra vez! –
Gritaba bastante emocionado
mientras que tocaba toro mi cuerpo desnudo, una erecciĂłn se dejo venir,
entonces Francisco se tapo el rostro y saliĂł huyendo de la habitaciĂłn.
¡Finalmente lo logrĂ©, volvĂ a
tener mi cuerpo!, ¡Ay dios como odiĂ© ser mujer!, esas tetas eran enormes, ya no
aguantaba, no se que hubiera pasado si no pudiera volver a ser hombre nunca mĂĄs.
CorrĂa por todos lados de la
felicidad, sintiendo mi cuerpo libre como si hubiera estado preso en otro
cuerpo por muchos años, ya no tenia esas estorbosas tetas colgando de mi pecho
y la espalda matĂĄndome, ya podĂa correr mĂĄs ligero y no sentir molestias, ya no
tenia esa vagina que me ocasionaba un miedo tremendo.
Luego de terminar con mi
euforia y experiencia de terror, decidà darme un baño y arreglar toda mi casa,
estaba hecha un desastre y lo mĂĄs horrible era tener que limpiar ese cochinero
sexual, como ya no era mas una mujer de grandes atributos decidĂ envolver todo
en bolsas y tirarlo a la basura, aunque pensaba en venderlo en Ml para sacarle
algo de provecho luego de todo lo que me habĂa gastado en eso, asĂ que lo guardĂ©
para otra ocasiĂłn.
Me comĂ una de las hamburguesas
que habĂa traĂdo, luego antes de acostarme, conectĂ© mi celular el cual aĂșn se
sentĂa algo caliente, pero pensaba que debĂa de haber sido por la fuerte
descarga que provoquĂ© con los cambios aun inexplicables…, ya que estaba en 0%.
PensĂ© que serĂa bueno dejarlo
cargando la baterĂa toda la noche, luego me tirĂ© a la cama a dormir pensando
que todo estarĂa bien hasta que.
A la mañana siguiente, me desperté
bastante fresco, pensaba que aĂșn me harĂa el enfermo un dĂa mĂĄs para descansar
de todo lo vivido, ademĂĄs de que serĂa extraño llegar al trabajo bien vivo y
fresco, por lo que no pensaba hacer nada mĂĄs que jugar mis videojuegos todo el dĂa
y comenzar a vender esa horrible ropa, tome mi celular y note el mote de la
carga, cuando entonces.
Al mirar la carga al 100% de
mi celular, nuevamente un brillo muy fuerte resplandeciĂł toda mi casa por
completo, no sabĂa que sucederĂa ahora, pero esta vez no sentĂ los cambios tan
fuertes como las primeras dos veces, hasta que la luz cediĂł y volvĂ a sentir
todo mi cuerpo pesado y curvilĂneamente desequilibrado.
¡NOOO, OTRA VEZ NO!
Gritaba mirando nuevamente
como mi playera de dormir se habĂa rasgado con las enormes tetas que me habĂan
vuelto a crecer, estaba perdiendo la razĂłn y entrando en pĂĄnico de nuevo, me
habĂa desconcentrado un poco pero no me caĂ, pues era como si la experiencia
del dĂa anterior me hiciera tener recuerdos y la habilidad nata de tener el
cuerpo asĂ de voluptuoso.
Antes de seguir llorando,
trate de analizar la situaciĂłn, pues era claro que algo sucedĂa y todo se debĂa
a mi celular, mas bien, el hecho de que al haber jugado dicho evento orillĂł a
que en el universo y en la fĂsica existiera este bucle o poder que me provocara
tener esta extraña conexión con mi celular, de manera que al tener el 100% de
carga volverĂa a adquirir la forma femenina de la mujer que habĂa conseguido en
aquel juego Tg, por lo que al descargarse por completo habĂa hecho que mi cuerpo
volviera a la normalidad, lo que significaba que entonces, tenĂa un poder
bastante interesante.
Miré nuevamente mi teléfono,
mostrando la cĂĄmara frontal para apreciarme, me sentĂa extraño, miraba como
ahora tenia otra vez este aspecto de mujer tetona, bueno, al menos no habĂa tirado
la ropa, entonces, podrĂa hacer negocio como decĂa Francisco, podrĂa utilizar
este poder para tener dinero y salir de pobre sin preocuparme por quedarme como
esta mujer tetona por el resto de mi vida.
Que buena historia
ResponderBorrarHola, estoy buscando un blog antiguo que tradujo esta caption al castellano: https://www.deviantart.com/totemscaptions/art/It-s-Not-a-Toy-Part-A-616573531 Alguien sabe si el blog aun esta activo o fue borrado?
ResponderBorrarBuena historia nueva kari. EntendĂ las referencias de esta historia, me encantĂł :3
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