Venia
caminando de regresó de la escuela, cuando de repente sentía como algo en el
pie me quemaba, entonces, note que un objeto pegajoso se había pegado a mi
zapato y la cosa chiclosa comenzaba a expandirse como si tuviera vida propia,
hasta que parecía que estaba absorbiendo el resto de mi cuerpo.
Corrí
con terror hasta mi casa entrando ferozmente asustando hasta a mi madre quien
no sabía lo que pasaba, mientras que yo ya tenía el chicle extraño hasta el
cuello.
-
¡Hijo que te pasa, que es eso! –ella me gritaba –
-
¡No se mama, no sé!, solo venia caminando hacia la casa y se me pego en el pie
–
Entonces
la masa chiclosa extraña termino por cubrir toda mi cara y mi madre me empujo a
la regadera, sentía como mi cuerpo se quemaba, como si mi piel y mis huesos se
adaptaran a una forma extraña, el agua comenzó a tirar todos los restos de la
masa pegajosa hasta que de pronto, el cuerpo de una chica bastante bien hermosa
aparecía frente a los ojos de mi madre.
-
¿Pero quién eres tú, qué hiciste con mi hijo? –ella gritaba mientras que yo
miraba hacia abajo quedándome asombrado ante mi nueva perspectiva, sin saber cómo
ni cuándo me había pasado esto –
Entonces,
ahora mi vida cambiaria de una manera que jamás imaginaria, vestidos, faldas,
maquillaje, cositas de chica, pensar en chicos y, el periodo…, ni los doctores
ni el gobierno sabían que era la cosa que parecía estar disfrutando tener de víctimas
a todos los hombres del mundo, convirtiéndolos en hermosas señoritas, pero si
de algo estoy seguro, es de que fue una hermosa afortunada.
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